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  • El hecho de que la persona sea capaz de acción significa que cabe esperarse de ella lo inesperado, que es capaz de realizar lo que es infinitamente improbable

http://www.razonypalabra.org.mx/varia/N78/1a%20parte/12_DebanneMeirovich_V78.pdf

  • La isonomía garantizaba la igualdad de los miembros de la polis no bajo la idea de que todos los hombres habían nacido o hubieran sido creados iguales; para los griegos, ni igualdad ni libertad eran una cualidad inherente a la naturaleza humana, sino cualidades convencionales y artificiales de un mundo hecho por el hombre y por tanto productos del esfuerzo humano. Lo que fundamentaba la necesidad de la polis era la propia desigualdad de los personas que requería de una institución artificial que las igualara. En este sentido, la igualdad era un atributo de la polis y no de las personas, las cuales accedían a ella en virtud de la ciudadanía, no en virtud del nacimiento.


  • Una conferencia (1957) IDEAS DE LA CONFERENCIA: Vida contemplativa y vida activa. El concepto de vida contemplativa viene de los griegos. La contemplación es el modo de vida del filósofo que, en cuanto tal, se consideró superior al modo de vida político del ciudadano en la polis ..."está en la condición humana que la contemplación permanezca dependiente de todos los tipos de actividades; depende de la labor que produce todo lo necesario para mantener vivo el organismo humano,depende del trabajo que crea todo lo necesario para albergar el cuerpo humano y necesita la acción con el fin de organizar la vida en común de muchos seres humanos de modo que la paz, la condición para la quietud de la contemplación, esté asegurada. Cuando enumeré las principales actividades humanas, dice Arendt, -labor, trabajo, acción-, era obvio que la acción ocupaba la posición más elevada. Pero, se modifica y la labor, la del artesano, la labor productiva tiene también valor.
  • En la vida activa hay tres actividades fundamentales: la labor, el trabajo y la acción, que responden a las tres condiciones fundamentales de la vida humana en la tierra: vida, mundanidad y pluralidad; esto es, la condición humana de la labor es la vida, la del trabajo es la mundanidad y la de la acción es la pluralidad. Como se verá, Arendt está presentando la tres actividades como una gradación que va desde la pura vida biológica misma, hasta la emancipación de esa ligazón biológica que representaría el proceso de cultu-rización, de civilización.
  • LABOR- Y dado que este proceso vital, a pesar de conducirnos en un progreso rectilíneo de declive desde el nacimiento a la muerte, es en sí mismo circular, la propia actividad de la labor debe seguir el ciclo de la vida, el movimiento circular de nuestras funciones corporales, lo que significa que la actividad de la labor no conduce nunca a un fin mientras dura la vida; es indefinidamente repetitiva. A diferencia del trabajo, cuyo fin llega cuando el objeto está acabado, listo para ser añadido al mundo común de las cosas y de los objetos, la labor se mueve siempre en el mismo ciclo prescrito por el organismo vivo, y el final de sus fatigas y problemas sólo se da con el fin, es decir, con la muerte del organismo individual.
  • Dado que la labor corresponde a la propia condición de la vida, participa no sólo de la fatiga y de los problemas de la vida, sino también de la simple felicidad con la que podemos experimentar nuestro estar vivos. La «bendición o el júbilo de la labor», que juega un papel tan importante en las modernas teorías de la labor, no es una noción vacía.
  • https://cristianorodriguesdotcom.files.wordpress.com/2013/05/arendt-labor.pdf

  • file:///C:/Users/TITI/Downloads/5765-Texto%20del%20art%C3%ADculo-5849-1-10-20110530.PDF

LOGROS Y FRACASOS DE LOS MOVIMIENTOS REVOLUCIONARIOS

  • Arendt explora los logros y fracasos de los movimientos revolucionarios rectores de fines del siglo XVIII (la Revolución Francesa y la Revolución Americana) partiendo de la premisa básica de que lo que hace a una revolución moderna es la interacción de individuos sobre la base de un mutuo consentimiento en un espacio público y apuntando a un objetivo común.PAG. 20 http://www.cienciared.com.ar/ra/usr/3/1175/hologramatica_n15v2pp3_22.pdf

  • Dejarse vivir en el destino “con” los otros y a “reconocer” que la revolución es un destino político hecho con otros. Volviendo a los lineamientos planteados por Hannah Arendt se comprueba cómo el espacio revolucionario es un espacio público, político, en el cual la diversidad se ejerce en nuevas formas de expresión entre iguales pero diferentes.
  • En los tiempos de Platón y Aristóteles, el concepto de diégesis se opuso a mímesis. La principal diferencia es que la primera, a través de la figura de un narrador, desarrolla un mundo ficticio verosímil cuyas convenciones pueden diferir de las del mundo real, o incluso contradecirlas. Mientras que en la segunda las convenciones del texto pretenden apegarse a convenciones sociales de diversa índole. Dicho de otro modo, un texto «mimético» busca reproducir hechos naturales o sociales documentados, mientras que uno «diegético» busca crear y obedecer sus propias reglas.
  • http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-43242015000200003 La concepción arendtiana del juicio se centra en la noción de ‘mentalidad ampliada’; idea a partir de la cual la autora desarrolla que el ejercicio de nuestra facultad de juzgar requiere incorporar las posiciones de otras personas, esto es, requiere ‘entrenarnos en visitar las perspectivas de otros’. Asimismo, Arendt señala repetidamente que la facultad de juzgar es, quizás, “la más política de las actividades mentales humanas” e, incluso, “la facultad política por excelencia”. Su relevancia política obedece, al menos en parte, a que supone un modo de pensar los ‘asuntos humanos’ que incorpora la pluralidad. En el presente trabajo examinamos críticamente la noción arendtiana de una ‘mentalidad ampliada’, planteando específicamente la cuestión de cómo entender esta idea de ‘tomar en cuenta la pluralidad’ al momento de formarnos un juicio.

  • por otra parte, es también central a la concepción arendtiana del juicio la idea de que juzgar en torno a cuestiones éticas o políticas requiere ‘atender a los particulares’, esto es, implica reconocer que la actividad de formarnos un juicio en torno a alguna cuestión ética o política de nuestro mundo no puede reducirse a sostener unos ciertos principios o máximas generales. Por el contrario, de lo que se trata es de reconocer que, a diferencia de los juicios objetivos o cognitivos (juicios lógicos), lo que resulta precisamente difícil es la tarea de subsumir el particular en cuestión bajo un universal. En otras palabras, de lo que se trata es de reconocer los límites de la teoría a la hora de juzgar, esto es, admitir que al enfrentarnos a una situación particular que demanda de nosotros un juicio nos encontramos confrontados con la necesidad de pensar por nosotros mismos cómo valorar y responder a esa determinada situación, sin disponer en última instancia de regla alguna que nos indique qué máxima general puede ser relevante o, más aún, cómo habría de ser aplicada en esta situación particular4. Es por ello que podemos decir que juzgar, tal como lo entiende Arendt, requiere desarrollar una suerte de sensibilidad ante lo particular, ante lo específico e incluso lo novedoso que una determinada situación puede presentar. Pero esta ‘sensibilidad’ requiere de nuestra capacidad reflexiva, esto es, requiere que nos atrevamos, en ausencia de asideros últimos, a pensar autónomamente. En donde, como hemos visto, el ejercicio de este pensamiento autónomo propio del juicio no implica la exclusión de los otros; por el contrario, parece implicar un ejercitarnos en ‘hacer presente las posiciones de los otros’ en nuestra proceso deliberativo interno. En otras palabras, parece consistir en hacer presente la pluralidad humana al interior del diálogo con uno mismo.
  • El término público significa el propio mundo, en cuanto es común a todos nosotros y diferenciado de nuestro lugar poseído privadamente en él. [...] Vivir juntos en el mundo significa en esencia que un mundo de cosas está entre quienes lo tienen en común, al igual que la mesa está localizada entre los que se sientan alrededor; el mundo, como todo lo que está en medio, une y separa a los hombres al mismo tiempo.Arendt, H., La condición humana, Barcelona, Paidós, 2005, p. 73.

  • EXPLORAR- DORA BARRANCOS- Difunde la frade de Hannah Arendt – El mal también se cansa-
  • http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2007-49642014000200004 La banalidad del mal y el rostro contemporáneo de su ideología en una teleserie del narcotraficante Pablo Escobar en Colombia- Miguel J. Hernández Madrid


  • https://redalyc.org/pdf/1995/199524192024.pdf#:~:text=Arendt%20reconoce%20dos%20modalidades%20del%20obrar%20humano%3A%20la,como%20constitutivas%20de%20%C3%A9sta%3A%20labor%2C%20trabajo%20y%20acci%C3%B3n.

  • Arendt reconoce dos modalidades del obrar humano: la vida activa –vida que se realiza mediante la acción- y la vida contemplativa –vida que se realiza mediante la contemplación. Estas modalidades han sido concebidas en función de un orden jerárquico que históricamente ha ubicado a la segunda por sobre la primera, concibiéndola como medio para alcanzar el orden superior de la contemplación. En este marco, además de dar una explicación en torno a los valores que se les ha asignado a ambas esferas, Arendt al interrogarse acerca de la vida activa, propone tres actividades fundamentales como constitutivas de ésta: labor, trabajo y acción.
  • La intención de este trabajo es establecer un recorrido por la obra de Arendt a partir del cual derive una compresión del sentido necesario de la libertad en la acción de los hombres para la realización de la condición humana. En este marco, el análisis de nociones-pares como acción y discurso, público y privado, silencio y violencia, perdón y promesa, abren la posibilidad a pensar procesos culturales donde comunicación y política se encuentren y pongan al servicio de procesos emancipadores de transformación social.
  • LA MUERTE- El lapso de vida del hombre en su carrera hacia la muerte llevaría inevitablemente a todo lo humano a la ruina y la destrucción si no fuera por la facultad, inherente a la acción, de interrumpirlo y comenzar algo nuevo, facultad que es inherente a la acción a manera de recordatorio siempre presente de que los hombres, aunque han de morir, no han nacido

para eso sino para comenzar. (2007a, 265)

  • La acción es la realización de la libertad: “El hecho de que el hombre sea capaz de acción significa que cabe esperarse de él lo inesperado, que es capaz de realizar lo que es infinitamente improbable.” (2007a, 202) Si cada hombre puede hacer lo inesperado, entonces cada hombre será distinto a los otros, será único. Este rasgo, definido por Arendt como la pluralidad de la humanidad, es la condición básica para la acción, y cuenta con un doble carácter: igualdad y distinción: “Si los hombres no fueran iguales, no podrían entenderse ni planear y prever para el futuro las necesidades de los que llegarán después. Si los hombres no fueran distintos,... no necesitarían el discurso ni la acción para entenderse.” (2007a, 200)
  • “Y sin poder, el espacio de aparición que se crea mediante la acción y el discurso en público se desvanece tan rápidamente como los actos y las palabras vivas.” (2007a, 227)
  • Arendt ejemplifica el vínculo entre palabra, acción y esfera pública con la polis griega: esta no es la Ciudad Estado en su situación física, sino la organización de la gente actuando y hablando juntos. Por ello se extiende entre las personas que viven juntas en todo tiempo y lugar, desligado de lo estrictamente territorial. La polis es propiamente el espacio de aparición, donde el ciudadano aparece ante otros como otros aparecen ante él, donde los hombres no existen meramente como cosas inanimadas, sino como hombres en su unicidad.
  • Acción y discurso no sólo funcionan en tanto modo de aparición y revelación del agente en la esfera pública: también se refieren a contenidos objetivos vinculados a los asuntos del mundo de cosas en que las personas se mueven y a partir de las cuales se constituyen los intereses humanos que relacionan y unen a la gente.
  • Esta objetiva realidad mundana que está ahí en medio de las personas es sobrepuesta por otro medio subjetivo e intangible, formado por los hechos y las palabras de los personas que actúan y hablan las unas para las otras. A esto Arendt lo llama la “trama de las relaciones humanas” y sostiene que este proceso, aunque puede no dejar resultados y productos finales, no es menos real que el mundo de las cosas.
  • La incapacidad para predecir el resultado de la acción es para Arendt la primera de las frustraciones que dominan a la acción, siendo parte de la inherente inseguridad de los asuntos políticos y de los asuntos que se dan entre las personas.
  • Junto al carácter imprevisible de la acción, identifica otras dos frustraciones: por un lado, aquella ligada a la irrevocabilidad del proceso -la imposibilidad de deshacer lo que se ha hecho. Y, por otro lado, una tercera frustración vinculada al carácter anónimo de sus autores. En ese sentido, aunque todas las personas son los protagonistas de sus propias historias, nadie es su autora. Esto es así porque si bien el agente es el protagonista, nunca es posible aislarlo de la serie de acontecimientos que juntos forman una historia, de manera que nadie puede ser señalado inequívocamente como el autor del resultado final de dicha historia
  • Las dificultades vinculadas a la acción derivan de la condición humana de la pluralidad, la condición sine qua non para la existencia de la esfera pública en tanto espacio de aparición. Es por esto que todo intento de suprimir la pluralidad es un germen de abolición de la propia esfera pública.
  • Bajo la concepción griega que Arendt rescata, la igualdad existía sólo en la esfera específicamente política, donde las personas se reunían como ciudadanas y no como personas privadas.
  • las revoluciones son la gesta de un nuevo orden político con base en la libertad: Ni la violencia ni el cambio pueden servir para describir el fenómeno de la revolución; solo cuando el cambio se produce en el sentido de un nuevo origen, cuando la violencia es utilizada para constituir una forma completamente diferente de gobierno, para dar lugar a la formación de un

cuerpo político nuevo, cuando la liberación de la opresión conduce, al menos, a la constitución de la libertad, solo entonces podemos hablar de revolución. (1967, 42)

  • Frente a la aparente fatalidad del carácter irreversible e impredecible de la acción Arendt

sostiene que la posibilidad de superar esta situación reside en la facultad humana de perdonar; mientras que el remedio a la imposibilidad de predecir se encuentra en la facultad de hacer y mantener promesas. La facultad de perdonar y de cumplir promesas van juntas en tanto el perdón permite deshacer los actos del pasado y las promesas sirven para establecer ciertas seguridades “en el océano de inseguridades, que el futuro es por definición”.4 REFERENCIAS

  • Referencias
  • Arendt, Hannah. [1958] (2007). La condición humana. 1º ed. 3º reimp. Buenos Aires: Paidós.
  • Arendt, Hannah. [1997] (2007). ¿Qué es la política? 1º ed. 3º reimp. Buenos Aires: Paidós.
  • Arendt, Hannah. [1963] (1967). Sobre la revolución. Madrid: Revista de Occidente.
  • Benjamin, Walter. (1994). Discursos Interrumpidos. 1º ed. España: Planeta - De Agostini.
  • Gaeta, Giancarlo. (2006). Jacob Taubes: mesianismo y fin de la historia. En Manuel Reyes
  • Mate Rupérez y José Antonio Zamora Zaragoza (coords.), Nuevas teologías políticas:
  • Pablo de Tarso en la construcción de Occidente. 1° ed. España: Anthropos. (pp. 13-26)
  • Lowy, Michael. [2001] (2005). Aviso de Incendio. 1º ed. 1º reimp. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.


  • https://dialektika.org/2020/11/11/hannah-arendt-de-la-reflexion-a-la-accion-politica/

  • «(…) la obra de Arendt es una muestra de su escéptica actitud con respeto a la capacidad del pensamiento puro para captar la singularidad de la política y por ello está atravesada por la búsqueda de un pensar que retorne al mundo. Un pensar que no se encuentra entre los filósofos, y que, en su opinión, todavía estaba presente en la idea socrática (y sofística) de verdad: una verdad que sólo puede existir en la relación con los demás»[5].



EL CUERPO


SEGUIR EXPLORANDO

  • acción+contemplación+reflexión+Hannah Arendt



SOLEDAD Y TOTALITARISMO Lo que prepara a las personas para el dominio totalitario en el mundo no totalitario es el hecho de que la soledad, antaño una experiencia liminal habitualmente sufrida en ciertas condiciones sociales marginales como la vejez, se ha convertido en una experiencia cotidiana.Hannah Arendt, Los orígenes del totalitarismo (1951).

  • COMO LA SOLEDAD ALIMENTA EL TOTALITARISMO-2020
  • https://conversacionsobrehistoria.info/2020/12/12/hannah-arendt-como-la-soledad-alimenta-el-autoritarismo/

  • Arendt prestó atención al proceso de atomización social y la consiguiente pérdida del mundo común, algo que diagnosticó como uno de los grandes males contemporáneos. Sin un mundo común, y por ello mismo desprovistos de su pluralidad inherente, expuso que las personas abandonaban la esfera pública y se recluían cada vez más en sus espacios privados, con lo que pasaban a ser mucho más fácilmente manipulables por la ideología totalitaria y dominables por el terror. Al respecto, llegó a escribir en Los orígenes del totalitarismo que el aislamiento era el más fértil terreno del terror y que, por así decir, ya era pretotalitario.
  • Los orígenes del totalitarismo es una obra de seiscientas páginas dividida en tres secciones sobre el antisemitismo, el imperialismo y el totalitarismo. A medida que Arendt trabajaba en él, el texto fue cambiando para incorporar nueva información sobre Hitler y Stalin que llegaba de Europa. La conclusión inicial, publicada en 1951, giraba en torno a la idea de que, aunque los regímenes totalitarios desaparecieran, los elementos del totalitarismo permanecerían. “Las soluciones totalitarias”, escribió, “pueden sobrevivir a la caída de los regímenes totalitarios en forma de fuertes tentaciones que aparecerán cada vez que parezca imposible aliviar la miseria política, social o económica en una manera digna de los hombres”. Cuando Arendt añadió “Ideología y terror” a Los orígenes del totalitarismo en 1958, el tenor de la obra cambió. Los elementos del totalitarismo eran numerosos, pero en la soledad encontró la esencia del gobierno totalitario, y el terreno común del terror.
  • La vida es caótica. Entre el caos y la incertidumbre de la existencia humana, necesitamos una sensación de lugar y sentido. Necesitamos raíces. Y las ideologías, como las sirenas en la Odisea de Homero, nos atraen. Pero quienes sucumben al canto de sirena del pensamiento ideológico deben apartarse del mundo de la experiencia vivida. Al hacerlo, no pueden confrontarse consigo mismos al pensar porque si lo hacen se arriesgan a socavar las creencias ideológicas que les han dado su concepción de propósito y lugar. Por decirlo de manera muy sencilla: la gente que se suscribe a una ideología tiene ideas, pero es incapaz de pensar por sí misma. Y esa incapacidad de pensar, de hacerse compañía a sí mismos, provoca que se sientan solos.
  • Esa es una de las paradojas de la soledad. La soledad como solitude o vida solitaria requiere estar solo mientras que la soledad como loneliness se revela de forma más aguda en compañía de otros. Del mismo modo que dependemos del mundo público de las apariencias para obtener reconocimiento, necesitamos el dominio privado de la vía solitaria para estar solos con nosotros mismos y pensar. Y eso es lo que perdía Arendt cuando perdía el espacio para estar sola consigo misma. “Lo que torna la soledad tan insoportable”, escribía, “es la pérdida del propio yo, que puede realizarse en la vida solitaria…”.
  • En la vida solitaria puedes hacerte compañía a ti mismo, entablar una conversación contigo mismo. En esa soledad, no pierdes contacto con el mundo, porque el mundo de la experiencia siempre está presente en nuestros pensamientos. Por citar a Arendt (que a su vez citaba a Cicerón): “Un hombre nunca está más activo que cuando no hace nada, nunca menos solo que cuando carece de compañía. Eso es lo que el pensamiento ideológico y el pensamiento tiránico destruyen: nuestra capacidad para pensar con y para nosotros. Esa es la raíz de la soledad organizada.” ~


  • Adriana Cavarero-Hannah Arendt y la felicidad pública- 16 febrero 2022
  • https://www.cccb.org/es/multimedia/videos/adriana-cavarero/238557

  • Adriana Cavarero reivindica el goce de participar en la vida colectiva como el «tesoro escondido» de la política. La filósofa dialoga con Fina Birulés y Elena Laurenzi en torno a Hannah Arendt.

EnciclopediaRelacionalDinamica: HannahArendt (última edición 2023-11-22 22:35:20 efectuada por MercedesJones)