La definición operacional utilizada es la que considera una buena práctica (BP) a toda acción organizacional o realización de un proyecto que se dirija a la resolución de un problema, al logro de un objetivo, optimización de la gestión, a una mejor prestación del servicio o al aumento de la productividad, la calidad o la efectividad institucional.
- La buena práctica se reconoce porque ha dado resultados en mejoras tangibles y sostenibles y puede ser utilizada por otros en forma total o parcial.