- Diego Coatz
- Diego Coatz: "hace falta un plan de consensos"- El economista jefe de la UIA define los tres consensos necesarios para que el sector se desarrolle.
- La actividad industrial viene creciendo y ya está 5,5% arriba de los niveles de 2019. Para Diego Coatz, economista jefe de la Unión Industrial Argentina (UIA), hace falta un plan de consenso para lograr que ese crecimiento que hasta ahora apenas recuperó parte del terreno perdido en la última década, se convierta en un desarrollo sostenible.
- Hay tres consensos importantes que hay que generar. El primero es que hay que aprovechar la ventana que se nos abre para los próximos 10 años para explotar los recursos que Argentina tiene. Estamos subexplotando el sector minero, porcino y el foresto-industrial. Chile y Perú tienen más de US$20 millones de exportaciones en esos sectores; Argentina tiene muy poco.
- -El segundo consenso es que para generar más empleo hay que agregar valor a esos recursos, hay que pensar en desarrollar no solo a la industria sino también a proveedores industriales y servicios tecnológicos. Transformar los cultivos y la proteína animal en alimentos elaborados, el gas natural, en petroquímica, en urea y fertilizantes.
- El tercer consenso es qué tipo de políticas hacemos para fortalecer al sector privado, con más empresas que inviertan y que generen empleo formal. Hoy vemos una industria que está creciendo, pero si uno no resuelve primero el tema de la brecha cambiaria, si no se acumulan reservas y se van lentamente estabilizando los precios relativos, no es posible generar certidumbre macroeconómica a mediano plazo.
- Hay ciertos programas para incentivar la industria. Lo más relevante pasa por tener una economía de largo plazo, están todos muy enfocados en la coyuntura, lo que tiene que ver con lo tributario. Una empresa hoy con todo en blanco tiene una presión tributaria que supera el 45%, ahí hay que hacer mayores esfuerzos para ganar competitividad.
- _¿Cómo evalúa las medidas que adoptó el nuevo ministro de Economía tras asumir?
- _Las señales son que se busca cierto orden macroeconómico, monetario y fiscal. Cuando uno hace una política monetaria más restrictiva, con más tasas de interés o focalizada en el tema fiscal va ralentizando la actividad y eso impacta en la demanda agregada y el consumo. Esperamos que esa desaceleración sea suave y que, en la medida es que se vayan recuperando reservas y confianza, se pueda de nuevo poner en movimiento el sector productivo. Desde la UIA se intenta lograr que haya un diálogo entre las urgencias de corto plazo con las cuestiones estratégicas y oportunidades de largo plazo. La energía es un reflejo de eso. Este trimestre fue complicado el tema energético porque no estaba el gasoducto Néstor Kirchner. Ahora se puso en movimiento. Y con Vaca Muerta, lo que hoy es una falta de gas puede convertirse en exportación, en petroquímica, en desarrollo de proveedores locales. Entonces, la sociedad tiene esta doble necesidad de atender lo urgente pero no olvidar lo importante, que es Vaca Muerta, desplegar el sector minero, buscar un régimen para que el sector agroindustrial aumente la exportación de valor agregado.
- ¿Hace falta un salto cambiario para ganar competitividad?-El tipo de cambio no está particularmente atrasado, en todo caso lo que preocupa es la trayectoria. La clave es que Argentina defina un set de precios relativos y que junto con el tipo de cambio real sigan un sendero relativamente estable. Lo importante es tener previsibilidad cambiaria y entrar en una agenda puntual para ver cómo se mejora la competitividad de cada sector.
- -¿Hace falta una reforma laboral para mejorar la competitividad?-Argentina tiene que crear más empleo formal, que vaya absorbiendo a los informales. Hay que normalizar el mercado de trabajo, venimos con regulaciones de crisis cuando ya no estamos en los niveles de la pandemia, como la doble indemnización o la prohibición de despido. Hay que pensar incentivos a la demanda de nuevos empleos, cómo se baja la carga de los costos no salariales del empleo formal, sobre todo pensando en las pymes y en el federalismo porque el empleo formal está muy concentrado en las grandes provincias.
- Acá hay un gran desafío que tiene la Argentina en un mundo que plantea oportunidades pero que también grandes tensiones.
- _¿Cuáles serían las más importantes? -Hoy estamos atravesando tres grandes nuevas corrientes para la industria. La primera, tiene que ver con la relocalización de la producción. En un mundo donde ya no hay tanto incremento en las grandes cadenas de valor sino que existe lo que se llama la economía modular. Es decir, socios de China, de Asia, de Estados Unidos. No sabemos para dónde va el proceso productivo mundial, entonces nos tenemos que insertar en esas tensiones. En segundo lugar, hay todo un mundo que tiene que ver con la economía verde, que genera oportunidades pero grandes desafíos porque la energía va a ser muy cara en los próximos veinte años. El tercer elemento es que la pandemia puso a pie a fondo en la inversión en tecnologías hoy denominada industria 4.0 como la digitalización, la inteligencia artificial, las manufacturas inteligentes. Son tres grandes corrientes a nivel mundial y Argentina tiene que ver cómo transita y aprovecha las oportunidades y quizás los riesgos.
- _¿Cómo se encuentra la industria argentina frente a estos desafíos?_El sector industrial argentino es muy heterogéneo. A las empresas pymes o grandes que dialogan con estas tecnologías, con el mundo y exportan hay que ayudarlas, sacarles las trabas. Después hay todo un universo de pymes muy golpeadas por los últimos años para las que claramente hay que pensar políticas más selectivas con el fin de que se formalicen, aumenten la productividad, etc. Eso como una parte de la agenda. La otra parte tiene que ver con nuestras grandes oportunidades a nivel de sectores y recursos que tenemos que desarrollar. Como la minería. s como Perú exporta casi u$s 20 mil millones de dólares de cobre. El mundo va a la electrificación, a la electromovilidad, se requiere más cobre, además de litio. Argentina exporta cero de cobre. Ahora se están desarrollando algunos proyectos para incrementar fuertemente las exportaciones en ese segmento. Le perdimos la carrera en la foresto industria. Hoy Uruguay, Brasil exportan casi 15 mil millones de dólares en ese sector y nosotros importamos pasta celulosa. Hay tres o cuatro grandes sectores donde hay que generar consensos para las inversiones y exportaciones pero la clave es que eso tenga producción argentina y proveedores especializados, pymes en cada provincia que puedan crecer en la medida que crezcan esos sectores. Ahí entra la política industrial. La energía es un ejemplo. Yo puedo tener, como Noruega, fabricantes locales de equipos de perforación o de componentes electrónicos, metalmecánicos y exportarlos también o bien traer todo de China para abastecer a esos sectores. Hay que buscar un equilibrio y que esos sectores que pueden incrementar sus exportaciones desarrollen la industria argentina.
Hay que entender en donde tenemos recursos, trayectoria y capacidad para poder competir en el marco de estas grandes tendencias productivas.
Si tuvieras que elegir un sector para impulsar inicialmente ¿cuál sería?
En varias oportunidades has hecho refererencia a que hay todo un universo de pymes muy golpeadas por los últimos años para las que claramente hay que pensar políticas más selectivas con el fin de que se formalicen, aumenten la productividad ¿Cómo es esto de aumentar la productividad? ¿Es algo complejo de lograr, hay modelos, ejemplos, buenas prácticas que nos pudieran inspirar?
- Industria 4.0: Fabricando el Futuro- es de 2018
https://universoabierto.org/2021/05/12/industria-4-0-fabricando-el-futuro/
- Ana Inés Basco, Gustavo Beliz, Diego Coatz, Paula Garnero. «Industria 4.0: Fabricando el Futuro» . Ciudad de Buenos Aires: BID, 2018
- La economía global transita una nueva fase que se caracteriza por la digitalización y la conectividad. “INDUSTRIA 4.0. Fabricando el Futuro” explora los impactos de la denominada Cuarta Revolución Industrial sobre la producción manufacturera, el trabajo, las cadenas globales de valor y el comercio. La publicación reúne las voces de diversos especialistas que analizan los desafíos y oportunidades para la industria que conllevan tecnologías como Internet de las cosas, computación en nube, big data, inteligencia artificial e impresión 3D, entre otras. Asimismo, presenta los estudios de caso realizados sobre la experiencia de dos firmas argentinas que dan cuenta de los alcances de la trasformación digital: Tenaris, dedicada a la producción de tubos para la industria de petróleo y gas; y Sinteplast, dedicada a la fabricación de pinturas. “INDUSTRIA 4.0. Fabricando el Futuro” recorre estas experiencias, así como los aportes de la industria automotriz y de políticas públicas de fomento a la industria, como el caso alemán de “Industrie 4.0” y el “Mapa de ruta de la Industria 4.0” de México. De este modo, se propone ofrecer un marco para la comprensión de un fenómeno complejo cuyas consecuencias apenas se comienzan a vislumbrar.
¿Imaginaron un futuro desde una perspectiva Pre-Pandémica hay algo en los casos de Tenaris y Sinteplast y de la industria 4.0 que se haya modificado significativamente en estos cinco años o se mantuvo las tendencias que rescatan en el texto?
- La mayor conectividad y el intercambio de información permite mejorar la productividad ¿es asi?
Como plantean autores como la economista Mariana Mazzucato, o Andrew McAfee y Erik Brynjolfsson del MIT, el sector público ha sido y continuará siendo un protagonista para impulsar procesos de innovación. Sobre todo, como impulsor de un ecosistema productivo dinamice la inversión del sector privado.