El libro de Bergoglio y la malignidad de los objetos inanimados

¿Será que los libros se esconden con sabiduría?

Es mi costumbre husmear entre los libros, mirar sin fijar demasiado la vista y pasear sin apuro entre las mesas de las librerías. Los libros aparecen en mi vida en el momento justo en que los tengo que leer. Aunque resulte medio delirante -lo asumo- tengo la sensación de que los libros me llaman. Me pasa muy a menudo en la Editorial Claretiana que tiene una libreria en una esquina de Buenos Aires, Paraguay y Rodrigez Peña.

También se esconden cuando los busco desesperadamente. Recuerdo que mi abuelo hablaba de "la maldad de los objetos inanimados". Pero, en el caso de los libros creo que tienen una sabiduría mayor que la mía y la ejercen. No aparecen cuando lo que necesito son otras ideas o experiencias, luego los encuentro en el momento menos pensado. Ya estoy acostumbrada y como dije, le encontré una explicación satisfactoria asociada a la frase de mi abuelo. Pero, también acepto que se pueda pensar que estos encuentros y desencuentros, con libros, ideas y autores, sean simplemente el resultado de un mal sistema de orden en mis bibliotecas.

En fin, sea cual sea la perspectiva, los encuentro en el momento justo, los pierdo en el momento apropiado. Esto fue lo que me pasó con un libro del Cardenal Jorge Mario Bergoglio:La nación por construir. Utopía, pensamiento y compromiso, del año 2005. Lo encontré causalmente en la librería de las Claretianas, cuando no estaba buscando nada en particular pero fue muy importante para desanudar algunas borrosidades en mi tesis de doctorado, luego desapareció estratégicamente de mi vista por varios años y ahora está en mis manos de nuevo. Por eso, y antes de que el libro inicie alguna otra travesía, quiero dejar registradas varias de sus ideas. El libro vuelve en un momento muy especial de mis interrogantes respecto de nuestro país, Argentina y cuando el Cardenal Bergoglio es nuestro Papa Francisco.