Consejo de la Magistratura Orgulloso de quienes trabajan a diario para sostener el Estado de Derecho, preservando y honrando la independencia del Poder Judicial. ¡Feliz día!

Tiene a su cargo «… la selección de los magistrados y la administración del Poder Judicial» pero no ejerce funciones del Poder judicial. (Art. 114 CN). Es un órgano colegiado, representativo de diversos sectores del poder público, entre cuyas funciones se cuentan:

Fueros Dentro del Poder Judicial de la Nación se encuentran distintos fueros, los cuales funcionan separadamente unos de otros. Estos fueros están dados, en general, en razón de la materia. Así tenemos fuero civil, fuero comercial, fuero penal, fuero laboral, contencioso-administrativo federal, etc. Dentro de cada fuero actúan los Juzgados de Primera Instancia y las Cámaras de Apelaciones. Estas Cámaras son Tribunales que revisan lo actuado en Primera Instancia, se dividen en «Salas» y son tribunales pluripersonales.

CONCURSOS PARA LA ELECCIÓN DE CANDIDATAS Y CANDIDATOS

Algunos de los defectos del esquema de los concursos, que desalientan la participación son:

Estos puntos provocan la existencia de una cadena de favores dentro de una estructura piramidal como la judicial, la cual, a su vez, genera subordinación entre los ingresantes a la Magistratura y sus superiores, atentando contra su independencia interna.

Por otra parte, hay que poner el ojo en la difusión de las convocatorias y la participación de amplios sectores sociales, incluso aquéllos que están alejados de las grande urbes. Todo esto porque si la selección es limitada, también lo será la cosmovisión que los/as ingresantes a la magistratura tengan sobre la realidad. Para dar un ejemplo, si solo se postulan candidatos de sectores con un alto poder adquisitivo, estaremos construyendo una justicia con un sesgo clasista o, al menos, con una cierta inclinación a compartir una visión de las cosas con los sectores más ricos de la sociedad y sus representantes políticos. Vale la pena recordar aquí que la denunciada sintonía o complicidad entre los sectores conservadores de la política y el Poder Judicial, no se da tanto por una vinculación espuria o de corruptela entre dichos sectores; sino más bien porque ambos comparten una misma mirada de la sociedad y de los conflictos de intereses en su interior.