Se llama doulas a las mujeres que aconsejan y ayudan a las embarazadas y las acompañan durante el embarazo, el parto y los cuidados al recién nacido.1​

Este acompañamiento existe desde tiempos antiguos, pero en muchos países occidentales fue desapareciendo al medicalizar la atención al embarazo y el parto a través de los sistemas sanitarios.2​ Esta tendencia se ha invertido y en la actualidad las doulas asisten a las mujeres embarazadas en muchos países, tanto en el domicilio como en entornos hospitalarios.3​

El conocimiento de la doula parte de su propia experiencia como madre, a formaciones no regladas por los sistemas públicos sanitarios y conocimientos ancestrales pasados de generación en generación.

Por tanto, sus roles y su formación no son homogéneos y no se exige formación obstétrica. Según las numerosas páginas web que ofrecen sus servicios, es requisito necesario haber sido madre, y generalmente se asiste a algún tipo de curso de duración variable.4​ Las relaciones con los obstetras y enfermeros son variables. En algunos casos se las considera como una ayuda, pero en ocasiones son rechazadas, acusadas de falta de formación o de intrusismo.5​6​ Lo mismo ocurre al revés, habiéndose popularizado precisamente por la violencia obstétrica de los sistemas sanitarios al estar enfocados a la comodidad de los médicos respecto al nacimiento del bebé, sin cuidar todo el aspecto de la maternidad de forma global, continua y natural, aplicando los conocimientos que han permitido a la humanidad nacer sin médicos durante millones de años junto con la ciencia más actualizada que sabe que un parto natural no intervenido es lo mejor para la salud del bebé, tanto fisiológica, como epigenética y psicológica.