Mercedes Iacoviello

microcuento genial: “Y al despertar, el dinosaurio todavía estará allí” (Cortázar Velarde, 2020). El “día después” nos enfrentará, como gestores públicos, a las viejas deudas históricas de nuestras administraciones públicas. El dinosaurio no es el estado, que bien se ha probado resulta crucial para transitar crisis globales como la que azotó el planeta. Pero sí sus déficits de capacidad, especialmente para la implementación de políticas públicas.

2020).

de 2019, resaltó en las presentaciones la tensión entre las posibilidades de mejora de la gestión gubernamental a partir del avance tecnológico y la amenaza directa que implica sobre el empleo en general y sobre el empleo público en particular. Coexisten así dos perspectivas en contraste: la fascinación por las posibilidades de la automatización y la agilización de las respuestas hacia la ciudadanía, y el miedo a un futuro incierto donde no parece haber cabida para el trabajo asalariado como principal fuente de sustento (Iacoviello, 2019) Allí se ubica precisamente el dilema que planteara Francisco Longo en una de las conferencias plenarias del Congreso: los estados necesitan simultáneamente promover el avance tecnológico y proteger a la ciudadanía de sus posibles impactos negativos.