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 * el pasadizo secreto de elsa drucaroff
 * Tener una vulva no te caracteriza

¿QUIÉN ES ELSA DRUCAROFF?

  • * Elsa Drucaroff. Doctora en Ciencias Sociales. Escritora, crítica literaria, investigadora y profesora de literatura argentina contemporánea y teoría y crítica literarias en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. El 90% de las veces Elsa piensa que prefiere escribir ficción, pero de pronto está escribiendo un ensayo o un trabajo crítico y siente una euforia desenfrenada. Elsa tiene un gran compromiso político pero entiende que la literatura está para hacer preguntas no para dar respuestas. Otro tema, es una socióloga y una arqueóloga de las generaciones literarias. Habla de las dos generaciones post- dictadura y se comprometió con darles visibilidad. Soy testigo de su generosidad y su dedicación. Gracias Elsa por estar aquí.
  • En el momento actual hay una situación tremenda con las mujeres. Los hombres son lo más importante.
  • que la panadera en Palermo hay levantado el teléfono y llamado a la policía.
  • 2 de marzo, 2022 La violación grupal de una chica en Palermo.
  • VIOLACIÓN EN GRUPO EN PALERMO: HABLÓ LA PANADERA QUE LLAMÓ AL 911
  • https://www.facebook.com/clarincom/posts/5608200725881654/?locale=ms_MY

  • La mujer que rescató y auxilió a la chica víctima de un abuso sexual grupal en un auto, en el barrio de Palermo, contó detalles de lo ocurrido.
  • "Tenemos una panadería y desde adentro veíamos lo que pasaba en el auto.
  • Primero pensábamos que era una pareja que estaba teniendo sexo, pero luego vimos que en el vehículo había otros tres jóvenes", recordó.
  • También contó que ya habían visto a esos hombres "tomando alcohol, fumando marihuana y tocando la guitarra" junto a la puerta de su local, les pidieron que se fueran pero se negaron. Por eso estaban observando lo que hacían con especial atención.
  • Natalia y su marido fueron los que descubrieron que una chica estaba siendo abusada dentro de un auto por al menos cuatro hombres y llamaron al 911 para pedir ayuda.
  • Cuando lograron sacar a la chica del auto, la notaron en estado de shock, con la ropa interior baja y golpeada. "No escuché gritos, la chica no gritaba, no tenía ni fuerzas para gritar", dijo la comerciante.
  • La joven se encuentra en buen estado de salud, ya fue dada de alta y permanece junto a sus familiares. En tanto, los detenidos fueron trasladados a una seccional policial y se aguardaba para las próximas horas que sean llevados a Tribunales.


  • Elsa Drucaroff. Doctora en Ciencias Sociales. Escritora, crítica literaria, investigadora y profesora de literatura argentina contemporánea y teoría y crítica literarias en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. El 90% de las veces Elsa piensa que prefiere escribir ficción, pero de pronto está escribiendo un ensayo o un trabajo crítico y le agarra una euforia desenfrenada y se dice: “esto me gusta, esto también me gusta mucho”.
  • Elsa tiene un gran compromiso político pero entiende que la literatura está para hacer preguntas no para dar respuestas.
  • Otro tema, es una socióloga y una arqueóloga de las generaciones literarias.
  • Habla de las dos generaciones post- dictadura y se comprometió con darles visibilidad. Soy testigo de su generosidad y su dedicación. Ella presentó el libro de cuentos de Agus, "Después del encuentro feroz". Lo presentó en un bar de la plaza San Telmo, que fue memorable, porque a su ductilidad literaria y a su gran cultura, le suma ser una gran oradora.
  • https://ubauba-my.sharepoint.com/personal/edrucaroffa_uba_ar/_layouts/15/onedrive.aspx?id=%2Fpersonal%2Fedrucaroffa%5Fuba%5Far%2FDocuments%2FRecordings%2FSeminario%5F%20Narrativas%20de%20aprendizaje%20en%20la%20literatura%20argentina%20actual%2D20210328%5F125623%2DGrabaci%C3%B3n%20de%20la%20reuni%C3%B3n%2Emp4&parent=%2Fpersonal%2Fedrucaroffa%5Fuba%5Far%2FDocuments%2FRecordings&originalPath=aHR0cHM6Ly91YmF1YmEtbXkuc2hhcmVwb2ludC5jb20vOnY6L2cvcGVyc29uYWwvZWRydWNhcm9mZmFfdWJhX2FyL0VVVmtYcW9ZWW9KTXU3bVF3STYwRnRJQnhCWmJ6Z2RWQ05FZERuWDJDUUdnenc_cnRpbWU9WnV1X3dDdnkyRWc

  • PROGRAMA DE RADIO 30.03.2021 ¿EXISTE UNA LITERATURA FEMENINA?
  • Sí y no. Bueno, coincido con Elsa en negar la existencia de una literatura femenina si se usa para ubicar la literatura femenina en una categoría literaria menor, como cuando se habla de cultura popular para diferenciarla de la gran cultura, o de las pinturas o esculturas que no se consideran arte sino artesanías cuando los autores son integrantes de los pueblos indígenas.
  • Ahora, si la pregunta es si existe una perspectiva femenina en aquello que escriben las mujeres. Decía Alejandra Pisarnik, una mirada desde la alcantarilla puede ser una visión del mundo. En ese sentido, ¿cómo es ver el mundo desde una posición subordinada? En ese sentido si, hay una perspectiva estético política asociada a la mujer, a sus diversas circunstancias, que es enormemente rica.
  • Una cosa es la literatura femenina, y otra los temas de la mujer y otra lo que escriben las mujeres. Pero, no olvidemos que las mujeres tenían que escribir con seudónimos masculinos para poder ser publicadas.
  • LA NUEVA LITERATURA: Samanta Schweblin https://www.youtube.com/watch?v=TkH9UkZPJaE Entrevista por Ana Da Costa y Gastón Francese (departamento de Prensa y Comunicación de la BNMM). Nació en 1978 en Buenos Aires, donde estudió cine y televisión. Sus libros de cuentos El núcleo del disturbio, Pájaros en la boca y Siete casas vacías obtuvieron, entre otros, los premios Internacionales Casa de las Américas, Juan Rulfo y Narrativa breve Rivera del Duero. Distancia de rescate. Samanta Schweblin, cita a Rebecca Solnit.

  • RebeccaSolnit Un libro es un corazón que late en el pecho de otro. Escritora autora de Los hombres me explican cosas (y yo Mercedes estoy segura que no le hace falta) quien dice que: "Un libro es un corazón que late en el pecho de otro" Rebecca Solnit (nacida el 24 de junio de 1961) es una escritora estadounidense. Ha escrito sobre gran variedad de temas, incluidos el medio ambiente, el feminismo, la política y el arte.1​ Solnit es editora colaboradora de Harper's Magazine, donde bimensualmente escribe el ensayo "Easy Chair" de la revista.

  • MarianaEnriquez

  • EL VÍNCULO CON EL LECTOR. Escribir con el lector. No hay un control de la cabeza del lector. Pero es necesario escribir con precisión y uno se da cuenta porque entre la línea 14 y la 17 los lectores pensaron: es ella, o más adelante en un párrafo específico dijeron: se va a morir. Hay precisión.
  • Final abierto no quiere decir que el final está dejado al azar, que no esté escrito permite dejarlo implicado, sugerido. La literatura es muy visual y juega con el poder de invocación de las palabras. Las palabras invocan con mucha precisión.
  • NO EXISTE EDAD PARA INICIAR LA ESCRITURA- Nunca es demasiado tarde para ser quien querrías haber sido – George Eliot. Les pregunto a las dos ¿qué orientación mínima le darían a una persona que quiere comenzar a escribir un libro y no se anima por la edad?

  • Escritores famosísimos como Charles Perrault (creador de tantas fábulas y cuentos infantiles clásicos) o Raymond Chandler no empezaron a escribir hasta tener más de 50 años. Y hay autores cuyas primeras novelas, éxitos absolutos, fueron publicadas con ellos ya en la sesentena: Las cenizas de Ángela o la saga Millenium. Hasta hay tiempo para ganar el premio Nobel: José Saramago, aunque publicó una novela de joven, no comenzó su carrera literaria en serio hasta los 58.
  • ¿Sabías que la primera autora conocida de la historia fue una mujer? Se trata de la sacerdotisa acadia Enheduanna, hija del Rey Sargón I de Acad, que vivió en la región de Sumeria en el siglo 3 a.C. aproximadamente. ¿Y que la primera gran novela fue publicada por la japonesa Murasaki Shikibu en el siglo XI? Son sólo dos ejemplos que colocan a la mujer en una posición de peso en la historia de las letras demostrando que, pese a la creencia popular, tenían sobrada capacidad para el trabajo intelectual. Entonces, ¿por qué han aparecido escritoras con seudónimo masculino a lo largo de la historia? https://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/escritoras-con-seudonimo-masculino/

  • El primer borrador tiene que ser considerado como una fatalidad a la que es necesario recurrir para llegar a la versión final.


Domingo 14 de febrero, 2021 Buenos Aires.

Muere Carlos Menem, el excéntrico presidente argentino que llegó al poder como caudillo populista y gobernó como capitalista Daniel Pardo BBC News Mundo 14 febrero 2021 Carlos Menem, quien fuera presidente de Argentina durante gran parte de la década de 1990, murió este domingo a los 90 años.

TEXTO DE ELSA DRUCAROFF

Murió nuestro ex-presidente -Dr Saúl Menen- y creo que resulta conveniente tomar en cuenta nuestra temible falta de memoria. Podemos recordar al MENEMATO – en un ejercicio de memoria activa – como un período nefasto para los intereses colectivos. Pero debemos asumir el riesgo latente de que el MENEMISMO, el roba pero hace, sigue vivo y al acecho.

Entiendo el duelo, el dolor de la familia como cualquier otra muerte de un ser humano. Les damos el pésame.

  • Pero, junto al respeto por el dolor de la familia Menen HAY UN LISTADO DE PÉSAMES QUE NOS CONVENDRÍA ENUMERAR.

Voy a leer unos Fragmentos del Texto de Elsa Drucaroff:

Mi pésame a lxs familiares de las víctimas de la explosión de Río Tercero, ordenada para tapar las pruebas de su negociado con armas a Ecuador.

  • Mi pésame a lxs familiares de las víctimas de los atentados a la Embajada del Estado de Israel y a la AMIA, masacres que quedaron impunes con la activa y económicamente interesada participación de Menem.
  • Mi pésame a la Educación Pública argentina, que fue ejemplo para el mundo y Menem destruyó con toda intención y consciencia, con una reforma educativa que hasta hoy nadie revirtió.
  • Mi pésame a lxs víctimas y muertxs de la crisis del 2001. No a sus beneficiarios, fervientes defensores de una política económica menemista con la que hicieron fortunas y que derivó en la crisis más asesina de la historia del país. Una crisis de la que nunca realmente nos recuperamos.
  • Mi pésame a todas estas, sus víctimas, porque Carlos Menem murió libre, millonario, impune pese a sus condenas, y en su cama. 
  • Denuncio al Poder Judicial y al establishment político argentino en su totalidad porque son responsables de que uno de los peores delincuentes de la Argentina haya muerto así. Los denuncio porque ahora van a hacerle homenajes. 
  • Acaba de terminar su vida un hombre astuto, capaz de manipular en su beneficio la mierda más oscura del alma de millones que lo votaron, lo admiraron, lo imitaron, dijeron "roba pero hace". Y lo hicieron ganar tres veces las elecciones.
  • Argentina debería estar de luto pero no por Menem. Debería estar de luto por ella misma. Y mirarse un poco. Y avergonzarse.

Sobre todo, avergonzarse.

* De acuerdo con Elsa hágamos luto por nosotros mismos. Podemos recordar al MENEMATO – en un ejercicio de memoria activa – como un período nefasto para los intereses colectivos. Pero debemos asumir el riesgo latente de que el MENEMISMO, el roba pero hace, sigue vivo y al acecho entre nosotros.


  • Mi pésame a lxs familiares de las víctimas de la explosión de Río Tercero, que ordenó Carlos Menem para tapar las pruebas de su negociado con armas a Ecuador.
  • Mi pésame a lxs familiares de las víctimas de los atentados a la Embajada del Estado de Israel y a la AMIA, masacres que quedaron impunes con la activa y económicamente interesada participación de Menem.
  • Mi pésame a la Educación Pública argentina, que fue ejemplo para el mundo y Menem destruyó con toda intención y consciencia (...)
  • Mi pésame a quienes fueron víctimas de su prepotencia de varón: mujeres abusadas que jamás se atrevieron a denunciarlo, hijos e hijas que él desconoció y mujeres a las que tan verosímilmente ordenó que abortaran (¡y se dio el lujo de votar contra la legalización!).
  • Mi pésame (...) porque Carlos Menem murió libre, millonario, impune pese a sus condenas, y en su cama. (...)
  • Acaba de terminar su vida un hombre astuto, capaz de manipular en su beneficio la mierda más oscura del alma de millones que lo votaron, lo admiraron, lo imitaron, dijeron "roba pero hace". Y lo hicieron ganar tres veces las elecciones.
  • La mayoría de quienes hoy se llenan la boca hablando contra la corrupción y se escandalizan por Cristina aman o amaron (y ya "no se acuerdan") su glamour para robar, sus exhibiciones de macho alfa, su insolencia para cagarse en el amor, la sensibilidad, la cultura, el arte, la verdad, la bondad, la honradez y cualquier forma de lo que entendamos por Justicia.
  • Argentina debería estar de luto pero no por Menem. Debería estar de luto por ella misma. Y mirarse un poco. (...)
  • MENEN, MENEMATO, MENEMISMO-Ernesto Espeche- http://la5tapatanet.blogspot.com/2009/07/menem-menemato-menemismo.html Si el expresidente Carlos Saúl Menem tuvo algún mérito personal, fue el de haber inspirado la incorporación de dos nuevos términos al complejo diccionario político nacional: Menemato y Menemismo. Menemato remite al período de gobierno 1989-1999. Fue una especie de totalitarismo de la ridiculez y la impudicia política. En ese lapso, los especuladores financieros - quienes realmente conducían el proyecto – lograron desplegar al máximo las premisas fundantes del modelo excluyente desde lo social y concentrador desde lo económico inaugurado por la dictadura. Los tres poderes del Estado cumplieron esa función de modo unívoco, sin fisuras. El menemato (1989-1999) murió por causas naturales, cuando la misma desigualdad que había generado lo tornó insustentable, ingobernable.

  • MENEMISMO El Menemismo, en cambio, es un concepto peligrosamente vigente. Refiere más bien a un fenómeno cultural e ideológico que se erigió en sentido común dominante. Caído el menemato, el menemismo supo preservarse en los discursos de un puñado de obstinados dirigentes. Su esencia es la celebración del interés privado, la despolitización de la política y la adoración incondicional del sistema financiero internacional. Sus cultores responden a una estética que puede hacerse visible tanto en un dirigente, un empresario o un periodista.

  • Podemos recordar al menemato – en un ejercicio de memoria activa – como un período nefasto para los intereses colectivos. Pero debemos asumir el riesgo latente de que el menemismo sigue vivo y al acecho.


09.09.2022 PROGRAMA DE RADIO

Elsa Drucaroff


  • Estampa de época EL INFIERNO PROMETIDO Por Elsa Drucaroff-(Sudamericana)-334 páginas-2 de abril de 2006 La nacion
  • Las redes de prostitución en la Argentina de comienzos del siglo XX han alimentado no sólo muchas obras literarias, letras de tango e investigaciones históricas, sino también una serie de lugares comunes. Uno de ellos abona la idea de que todas las mujeres que eran traídas desde Europa del este para ejercer aquí la prostitución venían engañadas por falsos maridos e ignorando su futuro destino. Con la voluntad de mitigar estas "inocentes" suposiciones , la escritora, docente e investigadora Elsa Drucaroff construye en su tercera novela histórica, El infierno prometido. Una prostituta de la Zwi Migdal, la historia de una joven judía polaca que sopesa las ventajas de abandonar su paupérrima aldea en pos de "perderse" o quizá salvarse en la cosmopolita Buenos Aires.
  • Drucaroff elige centrarse en la fecunda década del veinte para armar una trama donde prostitutas, cafishos, anarquistas, periodistas y miembros de la Liga Patriótica circulan como claras estampas de época. El interés de la autora por legitimar la ficción apoyándose en la puntual investigación histórica que realizó sobre la Zwi Migdal se hace evidente en los epígrafes de cada capítulo, extraídos en su mayoría de libros sobre trata de blancas.
  • Este vínculo con la historia produce tanto el hallazgo de un tema fructífero como ciertos obstáculos para la innovación narrativa, dado que en muchos momentos es la voluntad de recreación más que de invención literaria lo que parece predominar.
  • La novela se centra en la historia de Dina, una joven que fue violada en su tierra por un polaco cristiano y que, con la vista gorda de su familia, es entregada a un dudoso marido con contactos en la aduana; éste finalmente la traslada a Buenos Aires para que ejerza la prostitución en un burdel de la Mutual Judía Varsovia, luego rebautizada Zwi Migdal.
  • Si bien el tema de la muchachita engañada aparece mitigado en la novela, dado que Dina proyecta convertirse en regenta de burdel y ve las ventajas de una ciudad sin pogroms, esto no evita, empero, cierto privilegio del tono melodramático no sólo para narrar la historia sino sobre todo para reflejar la subjetividad de la protagonista.
  • El estilo indirecto libre es una de las técnicas que predominan, lo que permite no sólo abordar a Dina, sino también bucear en las vivencias y pensamientos de otros personajes: Vittorio, un linotipista del diario Crítica, anarquista revolucionario de 19 años, futuro salvador de la protagonista; el Juez Tolosa, miembro de la Liga Patriótica, contacto clave de la Mutual aunque sádico antisemita; y finalmente, el Loco Godofredo, periodista de policiales de Crítica, especie de mixtura entre el perfil biográfico de Arlt y los personajes de sus novelas. El notable protagonismo que va adquiriendo este personaje genera, acaso, uno de los puntos más débiles de la novela: si bien, en términos argumentales, su irrupción es funcional, resulta previsible y por momentos rústico el uso que Drucaroff hace del universo arltiano. En este sentido, resultan mucho más interesantes los perfiles del anarquista y del juez, incluso cuando los matices ceden, por momentos, a cierta construcción maniquea del malo y el bueno.
  • Con todo, la apuesta más fuerte de El infierno prometido es, sin dudas, ofrecer una ensoñación reparadora hacia atrás. Tomando la turbia historia de la Zwi Migdal como referencia, Drucaroff vuelca toda su empatía en la relación amorosa entre la prostituta y el anarquista, adolescentes ambos, e imagina un final feliz donde no es tanto el imaginario político o el histórico los que son interpelados, sino más bien la capacidad soñadora del presente cuando alguien se pregunta: "¿cómo hubiera sido hermoso que fuera?"


  • Nuevas tramas, boom de editoriales y el sentido de la política: cómo cambió la literatura a partir de 2001 La escritora y crítica argentina Elsa Drucaroff dialogó con Infobae Cultura sobre las transformaciones que produjo la gran crisis económica y política —y su consiguiente rebelión popular— en la narrativa del nuevo siglo Por Luciano Sáliche- 18 de Diciembre de 2021 lsaliche@infobae.com

  • ¿Qué es esa cosa que llamamos 2001? Un número pesado —molesto y a la vez necesario— que nadie puede sacar de la mochila. Una piedra extraña, llena de barro pero con un brillo colorido, que seduce y asquea. Un estigma pero también una posibilidad, pero ¿posibilidad de qué? Fue una crisis, las más grande nuestra historia. También una rebelión, ¿La más grande nuestra historia? ¿Qué pasó después, en qué devino, qué caminos abrió?

  • “2001 es un basta, un corte, un final”, dice Elsa Drucaroff del otro lado del teléfono. Es escritora de ensayos como Los prisioneros de la torre, de novelas como El último caso de Rodolfo Walsh y de libros de cuentos como Checkpoint. También crítica literaria y profesora universitaria.
  • El 19 de diciembre de 2001 estuvo en Plaza de Mayo entre gases lacrimógenos y corridas. “Era muy impresionante porque había gente con bebés y los gasearon igual. El 20 no me animé a ir”, cuenta. Vio como una bomba estallaba contra el Ministerio de Economía y sintió una pequeña felicidad incendiaria en medio de tantas ruinas, de tanta sangre.
  • “La gente estaba en la calle por múltiples razones: los que defendían sus ahorros, los chetos que defendían sus fortunas, los que no tenían absolutamente nada, los saqueos que decían ‘basta, necesito comer’.
  • Estalla todo, incluso el sistema financiero que venía facilitando con toda conciencia e intención la fuga de capitales”, dice y agrega: “Es el estallido de un programa que se aplica indiscriminadamente y continuamente desde 1975, el Rodrigazo, después Martínez de Hoz y hasta diciembre de 2001.
  • Hay cosas estructurales de ese programa económico que no cambian nunca, que pasan por la apuesta al capital financiero, la estructura macroeconómica para construir deuda, deuda, deuda, para que todas las grandes fortunas se vayan... en fin, todo esto se quiebra en diciembre de 2001.
  • Es un quiebre desde muchísimos lugares pero fundamentalmente desde la política. Es el retorno de la política como conflicto social y no como una carrera para hacer negocios de unos pocos. Ese estallido, esa rebelión, ese decir basta, tiene a la generaciones jóvenes como protagonistas y como víctimas. Como siempre, los que mueren son los jóvenes”.
  • La generación autoconsciente

  • En su libro publicado en 2011, Los prisioneros de la torre, Drucaroff abordó el cruce entre literatura y política y encontró una serie de elementos fundamentales para pensar ambos campos, quizás más amalgamados que nunca. “2001 es una efemérides central de lo que yo llamo la segunda generación de postdictadura”, cuenta y explica que “en el 2001 se está constituyendo una generación. Una generación no es un hecho biológico sino un hecho social, cultural.

  • Un changuito de la Puna que nunca vio una ciudad y yo habremos nacido en el mismo día pero no somos claramente de la misma generación; somos dos generaciones diferentes. Una generación se construye y se constituye socialmente cuando cierto grupo de gente, atravesada por ciertas experiencias históricas similares que le provocaron evaluaciones y valoraciones de la situación, que tienen diálogo entre sí, se asume como una generación que tiene que tomar la posta para hacer algo en el mundo. Así se autoconstituye con autoconciencia de sí y plantea una agenda de cosas... bueno, ahí hay una generación.

  • Los autores que publicaron en los noventa forman, en palabras de Drucaroff, la primera generación postdictadura. La segunda es la que vive en carne propia el 2001 y, en ese sentido, es la “primera generación autoconcsiente de sí, que empieza a pensarse desde muchas cosas, no sólo la literatura. Es una fecha que los marca pero sin que se terminen de dar cuenta, porque la constitución de esta generación como un fenómeno autoconsciente ya se va a dar a partir de 2005, 2006.

  • Y la otra efemérides fuerte para esta generación es 2008: el conflicto con el campo. No es que en el 2001 los jóvenes se miraron y dijeron ‘ay, somos una generación’; lo que digo es que ahí hay una efemérides que marca, que atraviesa, que deja una huella muy importante y que los años siguientes son de una lenta toma de conciencia”. De este modo, lo que que los diferencia de los autores de los noventa, la primera generación de postdictadura, es “una fuerte conciencia de ser una generación” dado que son quienes “van a proclamar que hay una nueva narrativa argentina y que hay una movida de editoriales no mainstream”.
  • Tramas y géneros ¿Qué cosas cambian profundamente? Antes del 2001, dice Drucaroff, “la trama estaba como detenida”. Pone tres ejemplos. Por un lado, una trama que “giraba como una especie de máquina loca sin sentido, como podés ver en algunas cosas de Patricia Suárez y en Martín Rejtman. Hay una cosa de no causalidad, de no confiar en la causa y el efecto, una apuesta a una especie de trama loca sin un hilo claro, con mucha influencia de Aira, pero diferente de Aira: Rejtman es mucho más apático, mucho más apago”. En segundo lugar, “la fiesta de la trama fantasiosa, enloquecida, disparatada, gratuita”; un ejemplo es Marcelo Figueiras. Y por último, una “literatura del no acontecimiento, que no confiaba en que hubiera una historia que valía la pena contar, que se quedaba en minimalismos, una literatura con mucho clima, súper interesante, que miraba el mundo con una ajenidad muy grande”.

  • “Estas líneas se continúan después de 2001 pero nace también una confianza en que puede haber tramas más realistas, en que pueden haber historias con más sentido, con más significación. Es como si algo de lo histórico y de lo político volviera a tener sentido”, sostiene Drucaroff y se posa sobre los géneros, mientras aclara que “estamos hablando de literatura, nada es matemático”. El gran ejemplo es el policial, que “se desarrolló mucho a partir del 2001. Había policial argentino y era relativamente importante pero a partir del 2001 empezó a escribirse más policial con características propias.
  • Es un género muy atravesado por las situaciones políticas y económicas. Estoy hablando del policial negro, del thriller, porque el inglés es otra historia. El policial negro es muy apto para pensar la policía corrupta, el estado de las fuerzas represivas hasta ahora, el narcotráfico”.

En ese sentido, sostiene, “no es casualidad que un libro que le da la patada inicial a lo que yo llamaría una forma nueva de postdictadura de policial negro sea Las islas de Carlos Gamerro, es decir, que un libro que inicia la nueva narrativa sea un thriller”.

  • También menciona Entre hombres de Germán Maggiori (“otro libro extraordinario”), Un publicista en apuros de Natalia Moret (“es descomunal porque trabaja con una voz muy graciosa y muy cínica de un publicista merquero”), los libros de Marcos Herrero y “lo que armó Beatriz Vignoli con Reality inventando una ciudad corrupta que se llama Topía, una ciudad que tiene que ver con Rosario y metiendo tramas muy locas que tienen que ver con la crisis económica, la corrupción, lo gore, lo sanguinario. También hay que hablar de Claudia Piñeiro y específicamente de Las viudas de los jueves”.
  • “El policial negro después del 2001 se volvió como excesivo, un sesgo casi delirante pero pegado también a las referencias de la realidad social. Tiene, por un lado, el exceso y el delirio, la irracionalidad, donde las tramas cierran pero tienen algo de máquina loca, pero, por otro lado, no pierde su enraizamiento en realidades concretas de la Argentina”, y agrega otro género que reaparece: el terror. Un ejemplo de esto es Todos los demonios están aquí de Marcelo Figueras —publicada este año—, “una de Stephen King en el 2001. Terror con un cruce maravillo con lo político”.
  • Transmisión generacional y posición política
  • “No hay muerte de las utopías, hay muerte de las certezas”, escribe el Los prisioneros de la torre y ahora explica que, por entonces, “era un lugar común acusar a todas las personas que escribían literatura de indiferentes hacia la política”. Drucaroff cita Memoria falsa de Ignacio Apolo, una novela de 1996 que muestra “un enorme dolor por la política, una enorme desazón y desconcierto”. “Son autores que están absolutamente marcados por preguntas políticas. No es que les es indiferente el mundo, no es que no tienen conciencia de lo mal que están las cosas. En todo caso no tienen ningún tipo de certeza sobre cómo pensar la historia”.
  • El punto clave del razonamiento de Drucaroff es el puente intergeneracional. Existe y es necesario que así sea. Es una suerte de “tomar la posta”, de continuar un legado. Pero, ¿qué pasó con la dictadura? “El trauma que produjo la represión cortó el puente histórico de la continuidad antes de 1976″ y lo explica así: “Si vos estabas en 1975 y le preguntabas a alguien de 30 años qué había pasado en 1950, 25 años atrás, podía hablar de eso sin que un montón de tabúes y terrores se le cayeron encima. La relación de los jóvenes de los sesenta y setenta con el fenómeno peronista del 45 era una relación de discusión, de diálogo, había un puente de transmisión, se podía estar a favor, en contra, se podían decir muchas cosas pero era un pasado que se podía mencionar. En cambio, si vos te parabas en 1995 y le preguntabas a quien tuviera 30 años por 1970, no por el 76, no por la picana eléctrica, de eso se acordaba todo el mundo, los campos de concentración no se olvidan, el tema no es ese, el tema es tratar de entender lo que pasó antes”.

  • “Hablar de la lucha armada —continúa—, de la radicalización política, de las luchas sindicales, sin caer en la demonización completa de la guerrilla ni en la negación de la guerrilla y frases como ‘los desaparecidos eran todos chicos y chicas idealistas que iban a curar gente a las villas y les enseñaban cosas a los niños’... No se podía ni mencionar que alguien que hubiera desaparecido podía haber empuñado una ametralladora porque lo que seguía vigente era el ‘por algo será’. Son dos reversos de la misma moneda que justifican la dictadura. ¿Acaso ese guerrillero se merece que lo torturen, lo corten en pedacitos, secuestren a sus hijos? Con ese tabú no se podía pensar críticamente la historia que había conducido al horror de la dictadura; se podía hablar solo del horror.
  • Estaba cortado el puente de transmisión generacional, una característica inédita”. Luego, con la estabilidad política que se genera a partir del kirchnerismo, “más allá de todas las evaluaciones que podamos hacer, positivas, negativas, críticas”, dice Drucaroff, “los jóvenes se encuentran tomando posición; por eso yo pongo el 2008 como otro hito”.
  • La confianza de que la literatura es un espacio para pensar la nación, sostiene el escritor Carlos Gamerro, se corta completamente en 83. Drucaroff subraya esta idea y agrega que “eso se vuelve a retomar con fuerza a partir del 2001. Hoy nadie de duda eso. Por ejemplo, que Distancia de rescate de Samantha Schweblin está atravesada por los agroquímicos y la explotación de la soja. Nadie duda que las ficciones terroríficas de Mariana Enríquez son formas de pensar la Argentina.
  • Sin embargo, esta confianza no se le ocurría a nadie en 1990, al contrario, había surgido gente de mi generación, de la generación joven de militantes como Alan Pauls, Martín Caparrós, Daniel Guebel, que levantaban como un estandarte que la literatura no tenía nada que ver con pensar la política. Y hablaban de China, de Taiwan, de la Malasia. Escribían ficciones intencionalmente irónicas sobre alguna posibilidad de pensar nuestra sociedad. En 2001 toda esa cosita que todavía tiene un aura cool... cae. Fijate que después del 2001 estos mismos escritores dejan de hacer estas cosas”.
  • Editoriales autogestivas y un mercado de lectores
  • Para muchos críticos, sobre todo para Drucaroff, es imposible pensar la literatura argentina actual sin el auge, el boom, la explosión, o como se le quiera llamar, de las editoriales autogestivas. O editoriales independientes, como se las define frecuentemente, aunque ese término —como dicen Víctor Malumián y Hernán López Winne: “¿independientes de qué?”— sea problemático. “Me molesta la palabra independientes. Prefiero autogestivas. ¿Por qué me molesta? Porque me parece hipócrita. En el capitalismo cualquier mercancía cultural necesita, para poder circular, del intercambio de dinero”, argumenta Drucaroff. Estas editoriales son muy importantes para la época por varias cuestiones. La primera, proliferan a partir de los avances tecnológicos: “La posibilidad de hacer una tirada de 200 ejemplares que permiten vender rápido, recuperar el dinero y volver a editar”.
  • “Hay dos posibilidades en el mercado. O conseguís un público lector, en ese caso hay una literatura que llega y que importa. O no hay mercado de lectores y lo que hacés es cobrarle a quien escribe. En cuyo caso a quien edita le importa un pepino vender: el negocio ya está hecho con el pago que le hace el escritor, ¿para qué lo va a hacer circular? El libro duerme en un depósito o el propio escritor se lo carga al hombro y busca venderlo. Lo que pasa a partir del 2001 es que la generación se propone construir un mercado de lectores. Y lo consigue con estas ediciones del off que son muy pequeñas, armando reuniones, fiestas, lecturas donde se venden. Eso arma una circulación diferente de la literatura”, dice y alumbra una suerte de federalización porque las movidas no sólo estaban y están en Capital, también en Córdoba, Rosario, Bahía Blanca, el Litoral, Chaco...
  • Dentro de ese boom están las editoriales cartoneras, “además de Eloísa Cartonera, de Washington Cucurto, también varias en las diferentes provincias”, dice Drucaroff. “Todo esto empieza a generar vasos comunicantes y se arma una movida, una movida chica, pero muy significativa. Algunos de esos vasos comunicantes empiezan a ser chupados por los sellos importantes. Mariano Quirós, por ejemplo, un autor del Chaco que empieza publicando en editoriales del off, ganando concursos y termina en editoriales mainsteam. Lo mismo Felix Bruzzone, que empezó con Tamarisco autopublicándose. Me acuerdo que lo escuché por primera vez en el Pachamama, que ya no existe más. Estas editoriales son las que le dieron dinamismo y lo siguen haciendo, siguen generando pequeños éxitos como Cometierra de Dolores Reyes”.
  • La crisis y la rebelión
  • ¿El 2001 como crisis? ¿El 2001 como rebelión? “Fue las dos cosas. Fue una crisis que produjo una rebelión, una rebelión real y concreta. Produjo pensamiento, posibilidades de mirarse a sí mismo. Ahora hay crisis pero no hay rebelión”, y agrega: “Es muy triste lo que te voy a decir pero yo creo que el 2001 fue derrotado. Fue la posibilidad de reconstruir y hacer renacer la política, es decir, la discusión sobre el destino de una nación, o de un planeta, porque hablar de nación hoy es casi absurdo. Eso fue reemplazado por lobbys, por negocios espurios, por descomposición completa. Durante bastante tiempo fue una moneda dando vuelta en el aire: si iba a ganar la política o si iba a ganar la descomposición. En este momento estamos en una situación horrorosamente parecida, igual no, porque nunca son iguales los momentos, y la política ha llegado a un nivel de descomposición escalofriante”.
  • “El 2001 fue un momento donde el tren de la historia se puso en marcha, yo me subí muy contenta, el tren paró, está parado; señor, hay que arrancar”, concluye la escritora y crítica argentina del otro lado del teléfono.
  • Una defensa a la libertad del arte contra los excesos de la corrección política 25/06/2022
  • La escritora y crítica argentina Elsa Drucaroff fue una de las invitadas internacionales de la Feria del Libro de Praga. En esta entrevista, revela la truculenta historia que la une a Karlovy Vary y su convicción de que la literatura no debería ceder a ninguna bajada de línea.
  • La escritora argentina Elsa Drucaroff, una de las visitas internacionales a la Feria del Libro de Praga, es reconocida por leer, en modo sistemático, la literatura escrita por las generaciones más jóvenes de su país.
  • El resultado de ese trabajo lo plasmó en el libro Los prisioneros de la torre que publicó hace exactamente diez años. Pero gracias a su propia novela El infierno prometido, sobre la red de trata de personas Zwi Migdal, pudo viajar en 2007 a Polonia, donde participó del Festival de Cultura Judía de Cracovia. Del mismo modo, su contacto con República Checa surgiría a partir de un proyecto de novela de terror sobre Julia Pastrana, una mujer barbuda del siglo XIX que se convirtió en atracción de feria al ser explotada por su marido, el empresario estadounidense Theodore Lent, quien además tuvo directa responsabilidad en su muerte y hasta realizó un show exhibiendo su cadáver.
  • “La cosa es que el marido de Julia Pastrana, su explotador, cuando se queda sin ella, termina comprando otra mujer deforme, peluda, una Julia Pastrana dos, digamos, en Karlovy Vary, entonces yo tenía la obsesión como quería escribir esa novela, proyecto al que todavía no renuncié, de ir a Karlovy Vary. En realidad, quería pasar por todos los lugares por los que esta segunda Pastrana había pasado que no eran Cracovia sino Praga y Karlovy Vary, y así fue que me vine a Praga”.
  • Cuenta Drucaroff que los padres de Marie Bartel, esa segunda mujer cuyo síndrome se consideraba algo monstruoso, la tenían encerrada y el viudo de Julia Pastrana decidió comprarla. Lo interesante es que, a diferencia de lo que había sucedido antes, esta segunda mujer logró rebelarse y sobrevivir a ese inescrupuloso empresario que terminó volviéndose loco y muriendo en Rusia. Pero la historia, según cuenta Drucaroff, también tiene como escenario la gran ciudad balnearia checa.
  • “Es interesantísimo el asunto porque Karlovy Vary era un centro de veraneo y relax de la nobleza europea y de gente de muchísimo dinero y de la aristocracia, y era un lugar donde ser un deforme no era lo mejor que te podía pasar”.
  • Motivada entonces por ese clima tan enrarecido y truculento, tras visitar Cracovia, Drucaroff pudo avanzar en su investigación en Karlovy Vary, aunque por supuesto también estuvo algunos días en Praga, lo cual significó para ella una especie de viaje en el tiempo. “Tuve la sensación de estar en los libros de cuentos que yo leía cuando era niña, esos cuentos medievales del zapatero que se queda dormido y vienen los duendes y le hacen los zapatos mientras él duerme, había ilustraciones de callecitas así, con casitas así, tuve la sensación de estar adentro de un cuento de hadas”.
  • Sin embargo, el de los cuentos infantiles no era el único recuerdo de niña que la unía a Praga, ya que también había visto el tradicional teatro negro en una de sus giras por Argentina. Más adelante, una película de 1963 vinculada también a esa misma estética, y filmada en la ciudad de Telč, marcaría su adolescencia: Un día, un gato (Až přijde kocour) de Vojtěch Jasný, sobre un gato con lentes que, cuando se los saca y mira a las personas, desnuda su esencia a partir de los colores que aparecen. Ese film, que cuenta con la actuación estelar de Jan Werich y ella considera absolutamente mágico, comienza con la imagen de un hombre barbudo en medio de un gran reloj.
  • “Un hombre grande que, con mucha picardía, dice: ‘¿sucedió o no sucedió?’ Y empieza la historia, y es la historia de un gato mágico, en realidad es una alegoría contra la burocracia soviética, una alegoría contra la mediocridad de la vida y del estado totalitario”.

LA CENSURA

  • Drucaroff regresó a Chequia en 2010 como turista, y otra vez visitó Karlovy Vary, una ciudad en su opinión muy romántica e ideal para hacer excursiones. Más de diez años después vino a Praga para dar una charla junto a la hispanista Carla Mizzau titulada “La irresistible tentación de la censura”, sobre los intentos cada vez más frecuentes por restringir la libertad literaria.

  • Drucaroff expresa que fue muy interesante abordar ese tema en el contexto de la guerra, aunque entiende que algunas de esas censuras sucedieron en Europa, justamente a raíz de la invasión a Ucrania, la censura contra la lectura de los clásicos rusos como Dostoievski. También cuenta que hasta hubo intentos de prohibir Harry Potter por la angustia que puede generar en los niños y luego están las censuras de lo que ella llama un “realismo feminista”, aunque enseguida deja en claro que ella misma se considera feminista.“No estoy hablando desde una crítica al feminismo, pero sí estoy hablando desde una crítica a perder de vista la libertad de imaginar del arte y a juzgar a las obras de arte por su mensaje explícito cuando una obra de arte siempre es mucho más que su mensaje explícito”.

  • Drucaroff entiende que no se puede juzgar un libro por lo que piensan sus personajes ni tampoco imponer lo que deben decir, ya que eso atenta contra una de las características más básicas del arte: su naturaleza desestabilizadora contra cualquier tipo de certeza religiosa, política o de género. La tentación tan actual de cancelar obras de arte proviene, según Drucaroff, de que existen relaciones muy contradictorias entre el arte y la sociedad.
  • “Ahora parece que cualquier tipo de obra de arte donde haya cosificación de las mujeres, violencia o abusos sexuales... se identifica inmediatamente a la obra con una especie de manual de instrucciones para la vida, o imaginate si empezamos a prohibir obras antisemitas, prohibimos El mercader de Venecia que es antisemita, pero es una obra genial. Además, cuando una obra es genial de alguna manera hasta cuestiona incluso lo que está diciendo”.

  • Autora de ensayos, novelas y cuentos (su libro de relatos Checkpoint fue publicado por la editorial Páginas de Espuma), Elsa Drucaroff advierte, en definitiva, contra el exceso de corrección política que, en su opinión, surge del miedo a sacudir certezas, cuando, en realidad, esa misma agitación es la que posibilita la coartada de pensar la ficción agita e implica nada menos que la posiblidad de pensar.


  • Las fisuras de la nueva narrativa- Elsa Drucaroff, en “Los prisioneros de la torre”, analiza algunos autores de la postdictadura, critica a la Academia y termina siendo, a veces, reduccionista. 14/11/2011 Actualizado al 08/12/2016 21:07

• Clarín.com • Revista Ñ • Literatura • Reseñas

  • Los prisioneros de la torre. Política, relatos y jóvenes en la postdictadura propone una discusión sobre la nueva narrativa argentina surgida después de la “generación de militancia”. El ensayo toma autores que empezaron a publicar en 1990, establece delimitaciones históricas que considera claves y presenta un concepto literario generacional que traza una primera generación postdictadura a partir de Malvinas, y otra que surge en el 2001. Ese es, a grandes rasgos, el territorio de lectura: con la generación precedente, “militante”, que cuenta con un proyecto político fracasado y treinta mil desaparecidos, en su mayoría jóvenes, y la generación siguiente, signada por el trauma del vacío político heredado y la falta de proyecto vertebrador, además del genocidio, del que aún penden muchas deudas y ocultamientos.
  • Esta fisura en la historia que marcó el crimen del régimen iniciado en 1976 parece ser también una rajadura en el estilo. La generación de los mayores (de militancia) no ha mirado de frente las cosas. Drucaroff critica a esta generación, dueña del capital simbólico, de una lectura de la historia, que sin hacerse cargo de sus errores postergó e inferiorizó a la generación siguiente. Este es el sentido de su rechazo a la actitud de los principales actores de la Academia (pertenecientes a la vieja generación de militancia), identificada con el nombre de “crítica patovica”. La figura que utiliza es elocuente y afortunada, dado que recoge parte del sentido gráfico esperpéntico propio de la generación a la que este libro intenta reconocer: tenés que mostrar un lucimiento modal que te permita el acceso al boliche donde se hace la literatura nacional. Aunque menor, la crítica también está dirigida a los sectores de las nuevas generaciones que buscaron un sustento en sus mayores a pesar del rechazo.
  • A través de la disidencia con Beatriz Sarlo, Alan Pauls, Noé Jitrik y bastante menos con David Viñas –de quien toma importantes conceptos para clasificar las diferentes apariciones del trauma político en la nueva literatura– Drucaroff intenta ir sobre los criterios que se manipulan para garantizar legitimidad o exclusividad, en una especie de danza de la intelligentzia. Se pregunta, entonces, sobre las causas de un panorama atomizado que contribuye a que no se vean todas las obras que están ahí, como riqueza abandonada. Entre los integrantes de esta generación ubica a Marcelo Figueras, Martín Rejtman, Rodrigo Fresán, Ignacio Apolo, Mariana Enríquez, Lucía Puenzo, Shila Vilker y Pola Oloixarac, entre muchos otros.Sumergirse en los libros
  • La idea fuerte radica en que la vieja generación del fracaso y de la muerte, en posición dominante, ha ejercido una presión de desconocimiento insana, lo que provocó el problema de visibilidad, integración y reconocimiento general para las generaciones de postdictadura. Esto condujo a la creencia de que en narrativa argentina nueva no pasa nada. Drucaroff, desde una visión en principio autocrítica, recorre los ámbitos, en muchos casos underground, de la nueva literatura para decir que pasan muchas cosas. Uno de los méritos principales de Los prisioneros de la torre consiste en que refiere abiertamente que buena parte de la crítica literaria no cumple con la debida función de leer, al deformar conceptos teóricos o emitir juicios que denotan falta de conocimiento del autor u obra en cuestión.
  • Si bien la autora describe con detalle y precisión los procesos sobre los que discute, ocasionalmente incurre en situaciones dicotómicas que habiendo sido evaluadas con rigor se resuelven con sentencias reiteradas y abruptas, cuyo efecto resulta algo reduccionista. Es el caso de la fatal imagen de los treinta mil desaparecidos, o bien, la relación entre literatura y mercado que, en uno de los encontronazos que tiene con Sarlo, concluye limitada al prejuicio que hay sobre el hecho de vender. En cuanto a la crítica que hace de César Aira, se ha dicho que Drucaroff le reprocha su “banalidad”, por lo que cometería el mismo error que pretende criticar a sus colegas: el de no saber y no querer hacer una lectura de la relación política en la nueva narrativa.
  • No considero que esa crítica sea pertinente, porque Drucaroff pone en contexto el gesto de Aira y en ese “culto a la banalidad” lee una literatura, por decirlo así, sin volumen histórico. Además, señala que las nuevas generaciones toman de Aira cierta libertad de la trama y el divague específicamente lexical que utilizan a su modo.
  • La plataforma de análisis incluye a 150 autores, por lo que, además de ser única, resulta adecuadamente amplia. El ensayo adhiere a una renovación para romper así la cristalería de sentidos que el campo intelectual ha generado con los años, elabora un mapa de autores como respuesta a la falta de encuentro entre la narrativa argentina y el lector, reflexiona sobre los modos en que aparecen el horror, la ausencia y el tabú, derriba mitos y confirma que los emergentes elaboraban símbolos mientras otros solo dormían.


  • La literatura a través de la mirada de Elsa Drucaroff 04/05/2022 Radio Nacional
  • La curadora y coordinadora del ciclo Diálogo de escritoras y escritores de la Argentina, organizado por la Fundación El libro, Elsa Drucaroff, dio detalles del conversatorio que se estará llevando a cabo en la Sala Victoria Ocampo en la Feria del Libro de 18,30 a 19,30 horas. El ciclo será inaugurado por Mariana Enríquez que conversará con Elsa.
  • Asimismo, la docente destacó el rol de las escritoras femeninas, las cuales “no éramos tomadas en serio. Escribíamos, teníamos a veces mucho éxito comercial, pero enseguida éramos empujada al nicho de lo comercial o directamente éramos completamente ignoradas”.
  • Sumado a eso, Elsa habló de la relación entre escritura y militancia, a lo que manifestó: "Me parece que la militancia es una actividad voluntaria y comprometida con una causa colectiva, el problema es cómo se usa, ya que (como ejemplo) el periodismo militante puede llevar al periodista a no informar noticias que periodísticamente deban ser informadas”.


  • el pasadizo secreto de elsa drucaroff
  • Tener una vulva no te caracteriza

EnciclopediaRelacionalDinamica: ElsaDrucaroff (última edición 2024-01-22 21:47:43 efectuada por MercedesJones)