No te des por vencido ni aun vencido... Poema de Almafuerte (*)

Si te postran diez veces, te levantas

otras diez, otras cien, otras quinientas;

no han de ser tus caídas tan violentas

ni tampoco, por ley, han de ser tantas.

Con el hambre genial con que las plantas

asimilan el humus avarientas,

deglutiendo el rencor de las afrentas

se formaron los santos y las santas.

Obcecación asnal, para ser fuerte,

nada más necesita la criatura,

y en cualquier infeliz se me figura

que no mellan los garfios de la suerte ...

¡ Todos los incurables tienen cura

cinco minutos antes de su muerte !

¡ PIU AVANTI !

No te des por vencido, ni aún vencido,

no te sientas esclavo, ni aún esclavo;

trémulo de pavor, piénsate bravo,

y acomete feroz, ya mal herido.

Ten el tesón del clavo enmohecido

que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;

no la cobarde estupidez del pavo

que amaina su plumaje al primer ruido.

Procede como Dios que nunca llora;

o como Lucifer, que nunca reza;

o como el robledal, cuya grandeza

necesita del agua, y no la implora...

Que muerda y vocifere vengadora,

ya rodando en el polvo, tu cabeza !

¡ MOLTO PIU AVANTI !

Los que viertan sus lágrimas amantes

sobre las penas que no son sus penas;

los que olvidan el son de sus cadenas

para limar las de los otros antes;

los que van por el mundo delirantes

repartiendo su amor a manos llenas,

caen, bajo el peso de sus obras buenas,

sucios, enfermos, trágicos, sobrantes.

¡Ah! Nunca quieras remediar entuertos;

nunca sigas impulsos compasivos;

ten los garfios del Odio siempre activos

y los ojos del juez siempre despiertos...

y al echarte en la caja de los muertos,

menosprecia los llantos de los vivos !

¡ MOLTO PIU AVANTI ANCORA !

Esta vida mendaz es un estrado

donde todo es estólido y fingido,

donde cada anfitrión guarda escondido

su verdadero ser tras el tocado:

No digas tu verdad ni al más amado,

no demuestres temor ni al más temido,

no creas que jamás te hayan querido

por más besos de amor que te hayan dado.

Mira cómo la nieve se deslice

sin una queja de su labio yerto,

cómo ansía las nubes del desierto

sin que a ninguno su ansiedad confíe:

Maldice de los hombres, pero ríe;

vive la vida plena, pero muerto.

¡ MOLTISIMO PIU AVANTI ANCORA !

Si en vez de las estúpidas panteras

y los férreos, estúpidos leones,

encerrasen dos flacos mocetones

en la frágil cárcel de las fieras:

No habrían de yacer noches enteras

en el blando pajar de sus colchones,

sin esperanzas ya, sin reacciones,

lo mismo que dos plácidas horteras;

Cual Napoleones pensativos, graves,

no como el tigre sanguinario y maula,

escrutarían palmo a palmo su jaula,

buscando las rendijas, no las llaves...

Seas el que tú seas, ya lo sabes:

a escrutar las rendijas de tu jaula !

¡ VERA VIOLETA !

En pos de su nivel se lanza el río

por el gran desnivel de los breñales;

el aire es vendaval, y hay vendavales

por la ley del no fin, del no vacío;

la más hermosa espiga del estío

ni sueña con el pan en los trigales;

el más dulce panal de los panales

no declaró jamás: yo no soy mío;

y el sol, el padre sol, es raudo foco

que fomenta la vida en la Natura,

por calentar los polos no se apura,

ni se desvía un ápice tampoco:

¡ Todo lo alcanzarás, solemne loco...

siempre que lo permita tu estatura !

LA YAPA

Como una sola estrella no es el cielo,

ni una gota que salta, el Océano,

ni una falange rígida, la mano,

ni una brizna de paja, el santo suelo:

tu gimnasia de jaula no es el vuelo,

el sublime tramonto soberano,

ni nunca podrá ser anhelo humano

tu miserable personal anhelo.

Qué saben de lo eterno las esferas ?

de las borrascas de la mar, las gotas ?

de puñetazos, las falanges rotas ?

de harina y pan, las pajas de las eras ?...

¡ Detén tus pasos Lógica, no quieras

que se hagan pesimistas los idiotas !

(*) Almafuerte es el seudónimo conocido de Pedro Bonifacio Palacios, que nació en San Justo, provincia de Buenos Aires, Argentina, en el año 1854. Se dedicó a la docencia durante la presidencia de Sarmiento, y causa de poemas en contra del gobierno fue destituido de su cargo. Entre sus obras importantes están: Evangélicas (1918), Poesías (1918) y Discursos (1919), todas publicas luego de su muerte en el año 1917 en Buenos Aires.

Plena vigencia: la cuna del resentimiento y la impunidad del poder. Mi perspectiva es bien diferente pero coincido en que hay que levantarse y seguir:

Si te postran diez veces, te levantas

otras diez, otras cien, otras quinientas;

no han de ser tus caídas tan violentas

ni tampoco, por ley, han de ser tantas. . MercedesJones