Ariana Harwicz ---- * Ariana Harwicz: Ella, la peor de todas * https://www.clarin.com/revista-n/ariana-harwicz-peor-todas_0_H1CuBVddOe.html * La Francia progresista es el escenario en el que la escritora Ariana Harwicz sitúa a una mujer que secuestra a sus propios hijos para vengarse. * Perder el juicio es un disparo contra lo políticamente correcto: desde el antisemitismo hasta la violencia del sexo y la figura de lo maternal. * La maternidad puede ser un arma. Pero esta no es la historia de uno de esos libros de autoficción en el que una escritora revela el lado B de la lactancia y de la ropa para embarazadas. Perder el juicio (Anagrama), de Ariana Harwicz, es un dispositivo totalmente distinto. Es un descenso a los infiernos, como el imaginado por el Dante, de la mano de una mala madre: la trama avanza entre la pérdida de la custodia por violencia hasta el secuestro de los chicos, y en cada círculo aparecen nuevos condenados por la mirada impiadosa de una autora que no está dispuesta a bailar con la música de los mandatos sociales. ---- * Perder el juicio * * "Para escribir hay que huir de la vida, pero también la condición para escribir es vivir". * Ariana Harwicz explica por qué se da está paradoja. * Hablamos con ella con motivo de la publicación de su última obra, 'Perder el juicio': sobre cómo el campo define la personalidad de sus personajes, de las relaciones filiales y del desfase que hay entre el hecho de ser madre y el de sentirse madre, sobre el tabú y tratar de escribir de lo que no se puede pensar y sobre los enemigos como parte esencial para la escritura. * La maternidad fue un arma contra las cuatro mujeres a las que está dedicado el libro: una murió por querer ser madre, otra fue asesinada tras serlo, hay una a la que la justicia la obligó a separarse de su bebé. Hay una mujer más en esa dedicatoria: una abogada que batalla contra jueces y leyes. Se llama Lisa, como la protagonista de la novela. Cualquier parecido con la realidad es intencional. * En las primeras páginas, Lisa Trejman lo intenta. Tiene una orden de alejamiento de sus mellizos después de haber atacado a su marido. No solo perdió a los chicos, también la casa en la que vivía y la familia que había construido. Ahora, alquila una ruinosa vivienda social y hace los deberes: tiene un trabajo, cuida las formas, juega con sus hijos una vez cada tanto y con supervisión. El sistema se ensaña con ella y ella lo intenta. * Si se dieran las condiciones, Lisa se entendería con las protagonistas de las tres novelas de Harwicz que conforman la Trilogía de la pasión (Matate, amor; La débil mental y Precoz). Madres hartas, solas, marginales, desposeídas, extranjeras. Si se conocieran, las otras probablemente aplaudirían que decida secuestrar a los hijos para vengarse de su expareja. * Es una tarde soleada en Palermo y Ariana Harwicz cuenta una anécdota: en la víspera de una audiencia en los tribunales franceses por una larga disputa que mantuvo con el padre de su hijo mayor, ella le manda a la letrada que la representa fotos de los atuendos que pretende usar ante el juez: medias de red, ligas, escotes, antifaces... La mujer, al otro lado de la pantalla, se ríe. Hay un sedimento de esa experiencia tortuosa en esta novela. Lo va a decir la autora en este diálogo con Ñ en el que, además, recorrerá el antisemitismo que exhuda Europa, el paladar gourmet del feminismo que elige quién puede ser víctima y quien no, y el progresismo oral de una Francia en la que ser latinoamericana y judía implica tener menos derechos. * –¿De qué manera pensás que juega esta novela con las tres que forman la Trilogía de la pasión? * –Ayer, hablando con libreros, la asociábamos con Degenerado (Anagrama) por la infancia poco convencional del protagonista, cuando ya se transformó en el chivo expiatorio y enemigo del pueblo, también en los flashback, recurso que también aparece en esta historia. Pero no había pensado antes en el vínculo entre Perder el juicio y las otras tres novelas. Creo que es inevitable pensar que todos estos libros siguen siendo una gran familia más allá de la definición de trilogía. Pueden funcionar como medio hermanos o primos lejanos, pero están vinculados por varias cosas que saltan a la vista: la radicalidad o por la búsqueda por experimentar con esas palabras que aparecen como desacomodadas dentro del orden. Con respecto a Matate, amor sobre todo, pero también es algo que aparece en Precoz, esta da un paso más allá en el quiebre con la ley, en la transgresión. Hay asesinatos en las otras novelas, pero son personajes medio lúmpenes. Acá estamos hablando de alguien a quien le sacaron a los hijos y tiene una orden perimetral de restricción (como en general tienen los hombres) y decide quemar una casa, secuestrar a los chicos y que es perseguida por la policía hasta que se refugia clandestina a la Argentina. Entonces, acá saltamos el cerco de Francia y volvemos a Argentina algo que es significativo y que no pasa en ninguna otra novela. Lisa no es una mujer convencional y tiene problemas que no imaginarios o las elucubraciones de los personajes anteriores. En Matate, amor, había mucha histeria y mucho jugueteo con la posibilidad de que viniera la policía o con la idea de ahogar al hijo, una cosa bravucona que rozaba la comedia. Acá, de verdad, hay un pasaje al acto. * –Es interesante la dicotomía que establecés entre Francia, ese país del primer mundo donde ella está siendo perseguida, y esta Argentina caótica como el lugar de la libertad. ---- * HAY QUE TENER UNA ÉPICA EN LA VIDA, aunque al siglo XXI no le gusta la épica, una novelesca de la vida. Pero hay que sustraerse de la novela de la vida para escribir la novela literaria. * https://www.instagram.com/reel/C8t6eL1htOi/?utm_source=ig_embed&ig_rid=68c562af-5dd7-49d8-929c-c816c648bbf6