Guillermo O´Donnell ---- * 2011. Fallece Guillermo O´Donnell * Muere el politólogo Guillermo O' Donnell, a los 75 años. Estudió y trabajó en la Universidad de Yale, donde publicó Modernización y autoritarismo burocrático en 1973. Por sus aportes, la fecha de su fallecimiento se recuerda como Día Nacional del Politólogo. * Guillermo O’Donnell, fue un académico argentino que desarrolló su pensamiento alrededor de ciencias políticas, estudió el Estado autoritario a través de la "Revolución Argentina", el gobierno militar que gobernó entre 1966 y 1973. Nació en Buenos Aires el 24 de febrero de 1936. A los 21 años se graduó de abogado en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Desde su adolescencia Guillermo O’Donnell vivió momentos políticos y sociales convulsionados, comprometiéndose fuertemente con la vida política de la Universidad, donde ocupó diferentes cargos en las estructuras políticas estudiantiles (Bulcourf, 2012). * O’Donnell obtuvo un doctorado en Ciencia Política en la Universidad de Yale en 1981. Vivió muchos años en Estados Unidos, donde realizó la mayor parte de su trabajo académico. Fue profesor emérito de Ciencia Política en la Universidad de Notre Dame y director del Kellogg Institute for International Studies. De 2002 a 2003 ocupó la cátedra Simón Bolívar en la Universidad de Cambridge, y en 2007-2008 fue profesor visitante en la de Oxford (Iazzetta, 2013). * En 1975 fundó el CEDES, en 1983 fue el primer director-fundador del centro de estudios latinoamericanos más importante de Estados Unidos. Fue presidente de la International Political Science Association (IPSA) y vicepresidente de la American Political Science Association (APSA). En 2015, cuatro años después de su muerte, el Congreso de la Nación Argentina sancionó una ley que establece el día de su muerte, el 29 de noviembre, como el Día Nacional del Politólogo. * Asimismo, Iazzetta (2013), refiere que el trabajo teórico de O’Donnell se enfocó principalmente en las cuestiones centrales de cada época; así, estudio el autoritarismo de los 70, la transición de un régimen autoritario a uno democrático en los 80, y una vez implantada la democracia en los 90 reflexionó sobre la calidad de la democracia y concibió la idea de democracia delegativa. Se estableció en Buenos Aires en 2007, donde murió el 29 de noviembre de 2011. ------ * Sobre la democracia, la agencia y el Estado. Algunas notas a partir de la teorización de Guillermo O’Donnell- Por Martín D’Alessandro (CONICET-UBA)http://historiapolitica.com/datos/boletin/polhis8_DALESSANDRO.pdf * En este libro, como se dijo, también está presente la obsesión de O’Donnell por el Estado, por su conceptualización teórica y por su desenvolvimiento concreto. Teniendo en cuenta las cuatro dimensiones del Estado que el autor señala —el Estado como un conjunto de burocracias jerárquicas (eficacia), como un sistema legal (efectividad), como un foco de identidad colectiva (credibilidad) y como filtro que regula diversas fronteras de territorio, mercado y población en busca del bienestar de su población (filtrado)—, un aspecto a subrayar es que el régimen es sólo parte del proceso de toma de decisiones del Estado. De allí que el Estado debería tener suficiente poder para tomar decisiones colectivas pero también mecanismos que protejan derechos frente a eventuales decisiones arbitrarias. Ambas fueron tendencias teóricas e históricas bastante generalizadas en los procesos de formación estatal y de desarrollo del capitalismo. * Por otro lado, la concepción del ser humano como agente —recordemos, un ser dotado de razón práctica que puede esperar ser respetado en su dignidad como tal y la provisión social de las condiciones necesarias para ejercer libremente su agencia— es a la vez el resultado de la convergencia de a) las corrientes actuales sobre derechos humanos y desarrollo humano, que la invocan desde una mirada universalista pero sin accionabilidad judicial, lo que es contrarrestado por b) la democracia política, que la invoca sobre la base de la nacionalidad pero por lo tanto de alcance restringido, lo que es contrarrestado por c) la adopción de convenios internacionales como leyes domésticas, la extensión de derechos civiles, sociales (y hasta políticos) a todos los habitantes, incluidos residentes no nacionales.20 Sin embargo, la argumentación se encuentra aquí con un escollo difícil: muchas personas, por razones culturales y/o religiosas, descreen de la universalidad de la idea de agencia. A pesar de ello, el derecho internacional ha avanzado muchísimo y tiene buenas razones para intentar un diálogo respetuoso y bienintencionado con esas personas. En primer lugar, a pesar de algunas inconsistencias e hipocresías, las leyes internacionales sancionan y promueven valiosas visiones de ética universal que pueden ser compartidas por diversas tradiciones culturales, y está siendo crecientemente aplicado, a nivel nacional, sobre todo en relación con los derechos humanos. Si bien es cierto que después del 11S hubo significados y cambios que socavaron mucho estos avances —sobre todo en cuanto a su credibilidad—, varios desarrollos expresan una creciente conciencia moral de la humanidad sobre la importancia de esos valores. En segundo lugar, la idea de que la unidad individual de la democracia es el ciudadano-agente no necesariamente la hace individualista: como incluso algunas corrientes del liberalismo han reconocido, esas unidades son seres sociales pre y re-constituidos como tales durante sus vidas. Y por último, la idea de agencia pertenece a buena parte de la cultura legal de la humanidad —gracias a la Revolución Francesa, la Constitución de Estados Unidos o la Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU— y ha sido movilizada en muchas ocasiones para extender derechos de los que originalmente sólo gozaba una minoría. Con todo, fijar estándares internacionales es sumamente complejo, sobre todo teniendo en cuenta el “pluralismo legal”: la coexistencia, en muchos países, del derecho occidental de libertades democráticas para todos los ciudadanos con otros sancionados especialmente para algunos miembros Ahora bien, en términos prácticos, ¿cómo se podría definir un nivel básico de agencia? ¿En qué consistiría ese derecho universal a una igualación básica que incluya que cada persona sea tratada con respeto y consideración como agente? Según O’Donnell, qué atributos concretos deberían formar parte de ese derecho es algo indecidible: siempre se discutirá por dónde comenzar cuando hay muchas privaciones y también sobre quién decidirá cuáles son las prioridades. Aunque en este último caso la respuesta de O’Donnell es tentativa —in dubio, pro democracia, aun a sabiendas de que la democracia no es una fórmula mágica para encontrar soluciones—, propone caminos concretos: para pensar el nivel básico de la agencia, se puede operar a contrario, es decir identificar cuáles son los derechos sin los cuales no existen ni el régimen democrático ni la ciudadanía; y para pensar por dónde empezar, O’Donnell sugiere empezar por los derechos civiles, porque pueden —y reconoce, sólo pueden— convertirse en importantes soportes para una más completa democratización para la autodefinición de la identidad y los intereses de los seres humanos. * Para concluir, según O’Donnell hay múltiples razones que hacen preferible a la democracia política,22 Además de una sólida reflexión teórica y una amplia agenda de investigación, Democracia, agencia y estado es un libro actual y dirigido a la ciudadanía, útil sobre todo en estos días en los que han vuelto a resonar los ecos rancios de la discusión entre democracia formal versus democracia real, y entre liberalismo versus populismo. La visión de O’Donnell es ampliamente superadora, porque la democracia no está obligada a sacrificar lo formal para prestar atención a lo real, sino todo lo contrario, es un sistema integral de derechos para dignificar la vida humana. pero ella es sólo un aspecto, indispensable, de la democracia. Una adecuada conceptualización de la democracia requiere moverse en tres niveles — ciudadanía, régimen y Estado—, con conciencia de que cada caso tiene legados históricos y diferencias comparativas. Y como el carácter siempre abierto de la democracia prohíbe una definición rígida, la teoría de la democracia que propone se orienta más a la democratización que a la democracia, es decir a la adquisición y el respaldo legal de derechos y libertades civiles, políticos, sociales y culturales; en otras palabras, una teoría de la democracia que tiene en cuenta las condiciones sociales de la ciudadanía —y no sólo la constitución de los “votantes”— y que se mueve en un terreno intermedio entre los extremos de, por un lado, el politicismo estrecho y, por otro, la indeterminación sociologizante. Se ha escrito por allí que la concepción de O’Donnell de democracia se limita al nivel del régimen y que por lo tanto no incluye cuestiones relativas a la igualdad o la equidad. O que su visión del Estado es formalista. Nada más lejos de la realidad ni más cerca de no haber entendido sus textos. DEMOCRACIA * https://www.elsevier.es/es-revista-latinoamerica-revista-estudios-latinoamericanos-83-articulo-guillermo-odonnell-democracia-S1665857414701036 * El artículo presenta una revisión de los aportes de Guillermo O’Donnell a la teoría de la democracia. Reseña y ubica algunas de sus obras en el contexto de los estudios sobre América Latina y señala tres aspectos centrales: la revisión que se propuso hacer acerca del concepto de poliarquía, sus aportes al tema de la calidad de la democracia y una polémica que sostuvo con Adam Przeworski a propósito de los conceptos democracia delegativa y Accountability como instrumentos de análisis que permitan diferenciar las democracias institucionalizadas y las nuevas democracias de América Latina. * This article presents a review of the contributions of Guillermo O’Donnell to the theory of democracy. Overview and located some of their works in the context of studies on Latin America and emphasizes in three central issues: the review that about the concept of polyarchy, their contributions to the topic of the quality of democracy and a controversy that he had with Adam Przeworski to purpose of the concepts delegative democracy and Accountability as instruments of analysis which enable differentiate the institutionalized democracies and the new democracies in Latin America. ---- * https://www.nuevospapeles.com/nota/pensar-la-ciencia-politica-y-sus-desafios * Pensar la ciencia política y sus desafíos Autor: Pablo Bulcour Profesor e investigador de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) y de la Universidad de Buenos Aires (UBA) * Cada 29 de noviembre solemos realizar cierto balance de la ciencia política argentina dado que conmemoramos nuestro día. Las instituciones realizan eventos de diferente índole recordando principalmente a la figura de Guillermo O'Donnell. Las redes sociales se llenan de mensajes que aluden a la fecha y las palabras politólogas y politólogos se repiten sin cesar entre festejos e ironías. * Desde el comienzo de la democracia, allá por 1983, todos los indicadores que se utilizan para analizar el crecimiento de un campo disciplinar muestran algún incremento que va desde la creación de una nueva carrera de grado o de posgrado, la aparición de revistas científicas y libros, o la realización de eventos. Las redes se amplían con nuevos nodos e integrantes. * La pandemia del Covid19 nos ha dejado un proceso de aceleración en la utilización de los espacios virtuales; pero también un nuevo fenómeno a ser estudiado dentro de nuestra ciencia con un llamado fuertemente interdisciplinario. * El aspecto poliédrico de éste nos demuestra como la complejidad y la incertidumbre deben ser incorporadas como elementos centrales en el análisis politológico. * La política comparada ve cuestionar conceptos tradicionales que entran en fuerte tensión. La realidad ha ido erosionando las fronteras entre totalitarismos, autoritarismos y democracias, dando paso a regímenes que han sido nombrados como híbridos. * La guerra de Ucrania interpela a los internacionalistas y se habla de guerra de baja intensidad. La administración y las políticas públicas han comenzado una nueva etapa a partir del estudio de las decisiones adoptadas rápidamente a partir de la ya mencionada pandemia haciéndose central la idea de capacidades selectivas del Estado. * Esta cartografía mutante de problemas y posibles teorías nos obligan a una reconstrucción semántica de nuestras categorías; como dirá Guillermo O'Donnell, es necesario ponerle nombre a las bestias, frase que lo caracterizaba. Una de las razones de su prestigio internacional venía casualmente de su inventiva de términos como los de Estado burocrático-autoritario o democracia delegativa. * Encontrarnos hacia finales de año también nos invita a reflexionar sobre lo que vendrá. El año 2023 será un momento central para la ciencia política argentina porque el Congreso Internacional de la disciplina se volverá a realizar en nuestro país, como ocurrió en 1991. * Esto también nos remite a Guillermo O'Donnell dado que en ese momento era el presidente de IPSA y quien fuera el principal artífice de su realización en nuestras tierras. Esto significó un hito en la construcción de nuestro campo y su reconocimiento a nivel internacional. * Tampoco debemos olvidarnos que tendremos elecciones generales en donde se renovará el Poder Ejecutivo y parte del Legislativo. Esto constituye un llamado general a estudiar los cambios en materia electoral y de comunicación política que van más allá de acertar en los eventuales resultados. * El confinamiento producido por el Covid19 y la rápida virtualización del proceso de enseñanza-aprendizaje produjo una gran ruptura en términos pedagógicos y de didáctica, prácticamente sin darnos cuentas. De hecho, nos hemos enfrentado a la necesidad de nuevas estrategias. * Hoy estamos obligados a reflexionar críticamente sobre la práctica áulica y el sentido que adquiere la enseñanza de la ciencia política. Un conjunto de colegas, han señalado una creciente apatía en el estudiantado que interpela a la forma en que tradicionalmente solemos enseñar ciencia política. * Como podemos apreciar nos encontramos ante un panorama de profundos cambios que cuestionan y resignifican nuestro trabajo cotidiano. Este balance que hemos mencionado al principio no es una mera cuestión de contabilidad académica sino una necesidad imperiosa de pensar nuestra práctica y hacer cotidianos. Hoy más que nunca, los aportes de nuestras “madres y padres fundadores” son un espacio fructífero en donde podemos apelar a nuestra imaginación creadora.