El libro de Bergoglio y la malignidad de los objetos inanimados
¿Será que los libros se esconden con sabiduría?
Es mi costumbre husmear entre los libros, mirar sin fijar demasiado la vista y pasear sin apuro entre las mesas de las librerías. Los libros aparecen en mi vida en el momento justo en que los tengo que leer. Aunque resulte medio delirante -lo asumo- tengo la sensación de que los libros me llaman. Me pasa muy a menudo en la Editorial Claretiana que tiene una libreria en una esquina de Buenos Aires, Paraguay y Rodrigez Peña. También se esconden cuando los busco desesperadamente. Recuerdo que mi abuelo hablaba de "la maldad de los objetos inanimados". Pero, en el caso de los libros creo que tienen una sabiduría mayor que la mía y la ejercen. No aparecen cuando lo que necesito son otras ideas o experiencias, luego los encuentro en el momento menos pensado. Ya estoy acostumbrada y como dije, le encontré una explicación satisfactoria asociada a la frase de mi abuelo. Pero, también acepto que se pueda pensar que estos encuentros y desencuentros, con libros, ideas y autores, sean simplemente el resultado de un mal sistema de orden en mis bibliotecas. En fin, sea cual sea la perspectiva, los encuentro en el momento justo, los pierdo en el momento apropiado. Esto fue lo que me pasó con un libro del Cardenal Jorge Mario Bergoglio:
La nación por construir. Utopía, pensamiento y compromiso
Este libro surge como material introductorio para la reflexión en la VIII Jornada de Pastoral Social. Dice Bergoglio: Recorrí las cosas que, sobre el tema he escrito en estos siete años de Arzobispado y escogí algunos textos organizándolos según los lineamientos propuestos dándoles una textura esquemática: utopía, pensamiento, compromiso. De ahí los capitulos: 1) Un pensamiento que tenga memoria de las raíces. 2) La utopía de refundar nuestros vínculos sociales. 3) Creatividad y compromiso para construir nuestra Nación.
Un pensamiento que tenga memoria de las raíces
Al comenzar se nos pide anchura de corazón, una mirada amplia que una el presente desde la memoria de las raíces y que se dirija al futuro, donde maduren los frutos de una obra. Algo así como la mirada del caminante que verifica dónde está, de dónde viene y hacia dónde va. Una mirada que hace el camino.
- Crisis y encrucijada
El presente es un momento de crisis global y complexiva. La naturaleza de la crisis es global porque comprende una hermenéutica, una forma de entender la realidad.