GABRIELA CERRUTI es autora del libro La Revolución de las Viejas. https://gabrielacerruti.com.ar/larevoluciondelasviejas/
Gabriela Cerruti: "Somos poderosas, una generación que peleó en la calle" https://www.tiempoar.com.ar/nota/gabriela-cerruti-somos-poderosas-una-generacion-que-peleo-en-la-calle?fbclid=IwAR3gopqHBoA8XLoQqUPSfowqLLg9RlwUUa-w2BtjIKMxCVXGiYNY8fetUnk
PRESENTACIÓN
- Presentar a Gabriela Cerruti es fácil, porque es una persona muy conocida. Diputada nacional por el Frente de Todos, ha sido ministra de Derechos Humanos y Sociales en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y legisladora porteña. Es periodista, hizo un posgrado en el Reino Unido (Universidad de Westminster) y es docente en la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata. Ella misma se presenta como Periodista, escritora, docente, madre, ecologista y feminista. Diputada nacional Frente de Todes.
- Presentar a Gabriela es fácil pero decir quién es Gabriela Cerruti es algo muy distinto. En mi caso, comencé a intuir fuertemente quién es Gabriela a partir de leer su libro de reciente publicación La revolución de las viejas. Desde la dedicatoria del libro hasta los agradecimientos nos muestran quién es Gabriela. Dedica el libro a su madre en un poema que resulta emocionante. Al final dice: A Rosa Elena Riasol, mi madre. Tardé una vida en descubrir que en ese nombre resuena un universo posible.Y en los agradecimientos, que también son conmovedores, nombra a sus hijos Lucio y "Sofía que le dan sentido,placer y sabiduría a cada momento".
Por eso Gabriela, te pido que nos hables unos minutos de las influencias que has tenido en tu vida y que se ponen en evidencia al escribir este libro. -
LA REVOLUCIÓN DE LAS VIEJAS- La marea que cambiará tu vida y el mundo: Bienestar, sexo y poder DESPUÉS DE LOS 6O
- Ese día me miré al espejo y ya no estaba.Me había vuelto invisible. Irrelevante.
- El libro comienza con testimonios de mujeres que describen la percepción de la vejez con imagenes y al final de esas descripciones hay un testimonio donde se afirma:Creo que está muy bien todo lo que estamos haciendo por acompañar a la revolución de las jóvenes pero estaría muchísimo mejor si somos capaces pronto de empezar a armar la revolución de las viejas.
- P13- Durante muchos años me oobsesionó la idea de la muerte. Hacia cuentas de cuántas veces iba a vivir lo que ya había vivido. Un día dejé de hacer cuentas y empecé a preguntarme: y si vivo cuarenta años más, ¿qué voy a hacer? No tengo proyecto para lo que me resta. Nos pasamos la vida ilumninando a otros para sentirnos iluminadas....Ahora somos nosotras con otras, compartiendo un momento de la vida y de la humanidad en que nos adentramos en un territorio allende las fronteras conocidas. Y queremos hecharnos a andar y explorar. P. 15 No somos las madres que fueron nuestras madres y mucho menos las abuelas que fueron nuestras abuelas. No tenemos un modelo de vejez en el que reconocernos. Por eso decidimos construirlo. Esa frase me hace acordar a la frase clásica de la prospectiva: la mejor manera de conocer el futuro es construirlo. ¿Podrías comentarnos, según los datos que ustedes tienen, cuáles son los ejes de las preocupaciones de las mujeres que participan en la revolución de las viejas?
- 18 Si vamos a vivir más y en mejores condiciones, ¿por qué no festejamos, entonces? Porque el relato de nuestra existencia sigue organizado como hace cien años atrás. Nacemos, crecemos y nos alfabetizamos hasta los veinte, armamos una familia y trabajamos hasta los sesenta, cuando nos jubilamos y nos retiramos. Para esperar la muerte.
P21 Cuando estamos listas para estar más activas que nunca, nos anuncian que hemos pasado a ser...pasivas. Este océano entre el relato social y el espejo es profundamente disruptivo. Y revolucionario. Si la humanidad va a ser longeva, la longevidad tiene que salir a la luz...En nuestra sociedad es más fácil hablar de la muerte que de la vejez. La vejez es ese no lugaren el que nos escabullimos sin que nadie lo note, es ese tiempo entre el trabajo y la muerte en el que nos volvemos invisibles. Es un problema al que mejor no nombrar.
- P22. El retiro a pasado a ser la etapa más larga de nuestra vida. Pasamos 12 años en la infancia, 20 entre la adolescencia y la juventud, 30 en la adultez y ...¿20, 30, 40 en la vejez? Pero no tenemos relato ni proyecto para esa etapa de la vida a la que llegamos con todo lo aprenhendido todo lo acumulado, y todo lo que todavía nos queda por hacer....Nos falta un proyecto colectivo pero muchas veces tampoco tenemos un proyecto individual.
- Simone de Beauvoir: no alcanza con cambiar la vejez. Hoy hace falta cambiar la vida. Entonces déjenme decirles esto: creo, con convicción, que cambiar el mundo le toca a la sabiduría de las viejas más que a la pasión de las jóvenes.
- P 28. Formar parte de un movimiento colectivo es la mayor fuerza emancipatoria de la historia. Descubrir de pronto que lo inevitable no es inevitable. Que hay otra opciónl.
- P 31 La creencia impuesta y naturalizada de que los jóvenes son revolucionarios y los viejos conservadores está cargada de prejuicios... y lo citás a FRANCO BERARDI. Nuestra fuerza ya no puede basarse en la agresividad, ni la apropiación violenta, sino en el gozo de la cooperación y el compartir.
- P42 UNA DESCRIPCIÓN POÉTICA DE LA MAREA PLATEADA: Somos ondas en el mar.lo formamos y al mismo tiempo nos contiene y nos modifica. Marchamos a la par. Somos marea, una marea que está llegando a la orila de un territorio virgen e inexplorado. Somos una posibilidad.
- P43 Somos viejas pero no cualquier vieja. Somos viejas paradas en la frontera de un territorio a explorar y a construir. Viejas que no importa cuántos años tengamos, porque la edad es una condición social y política.
- P47 Desde el principio la consigna de la Revolución de las viejas fue que pudieran participar todas las que se autopercibieran como viejas. De las 30.000 que se sumaron al grupo de Facebook, la mitad tiene entre 50 y 64 años y la otra mitad se divide entre mauores de 75 y menores de 49 por partes iguales.¿Por qué? porque somos viejas socialmente antes que biológicamente.
- P64 Pensemos por un instante qué hubiera pasado si la pandemia del corona virus hubiera matado principalmente a niños y a jóvenes. Miles y miles de niños muertos por día. Quizás hubiera sido más sencillo generar empatía en el resto de la población para que siguiera las normasy los recaudos necesarios para no contagiar ni contagiarse.
- P 66 y 67
- P 73 LA GENERACIÓN DE LA DEMOCRACIA- Justamente me interesó el uso que hacés del concepto de generación, ese tramo de edades que experimenta similares acontecimientos políticos y culturales que les marcan y les proponen nuevos desafíos.
- Estamos revolucionadas. Está claro que todas deseábamos, y había que decirlo, nombrarlo. Cada una de las historias que se van colgando en este grupo es ese Decir, Nombrar, poner en palabras quiénes somos, qué deseamos, qué sueños nos atraviesan. Biografías que van tejiendo la trama de una gran biografía: la de la Mujer nacida en los cincuenta, sesenta, que leímos la misma literatura, escuchamos la misma música, nos atravesaron los mismos dolores y las mismas victorias. Qué bueno haberlo dicho, haberlo nombrado. Somos nosotras. Acá estamos. Qué siga la Magia.La Revolución de las Viejas Grupo privado- 31,3 mil miembros
- Hola a todas¡¡¡ En La Revolución de las Viejas seguimos trabajando para que esta marea llegue a todos lados de nuestro país 👏👏.Estamos compartiéndoles los grupos (tanto Temáticos como Zonales) que están actualmente activos y que se han formado recientemente 😍Les dejamos un archvo pdf, donde al entrar y hacer click en cada imágen les va a dar la posibilidad de acceder a la dirección de facebook de cada grupo, como así también van a tener números telefónico de los grupos de whatsapp o direcciones de mail de aquellos que aún no poseen face. Les recordamos que también los pueden encontrar en el apartado de este grupo: "Temas Populares de las publicaciones" 👉 "Grupos Vinculados". Si no hay grupo en tu zona y querés armar uno ponete en contacto a través de comentarios y te ayudamos 💪 LA Revolución de las Viejas sigue creciendo ¡¡¡¡¡ Estamos Felices¡¡¡¡ 😁
Reglas de los administradores del grupo
Para fomentar un entorno agradable debemos tratarnos con respeto. Podés debatir sobre diversos temas siempre que seas cordial con los demás. Se eliminarán comentarios que alteren la armonía.
No se permite el bullying ni los comentarios degradantes sobre raza, religión, cultura, orientación sexual, género o identidad. Cualquier posteo o comentario en este sentido será eliminado
Promoción, venta de productos y/o servicios./Búsqueda o adopción de mascotas/ Cadenas y/o posteos solicitando asistencia de cualquier tipo/ Tarot/ Recetas de cocina/Mensajes espirituales/ etc.
Para formar parte del grupo se requiere confianza mutua. Las conversaciones sinceras y abiertas no dejan de ser confidenciales y privadas. No compartas ni hagas capturas de pantalla de ningún posteo.
Los posteos que no son Públicos en su origen, no pueden verse ni leerse cuando son compartidos en otros muros. Los que se detecten serán eliminados porque no aportan información al resto del grupo.
Se eliminarán posteos que generen violencia, angustia o miedo. También los que puedan desinformar. Sobre la actual situación sanitaria sólo se aceptarán los que provengan de canales oficiales.
- No se aceptarán publicaciones de este tipo en el grupo. Para eso existen otros grupos derivados tales como LRV TRABAJO O #Emprendedoras LRDV
Todos los que tengan que ver con los intereses y objetivos de LRDV como grupo, y que nos hagan crecer proactivamente en proyectos y propuestas.
GRUPOS TEMÁTICOS Y TERRITORIALES LRV TRABAJO O #Emprendedoras LRDV
- Tres de Febrero
- La vida después de la vida: por qué no alcanza con vivir más si no aprendemos a llenar los años de experiencias felices
La ciencia promete que llegaremos a los 90 o más. Pero, ¿qué pasa si esos años se sienten vacíos? Un nuevo concepto, el “joyspan”, propone que la verdadera revolución no será vivir más, sino aprender a vivir con propósito, conexión y risa hasta el final
- Por Gabriela Cerruti para Infobae
- 14 Sep, 2025
- La gerontóloga Kerry Burnight propone un concepto revolucionario. Según ella, así como tenemos lifespan (esperanza de vida) y healthspan (esperanza de vida saludable), necesitamos medir y cultivar el joyspan: los años en los que experimentamos alegría, conexión y propósito. (Imagen ilustrativa Infobae)
- Volví del cumpleaños número 95 de mi madre desconsolada, directo a mi sesión de terapia. ¿Qué hago si me quedan 40 años más? No tengo plan, ni proyecto. La vida era estudiar, casarse, tener hijos, trabajar, jubilarse. Y ahora resulta que después de eso empieza, tal vez, la etapa más larga. ¿Cómo es la vida después de la vida?
- Hoy la ciencia puede prometer que viviremos hasta los 90. ¡Y tal vez más! Pero nadie garantiza que sonreiremos hasta los 90. Esa diferencia, pequeña en palabras pero enorme en sentido, nos obliga a detenernos y mirar con otra lupa el gran relato tan vigente hoy sobre “la nueva longevidad”.
- No alcanza con sumar años a la vida, ni con sumar salud a los años: necesitamos sumar alegría.
- Durante décadas nos acostumbramos a medir la longevidad en términos de cifras: expectativa de vida, tasas de mortalidad, índices de envejecimiento poblacional. Jubilaciones y pensiones. Más tarde llegó la expectativa de salud, ese parámetro que buscaba corregir la ilusión de una vida larga si estaba condenada a la enfermedad. Y ahí comenzó la moda de los ejercicios, las proteínas y las fórmulas mágicas para sostenernos en forma. Pero, como señala la gerontóloga Kerry Burnight, fundadora del concepto de joyspan, ninguna de esas medidas basta si dejamos afuera lo que verdaderamente le da sentido a la vida: la capacidad de experimentar alegría, propósito y conexión.
- Hoy, cuando la medicina nos ofrece más años que nunca, el dilema existencial no reside solo en saber cuánto viviremos sino en qué haremos con esos años.
- La ecuación incompleta
- Un artículo del New York Times se detuvo la semana pasada en esta discusión: vivir más es un logro civilizatorio indiscutible, pero puede convertirse en una trampa si no se acompaña de condiciones emocionales, sociales y comunitarias que sostengan una existencia plena. El texto citaba historias de personas que habían alcanzado edades avanzadas, la mayoría incluso en buen estado de salud. Aun así, levantarse todas las mañanas no es sencillo para muchas de ellas. Y la pregunta ya no es si duele la rodilla al caminar. La cuestión es: “¿Para qué salir de la cama, si hoy no tengo nada para hacer?”.
- La pregunta no es nueva. Ya el escritor Albert Camus nos advirtió hace más de setenta años que el mayor problema filosófico de nuestra época era el sentido de la vida, no su duración. Y el neurólogo Viktor Frankl, sobreviviente de los campos de concentración nazis, mostró en El hombre en busca de sentido que el propósito y la capacidad de encontrar belleza, incluso en la adversidad más atroz, era lo que distinguía a quienes lograban seguir viviendo.
- La semana pasada compartí una entrevista que le hicimos a Katja Alemann en @milhorasar y hoy ya tiene más de un millón de visualizaciones. ¿Qué es lo convocante? Katja se ríe, con esa carcajada estrepitosa que las mayores le conocimos en Cemento, y dice sencillamente que ella no se acuerda de su edad, que no se siente vieja. “Solo cuando me miro al espejo”, dice, y vuelve a reírse. “Porque lo que me mantiene viva es tener una causa, un propósito. Eso es lo que me mantiene viva”.
- “La vejez no se define por el número de años, sino por la idea de que ya no hay nada más por esperar”, escribió hace mucho Simone de Beauvoir. Hoy, cuando la medicina nos ofrece más años que nunca, ese dilema existencial regresa con más fuerza. No alcanza con preguntarnos cuánto viviremos, sino qué haremos con esos años.
- Hace unos meses conocí a Teresa, una mujer de 92 años que había perdido a su esposo y que se sentía atrapada entre los recuerdos de una vida que ya no era la suya. Sus hijos la convencieron de probar un taller de lectura en la biblioteca de su barrio. La primera semana asistió en silencio, como una espectadora tímida. La segunda se animó a leer un poema de Idea Vilariño. La tercera semana ya estaba discutiendo con entusiasmo con un joven de veinte años sobre si el poeta uruguayo Mario Benedetti era cursi o visionario. Cuando le pregunté qué había cambiado, me respondió con una sonrisa desarmante: “No me devolvieron los años, pero me devolvieron las ganas”.
- Esa frase resume lo que está en juego. No se trata de negar el dolor, la pérdida, las limitaciones físicas. Se trata de recuperar la capacidad de alegrarse, de conectar, de sentir todavía que hay algo por descubrir.
- La neurociencia demostró que las personas que cultivan emociones positivas no solo muestran mayor bienestar, sino también sistemas inmunológicos más robustos y menor deterioro cognitivo
- “Joyspan”: la tercera dimensión de la longevidad
- Kerry Burnight propuso un concepto que parece obvio, pero es revolucionario: joyspan. Según ella, así como tenemos lifespan (esperanza de vida) y sumamos hace un tiempo ya la idea de healthspan (esperanza de vida saludable), necesitamos medir y cultivar el joyspan: los años en los que experimentamos alegría, conexión y propósito.
- Burnight, con más de tres décadas de experiencia en gerontología, identificó cuatro pilares que sostienen esta expectativa de alegría:
- Grow (crecer): aprender algo nuevo, mantener viva la curiosidad.
- Adapt (adaptarse): reinventarse frente a las limitaciones, encontrar nuevas formas de autonomía.
- Give (dar): ofrecer lo que tenemos —tiempo, atención, escucha— aunque no sean bienes materiales.
- Connect (conectar): tejer vínculos significativos que contrarresten la soledad, ese mal silencioso que erosiona más que muchas enfermedades.
- Estos pilares no son meras abstracciones. Son guías prácticas, pequeñas brújulas que orientan la vida cotidiana hacia una experiencia más plena.
- “No es cierto que la gente deje de perseguir sueños porque envejece; envejece porque deja de perseguir sueños”, escribió Gabriel García Márquez. Y ahora viene la ciencia a confirmarlo.
- Ciencia y emociones: un vínculo inseparable
- Los neurólogos llevan tiempo mostrando la íntima relación entre emociones y salud. Richard Davidson, pionero en neurociencia afectiva, demostró que las personas que cultivan emociones positivas no solo reportan mayor bienestar, sino que muestran sistemas inmunológicos más robustos y menor deterioro cognitivo. La alegría, lejos de ser un adorno de la vida, es un factor biológico de resiliencia.
- La Organización Mundial de la Salud viene alertando que la soledad crónica aumenta el riesgo de muerte prematura en un 30%, equiparable al efecto de fumar quince cigarrillos al día. El aislamiento social, entonces, es el enemigo invisible de la longevidad significativa. La soledad no deseada es la pandemia de nuestro tiempo. Una sociedad que fue metiéndose para adentro, rompiendo vínculos, encerrándose, deja a las personas mayores aisladas, aburridas, sin propósito.
- Aprender algo nuevo, mantener viva
- Aprender algo nuevo, mantener viva la curiosidad, es uno de los pilares que orienta la vida cotidiana hacia una experiencia más plena. (Freepik)
- El contexto importa
- Ahora bien, hablar de joyspan en sociedades donde las necesidades básicas no están garantizadas puede sonar a privilegio. * ¿Cómo hablar de alegría a quienes llegan a la vejez en la pobreza, sin una alimentación suficiente, sin ingresos, fuera de un sistema de salud accesible?
- En países con profundas desigualdades, pensar en extender la vida sin asegurar condiciones mínimas de dignidad es un sinsentido. La alegría, en esos casos, se convierte en un lujo al que pocos acceden. Por eso el debate sobre la longevidad no se puede limitar a los avances de la biomedicina o a influencers compartiendo ejercicios saludables o hobbies para todas las edades. Si vamos a vivir más, tenemos que vivir mejor.
- Una cuestión cultural
- También hay un componente cultural. En las sociedades occidentales solemos asociar la vejez con la pérdida, con la inutilidad, con la invisibilidad. Un mundo pensado para la producción y el consumo, no tiene lugar para los que viven lento y ya salieron del mercado laboral. Para los chinos y otras sociedades orientales, en cambio, la edad no es un número y la relación entre las personas está marcada por quién tiene algo para enseñar y quién tiene algo para aprender. El orden lo da la sabiduría. Esa valoración cambia radicalmente la experiencia subjetiva del envejecimiento.
- El filósofo Byung-Chul Han advierte que vivimos en una sociedad del rendimiento, obsesionada con la productividad, que condena a la irrelevancia a quienes ya no producen. Recuperar el valor de la alegría en la vejez implica también cambiar esta mirada cultural: la vida no se mide solo en términos de utilidad económica, sino en la capacidad de compartir, de narrar, de disfrutar.
- Tejer vínculos significativos
- Tejer vínculos significativos que contrarresten la soledad es otra de las claves para hacer de la vida una experiencia plena de sentido y fomentar la alegría. (Imagen ilustrativa Infobae)
- Hacia una nueva métrica
- Quizás el desafío más urgente sea medir lo que realmente importa. Tenemos estadísticas para todo: cuántos años viviremos, cuántas enfermedades evitaremos, cuántos medicamentos tomaremos. Pero, ¿qué pasa con la alegría? ¿Cómo la cuantificamos?
- Algunos investigadores trabajan en escalas de bienestar subjetivo, en indicadores de satisfacción vital, en métricas de conexión social. No son perfectos, pero al menos nos recuerdan que el sentido último de la longevidad no se juega en los consultorios, sino en la mesa compartida, en la risa inesperada, en la sensación de seguir perteneciendo.
- “Las viejas nos reímos mucho”, me dijo el otro día Rita Segato, la antropóloga que decidió radicarse en Tilcara aunque la convocaban como eminencia las universidades más prestigiosas del mundo. “Me gusta encontrarme con mis amigas, y reírme mucho”.
- Epílogo necesario
- No se trata de romantizar la vejez ni de negar sus dolores. Se trata de devolverle al relato de la vida larga la dimensión más humana de todas: la alegría. Porque no hay medicina que cure la soledad, no hay estadística que compense la falta de propósito, no hay expectativa de vida que valga si los días se llenan de vacío.
- La verdadera revolución no será solo vivir más, ni incluso vivir mejor, sino aprender a vivir con más alegría. Porque, al final del día, lo único que todavía sacude el cuerpo es la risa en buena compañía.
- “Defended la alegría, como una trinchera”, escribió el poeta uruguayo que lee Teresa en su club. Medio siglo después, la ciencia vino a darle la razón.
- *La autora es periodista, escritora y autora del libro “La Revolución de las Viejas”.