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22.11.2022

 * https://www.lavoz.com.ar/numero-cero/alconada-mon-presenta-su-novela-sobre-la-generacion-del-80-y-el-sueno-de-una-ciudad-que-no-fue/
 * Luego de siete libros de investigación sobre la vida política nacional, el periodista se zambulle en una novela histórica que dialoga con muchos problemas del presente.

 * Sergio Carreras

 * Viernes, 30 de septiembre de 2022
No es una novedad que Hugo Alconada Mon es un periodista de investigación obsesivo. Mientras habla desde su casa, en la ciudad de La Plata, confiesa que tiene colgado un mapa cuadrado de 1,50 metros donde fue marcando cada puente, cada prostíbulo, cada laguna que existía en la ciudad a fines del siglo XIX.
 * Simultáneamente construyó una línea del tiempo para ir ordenando el recorrido de los personajes que protagonizan La ciudad de las ranas, su primera novela histórica, que acaba de publicar Planeta, en la que se zambulle, por primera vez, en las aguas de la ficción.

 * Luego de siete exitosos libros de investigación periodística, en los que se dedicó a desnudar la corrupción del kirchnerismo, hace cinco años tomó la decisión de repetir el salto que han dado muchos periodistas hacia la literatura. Tan bien le ha resultado este cambio de aires que admite ya estar trabajando en su segunda novela histórica, al mismo tiempo que tiene en marcha otro libro periodístico: imposible descuidar la actualidad argentina.
 * UN PANTANO LLENO DE RANAS
 * El germen de esta novela, que recrea la fundación de la ciudad de La Plata en el marco de las batallas políticas de la época, nació –cuenta Alconada Mon– cuando trabajó como cronista de la sección Información General para el diario platense El Día, desde 1999 hasta 2001.
 * El nombre de la novela alude a la expresión despectiva que tuvo el presidente Julio Argentino Roca hacia el proyecto de fundación de La Plata al que se había lanzado el gobernador bonaerense Dardo Rocha, con la intención de sucederlo al frente de la Casa Rosada. En 1880, el Congreso de la Nación había aprobado la federalización de la ciudad de Buenos Aires, y Rocha tenía la secreta intención de construir otra capital, La Plata, para convertirla en la capital nacional cuando fuera presidente y así devolverles Buenos Aires a los porteños.

 * La novela hunde su mirada en la rivalidad entre esos dos grandes políticos, al mismo tiempo que desarrolla la historia de los inmigrantes, principalmente italianos, que fueron la mano de obra que levantó la actual capital bonaerense. Como toda novela, la historia da vida a muchos personajes de ficción, y como toda novela histórica incluye también a caracteres reales como Julio V. Mansilla, Eduardo Wilde, José Ingenieros, el Perito Moreno, es decir, la Generación del ’80 en su momento de esplendor, cuando pensaba que estaban dando nacimiento a un país nuevo y moderno.
 * No es una novedad que Hugo Alconada Mon es un periodista de investigación obsesivo. Mientras habla desde su casa, en la ciudad de La Plata, confiesa que tiene colgado un mapa cuadrado de 1,50 metros donde fue marcando cada puente, cada prostíbulo, cada laguna que existía en la ciudad a fines del siglo XIX. Simultáneamente construyó una línea del tiempo para ir ordenando el recorrido de los personajes que protagonizan La ciudad de las ranas, su primera novela histórica, que acaba de publicar Planeta, en la que se zambulle, por primera vez, en las aguas de la ficción.

Luego de siete exitosos libros de investigación periodística, en los que se dedicó a desnudar la corrupción del kirchnerismo, hace cinco años tomó la decisión de repetir el salto que han dado muchos periodistas hacia la literatura. Tan bien le ha resultado este cambio de aires que admite ya estar trabajando en su segunda novela histórica, al mismo tiempo que tiene en marcha otro libro periodístico: imposible descuidar la actualidad argentina.

UN PANTANO LLENO DE RANAS
El germen de esta novela, que recrea la fundación de la ciudad de La Plata en el marco de las batallas políticas de la época, nació –cuenta Alconada Mon– cuando trabajó como cronista de la sección Información General para el diario platense El Día, desde 1999 hasta 2001.

Hugo Alconada Mon (La Voz del Interior, Archivo)
Hugo Alconada Mon: A los corruptos los pone locos la exposición
“Fueron los días en los que más conocí sobre la ciudad”, dice, mientras se reconoce como un platense nacido y criado, hincha de Estudiantes, fiel seguidor de las filosofías futboleras bilardista y zubeldiana, y con una raigambre familiar local que se estira hasta sus bisabuelos.

La novela histórica de Hugo Alconada Mon, editada por Planeta.
La novela histórica de Hugo Alconada Mon, editada por Planeta.
El nombre de la novela alude a la expresión despectiva que tuvo el presidente Julio Argentino Roca hacia el proyecto de fundación de La Plata al que se había lanzado el gobernador bonaerense Dardo Rocha, con la intención de sucederlo al frente de la Casa Rosada. En 1880, el Congreso de la Nación había aprobado la federalización de la ciudad de Buenos Aires, y Rocha tenía la secreta intención de construir otra capital, La Plata, para convertirla en la capital nacional cuando fuera presidente y así devolverles Buenos Aires a los porteños.

La novela hunde su mirada en la rivalidad entre esos dos grandes políticos, al mismo tiempo que desarrolla la historia de los inmigrantes, principalmente italianos, que fueron la mano de obra que levantó la actual capital bonaerense. Como toda novela, la historia da vida a muchos personajes de ficción, y como toda novela histórica incluye también a caracteres reales como Julio V. Mansilla, Eduardo Wilde, José Ingenieros, el Perito Moreno, es decir, la Generación del ’80 en su momento de esplendor, cuando pensaba que estaban dando nacimiento a un país nuevo y moderno.

 * “La novela –dice Alconada Mon– tiene dos o tres niveles. Primero está el de la política, la vida pública y sus altas esferas. Toda esa parte es cien por ciento real, documentado. Consulté más de 200 libros y papers académicos, entrevisté a historiadores, antropólogos, arquitectos. Los diálogos que reflejo entre Roca y Rocha los tomé de la correspondencia que se escribieron entre ellos o que escribieron a terceros, pero aludiéndose. La batalla, la masacre, la quema de templos masónicos, la muerte de obreros, todo lo que cuento realmente pasó”.

 * “En otro nivel –continúa el autor– hay personajes que sí fueron reales, pero a los cuales les invento una historia. Por ejemplo, el escritor Edmundo De Amicis estuvo en La Plata, pero recreo los personajes con los que interactuó.
 * En un tercer nivel están los personajes que son completamente ficticios. Salvando las enormes distancias, intenté hacer algo parecido a lo que hicieron Félix Luna en Soy Roca y Tomás Eloy Martínez en Santa Evita: generar un relato en el cual el lector no tiene claro hasta dónde llega la realidad y hasta dónde alcanza la ficción”.

 TENGO EL OJO ENTRENADO PARA ESO”
 * –¿Hasta qué punto tu trabajo como periodista de investigación se refleja en la historia de la novela?

 * –Hay mucho de eso. Mucho de lo que he ido absorbiendo de la política argentina, la forma de moverse por detrás de los telones, los operadores judiciales, las trampas de campaña. Cuando abordo la fundación de La Plata y veo que los amigos del gobernador Rocha, mientras él construye la ciudad, le reforman su casa simplona y le arman un castillo rococó, obviamente pienso que son los amigos de la patria contratista que le devuelven la gentileza con la construcción de una casa.
 * Ver que el hermano de Roca, mientras él está en la Campaña del Desierto, es proveedor del Ejército…. y bueno, tengo el ojo entrenado para eso. Veía quiénes habían sacado los créditos en el banco oficial y me reía a carcajadas. Lo mismo cuando leía sobre la compra de periodistas, me cagaba de risa. No aprendemos más. Este libro abreva mucho en lo que he ido aprendiendo en estos años de periodismo.
 * No es una novedad que Hugo Alconada Mon es un periodista de investigación obsesivo. Mientras habla desde su casa, en la ciudad de La Plata, confiesa que tiene colgado un mapa cuadrado de 1,50 metros donde fue marcando cada puente, cada prostíbulo, cada laguna que existía en la ciudad a fines del siglo XIX. Simultáneamente construyó una línea del tiempo para ir ordenando el recorrido de los personajes que protagonizan La ciudad de las ranas, su primera novela histórica, que acaba de publicar Planeta, en la que se zambulle, por primera vez, en las aguas de la ficción.

Luego de siete exitosos libros de investigación periodística, en los que se dedicó a desnudar la corrupción del kirchnerismo, hace cinco años tomó la decisión de repetir el salto que han dado muchos periodistas hacia la literatura. Tan bien le ha resultado este cambio de aires que admite ya estar trabajando en su segunda novela histórica, al mismo tiempo que tiene en marcha otro libro periodístico: imposible descuidar la actualidad argentina.

UN PANTANO LLENO DE RANAS
El germen de esta novela, que recrea la fundación de la ciudad de La Plata en el marco de las batallas políticas de la época, nació –cuenta Alconada Mon– cuando trabajó como cronista de la sección Información General para el diario platense El Día, desde 1999 hasta 2001.

Hugo Alconada Mon (La Voz del Interior, Archivo)
Hugo Alconada Mon: A los corruptos los pone locos la exposición
“Fueron los días en los que más conocí sobre la ciudad”, dice, mientras se reconoce como un platense nacido y criado, hincha de Estudiantes, fiel seguidor de las filosofías futboleras bilardista y zubeldiana, y con una raigambre familiar local que se estira hasta sus bisabuelos.

La novela histórica de Hugo Alconada Mon, editada por Planeta.
La novela histórica de Hugo Alconada Mon, editada por Planeta.
El nombre de la novela alude a la expresión despectiva que tuvo el presidente Julio Argentino Roca hacia el proyecto de fundación de La Plata al que se había lanzado el gobernador bonaerense Dardo Rocha, con la intención de sucederlo al frente de la Casa Rosada. En 1880, el Congreso de la Nación había aprobado la federalización de la ciudad de Buenos Aires, y Rocha tenía la secreta intención de construir otra capital, La Plata, para convertirla en la capital nacional cuando fuera presidente y así devolverles Buenos Aires a los porteños.

La novela hunde su mirada en la rivalidad entre esos dos grandes políticos, al mismo tiempo que desarrolla la historia de los inmigrantes, principalmente italianos, que fueron la mano de obra que levantó la actual capital bonaerense. Como toda novela, la historia da vida a muchos personajes de ficción, y como toda novela histórica incluye también a caracteres reales como Julio V. Mansilla, Eduardo Wilde, José Ingenieros, el Perito Moreno, es decir, la Generación del ’80 en su momento de esplendor, cuando pensaba que estaban dando nacimiento a un país nuevo y moderno.

“La novela –dice Alconada Mon– tiene dos o tres niveles. Primero está el de la política, la vida pública y sus altas esferas. Toda esa parte es cien por ciento real, documentado. Consulté más de 200 libros y papers académicos, entrevisté a historiadores, antropólogos, arquitectos. Los diálogos que reflejo entre Roca y Rocha los tomé de la correspondencia que se escribieron entre ellos o que escribieron a terceros, pero aludiéndose. La batalla, la masacre, la quema de templos masónicos, la muerte de obreros, todo lo que cuento realmente pasó”.

“En otro nivel –continúa el autor– hay personajes que sí fueron reales, pero a los cuales les invento una historia. Por ejemplo, el escritor Edmundo De Amicis estuvo en La Plata, pero recreo los personajes con los que interactuó. En un tercer nivel están los personajes que son completamente ficticios. Salvando las enormes distancias, intenté hacer algo parecido a lo que hicieron Félix Luna en Soy Roca y Tomás Eloy Martínez en Santa Evita: generar un relato en el cual el lector no tiene claro hasta dónde llega la realidad y hasta dónde alcanza la ficción”.

“TENGO EL OJO ENTRENADO PARA ESO”
–¿Hasta qué punto tu trabajo como periodista de investigación se refleja en la historia de la novela?

–Hay mucho de eso. Mucho de lo que he ido absorbiendo de la política argentina, la forma de moverse por detrás de los telones, los operadores judiciales, las trampas de campaña. Cuando abordo la fundación de La Plata y veo que los amigos del gobernador Rocha, mientras él construye la ciudad, le reforman su casa simplona y le arman un castillo rococó, obviamente pienso que son los amigos de la patria contratista que le devuelven la gentileza con la construcción de una casa. Ver que el hermano de Roca, mientras él está en la Campaña del Desierto, es proveedor del Ejército…. y bueno, tengo el ojo entrenado para eso. Veía quiénes habían sacado los créditos en el banco oficial y me reía a carcajadas. Lo mismo cuando leía sobre la compra de periodistas, me cagaba de risa. No aprendemos más. Este libro abreva mucho en lo que he ido aprendiendo en estos años de periodismo.


Hugo Alconada Mon y el arte de entrevistar: “Una vez preparé 750 preguntas para Woody Allen”
 * –¿Cómo fueron las primeras reacciones que recibiste al dar el salto hacia la ficción?

 * –Sí, hubo cierta sorpresa. Mucha gente no lo esperaba. Yo la jugué de callado. Hay gente que no me imaginaba escribiendo ficción y me chicaneaba, me decía; “Al fin blanqueaste que siempre escribías ficción”, ja. Cada uno tiene que hacer su propio recorrido. Este lo estoy disfrutando más que los siete libros anteriores. Aun cuando fueron bestsellers y que hubo dos que fueron número uno en ventas en el país, debieron ser analizados por abogados, pasar un examen, porque no podés patinar con un dato ni correr riesgo de que te metan una demanda y te llamen a tribunales… Este libro fue puro disfrute. Las devoluciones de los lectores y las lectoras son increíbles, me quedo sorprendido.
 * –No vamos a spoilear el final de la novela, pero la historia termina en un lugar muy caro a algunos casos de la actualidad política nacional.

 * –Es nuestra cultura. El libro está lleno de datos reales. Pasé años leyendo cómo vivían los inmigrantes italianos en aquella época, analicé censos, balances contables, registros bancarios. Busqué y leí cartas de inmigrantes, leí sobre la historia de la moda argentina para saber cómo se vestía, tuve que aprender qué es un paletó, un miriñaque, qué tipo de carruajes había, qué se comía. Investigué a qué distancia llegaban los proyectiles de las armas que había, qué diferenciaba a un Mauser de otro. Fue un proceso de exploración y aprendizaje que para mí fue hermoso porque, en definitiva, habla de nuestros abuelos, de nuestros padres, de muchas de nuestras costumbres familiares, sobre la forma de educarnos. Todo eso viene de aquella época. La historia de la novela es sobre la fundación de La Plata, pero también habla de una cultura del trabajo, del esfuerzo, del sacrificio que hicieron miles de inmigrantes que nunca más volvieron a ver sus casas ni a sus familias. Esa cultura generó nuestra cultura.
 * –En alguna medida, tu novela es un homenaje a la ciudad. ¿Cuál ha sido el rol de La Plata en la historia argentina? Vista desde Córdoba, al menos, aparece como una urbe desdibujada, sin una identidad muy clara.

 * –La Plata es la ciudad que no fue, un proyecto trunco. Es el sueño de la Generación del ’80 que no se completó, que está pendiente. Es la ciudad que iba a ser el trampolín de Dardo Rocha a la presidencia, para mostrarse como el gran hacedor de la Argentina moderna. Roca detecta esa intención y se la impide, porque si no, era volver a reforzar la dicotomía entre Buenos Aires y las provincias, era haber sangrado en guerras para nada.
 * La Plata es la hermana ninguneada de la Gran Metrópoli. Quedó como un satélite más del Área Metropolitana de Buenos Aires y su identidad quedó desdibujada por su cercanía con Buenos Aires. Rocha llegó a la conclusión de que, si hubiera tenido que fundar de nuevo la ciudad capital, la habría llevado a un lugar más alejado, donde pudiera desarrollar una identidad propia. La Plata ha perdido parte de su razón de ser, su identidad, su entidad.Por eso algunos la denominan “ciudad dormitorio”. La impronta mayor que tiene es ser una ciudad universitaria. Cuando la política le quitó su apoyo, la educación le dio su razón de ser.
LA CIUDAD DE LAS RANAS
 * Un viaje en el tiempo hacia la ciudad mejor diagramada y más disputada del siglo XIX.

La Argentina de fines del siglo XIX pujó entre el orden y el colapso, el progreso y las revoluciones mientras buscaba consolidar una identidad política.
La fundación de La Plata en 1882 concentró, en ese contexto, las ilusiones y disputas de un grupo de hombres al que se conocería como la Generación del 80, aunque sus principales figuras no se veían a sí mismas como un bloque. Lucharon por el poder, se espiaron, tejieron acuerdos transitorios y conspiraron cada día, unos contra otros, en medio de una tensión social que amenazaba con arrasarlo todo.
Este es el país que retrata de manera precisa y sutil La ciudad de las ranas, con personajes estelares: Julio Roca; su aliado y rival, Dardo Rocha; Eduardo Wilde y la jovencísima Guillermina de Oliveira Cézar; Miguel Juárez Celman, Ramón Falcón, católicos y masones, y los inmigrantes italianos, los grandes y anónimos protagonistas de la construcción de una ciudad llamada a ser referencia mundial.
Entre esos inmigrantes, un muchacho llamado Íñigo Rocamora se erigió en líder. La urbe que nacía moldeó su destino, entre un amor improbable, la Masacre de San Ponciano, los prejuicios de la clase dominante y la Batalla de Ringuelet. Hugo Alconada Mon ha escrito una novela histórica apasionante y contundente.
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 * El amor clandestino de Julio Argentino Roca con Guillermina de Oliveira Cézar, la esposa de su mejor amigo
 * https://www.infobae.com/sociedad/2020/01/01/el-amor-clandestino-de-julio-argentino-roca-con-guillermina-de-oliveira-cezar-la-esposa-de-su-mejor-amigo/
 * De los amores de personajes políticos de nuestra historia, hubo uno secreto que trascendió lo privado y se transformó en una pasión comentada y murmurada a media voz. Fue el que mantuvieron el político con la esposa del prestigioso médico y sanitarista Eduardo Wilde, íntimo del militar y quien siempre se comportó como si nada pasara
 * A Julio Argentino Roca se le conocieron varios romances. Cuando contaba 26 años dejó embarazada a Ignacia Robles, luego de “secuestrarla” durante una semana porque la futura suegra no quería saber nada de la relación. Fruto de ese fugaz idilio, nacería Carmen, que años después se le aparecería en su casa. El mayordomo le dijo a Roca: “Hay una mujer que dice que es su hija, y la verdad es que es igual a usted”. En el velorio del ex presidente era fácilmente distinguirla, era la que lloraba desconsoladamente. “Es una hija de papá”, explicaba otra de sus hijas.
 * A su esposa, la cordobesa Clara Funes, la conoció cuando estuvo destinado al sur de Córdoba en la lucha contra el indio Roca. Tuvieron seis hijos: un varón, Julio, quien sería vicepresidente de Agustín P. Justo y cinco mujeres. Clara fallecería muy joven, a los 36 años.
 * Roca tenía un entrañable amigo, Eduardo Faustino Wilde, a quien conocía desde sus tiempos de pupilos en el Colegio Nacional de Concepción del Uruguay, dirigido por el francés Alberto Larroque.
 * Guillermina María Mercedes de Oliveira Cézar y Diana había nacido en Montevideo el 25 de junio de 1870. Había estudiado en el Colegio Americano, donde trabajaba la irlandesa Mary Elizabeth Conway, una de las maestras que había traído Domingo Faustino Sarmiento.
 * Wilde aceptó la propuesta. Convertido en una figura por demás impopular para la iglesia, debió sortear otro escollo. Cuando fijó 1885 como fecha para su matrimonio con la jovencísima Guillermina, de tan solo 15 años, la iglesia no lo quiso casar. Es que además era un abierto ateo y un masón.
 * Fue el propio Roca el que decidió cortar la relación. Nombró a su viejo amigo, que estaba a cargo del Departamento Nacional de Higiene como ministro plenipotenciario primero en Estados Unidos y luego en Bélgica y Holanda
 * Guillermina permaneció en Europa y luego de un tiempo prudencial, regresó a Buenos Aires. No tuvo hijos. En 1920, siendo presidenta del Comité Central de Damas de la Cruz Roja, impulsó la creación de las escuelas de enfermería. Una de sus hermanas, Angela, alcanzaría notoriedad por haber sido una de las principales promotoras de la erección del monumento al Cristo Redentor, en Mendoza, que fue inaugurado el 13 de marzo de 1904.
 * Guillermina falleció a los 66 años en la ciudad de Buenos Aires el 29 de mayo de 1936. Y se llevó consigo una historia de amor, de esas que no se repiten.
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 * u padre la ofreció en matrimonio sin rodeos y con éxito. “¿Por qué no se casa con una de mis hijas?”, le dijo a uno de los prominentes personajes de la generación del 80: Eduardo Wilde, célebre médico higienista, amigo y ministro de Roca, mentor de la salubridad en Buenos Aires y propulsor de la enseñanza laica y el matrimonio civil.

Wilde era viudo y tenía 42 años. Guillermina era una adolescente de 15. El padrino de la boda fue el presidente Julio Argentino Roca y los testigos Carlos Pellegrini y Victorino de la Plaza.

La indiferencia inicial de Roca hacia aquella adolescente cambió cuando el matrimonio volvió de Europa después de una estadía de diez años. Ella tenía 25 años y el 52 cuando iniciaron un extenso romance que tomó estado público y fue “la comidilla” de la sociedad porteña ante la pasividad de Wilde. La revista “Caras y Caretas”, con caricaturas en su portada, certifica la publicidad que alcanzó aquel vínculo.
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 * Una escueta biografía de Guillermina indica que se interesó por la asistencia social de las minorías desfavorecidas y que al año siguiente de aquel episodio de las alhajas creó una escuela de enfermeras. También integró la Sociedad de Beneficencia e hizo publicar las obras completas de Wilde, cuyos derechos donó a la Universidad de Medicina para destinarlo a un premio anual.
 * https://www.lacapitalmdp.com/la-residencia-marplatense-de-la-amante-de-roca-y-aquel-asunto-de-las-alhajas/
 * En la sesión del seis de mayo de 1920, el consejo Supremo de la Institución, autorizo al Comité Central de Damas, presidido por la Sra. Guillermina Oliveira Cezar de Wilde, para instalar Escuelas de Enfermería, dando así lugar a la creación, en el tiempo, de 37 Institutos Escuela diseminados en todo el territorio nacional.
  • LA PAUSA - Ya la dedicatoria es intrigante, dice "A los esenciales" al leer el prólogo entendí que hacía referencia a las profesiones y personas que han demostrado ser esenciales en una sociedad. Rescato a los integrantes de los equipos de salud, a las enfermeras. ¿Vos en quién pensarías?
  • Isabel Allende. Ciudadana chilena (aunque nació en Perú) vive en EEUU. Escritora consagrada. Tiene una fundación que promueve a mujeres y niñas. Dice Isabel, estamos viviendo un presente distópico. Esta es una oportunidad única para ajustar los valores.
  • La coincidencia en la analogía de la maratón, esto viene para largo. La pandemia como una lupa en el plano nacional los países flexibles salto para adelante. Lo mismo en el nivel de las personas. Personas que las vimos florecer. Los que tenían problemas la pandemia los excaserbnó.
  • Pausa", un repaso por aquellas entrevistas a personalidades del mundo en este período de cuarentena. Ellos opinaron sobre el mundo de la postpandemia.
  • La Raiz de todos los males- https://www.youtube.com/watch?v=rjZZYWloeM0 En la fábula de la hormiga y la guitarra, en Argentina gana la cigarra.

  • PAUSA DOS- A los indispensables- https://www.lanacion.com.ar/ideas/como-sera-nuestra-vida-cuando-superemos-la-pandemia-nid30102021/ A PENSAR CON LOS QUE MÁS SABEN En Pausa 2. 25 referentes mundiales piensan cómo será nuestra nueva vida (Planeta), Hugo Alconada Mon reúne entrevistas a referentes en disciplinas diversas alrededor del fenómeno de la pandemia, así como del mundo que la humanidad debe reconstruir. Estos diálogos fueron publicados en este diario y se suman a los de Pausa, editado el año pasado.

  • La pandemia resultó una lupa que agigantó todo lo bueno y lo malo que ya estaba allí. Nos obligó a examinarnos mejor. Si éramos solidarios, optimistas, flexibles, generosos, el Covid-19 nos llevó a serlo aún más. Pero si ya descollábamos por egoístas, pesimistas, rígidos o tacaños… cada uno sabrá cómo se comportó durante este período.
  • Lo mismo ocurrió entre las comunidades y naciones. En aquellos países que ya afrontaban problemas de pobreza, recesión, desigualdad, xenofobia, inseguridad, intolerancia, racismo, brecha educativa o autoritarismo político, la pandemia potenció esos flagelos. Pero aquellos que ya eran innovadoras, que apostaban a la ciencia y la tecnología, que eran flexibles, vieron surgir nuevas oportunidades para prosperar.
  • Ese es uno de los motivos que explican Pausa 2. 25 referentes mundiales piensan cómo será nuestra nueva vida (Planeta), libro que reúne entrevistas a figuras muy disímiles publicadas en este diario. La diversidad de miradas ofrece una perspectiva más abarcadora, en un mosaico enriquecedor. Se trata de mujeres y hombres de edades muy dispares de Europa, las Américas, Medio Oriente y Asia, con vivencias, estudios y perspectivas muy variados.
  • Greta Thunberg es una estudiante adolescente, por ejemplo, mientras que Alain Touraine y Jane Goodall son nonagenarios con doctorados; algunos como Ángeles Mastretta cuentan cómo lidian con su miedo a morir, mientras que André Comte-Sponville plantea, orillando los 70 años, que le preocupa más el futuro de sus hijos y de sus nietos que su propia salud. Y la visión del chino Yanzhong Huang, una de las mentes más lúcidas sobre los desafíos de la salud global, es muy diferente de la de Tawakkol Karman, la “Madre de la Revolución” en Medio Oriente, hoy en el exilio.
  • Todos son figuras globales y reconocidas por motivos muy distintos. Hay sociólogos, activistas, emprendedores, escritores, sociólogos, educadores, primatólogos, periodistas, psicólogos, abogados, neurocientistas, politólogos, exjefes de Estado, chefs, historiadores y filósofos.
  • “Toda crisis es una oportunidad” es una frase remanida que la analista Michele Wucker nos invita a reformular: “Una crisis es algo terrible de desperdiciar”. Si ya estamos en el baile, ¿qué podemos extraer que nos sea útil y beneficioso? ¿Qué podemos –y debemos– aprovechar?
  • Avancemos otro paso con las preguntas, que a menudo resultan más enriquecedoras que las respuestas fáciles. La expresidenta de Finlandia Tarja Halonen plantea: “Lo que estamos viviendo ahora es un entrenamiento para el futuro”. Si es así, ¿qué enseñanzas y herramientas podemos extraer de estos casi dos años de pandemia que nos resulte útil para nuestras vidas?
  • Cambiar no es fácil. Pero la pandemia significó un replanteo de las reglas de juego que nos puede ayudar a modificar nuestras prácticas laborales, nuestros métodos educativos, nuestros hábitos de consumo, nuestras costumbres sociales y mucho más.
  • La científica rusa Sonja Lyubomirsky sabe de eso. Con décadas encima estudiando la conducta humana, tiene clara una premisa: “Sólo perdurarán los cambios en nuestras vidas que sean estructurales”. Es decir, profundos, sistémicos. ¿Estamos dispuestos a eso?
  • “La pandemia es un buen momento para pensar en lo que realmente importa”, remarca Daniel Goleman, que de inteligencia emocional sabe. “Lo que vivimos es una oportunidad para pensar en el significado y el propósito de nuestras vidas”.
  • si afrontamos desafíos que perdurarán durante años o, incluso, décadas, entonces los desafíos nos exceden. Involucran a nuestros hijos y nuestros nietos. ¿Qué mundo les estamos dejando, sabiendo que, como dice Fareed Zakaria, “esta pandemia es más global que cualquier evento que hayamos experimentado antes”?
  • Greta Thunberg recuerda que “debemos comenzar a tratar la crisis climática como una crisis y a tomar medidas para detenerla”. Y Jane Goodall se ilusiona: “La gente comienza a comprender que tanto la pandemia como el cambio climático son causados por nuestra absoluta falta de respeto al medio ambiente”.
  • El sociólogo francés Alain Touraine aborda otra arista que debemos replantearnos pensando en las siguientes generaciones. Plantea que debemos “retornar a una democracia donde se dé la prioridad a la sociedad civil por encima de los Estados”. Pero, ¿estamos priorizando a las personas y, en particular, a los que más necesitan ayuda? O dicho de otro modo, cuando llegue nuestro final, ¿habremos dejado un mundo –el que nos rodea en lo inmediato– mejor que el que nos recibió?
  • La pandemia nos deja tareas pendientes que nos tienen como protagonistas en beneficio o perjuicio de quienes más amamos. “Si no actuamos ahora”, alerta el Nobel de la Paz Kailash Satyarthi, “les habremos fallado a nuestros hijos en el momento en que más nos necesitan”.
  • Confío, pues, que esta segunda serie de entrevistas nos ofrezca otra oportunidad para reflexionar sobre lo que vivimos y lo que se avecina. Porque afrontamos una nueva oportunidad. Y depende de nosotros. Así lo plasma la poetisa nicaragüense Gioconda Belli:
  • “Porque mientras quede uno
  • dispuesto a salvar a otro
  • no se rendirá la vida
  • la ciudad
  • la humanidad
  • y bajo un cielo lavado
  • habrá que recomenzar”.

EL TEMA DE LA CONFIANZA

  • Fareed Zakaria- Definió los confinamientos masivos como “una señal de fracaso”. ¿Por qué? –Lo comprendí tras dialogar con el vicepresidente taiwanés. Taiwán probablemente obtenga la medalla de oro por su manejo del Covid-19. Con 24 millones de habitantes registró siete muertes. El estado de Nueva York, donde vivo, tiene 19 millones de personas y registró casi 4000 muertes por Covid-19. La tasa de mortalidad por esta pandemia en Estados Unidos es 2000 veces mayor per cápita que la de Taiwán, aunque los taiwaneses gastan en atención médica un tercio de lo que gasta Estados Unidos. Es un éxito asombroso. La clave es aislar a los contagiados, por lo que no se trata solo de testear, ni rastrear quiénes están potencialmente infectados, sino aislarlos. Al hacerlo de manera inteligente, el otro 99 por ciento de la población pudo continuar con sus actividades como siempre. Taiwán nunca ordenó un bloqueo general de ningún tipo. Corea del Sur y Singapur, tampoco. Por el contrario, es fascinante ver cómo no hemos tenido la disciplina en Occidente para hacer esto. Requiere un gobierno muy inteligente, que actúa temprano, y cierta confianza entre el gobierno y la gente. Ese es un problema en el mundo occidental: hemos perdido esa confianza en el gobierno.
  • –¿Cuáles son las preguntas que deberíamos hacernos ahora?
  • –La pregunta fundamental es cuál es el equilibrio correcto entre velocidad y estabilidad, velocidad y protección, velocidad y algunas redes de seguridad, cuando por ejemplo desregulamos masivamente las finanzas globales. Recordemos cuántas crisis económicas hemos tenido desde la década de 1990, cuántas crisis geopolíticas como el 11 de septiembre, cuántas crisis naturales. Tenemos un mundo muy inestable, que se mueve muy rápido. Me preocupa que la próxima sea la crisis climática.
  • Daniel Goleman.”Es el momento de pensar en lo que importa” “Sentido de propósito”. Es decir, para qué vivimos, para qué trabajamos, cuál es nuestro objetivo profundo, real, que nos moviliza. Ese, puede decirse, es el objetivo que en estos tiempos de coronavirus y crisis nos invita a buscar Daniel Goleman, el psicólogo que está por alcanzar un hito. El libro que cambió su vida, Inteligencia emocional, cumplió veinticinco años.
  • “La pandemia es un buen momento para pensar en lo que realmente importa”, dice Goleman desde las afueras de Nueva York. A los 75 años, encara nuevos proyectos y ayuda a quienes puede en estos tiempos complicados. En particular, al personal sanitario que afronta un estrés superlativo. “Me inquieta la resiliencia entre las personas más estresadas”, explica, mientras marca una distinción: aquellos que tienen un objetivo más allá de ellos mismos son más resilientes.
  • –Menciona la resiliencia. ¿Por qué es tan relevante en estos días? –Resiliencia significa qué tan rápido nos recuperamos de emociones como estar molestos, preocupados, ansiosos o temerosos Algunas personas son más resilientes y otras no lo son en absoluto. Una forma de saber que no eres muy resiliente es si te despiertas preocupado por algo en medio de la noche. Es una señal de que no puedes desconectarte de tus preocupaciones. Eso implica que hay una relación en el cerebro que debe fortalecerse. Le explico: la corteza prefrontal, es decir, justo detrás de la frente, es el llamado “centro ejecutivo” del cerebro. El lado izquierdo de la corteza prefrontal tiene un conjunto o circuito de células cerebrales que pueden inhibir o decir “no” a la activación del estrés. En las personas que son muy resilientes, ese circuito es aproximadamente tres veces más poderoso que en las personas que tienen una resiliencia muy baja. Pero hay formas de mejorar la resiliencia y la meditación generalmente es una forma de fortalecer ese circuito.
  • Cuáles son las preguntas que deberíamos hacernos ahora? –Una pregunta es ¿qué no estoy percibiendo? O ¿qué estoy ignorando? Al principio de la pandemia, pudo haber sido el riesgo que representaba el virus. Ahora puede ser la injusticia sistémica. ¿Por qué algunos no reciben el tratamiento adecuado? ¿Por qué otros sufren la injusticia económica? ¿Por qué la pobreza se transmite de generación en generación? ¿Cómo es que la forma en que vivo y lo que compro y uso está contribuyendo a la degradación de la vida en el planeta? Para mí, esas son las preguntas más interesantes.
  • JANE GOODALL “No podemos seguir así, ¿verdad?”, interroga la legendaria Jane Goodall desde su casa familiar en la campiña de Inglaterra. “A medida que salgamos de esta pandemia, tenemos que encontrar una nueva economía verde que no solo dependa del desarrollo económico. De hecho, no podemos tener un desarrollo económico global ilimitado en un planeta con recursos naturales finitos y una población en constante crecimiento”.
  • Octava persona –y primera mujer– en obtener un doctorado en la Universidad de Cambridge sin un título de grado previo, Goodall confía en que la humanidad se encuentra a tiempo de revertir su debacle. Pero eso, afirma, dependerá de cada uno de nosotros, incluso en estos tiempos de coronavirus. Y, en particular, de los jóvenes. Confía en ellos. “Parecen estar –dice– a la altura del desafío”.
  • –¿Qué es lo que más le preocupa de esta pandemia global? Mi mayor temor es que sigamos adelante como si nada, que continuemos con esta codiciosa destrucción de los recursos naturales del planeta. En ciertos lugares estamos consumiendo esos recursos más rápido de lo que la naturaleza puede reponerlos, mientras aumenta la población humana y todos aspiran al mismo estilo de vida insostenible que existe en el mundo desarrollado. Ahora somos 7200 millones de personas, se estima que para 2050 seremos 9700 millones. Tenemos que aliviar la pobreza, tenemos que reducir el estilo de vida insostenible del resto y tenemos que pensar cómo será el crecimiento de la población durante las próximas décadas.
  • –¿Hay motivos para la esperanza? –Sí. Los jóvenes parecen estar a la altura del desafío. Son muy decididos. No estoy hablando solo de marchar y exigir a los políticos y las empresas que instrumenten cambios. Me refiero a jóvenes, como los que se suman a nuestro “Raíces y Brotes”, que salen a plantar árboles y levantar basura, abordando el problema de la contaminación plástica. Se han levantado ante una desesperada necesidad y están llenos de entusiasmo y determinación.
  • Y otra razón por la que soy optimista es que muchos directores ejecutivos de grandes corporaciones están cambiando. En parte porque responden a la demanda de los consumidores, que han comenzado a mostrar una conciencia mayor sobre el cambio climático. Si la gente dice, “Bueno, no voy a comprar este producto porque se fabricó de una manera que daña el medio ambiente y aumenta el cambio climático”, eso hace que una empresa cambie. A eso se suma que muchos de estos directores ejecutivos tienen hijos, que les hacen planteos.
  • Lo mismo con los políticos que quieren impulsar una nueva “economía verde”, que se dan cuenta de que tenemos que invertir dinero y esfuerzo para abordar el cambio climático, para apoyar la energía renovable. Estos políticos más conscientes de los desafíos que afrontamos deberían empezar a marcar la diferencia. Y a esta se suma, claro, la resiliencia de la naturaleza. Hay lugares que hemos destruido por completo pero que pueden regenerarse.
  • MALVINAS- VISITA DE HUGO ALCONADA MON- https://www.youtube.com/watch?v=uCbnL5IsXeA Aprender de Grandes- https://www.youtube.com/watch?v=uCbnL5IsXeA Hace un tiempo, conversé con Hugo Alconada Mon y acá les comparto una parte de la conversación que me gustó mucho. Hugo es un periodista muy reconocido y premiado por hacer periodismo de investigación. ¡No se lo pierdan!

Episodio completo: https://youtu.be/k22H1xn4hRM


22.11.2022

No es una novedad que Hugo Alconada Mon es un periodista de investigación obsesivo. Mientras habla desde su casa, en la ciudad de La Plata, confiesa que tiene colgado un mapa cuadrado de 1,50 metros donde fue marcando cada puente, cada prostíbulo, cada laguna que existía en la ciudad a fines del siglo XIX.

  • Simultáneamente construyó una línea del tiempo para ir ordenando el recorrido de los personajes que protagonizan La ciudad de las ranas, su primera novela histórica, que acaba de publicar Planeta, en la que se zambulle, por primera vez, en las aguas de la ficción.
  • Luego de siete exitosos libros de investigación periodística, en los que se dedicó a desnudar la corrupción del kirchnerismo, hace cinco años tomó la decisión de repetir el salto que han dado muchos periodistas hacia la literatura. Tan bien le ha resultado este cambio de aires que admite ya estar trabajando en su segunda novela histórica, al mismo tiempo que tiene en marcha otro libro periodístico: imposible descuidar la actualidad argentina.
  • UN PANTANO LLENO DE RANAS
  • El germen de esta novela, que recrea la fundación de la ciudad de La Plata en el marco de las batallas políticas de la época, nació –cuenta Alconada Mon– cuando trabajó como cronista de la sección Información General para el diario platense El Día, desde 1999 hasta 2001.
  • El nombre de la novela alude a la expresión despectiva que tuvo el presidente Julio Argentino Roca hacia el proyecto de fundación de La Plata al que se había lanzado el gobernador bonaerense Dardo Rocha, con la intención de sucederlo al frente de la Casa Rosada. En 1880, el Congreso de la Nación había aprobado la federalización de la ciudad de Buenos Aires, y Rocha tenía la secreta intención de construir otra capital, La Plata, para convertirla en la capital nacional cuando fuera presidente y así devolverles Buenos Aires a los porteños.
  • La novela hunde su mirada en la rivalidad entre esos dos grandes políticos, al mismo tiempo que desarrolla la historia de los inmigrantes, principalmente italianos, que fueron la mano de obra que levantó la actual capital bonaerense. Como toda novela, la historia da vida a muchos personajes de ficción, y como toda novela histórica incluye también a caracteres reales como Julio V. Mansilla, Eduardo Wilde, José Ingenieros, el Perito Moreno, es decir, la Generación del ’80 en su momento de esplendor, cuando pensaba que estaban dando nacimiento a un país nuevo y moderno.
  • No es una novedad que Hugo Alconada Mon es un periodista de investigación obsesivo. Mientras habla desde su casa, en la ciudad de La Plata, confiesa que tiene colgado un mapa cuadrado de 1,50 metros donde fue marcando cada puente, cada prostíbulo, cada laguna que existía en la ciudad a fines del siglo XIX. Simultáneamente construyó una línea del tiempo para ir ordenando el recorrido de los personajes que protagonizan La ciudad de las ranas, su primera novela histórica, que acaba de publicar Planeta, en la que se zambulle, por primera vez, en las aguas de la ficción.

Luego de siete exitosos libros de investigación periodística, en los que se dedicó a desnudar la corrupción del kirchnerismo, hace cinco años tomó la decisión de repetir el salto que han dado muchos periodistas hacia la literatura. Tan bien le ha resultado este cambio de aires que admite ya estar trabajando en su segunda novela histórica, al mismo tiempo que tiene en marcha otro libro periodístico: imposible descuidar la actualidad argentina.

UN PANTANO LLENO DE RANAS El germen de esta novela, que recrea la fundación de la ciudad de La Plata en el marco de las batallas políticas de la época, nació –cuenta Alconada Mon– cuando trabajó como cronista de la sección Información General para el diario platense El Día, desde 1999 hasta 2001.

Hugo Alconada Mon (La Voz del Interior, Archivo) Hugo Alconada Mon: A los corruptos los pone locos la exposición “Fueron los días en los que más conocí sobre la ciudad”, dice, mientras se reconoce como un platense nacido y criado, hincha de Estudiantes, fiel seguidor de las filosofías futboleras bilardista y zubeldiana, y con una raigambre familiar local que se estira hasta sus bisabuelos.

La novela histórica de Hugo Alconada Mon, editada por Planeta. La novela histórica de Hugo Alconada Mon, editada por Planeta. El nombre de la novela alude a la expresión despectiva que tuvo el presidente Julio Argentino Roca hacia el proyecto de fundación de La Plata al que se había lanzado el gobernador bonaerense Dardo Rocha, con la intención de sucederlo al frente de la Casa Rosada. En 1880, el Congreso de la Nación había aprobado la federalización de la ciudad de Buenos Aires, y Rocha tenía la secreta intención de construir otra capital, La Plata, para convertirla en la capital nacional cuando fuera presidente y así devolverles Buenos Aires a los porteños.

La novela hunde su mirada en la rivalidad entre esos dos grandes políticos, al mismo tiempo que desarrolla la historia de los inmigrantes, principalmente italianos, que fueron la mano de obra que levantó la actual capital bonaerense. Como toda novela, la historia da vida a muchos personajes de ficción, y como toda novela histórica incluye también a caracteres reales como Julio V. Mansilla, Eduardo Wilde, José Ingenieros, el Perito Moreno, es decir, la Generación del ’80 en su momento de esplendor, cuando pensaba que estaban dando nacimiento a un país nuevo y moderno.

  • “La novela –dice Alconada Mon– tiene dos o tres niveles. Primero está el de la política, la vida pública y sus altas esferas. Toda esa parte es cien por ciento real, documentado. Consulté más de 200 libros y papers académicos, entrevisté a historiadores, antropólogos, arquitectos. Los diálogos que reflejo entre Roca y Rocha los tomé de la correspondencia que se escribieron entre ellos o que escribieron a terceros, pero aludiéndose. La batalla, la masacre, la quema de templos masónicos, la muerte de obreros, todo lo que cuento realmente pasó”.
  • “En otro nivel –continúa el autor– hay personajes que sí fueron reales, pero a los cuales les invento una historia. Por ejemplo, el escritor Edmundo De Amicis estuvo en La Plata, pero recreo los personajes con los que interactuó.
  • En un tercer nivel están los personajes que son completamente ficticios. Salvando las enormes distancias, intenté hacer algo parecido a lo que hicieron Félix Luna en Soy Roca y Tomás Eloy Martínez en Santa Evita: generar un relato en el cual el lector no tiene claro hasta dónde llega la realidad y hasta dónde alcanza la ficción”. TENGO EL OJO ENTRENADO PARA ESO”
  • –¿Hasta qué punto tu trabajo como periodista de investigación se refleja en la historia de la novela?
  • –Hay mucho de eso. Mucho de lo que he ido absorbiendo de la política argentina, la forma de moverse por detrás de los telones, los operadores judiciales, las trampas de campaña. Cuando abordo la fundación de La Plata y veo que los amigos del gobernador Rocha, mientras él construye la ciudad, le reforman su casa simplona y le arman un castillo rococó, obviamente pienso que son los amigos de la patria contratista que le devuelven la gentileza con la construcción de una casa.
  • Ver que el hermano de Roca, mientras él está en la Campaña del Desierto, es proveedor del Ejército…. y bueno, tengo el ojo entrenado para eso. Veía quiénes habían sacado los créditos en el banco oficial y me reía a carcajadas. Lo mismo cuando leía sobre la compra de periodistas, me cagaba de risa. No aprendemos más. Este libro abreva mucho en lo que he ido aprendiendo en estos años de periodismo.
  • No es una novedad que Hugo Alconada Mon es un periodista de investigación obsesivo. Mientras habla desde su casa, en la ciudad de La Plata, confiesa que tiene colgado un mapa cuadrado de 1,50 metros donde fue marcando cada puente, cada prostíbulo, cada laguna que existía en la ciudad a fines del siglo XIX. Simultáneamente construyó una línea del tiempo para ir ordenando el recorrido de los personajes que protagonizan La ciudad de las ranas, su primera novela histórica, que acaba de publicar Planeta, en la que se zambulle, por primera vez, en las aguas de la ficción.

Luego de siete exitosos libros de investigación periodística, en los que se dedicó a desnudar la corrupción del kirchnerismo, hace cinco años tomó la decisión de repetir el salto que han dado muchos periodistas hacia la literatura. Tan bien le ha resultado este cambio de aires que admite ya estar trabajando en su segunda novela histórica, al mismo tiempo que tiene en marcha otro libro periodístico: imposible descuidar la actualidad argentina.

UN PANTANO LLENO DE RANAS El germen de esta novela, que recrea la fundación de la ciudad de La Plata en el marco de las batallas políticas de la época, nació –cuenta Alconada Mon– cuando trabajó como cronista de la sección Información General para el diario platense El Día, desde 1999 hasta 2001.

Hugo Alconada Mon (La Voz del Interior, Archivo) Hugo Alconada Mon: A los corruptos los pone locos la exposición “Fueron los días en los que más conocí sobre la ciudad”, dice, mientras se reconoce como un platense nacido y criado, hincha de Estudiantes, fiel seguidor de las filosofías futboleras bilardista y zubeldiana, y con una raigambre familiar local que se estira hasta sus bisabuelos.

La novela histórica de Hugo Alconada Mon, editada por Planeta. La novela histórica de Hugo Alconada Mon, editada por Planeta. El nombre de la novela alude a la expresión despectiva que tuvo el presidente Julio Argentino Roca hacia el proyecto de fundación de La Plata al que se había lanzado el gobernador bonaerense Dardo Rocha, con la intención de sucederlo al frente de la Casa Rosada. En 1880, el Congreso de la Nación había aprobado la federalización de la ciudad de Buenos Aires, y Rocha tenía la secreta intención de construir otra capital, La Plata, para convertirla en la capital nacional cuando fuera presidente y así devolverles Buenos Aires a los porteños.

La novela hunde su mirada en la rivalidad entre esos dos grandes políticos, al mismo tiempo que desarrolla la historia de los inmigrantes, principalmente italianos, que fueron la mano de obra que levantó la actual capital bonaerense. Como toda novela, la historia da vida a muchos personajes de ficción, y como toda novela histórica incluye también a caracteres reales como Julio V. Mansilla, Eduardo Wilde, José Ingenieros, el Perito Moreno, es decir, la Generación del ’80 en su momento de esplendor, cuando pensaba que estaban dando nacimiento a un país nuevo y moderno.

“La novela –dice Alconada Mon– tiene dos o tres niveles. Primero está el de la política, la vida pública y sus altas esferas. Toda esa parte es cien por ciento real, documentado. Consulté más de 200 libros y papers académicos, entrevisté a historiadores, antropólogos, arquitectos. Los diálogos que reflejo entre Roca y Rocha los tomé de la correspondencia que se escribieron entre ellos o que escribieron a terceros, pero aludiéndose. La batalla, la masacre, la quema de templos masónicos, la muerte de obreros, todo lo que cuento realmente pasó”.

“En otro nivel –continúa el autor– hay personajes que sí fueron reales, pero a los cuales les invento una historia. Por ejemplo, el escritor Edmundo De Amicis estuvo en La Plata, pero recreo los personajes con los que interactuó. En un tercer nivel están los personajes que son completamente ficticios. Salvando las enormes distancias, intenté hacer algo parecido a lo que hicieron Félix Luna en Soy Roca y Tomás Eloy Martínez en Santa Evita: generar un relato en el cual el lector no tiene claro hasta dónde llega la realidad y hasta dónde alcanza la ficción”.

“TENGO EL OJO ENTRENADO PARA ESO” –¿Hasta qué punto tu trabajo como periodista de investigación se refleja en la historia de la novela?

–Hay mucho de eso. Mucho de lo que he ido absorbiendo de la política argentina, la forma de moverse por detrás de los telones, los operadores judiciales, las trampas de campaña. Cuando abordo la fundación de La Plata y veo que los amigos del gobernador Rocha, mientras él construye la ciudad, le reforman su casa simplona y le arman un castillo rococó, obviamente pienso que son los amigos de la patria contratista que le devuelven la gentileza con la construcción de una casa. Ver que el hermano de Roca, mientras él está en la Campaña del Desierto, es proveedor del Ejército…. y bueno, tengo el ojo entrenado para eso. Veía quiénes habían sacado los créditos en el banco oficial y me reía a carcajadas. Lo mismo cuando leía sobre la compra de periodistas, me cagaba de risa. No aprendemos más. Este libro abreva mucho en lo que he ido aprendiendo en estos años de periodismo.

Hugo Alconada Mon y el arte de entrevistar: “Una vez preparé 750 preguntas para Woody Allen”

  • –¿Cómo fueron las primeras reacciones que recibiste al dar el salto hacia la ficción?
  • –Sí, hubo cierta sorpresa. Mucha gente no lo esperaba. Yo la jugué de callado. Hay gente que no me imaginaba escribiendo ficción y me chicaneaba, me decía; “Al fin blanqueaste que siempre escribías ficción”, ja. Cada uno tiene que hacer su propio recorrido. Este lo estoy disfrutando más que los siete libros anteriores. Aun cuando fueron bestsellers y que hubo dos que fueron número uno en ventas en el país, debieron ser analizados por abogados, pasar un examen, porque no podés patinar con un dato ni correr riesgo de que te metan una demanda y te llamen a tribunales… Este libro fue puro disfrute. Las devoluciones de los lectores y las lectoras son increíbles, me quedo sorprendido.
  • –No vamos a spoilear el final de la novela, pero la historia termina en un lugar muy caro a algunos casos de la actualidad política nacional.
  • –Es nuestra cultura. El libro está lleno de datos reales. Pasé años leyendo cómo vivían los inmigrantes italianos en aquella época, analicé censos, balances contables, registros bancarios. Busqué y leí cartas de inmigrantes, leí sobre la historia de la moda argentina para saber cómo se vestía, tuve que aprender qué es un paletó, un miriñaque, qué tipo de carruajes había, qué se comía. Investigué a qué distancia llegaban los proyectiles de las armas que había, qué diferenciaba a un Mauser de otro. Fue un proceso de exploración y aprendizaje que para mí fue hermoso porque, en definitiva, habla de nuestros abuelos, de nuestros padres, de muchas de nuestras costumbres familiares, sobre la forma de educarnos. Todo eso viene de aquella época. La historia de la novela es sobre la fundación de La Plata, pero también habla de una cultura del trabajo, del esfuerzo, del sacrificio que hicieron miles de inmigrantes que nunca más volvieron a ver sus casas ni a sus familias. Esa cultura generó nuestra cultura.
  • –En alguna medida, tu novela es un homenaje a la ciudad. ¿Cuál ha sido el rol de La Plata en la historia argentina? Vista desde Córdoba, al menos, aparece como una urbe desdibujada, sin una identidad muy clara.
  • –La Plata es la ciudad que no fue, un proyecto trunco. Es el sueño de la Generación del ’80 que no se completó, que está pendiente. Es la ciudad que iba a ser el trampolín de Dardo Rocha a la presidencia, para mostrarse como el gran hacedor de la Argentina moderna. Roca detecta esa intención y se la impide, porque si no, era volver a reforzar la dicotomía entre Buenos Aires y las provincias, era haber sangrado en guerras para nada.
  • La Plata es la hermana ninguneada de la Gran Metrópoli. Quedó como un satélite más del Área Metropolitana de Buenos Aires y su identidad quedó desdibujada por su cercanía con Buenos Aires. Rocha llegó a la conclusión de que, si hubiera tenido que fundar de nuevo la ciudad capital, la habría llevado a un lugar más alejado, donde pudiera desarrollar una identidad propia. La Plata ha perdido parte de su razón de ser, su identidad, su entidad.Por eso algunos la denominan “ciudad dormitorio”. La impronta mayor que tiene es ser una ciudad universitaria. Cuando la política le quitó su apoyo, la educación le dio su razón de ser.

LA CIUDAD DE LAS RANAS

  • Un viaje en el tiempo hacia la ciudad mejor diagramada y más disputada del siglo XIX.

La Argentina de fines del siglo XIX pujó entre el orden y el colapso, el progreso y las revoluciones mientras buscaba consolidar una identidad política. La fundación de La Plata en 1882 concentró, en ese contexto, las ilusiones y disputas de un grupo de hombres al que se conocería como la Generación del 80, aunque sus principales figuras no se veían a sí mismas como un bloque. Lucharon por el poder, se espiaron, tejieron acuerdos transitorios y conspiraron cada día, unos contra otros, en medio de una tensión social que amenazaba con arrasarlo todo. Este es el país que retrata de manera precisa y sutil La ciudad de las ranas, con personajes estelares: Julio Roca; su aliado y rival, Dardo Rocha; Eduardo Wilde y la jovencísima Guillermina de Oliveira Cézar; Miguel Juárez Celman, Ramón Falcón, católicos y masones, y los inmigrantes italianos, los grandes y anónimos protagonistas de la construcción de una ciudad llamada a ser referencia mundial. Entre esos inmigrantes, un muchacho llamado Íñigo Rocamora se erigió en líder. La urbe que nacía moldeó su destino, entre un amor improbable, la Masacre de San Ponciano, los prejuicios de la clase dominante y la Batalla de Ringuelet. Hugo Alconada Mon ha escrito una novela histórica apasionante y contundente.


  • El amor clandestino de Julio Argentino Roca con Guillermina de Oliveira Cézar, la esposa de su mejor amigo
  • https://www.infobae.com/sociedad/2020/01/01/el-amor-clandestino-de-julio-argentino-roca-con-guillermina-de-oliveira-cezar-la-esposa-de-su-mejor-amigo/

  • De los amores de personajes políticos de nuestra historia, hubo uno secreto que trascendió lo privado y se transformó en una pasión comentada y murmurada a media voz. Fue el que mantuvieron el político con la esposa del prestigioso médico y sanitarista Eduardo Wilde, íntimo del militar y quien siempre se comportó como si nada pasara
  • A Julio Argentino Roca se le conocieron varios romances. Cuando contaba 26 años dejó embarazada a Ignacia Robles, luego de “secuestrarla” durante una semana porque la futura suegra no quería saber nada de la relación. Fruto de ese fugaz idilio, nacería Carmen, que años después se le aparecería en su casa. El mayordomo le dijo a Roca: “Hay una mujer que dice que es su hija, y la verdad es que es igual a usted”. En el velorio del ex presidente era fácilmente distinguirla, era la que lloraba desconsoladamente. “Es una hija de papá”, explicaba otra de sus hijas.
  • A su esposa, la cordobesa Clara Funes, la conoció cuando estuvo destinado al sur de Córdoba en la lucha contra el indio Roca. Tuvieron seis hijos: un varón, Julio, quien sería vicepresidente de Agustín P. Justo y cinco mujeres. Clara fallecería muy joven, a los 36 años.
  • Roca tenía un entrañable amigo, Eduardo Faustino Wilde, a quien conocía desde sus tiempos de pupilos en el Colegio Nacional de Concepción del Uruguay, dirigido por el francés Alberto Larroque.
  • Guillermina María Mercedes de Oliveira Cézar y Diana había nacido en Montevideo el 25 de junio de 1870. Había estudiado en el Colegio Americano, donde trabajaba la irlandesa Mary Elizabeth Conway, una de las maestras que había traído Domingo Faustino Sarmiento.
  • Wilde aceptó la propuesta. Convertido en una figura por demás impopular para la iglesia, debió sortear otro escollo. Cuando fijó 1885 como fecha para su matrimonio con la jovencísima Guillermina, de tan solo 15 años, la iglesia no lo quiso casar. Es que además era un abierto ateo y un masón.
  • Fue el propio Roca el que decidió cortar la relación. Nombró a su viejo amigo, que estaba a cargo del Departamento Nacional de Higiene como ministro plenipotenciario primero en Estados Unidos y luego en Bélgica y Holanda
  • Guillermina permaneció en Europa y luego de un tiempo prudencial, regresó a Buenos Aires. No tuvo hijos. En 1920, siendo presidenta del Comité Central de Damas de la Cruz Roja, impulsó la creación de las escuelas de enfermería. Una de sus hermanas, Angela, alcanzaría notoriedad por haber sido una de las principales promotoras de la erección del monumento al Cristo Redentor, en Mendoza, que fue inaugurado el 13 de marzo de 1904.
  • Guillermina falleció a los 66 años en la ciudad de Buenos Aires el 29 de mayo de 1936. Y se llevó consigo una historia de amor, de esas que no se repiten.


  • u padre la ofreció en matrimonio sin rodeos y con éxito. “¿Por qué no se casa con una de mis hijas?”, le dijo a uno de los prominentes personajes de la generación del 80: Eduardo Wilde, célebre médico higienista, amigo y ministro de Roca, mentor de la salubridad en Buenos Aires y propulsor de la enseñanza laica y el matrimonio civil.

Wilde era viudo y tenía 42 años. Guillermina era una adolescente de 15. El padrino de la boda fue el presidente Julio Argentino Roca y los testigos Carlos Pellegrini y Victorino de la Plaza.

La indiferencia inicial de Roca hacia aquella adolescente cambió cuando el matrimonio volvió de Europa después de una estadía de diez años. Ella tenía 25 años y el 52 cuando iniciaron un extenso romance que tomó estado público y fue “la comidilla” de la sociedad porteña ante la pasividad de Wilde. La revista “Caras y Caretas”, con caricaturas en su portada, certifica la publicidad que alcanzó aquel vínculo.


  • Una escueta biografía de Guillermina indica que se interesó por la asistencia social de las minorías desfavorecidas y que al año siguiente de aquel episodio de las alhajas creó una escuela de enfermeras. También integró la Sociedad de Beneficencia e hizo publicar las obras completas de Wilde, cuyos derechos donó a la Universidad de Medicina para destinarlo a un premio anual.
  • https://www.lacapitalmdp.com/la-residencia-marplatense-de-la-amante-de-roca-y-aquel-asunto-de-las-alhajas/

  • En la sesión del seis de mayo de 1920, el consejo Supremo de la Institución, autorizo al Comité Central de Damas, presidido por la Sra. Guillermina Oliveira Cezar de Wilde, para instalar Escuelas de Enfermería, dando así lugar a la creación, en el tiempo, de 37 Institutos Escuela diseminados en todo el territorio nacional.

EnciclopediaRelacionalDinamica: HugoAlconadaMon (última edición 2023-05-15 20:37:51 efectuada por MercedesJones)