Norma Morandini Escritora y periodista. Columnista de los diarios La Nación y Clarin. Colabora con El País de España. Fue corresponsal de la prensa extranjera. Realizó una cobertura especial sobre el Juicio a las Juntas Militares de Argentina para el diario brasileño O Globo. Por su labor periodística obtuvo varios premios. Fue diputada nacional de 2005 a 2009 y senadora nacional entre 2009 y 2015. Su labor legislativa estuvo dedicada a los Derechos Humanos y la Libertad de Expresión. Entre 2015 y 2019 dirigió el Observatorio de Derechos Humanos del Senado argentino. En 2011 fue candidata a Vicepresidente de la Nación. Es autora de varios libros.https://www.cadal.org/integrantes/Norma-Morandini/ --- * MI FAMILIA. mi hermano Néstor, Cristina, Lisy, que ya no está y mis padres. No hay nada más intimo que el dolor. Mi madre estaba mirando la TV cuando asumían Néstor y Cristina.¿Te das cuenta que tienen el mismo nombre que los chicos? El exilio me dio la posibilidad de una carrera y la profesión. Mi hermano era exuberante, alegre, mi hermana tenía dificultades en la cadera. Fueron tirados al río en los vuelos de la muerte. * PARQUE DE LA MEMORIA. 23 y 22 años tenían mis hermanos. ¿Qué hace uno con lo que le pasó? Como persona y como país. Este lugar es bello en lo que recuerda, te evoca recogimiento lo mismo que te trae todo sitio donde se conmemora una tragedia colectiva. La figura de Pablo Miguens, un chico de 14 años que desapareció de la artista Claudia Fontes lo hizo en el medio de las olas. Es una figura inquietante porque aparece o desaparece según el agua, el arte va a decir algo que no puede decir la historia, ni la ideología. Nadie puede imaginar semejante monstruosidad. Que no vuelva a pasar, ese es el sentido del NUNCA MÁS. Mi hijo y mi nieto. * * 2011- Hermes Binner, candidata a la vicepresidencia. Soy social demócrata. Creo que las elecciones son una oportunidad donde no están en juego candidaturas sino que se pone en juego una concepción autoritaria del poder y una democracia que no termina de consolidarse. * NO BUSQUES AMISTAD EN LA POLÍTICA- La amistad con María Eugenia Estenssora. El daño que hace la ideología. Te priva de ver a las personas en la dimensión sagrada de la vida. Actuar fraternalmente. * Descolonizar el Saber - Boaventura de Sousa Santos dice que estamos en una época de preguntas fuertes y respuestas débiles y me resultó muy estimulante tu cita a SÁNDOR MÁRAI. Uno siempre responde con su vida entera a las preguntas más importantes. ¿Cuáles considerás que han sido las preguntas que has contestado de manera fuerte y cuáles pensás que todavía te faltan responder? * https://www.youtube.com/watch?v=Htza5fB1Nhg * https://podcasts.apple.com/us/podcast/entrevista-a-norma-morandini/id1437534303?i=1000469348426 * LAS MUJERES EN LA POLÍTICA- LOS MATRIMONIOS POLÍTICOS. La paridad en la política pero CHICAS SEAN MÁS REBELDES.dinastias politicas *Aprender la dirección de la historia, debe ser no perder la memoria. Canción. * El tener familiares desaparecidos te da autoridad de testigo no te da la superioridad de ponerte por encima de la ley y de decidir cómo vas a vivir sin tomar en cuenta al resto. * Se ha hecho una utilización política partidaria de los derechos humanos. Cuando las madres salieron a buscar a sus hijos no se preguntaban sobre la ideología. * 24 de marzo de 2004 sacaron el cuadro de Videla de la Esma.El 10 de diciembre es el día que asumen aquellas personas que son elegidas presidentes en la Argentina y es además el día internacional de los Derechos Humanos. Es raro que se celebre el 24 de marzo es como si en Alemania se conmemorara el día que asumió Hitler, o en España el de Franco. * Cuando se van agregando generaciones de personas que no han tenido miedo, que no saben lo que es un desaparecida. Los jovenes ni saben quién era Videla. no se puede negar el horror, no se puede poner un feriado (fiesta) donde nadie ya sabe qué paso, no hay recuerdo. Sacar un cuadro, sin mostrar el vídeo de lo que dice Videla sobre los desaparecidos no es algo positivo, los jovenes tiene que saber quién era Videla. * NARIANO DE VEDIA Y MITRE- "Corresponde a los que continúan viviendo la misión de decir a los que vienen cómo eran los que se fueron.No importa qe el testimonio adolezca de parcialidad o pasión, siempre que sea sincero y persiga nobles fines. + La Conadep del periodismo. Confundir la opinión con delito, ya es un tema anti-democrático. Cuando vos juzgas la opinión estas generando un proceso anti-democrático. El periodismo, mejor dicho la prensa, es escencial la democracia. Ser progresista es ser populista en nuestros paises. Nuestra cultura no es democrática. La democracia nos garantiza el derecho a decir. La democracia es una legalidad que te habilita a pensar desde la derecha o desde la izquierda. ¿Cómo es que los que fueron perseguidos, persiguen? * La declaración universal de los derechos humanos es una propuesta ética, son principios morales.Eleonora Roosvelt, tenemos que tomar en cuenta que es algo. * IRRESPONSABILIDAD Y VIOLENCIA POLÍTICA Horacio Gonzalez. Nunca más a la violencia política. Como fue tan zigzageante la estrategia política. Tenemos que tener en cuenta que la violencia no puede ser una opción política. Es irresponsable. Por eso,a mí me parece muy bien que la izquierda ocupa bancas en el Congreso, pero le pido a la izquierda que no se aprovechen de la generosidad de la democracia que no pide requisitos para la representación,para representar a otros, para después atentar contra la democracia. * LIBERTAD DE OPINAR DISTINTO SIN QUE SEA UN DELITO ¿Por qué yo he abrazado los derechos humanos? ¿Por qué yo he abrazado la democracia? porque es el único sistema que te garantiza la libertad.Acá pareciera que si invocás a los pobres, a los derechos humanos, a la dictadura eso te da la autoridad moral de convertir la opinión del otro en un delito. Te da derecho a ponerte por encima de lo que vos estás pensando o pensás de manera diferente. Es una concepción del poder anti-democrática. * LA MEDIACIÓN DE LA PRENSA. Le pregunté a Alberto Fernandez cuando era jefe de gabinete porqué habían sacado la intermediación de la prensa, donde delatan su concepción autoriraria. Ellos dijeron vamos a hacer atril, comunicación directa, es sacarte del medio. El creer en la manipulación permanente del periodismo sobre la gente revela que no creen en la capacidad discernimiento de las personas. Que sean las personas las que tengan el derecho de elegir el programa bailando o un programa político. * Sacar el cuadro es dejar la pared vacía para poder reescribir la historia * EL EUFEMISMO DE LOS DESAPARECIDOS. Eufememismo- el uso distorcionado de la palabra Frente al desaparecido es una incognita, es un desaparecido, no está, no existe, no tiene entidad. Nadie los ha visto morir entonces no existen. Le hace la pregunta el periodista José Ignacio López a Videla. Convertir en enigma el dolor. Las madres del pañuelo blanco que increpa a la dictadura para saber dónde están sus hijos. El pañuelo blanco las trasciende. Eso tenemos que honrar. Entiendo que cuando un gobierno hace entrar a las madres a la Casa Rosada, está muy bien que sea para honrarlas de manera colectiva. Pero, sin embargo, en esta confusión que tiene el Kirchnerismo entre Gobierno y Estado las honra desde lo partidario y se apropia y las utiliza como bandera del kirchnerismo. * Era un estigma el tener un desaparecido. * MEMORIA COMO LEGADO PARA LAS NUEVAS GENERACIONES No se le puede negar este conocimiento a las nuevas generaciones.Ahí se genera esta gran dificultad que tenemos en nuestro país en relación a la verdad, todo es un como sí * Nosotros somos tan desmesurados, tan buenos alumnos que como Kissinger le dijo a los militares que no podían llenar un estadio con los presos políticos como Pinochet en Chile, nosotros generamos campos de concentración. * Si hablas de demonio no estás tomando en cuenta que la violencia política fue algo de personas. Los militares no vieneron de otro planeta. * Los hijos corporizan a los desasparecidos. El derecho a la identidad. Nosotros también queremos conocer nuestro orígen. Nos falta tener una concepción más democracia de los derechos humanos. Las democracias se caracterizan por el respeto al derecho de las minorías. * La juventud peronista- montoneros ¿qué pasa general que está lleno de gorilas el gobierno polular? El tiempo brutal de Argentina con López Rega salian a cazar personas como los montoneros que aparecían acribillados a balazos en zanjas. * El hilo conductor de un pensamiento horrendo. No podemos negar esa historia. * https://www.google.com/books/edition/De_la_culpa_al_perd%C3%B3n/ZXWLiOhdvBMC?hl=es-419&gbpv=1&printsec=frontcover * Norma Morandini, en #HablemosDeOtraCosa, este viernes, a las 22, por @lanacionmas Con la dolorosa autoridad de tener dos hermanos desaparecidos, habla largo y tendido sobre los derechos humanos en la Argentina, a 44 años del comienzo de la última dictadura militar * Les paso info sobre Norma Morandini, nuestra invitada del martes próximo, un abrazo. AlejandroDrucaroff * https://www.cadal.org/integrantes/Norma-Morandini/ pequeño resumen de esta ONG de la cual es vicepresidente- Vicepresidente- Escritora y periodista. Columnista de los diarios La Nación y Clarin. Colabora con El País de España. Fue corresponsal de la prensa extranjera. Realizó una cobertura especial sobre el Juicio a las Juntas Militares de Argentina para el diario brasileño O Globo. Por su labor periodística obtuvo varios premios. Fue diputada nacional de 2005 a 2009 y senadora nacional entre 2009 y 2015. Su labor legislativa estuvo dedicada a los Derechos Humanos y la Libertad de Expresión. Entre 2015 y 2019 dirigió el Observatorio de Derechos Humanos del Senado argentino. En 2011 fue candidata a Vicepresidente de la Nación. Es autora de varios libros. * Biografía- * https://es.wikipedia.org/wiki/Norma_Morandini datos biográficos y otros interesantes Durante la época de la dictadura militar iniciada en 1976 debió abandonar el país —tiene dos hermanos detenidos-desaparecidos— y emigró a España, donde se desempeñó como periodista. Regresó a su país y cubrió el Juicio a las Juntas para el diario O Globo de Brasil y como una de las diez primeras corresponsales en el extranjero de la revista española Cambio 16.2​ * Realizó una amplia cobertura del caso de María Soledad Morales en la ciudad de Catamarca y posteriormente escribió un libro al respecto. Se integró al partido Frente Cívico, fue elegida diputada de la provincia de Córdoba para el período del 10 de diciembre de 2005 al 10 de diciembre de 2009 y en esta última fecha fue elegida senadora nacional por la misma provincia con mandato por seis años en la lista encabezada por Luis Juez. * El 11 de junio de 2011 el Congreso del Partido Socialista la proclamó como candidata a la vicepresidencia de la Nación, en la fórmula que encabeza el Dr. Hermes Binner para las elecciones presidenciales argentinas de octubre de 2011. Dicha candidatura se hizo en representación del Frente Amplio Progresista, agrupación creada y presentada públicamente en la Aiciudad de Buenosres en junio de 2011. Además de por el Partido Socialista, el Frente Amplio Progresista estaba formado por varias otras agrupaciones: Frente Cívico, Generación para un Encuentro Nacional, Buenos Aires Para Todos, Movimiento Libres del Sur, Corriente Nacional por la Unidad Popular y otros. * Al concluir su mandato como senadora en 2015 y al asumir Gabriela Michetti como vicepresidenta de la Nación, Morandini fue designada como directora del Observatorio de Derechos Humanos del Senado de la Nación, en reemplazo de la también exsenadora Elena Corregido.1​ * Opiniones * En La oscuridad como marca, Norma Morandini señala que si bien los golpes militares en América del Sur se basaron en la Doctrina de la Seguridad Nacional, sus diversas formas de encarar los conflictos sociales, políticos y económicos respondían a las tramas culturales de la sociedad de cada país. Morandini observa que la dictadura en la Argentina fue la más cruel en cuanto a los métodos de desaparición de todo lo disfuncional y, por otra parte, fue el país que sobresalió a la hora de condenar a los militares. Luego de preguntarse por qué solamente en Argentina hubo campos de concentración, Morandini se plantea: * «Si la represión es inherente al poder, la forma como se expresa desnuda el alma política de un país, esos aspectos escondidos debajo de la apariencia de normalidad. ¿Qué parte oscura proyectó la sociedad argentina en los campos de concentración?» La autora ve en el juicio a los represores el primer intento de romper con la soledad y el aislamiento al que fue sometida la sociedad durante el Proceso pero advierte que la revisión del pasado dictatorial requiere que se diluciden esas cuestiones. * En 2014, Morandini sostuvo que Argentina era el único país de Latinoamérica que tuvo desaparecidos.3​ * «Si hay algo que nos diferencia de las dictaduras del resto del continente sudamericano es que el nuestro es el único lugar en donde hubo desaparecidos, es el único lugar en donde hubo una maquinaria de terror donde se ocultó a los cadáveres precisamente para no dejar huellas y después decir que ahí no había pasado lo que pasó. Tendríamos que preguntarnos por qué no hubo desaparecidos en Chile, en Uruguay, en Brasil y sí los hubo en la Argentina.» Medios de comunicación * Televisión Ideó y condujo el programa Paradojas y Código N en Canal 7. En el año 2002 fue nominada al premio Martín Fierro a la «Mejor conducción periodística en televisión».[cita requerida] En 2001 ideó y realizó Operación Aries, un documental sobre los 25 años del golpe militar del 24 de marzo de 1976.[cita requerida] Columnista de TN, canal de noticias de Artear. Ideó y condujo el programa Temas & Debates, en TN, desde el inicio de la señal en junio de 1993 hasta 1999. Premio Broadcasting «Mejor labor periodística» 1993 en televisión de cable. * Periodismo gráfico Corresponsal sudamericana de la revista española Cambio 16 (1978-1998) Corresponsal del diario brasileño O Globo, cobertura especial del Juicio a las Juntas Militares de Argentina (1986-1987) Columnista de Rumbos, revista dominical de La Voz del Interior (Córdoba) y cuarenta diarios del interior de Argentina (2002-2005) Corresponsal de la revista portuguesa Visão de Portugal Corresponsal en Portugal de la revista Cambio 16 (1978-80) Corresponsal en Portugal del diario Correo Catalán (1978-80) Corresponsal de la agencia española Pyresa (1977-79) Escribió artículos en el diario O Estado de S. Paulo (Brasil) y las revistas Veja (Brasil), Visão (Portugal), Cojornal (Portugal) Fundó y dirigió la revista Mujeres & Compañía (1995-1996) Columnista del diario Clarín (1998-2006) Desde su regreso a la Argentina, sus artículos de opinión han sido publicados en los principales diarios y revistas del país. * Premios 1994: Premio ATVC al «Mejor Programa periodístico». Programa Temas & Debates. 1996: Premio Broadcasting al «Mejor programa periodístico de opinión». Programa Temas & Debates. 1997: Premio Atrevida. 1997: Premio Margarita de Ponce, otorgado por la Unión de Mujeres de la Argentina. 2000: Nominación al Premio Martín Fierro a la «Mejor conducción periodística». Programa Tierra de periodistas. 2013: Premio Pluma de Honor de la Academia Nacional de Periodismo.4​ * Obras ¿Algún cordobés?. Editorial del Boulevard, 2005. La gran pantalla. Editorial Sudamericana, 2000. El harén: árabes, poder y política en Argentina. Editorial Sudamericana, 1998. Catamarca. Editorial Planeta 1991. * Coautora de: Los treinta años del golpe. Editorial Homo Sapiens, 2006 (coautora). La política en consignas. Editorial Homo Sapiens, 2002 (coautora). Morandini, Norma (2006). La oscuridad como marca. Homo Sapiens Ediciones, Rosario. En Entre la sombra de la dictadura y el futuro de la democracia: Quiroga, Hugo y César Tcach (compiladores * https://www.google.com/books/edition/De_la_culpa_al_perd%C3%B3n/ZXWLiOhdvBMC?hl=es-419&gbpv=1&printsec=frontcover acá se pueden leer unas 20 páginas de su libro De la culpa al perdón * https://www.google.com/books/edition/La_mala_bestia/aVsZDQAAQBAJ?hl=es-419&gbpv=1&printsec=frontcover acá lo mismo de su libro La mala bestia (referido al Congreso de la Nación...) ---- * Norma Morandini y los Derechos Humanos: “¿Queremos seguir matándonos a perpetuidad?” Ex diputada y ex senadora, en su reciente libro "Silencios" retoma la desaparición de sus hermanos con preguntas dolorosas. Y dice que, en Derechos Humanos, el kirchnerismo congeló la Historia. Por Silvana Boschi 5 de Abril de 2022 * Norma Morandini quiere convertir los silencios en palabras, transformar lo no dicho en una conversación democrática. Dialogar sobre lo que pasó en los años 70: los horrores de la represión ilegal pero también la violencia previa. Hablar de los que sobrevivieron y los que no, de sus dos hermanos desaparecidos en la dictadura pero también de lo cotidiano (si es que lo cotidiano puede convivir con el horror) que se vivía en los centros clandestinos de detención. * Sabe, porque ya lo experimentó con otro libro, que esa demanda de diálogo deriva en falsas interpretaciones. Lo vivió hace veinte años cuando publicó De la culpa al perdón, un libro en el que reclamaba sobrevolar las intolerancias del pasado para construir una convivencia política. Desde su lugar de periodista primero, diputada y senadora después, Morandini recibió duras críticas y acusaciones de aquellos que pierden el foco en los grises y necesitan del mito y los relatos prefabricados. * Con Silencios, su nuevo libro que acaba de publicar Sudamericana -una especie de memoria autobiográfica o “memoria ruidosa sobre lo acallado”- Morandini retoma esa necesidad de una visión histórica sobre el pasado, denuncia la apropiación de los espacios de la memoria con fines políticos y se permite hablar sobre la necesidad y el deseo de entender cómo fue la vida de sus hermanos en esos últimos días que pasaron en la ESMA, recién después del silencio y la introspección forzada que impuso la pandemia. “La memoria histórica quedó congelada en un pasado al que no se puede ingresar por fuera del relato oficial”, señala. * “Si, como escribió Jorge Luis Borges, el prólogo es el tránsito entre el silencio y la voz, hice el camino inverso: después de mucho hablar, necesité callar. Hacer silencio para volver al principio, luego de años de pluma y tribuna, de textos para ser leídos en la prensa, en el recinto, en los platós de la televisión o en los micrófonos del decir público, vedados a las mujeres hasta no hace mucho tiempo”, señala Morandini en el comienzo de su libro. * En septiembre de 1977, los militares secuestraron en Buenos Aires a Cristina y Néstor, los hermanos menores de Norma de 20 y 21 años, ambos militantes de Montoneros. Nunca más los volvió a ver ni supo nada de ellos, hasta que muchos años después se enteró que habían estado presos en el centro clandestino que funcionó en la ESMA y que habían sido arrojados a las aguas del Río de la Plata en los llamados “vuelos de la muerte”. * “Mi silencio mayor fue animarme a hacer la pregunta de por qué mis hermanos no sobrevivieron” * Durante su estadía prolongada en Madrid, donde la sorprendió la pandemia y contrajo el Covid, Morandini tuvo el tiempo, el silencio y la necesidad de hacerse una pregunta sobre sus hermanos desaparecidos. “No quiero ofender los sobrevivientes, pero tengo derecho a la memoria. Mi silencio mayor fue animarme a hacer la pregunta de por qué mis hermanos no sobrevivieron”, asegura en la charla con esta cronista. * En su nuevo libro, Morandini hace un balance de los casi cuarenta años de democracia y se detiene en las idas y vueltas del proceso de comprensión histórica de la que fue la violencia de los 70. “El demonio es uno sólo, que es la violencia”, afirma. Y aborda a lo largo del libro, desde distintos enfoques, su desánimo por entender que el kirchnerismo “se ha adueñado de la memoria trágica”. * Como señala el historiador Loris Zanatta en el prólogo de la obra de Morandini, “la fábrica de mitos funciona a vapor, el estrabismo se erige en método histórico, la ‘verdad a medias’ en estrategia de poder. Los militantes armados se convierten en héroes idealistas, viejos funcionarios menemistas en centinelas de los derechos humanos. ¿El pacto montonero con el almirante Massera? Olvidado. ¿La ESMA convertida en comando político para hacer de él el nuevo Perón? También. ¿Las víctimas de la guerrilla? Igual. ¿Los muchachos enviados a muerte en la ‘contraofensiva revolucionaria’? Lo mismo”. “Los derechos humanos son una religión laica, nacen de las cenizas del nazismo” * -¿Cómo surge la idea de este libro, Silencios? * -Durante el confinamiento en Madrid empecé a leer el libro Ese infierno, de sobrevivientes de la ESMA, y se fue abriendo la necesidad de buscar lo cotidiano que vivieron mis hermanos. Se fueron cayendo velos sobre lo que pasó con ellos, pero nunca me animé a preguntarme esto. Y por disputas y rencillas políticas, no fui informada por la Justicia de algunas cosas que se fueron descubriendo sobre qué había pasado con mis hermanos. * -¿Por ejemplo? * -Por ejemplo, me enteré leyendo una nota del diario El País de Madrid que sus nombres estaban entre quienes fueron arrojados en los Vuelos de la muerte. La justicia no me lo había informado de esto, pese a mi búsqueda activa de todos esos años. Mucho tiempo después de los hechos me enteré también que mi hermana Cristina había sido vejada sexualmente. Pero no planifiqué este libro, me apareció en la pandemia, porque el silencio es siempre una invitación a escuchar y la memoria nos pertenece a todos. Puse en este libro memoria, lecturas, son memorias ruidosas, lo que tenemos callado. * En el prólogo, Zanatta refuerza esa idea de esa falta de un diálogo democrático que reclama la autora: “Años de silencios y años de palabras, de esperanzas y frustraciones, del Juicio a las Juntas de los ochenta a los indultos de los noventa y al revanchismo kirchnerista. Silencios que mutilan la historia, palabras que la manipulan, rituales que la violan, símbolos que se adueñan de ella, como si no fuera una herencia para meditar, sino un trofeo para exhibir, un relato para imponer, un artículo de fe”. ¨-En el libro usted señala que en los últimos años hubo una falsificación de la tragedia argentina, y que eso es otra forma de silencio. ¿A qué se refiere? * -Los derechos humanos son una religión laica, nacen de las cenizas del nazismo. En Argentina este tema venía procesándose este tema desde el retorno de la democracia, desde lo que significaron los testimonios del Juicio a las Juntas, pero la tragedia que introdujo el kirchnerismo fue que congeló la historia. * Porque si no explicás que hubo una violencia previa, no podés explicar qué hizo la dictadura. Tuvimos la palabra jurídica, esos cientos de testimonios sobre la represión, y había que hacer silencio, porque fue brutal. Pero en ese proceso de silencio no se construyó una palabra democrática, se pasó al grito, surgieron reacciones sobreactuadas. La apropiación de los derechos humanos ha tenido consecuencias. Pero quiero entender por qué hoy estamos mirándonos con odio, * ¿queremos seguir matándonos a perpetuidad? Este libro lo escribí para mí, para comprender. Ojalá podamos hablar, no me interesa el griterío, construir una conversación democrática En los años 90 la había. Después se detuvo. “Los desaparecidos, un número. Los nietos recuperados, un número. Las muertes causadas por la pandemia, también”. * -En el libro menciona también puntos en común entre el aislamiento que se sufrió durante la pandemia y el de la dictadura. ¿Cómo vivió eso? * -Sí, puede parecer excesiva la comparación, pero hay puntos en común: la apelación al temor, la desconfianza hacia el otro, la desinformación, la utilización política. Por ejemplo, las cifras de muertos y contagiados deshumanizaron la catástrofe, nos redujeron a un número. Los desaparecidos, un número. Los nietos recuperados, un número. Las muertes causadas por la pandemia, también. ¿No será que ese pasado no sanado se proyecta en el presente?. * En Silencios, Morandini señala: “A mí el COVID-19 me hizo mayor. Nunca antes había percibido de manera tan clara la finitud, las limitaciones y la ausencia de actividad. En el pasado, el ajetreo me había impedido reflexionar sobre la experiencia del fin de la vida. * Ahora podía entender, despojada de la soberbia de la juventud, el significado del texto de Marguerite Yourcenar en relación con los dos momentos cruciales de la existencia: cuanto más envejezco, yo misma constato que la infancia y la vejez no solo se juntan, sino que son también los dos estados más profundos que nos es dado vivir. La esencia de un ser se revela en ellos, antes o después de los esfuerzos, aspiraciones y ambiciones de la vida”. * -La ESMA aparece en su texto como un punto central del debate pendiente que propone. ¿Por qué? * -Porque ese campo, en el que estuvieron mis hermanos antes del ‘vuelo de la muerte’, el más tenebroso de los centros clandestinos de detención que tuvo la Marina, es -al mismo tiempo- el símbolo más opaco de la apropiación política de los derechos humanos que hizo el kirchnerismo. * Un sitio que quedó congelado como museo, sin un debate previo ni un código de ética como ocurrió con la implementación de los museos del Holocausto, donde se acordó que no iba a haber una utilización partidaria del tema. * Todo esto es lo que nos impide abrir un debate para deslindar las circunstancias históricas y acercarnos al significado de los comportamientos humanos en los tiempos de oscuridad. * -¿Comportamientos humanos? * -Tuve una madre de pañuelo blanco, Rosa Huespe, de Madres de Córdoba. Ellas abandonaron la soledad del aislamiento que impuso el terror, se instalaron en la plaza pública, en una manifestación sin antecedentes, conmovedora. Mi madre, que falleció en 2014, me había dicho sobre la lucha por los derechos humanos: ‘ahora hacen discursos’. * Creo que somos un país sin rituales compartidos, cada grupo con sus muertos, incapaces de reconocernos en el mismo dolor. Por ejemplo, con la construcción de un museo de Malvinas en la Esma, me pregunto: ¿los aviones que fueron a la guerra son distintos que los de los vuelos de la muerte? Esto es la apropiación de la que hablo en mi libro. Es una tristeza, y creo que hay que construir una historia completa, porque la falsificación de la historia es otra forma de silencio--- ------ * En el Espacio Ñ/Clarín * Norma Morandini en la Feria del Libro: “La pregunta perturbadora que me acompaña es por qué mis hermanos no están entre los sobrevivientes” * La intelectual cordobesa compartió una charla íntima con Matilde Sánchez, editora de Ñ, sobre su nuevo libro, “Silencios: Memoria ruidosa sobre lo acallado”. * “Cuando recién volvió la democracia, yo lloraba a veces sin motivo aparente. Y de pronto pude reconocer todo el dolor que tenía dentro, no sabía que estaba ahí. Yo detesto el concepto de ‘víctima’, porque cuando uno es víctima se pone por encima de los otros. Que mis dos hermanos estén desaparecidos, pasó con nosotros, pero le pudo haber pasado cualquier otra familia, porque es algo que le pasó al país”, dice la periodista, intelectual y escritora Norma Morandini en un diálogo abierto con Matilde Sánchez, directora de Ñ, en el espacio de la revista en la Feria del Libro. * Es el sábado 7, termina la jornada y fue el día con récord de asistentes a la Feria. Muchos estaban en el Espacio Ñ/Clarín, escuchando con atención y con el último libro de la ex legisladora cordobesa listo para pedirle una firma al terminar la charla. Es que ahora en abril llegó a las librerías Silencios: Memoria ruidosa sobre lo acallado, “una investigación familiar que a la vez lo es sobre la Argentina”, resume Sánchez. * Morandini indaga periodísticamente mientras reflexiona ensayísticamente sobre la desaparición en 1977 de sus hermanos Néstor y Cristina, secuestrados por la dictadura, torturados en la ESMA y asesinados en los Vuelos de la Muerte organizados por la Armada. Este es un tema que había eludido personalizar hasta ahora, que encontró el modo, su voz para sacarlo afuera. * “El joven necesita olvidar para vivir, y el viejo, narrar para no morir”, dice. Pero no se queda ahí, porque a partir de su historia familiar, en su libro Morandini también recorre casi cinco décadas de historia de la Argentina y sus coyunturas, poniendo énfasis en lo que se calla, lo olvidado, lo oculto, durante la democracia. * “Creo que callamos por miedo, pero también por amor, para no lastimar a nuestros seres queridos. Si mis padres estuvieran vivos, no podría haber escrito este libro”, explica y reflexiona: "Me lastima que como sociedad no seamos más benévolos con los tiempos para hablar, porque cada uno puede del modo que puede”. ¨La búsqueda * Norma Morandini nació en Córdoba, estudió Medicina, Psicología y Periodismo y en las vísperas del golpe militar de 1976 se mudó a Buenos Aires, donde trabajó como periodista hasta que el secuestro de sus hermanos menores la expulsó al exilio. Con el regreso de la democracia, cubrió el histórico Juicio a las Juntas para el diario O Globo de Brasil y desde entonces está involucrada en la defensa de los derechos humanos como integrante de Poder Ciudadano. * “Tener que narrar los hechos del que pasaba en aquel juicio me salvó en su momento de indagar más íntimamente. Aunque yo iba con las fotos de mis hermanos, y preguntaba, a la vez lo evitaba, porque no podía hablar sin quebrarme. Esto que escribí es para darle sentido al sacrificio. Es reciente poder hablar así en primera persona, porque ya puedo tomar distancia y mostrar el dolor sin pudor”, dice en esta charla tan íntima como pública titulada “Mis hermanos desaparecidos”. * Morandini también es autora, entre otros libros, de Catamarca (1991), donde desmenuza el caso María Soledad; y El harén (1998), los entretelones de Menem, Zulema, Seineldin y lo que subtitula como “Los árabes y el poder político en la Argentina". Son dos libros que, desde otros abordajes, también abordan lo callado y los silencios, tema que la atraviesa desde siempre, dice. En medio de su tarea como autora y periodista, * tras la debacle institucional de 2001, Morandini pasó a ocupar una banca legislativa. Fue diputada por Córdoba entre 2005 y 2009 y senadora hasta 2015, por el Frente Cívico de Córdoba, que forma parte de Juntos por el Cambio. “Acepté participar en lo político porque el cadáver que deja la dictadura es la política”, dice. También dirigió el Observatorio de Derechos Humanos del Senado de la Nación y en 2010 recibió la Pluma de Honor concedida por la Academia Nacional del Periodista y el premio a la trayectoria de la mayor organización de diarios de Argentina, ADEPA. * El año pasado, además, fue integrada a la Academia Nacional de Periodismo de Argentina. La gran pantalla (2000) es un análisis del periodismo televisivo desde Neustadt hasta Pergolini. Y entre otra publicaciones también está el ensayo ¿Algún cordobés?? (2005); De la culpa al perdón (2012), un relato en primera persona que invita a asumir responsabilidades del pasado para liberar a las futuras generaciones de rencores; y La mala bestia: El Congreso por dentro (2016). * En este último libro, Silencios, memoria ruidosa sobre lo acallado, Morandini no solo devela detalles de la organización industrial del cautiverio y la matanza clandestina en la ESMA entre 1976 y 1982, sino que abre preguntas y ensaya respuestas. * Al contar el caso de su familia, ahonda en cuestiones como qué circuitos permitían a unas pocas familias encontrarse brevemente con los detenidos, mientras otras lo desconocieron todo sobre el paradero de sus hijos y solo supieron lo que les ocurrió después del Juicio a las Juntas. “Para que la audiencia entienda o recuerde, hay que hacer un poco de historia”, interviene Sánchez y, junto a Morandini, recapitulan. En marzo de 1978, en París, Emilio Eduardo Massera tuvo una reunión con tres integrantes de Montoneros, uno de ellos Mario Firmenich y pactan, documento mediante, que no se realizará ningún atentado durante el Mundial de Fútbol en la Argentina. El entonces almirante le dio al jefe guerrillero una valija con un millón de dólares. * La diplomática Elena Holmberg, testigo de todo esto, al poco tiempo fue desafectada de sus funciones. Cuando regresó a Buenos Aires, el 20 de diciembre de 1978, la secuestraron en pleno centro porteño. “Hubo un pacto entre Massera y Firmenich, de eso no hay duda”, afirma Morandini. * “La pregunta perturbadora que me acompaña es por qué mis hermanos no están entre los sobrevivientes. Y no puedo asegurarlo, pero sí soy capaz de observar que quienes lograron salir con vida de la ESMA son Montoneros, y eso es parte de aquel pacto”, dice. * “Lo que pasa desde 2004 es otra cosa, no es un pacto, sino una reapropiación. Cuando Néstor Kichner ese 24 de marzo ordenó que se descolgaran los cuadros de Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone del Colegio Militar en El Palomar, es el presidente de la Argentina haciendo ese acto reparatorio para los argentinos. Pero cuando crea el Espacio Memoria y Derechos Humano en la ESMA ya no, ahí le habla a sus compañeros”, dice Morandini, que cuenta que la hace sentir “profanada” que haya asados y festejos ahí: “Debería ser un lugar de duelo, un memorial para la reflexión. No se puede simplificar la historia en videoclip”. * “Tengo la sensación de que este libro me fue escrito, porque son mis reflexiones de siempre”, dice y cuenta que al encontrarse en Madrid cuando comenzó el confinamiento pandémico, se vio obligada a pasar meses en un lugar rodeada de “gustos literarios” que no eran los suyos y eso le permitió “pensar sin muletillas sobre la propia experiencia”. * En su estadía, prolongada forzosamente, se embarcó en este ensayo: “Ese diálogo conmigo misma fue dando origen a este libro”. “Mi historia se confunde mucho con la del país. Por eso es que siempre tuve una obsesión con el tema de los derechos humanos. Y ahora, últimamente, lo que no dejo de pensar es por qué no podemos hacernos preguntas que contradigan la memoria oficial actual”, dice. * Y agrega, para cerrar: “Me protejo diciendo que es una reflexión colectiva, pero esta primera persona de la historia de mi familia fue una necesidad personal. Yo creo que en la vida personal, como en la colectiva, si uno no toma conciencia de lo que le ha pasada no se puede ir leve hacia el porvenir”. * Después de una hora de charla, el público se acerca a saludar a Morandini, que tiene tiempo para todos y, con quien le pida, se saca fotos. Finalmente, habla con Clarín y recapitula, * como corolario final: “Cuando veo gente con tanta certeza, que inclusive me agreden, íntimamente me imagino que les digo ‘Te cambio un poquito de mi dolor por tus certezas’. Porque es importante preguntarnos por qué nos pasó lo que pasó, qué hicimos para qué nos pasara". * Suma: "Yo sé que mis preguntas suenan ingenuas, pero si uno se considera un intelectual o tiene una vida con el privilegio de la libertad, lo mínimo que tenemos que hacer es tratar de indagar sobre las obsesiones. * Y las mías son ¿qué vamos a hacer con el pasado trágico?. Por lo pronto, puedo decir que he aprendido que el dolor es más fuerte que la ira. * Entonces, es mejor dar forma a la intimidad del dolor y no andar por la vida con enojo, despecho o resentimiento por lo que a uno le ha pasado”. * Pero, vos en el libro hablás de esperanza y la citas permanentemente a Hannah Arendt quien también habla de esperanza. ¿Podrías decirnos cuáles son tus ideas. cuáles son las imágenes que te generan esperanza? Norma Morandini: “Al confuso presente del país lo explica un pasado mal resuelto” En Madrid, donde la sorprendió la pandemia, la periodista y exlegisladora reflexionó sobre la violencia de los años 70 y el destino de sus dos hermanos desaparecidos; así nació Silencios, un libro a la vez íntimo y político 23 de abril de 202200:12 Adriana Balaguer PARA LA NACION Norma Morandini la definen las palabras. Las dichas y las escritas. Periodista de profesión, ha participado en política como diputada y senadora por su querida Córdoba. Ya no más. Ahora ha elegido retomar las palabras desde las páginas de un libro. La pandemia la sorprendió en España y allí se quedó, primero para sanar del Covid y después para curar su alma y reflexionar, escribir. Para contar su verdad de argentina y de hermana de Néstor y Cristina. Sí, así se llaman sus dos hermanos desaparecidos, detenidos en la ESMA y arrojados en los “vuelos de la muerte” durante la dictadura. Durante dos años trabajó en Silencios. Memoria dudosa sobre lo acallado, que acaba de publicar. Fue una “experiencia inédita”, cuenta. “Era estar todo el día dedicada a una sola situación”. Gracias a este proceso, supo qué quería decir. “Del silencio es de donde nace, por lo menos, la verdad personal”, dice. Y agrega: “Si se puede escuchar el propio silencio, las palabras salen después mucho menos contaminadas”. Tras esta experiencia creativa, su asombro por la forma en que los argentinos miramos la historia nacional de los últimos cuarenta años se agiganta: “Me impresiona que de un dolor tan profundo como el que ha pasado nuestro país, donde sin embargo no ha habido silencio, las palabras surjan tan cargadas de odio”. Podría haber existido un aprendizaje compasivo. Pero no: elegimos la grieta. ¿Por qué? “Ponemos mucha ideología y congelamos lo humano en el lugar de víctima o de verdugo”, señala Morandini, cuando en realidad “lo que conmueve es el sufrimiento humano, y entender que lo que pasó nos podría haber pasado a cualquiera”. Otra hubiera sido la historia si hubiésemos conseguido “ponernos en el lugar del otro”, dice. "¿Cómo se construye una convivencia democrática cuando tenemos un grupo de compatriotas que se han apropiado de la historia? Aquí el gobierno se apropia del Estado" Pero en este libro Morandini no habla solo de su historia familiar. También indaga en los silencios colectivos. En la apropiación de los derechos humanos y de la memoria. En el prólogo, el ensayista italiano Loris Zanatta afirma que la palabra de Morandini “no es una explosión de ira”, sino “una explosión de conciencia civil”, “pensamientos que sacuden coartadas y certezas”. Y que estas páginas representan “un gran aporte a la democracia”. –¿Cómo fue escribir sobre la Argentina a la distancia? –Cuando empezó la pandemia estaba en Europa porque se cumplían 75 años del fin de la Segunda Guerra Mundial y Alemania había preparado eventos para recordar esa fecha. Fui invitada a un congreso sobre la cultura de la memoria, en Dresde. Después me enfermé de Covid y llegó el aislamiento. El congreso fue muy conmovedor. Fue tomar conciencia de que las tiranías, la violencia política, las guerras civiles son las situaciones mas traumáticas que puede vivir una sociedad. Y además, en Dresde, una ciudad emblemática porque fue bombardeada por los aliados cuando la guerra casi había terminado. Observé que, a pesar de las diferencias, ellos pudieron resolver lo vivido de otra manera que nosotros. De hecho, crearon una comisión de historiadores para reflexionar, sin injerencia de la política. Además, viví una experiencia que me hizo pensar en cómo los argentinos no tenemos rituales. El día del aniversario del ataque, un 12 de febrero muy frío, empezaron a sonar las campanas de la catedral, que también fue bombardeada y que hoy es símbolo de la reunificación. Y de pronto, en la calle, alguien me tomó de la mano sin que yo viera su rostro, y yo tomé la mano de otro, y así se fue haciendo una gran cadena humana, con esas campanas de fondo. Yo lloraba, por ellos, pero también por nosotros, por esta falta de rituales compartidos. Los argentinos nos debemos ese abrazo de reconocimiento del dolor vivido. –¿Y por qué no lo tuvimos? Vivimos las desapariciones de la dictadura, Malvinas, dos atentados… –No nos identificamos en el dolor del otro. Ponemos mucha ideología y congelamos lo humano en el lugar de víctima o de verdugo. Cuando, en realidad, lo que conmueve es el sufrimiento humano, la toma de conciencia de que nos podría haber pasado a cualquiera. Es ponerse en el lugar del otro. –Y entonces, se quedó en España... –Había venido a este congreso y pasé por Madrid a ver a mi hijo, que vive allí. A los pocos días empecé con síntomas de Covid. Estuve confinada ocho meses. Preferí quedarme allá, donde apelaban a mi responsabilidad ciudadana y no sucedía lo que escuchaba que pasaba en la Argentina, donde las autoridades estaban con el Código Penal en la mano. El silencio y la soledad que me dieron esos meses afuera me ocuparon. No tuve necesidad de matar el tiempo, de hacer cursos, de mirar la televisión, de ver películas. Y de esos silencios salió un libro. –¿Hubo antes, entonces, una Argentina tóxica que demoró este libro? –Como a todos, esta Argentina me duele mucho. Hago una pregunta muy perturbadora: ¿qué queremos? ¿Seguir matándonos a perpetuidad? Creo que la forma odiosa e irrespetuosa en que nos tratamos demuestra que hay una parte importante de nuestro país que ignora lo que sucedió realmente en los años 70. En la medida en que no tomemos conciencia de eso estaremos a la deriva. Después está la forma en que una sociedad lidia con su pasado trágico. Me duele que haya una apropiación ideológica de lo vivido, que, en mi caso, supone además un dolor personal. No me gusta el papel de víctima. Nadie tiene que compensarnos por lo que hemos pasado. Todo esto nos ha pasado como país. Atropelló a mi familia, pero lo vivido fue un hecho colectivo. "Hoy llegan al Congreso personas que no creen en la democracia y que usan las bancas para atentar contra el sistema que les da fundamento" –Esa “forma odiosa en que nos tratamos” no es solo cosa del pasado. –Así es, pero si no vamos atrás no entenderemos lo que pasa hoy, porque no hemos curado el ayer. La democracia empezó de la forma más auspiciosa con el Juicio a las Juntas, había una evolución. Cuanto más te alejás del tiempo del terror, del tiempo del miedo, se van cayendo los velos y nos podemos ocupar de temas que no nos ocupábamos antes porque teníamos miedo. Pero llegó el kirchnerismo y peronizó la memoria. Se apropió de ella y dejó de ser un hecho colectivo. Porque una cosa es la memoria y otra cosa es la historia. Y la historia está parcializada. Si no se entiende la violencia que precedió al golpe militar, no se entiende el golpe militar. No estoy justificando. La teoría de los dos demonios ha sido superada. Uno repite que no se puede comparar la violencia del Estado con la violencia subversiva. Pero no se ha tomado conciencia de que a este pasado dramático lo tenemos que resolver entre todos. No con un grupo que se apropia de nuestra memoria y nos impone cómo tenemos que hablar, cómo tenemos que pensar. Así se vuelve a instaurar el silencio. Es dolorosísimo constatar que en nuestro país decir lo que se piensa es un acto de coraje, no de honestidad. En la medida que esto no esté sanado, no podremos avanzar. Es la conciencia, la responsabilidad que cada uno de nosotros tuvo. Al presente de la Argentina lo explica ese pasado mal resuelto. –¿Y cómo es este presente? –En la Argentina hay una confusión enorme en torno a qué es una democracia y las responsabilidades que tenemos todos en el cuidado de esa democracia. Incluso de aquellos que tienen que representarnos y no tienen tan claro por dónde pasa el cumplimiento de la Constitución. Hay un anónimo que yo repito: “Las constituciones son como chalecos de fuerza que se ponen las sociedades en momentos de lucidez para evitar momentos de locura”. Los derechos humanos como normativa nacen de las cenizas del nazismo. En Madrid asistí a una exposición muy perturbadora de fotografías sacadas por un fotógrafo nazi que no tenía ningún problema en mostrar el Holocausto. En la Argentina, en cambio, todo fue ocultado. Nadie vio morir al desaparecido. Entonces fue posible que dijeran “no están”, “están en el extranjero”. Ocultaron los cadáveres para que no hubiera crímenes. Por eso, hay una gran confusión, menor en el último tiempo. Es perverso convertir hechos en opiniones, en interpretaciones. Se va construyendo una realidad que no tiene nada que ver con la verdad de lo que sucede. –Hablemos del silencio. –Del silencio es donde nace, por lo menos, la verdad personal. De ese diálogo interior con uno mismo. Y si se puede escuchar el silencio propio, las palabras salen después mucho menos contaminadas. Por eso me impresiona que de un dolor tan profundo como el que ha vivido nuestro país, donde no ha habido silencio, las palabras estén tan cargadas de odio. La memoria es un hecho plural, tenemos que construirla entre todos. Desconfío de los que gritan, porque el que sufrió realmente hace silencio. Cuando veo algunas actitudes cargadas de odio, me dan ganas de decirles: “Les cambio un poquitito de sufrimiento por esa certeza que tienen”. Gracias a este libro, por primera vez me animé a preguntarme por los días de mis dos hermanos en cautiverio. Supe que habían sido arrojados en los vuelos de la muerte tardíamente. Nunca me animé hasta ahora a decir públicamente por qué ellos no sobrevivieron y otros sobrevivieron en la ESMA. Tengo muchos por qué, y tengo derecho a la memoria. Primero denuncié, cuando éramos muy pocos. Y después me pregunté, casi obsesivamente, por qué nos pasó esto. Ahora la pregunta es qué vamos a hacer con lo vivido. Cuando veo que hay tanta superficialidad, tanta banalidad, que se hacen celebraciones juveniles en el predio de la ESMA. Es como si profanáramos. Que las los familiares de las víctimas del Covid hayan tenido que llevar una piedra a la plaza pública para no ser olvidados evidencia que hay una corriente subterránea que nos va uniendo. Los hechos de hoy están íntimamente vinculados a los de ayer. ¿Por qué no tenemos rituales compartidos? No hay comunidad porque cada grupo va con sus propios muertos, sin reconocer la tragedia colectiva. Insisto: ¿queremos seguir matándonos a perpetuidad? Ya no es una grieta, se están cavando fosas muy profundas entre nosotros. ¿Cómo se construye una convivencia democrática cuando tenemos un grupo de compatriotas que se han apropiado de la historia? Entre nosotros hay una gran confusión entre Estado y gobierno. El gobierno se apropia del Estado, que somos todos. Se ha ido profundizando la creencia errada de que la democracia es solo un hecho electoral. Ganar una elección no da un cheque en blanco para hacer lo que se quiera. –¿Cómo vivió su familia la decisión de hacer pública la forma en que desaparecieron sus hermanos? –A Primo Levi, el escritor italiano de origen judío que es considerado “el testigo de Auschwitz” por sus poemas y novelas, y que empezó a escribir inmediatamente después de lo vivido, sus hijos nunca quisieron leerlo. Para los hijos no es bueno escuchar a sus padres siempre con estos temas. Pero yo lavé mi alma. Eso me ha ayudado a tener compasión. Cerré cuentas con mi pasado. Necesitaba por lo menos ofrecer mi verdad. Hacer un aporte a la memoria colectiva. En Japón, los sobrevivientes de Hiroshima repiten, repiten y repiten lo que les ha pasado, para darle sentido al sacrificio. La ira es la que enferma, la que separa. Defiendo lo que pienso pero me cuido de hacer descalificaciones personales. –Muchos argentinos se fueron a vivir a España, hartos del país. Sin embargo, siguen pendientes de lo que pasa aquí. ¿Por qué? –Hace poco en reunión de amigas, casi todas tenían sus hijos afuera. Y una de ellas dijo con mucha sabiduría: “¡Cómo nuestros hijos no se van a ir si estamos todo el tiempo diciendo que este país es una porquería!”. Creo que se nos ha ido de las manos el país. Todos tenemos responsabilidad. No puede ser un país que viva, como el tango, barranca abajo. Las cosas que se dicen en la Argentina son anacrónicas. Por un lado queremos presentarnos como los adalides de los derechos humanos y después apoyamos regímenes como el de Nicaragua, Venezuela o Cuba. Y la irresponsabilidad que hay en las universidades, cómo se envenena ideológicamente a la gente joven. Y la educación siempre es a futuro. ¿Estamos formando ciudadanos para que piensen por si mismos o ciudadanos a los que les estamos poniendo dogmas e inhibiéndoles la posibilidad de que digan lo que piensan porque hay otro grupo que grita más fuerte y los escracha? También, estamos contaminados con los números de la economía. Solo se habla de economía. El episodio de [Javier] Milei rifando su dieta no es una anécdota. Se rifa la democracia. Se ha reducido el Congreso a las dietas. Si no establecemos cuál es la función del Congreso en una república, después no vamos a poder definir los perfiles de idoneidad que tenemos que buscar para quienes vamos a sentar en las bancas. Hoy llegan al Congreso personas que no creen en la democracia y que después usan las bancas para atentar contra el sistema que les da fundamento. Es tan simbólico. Si ponemos todo en la dieta, vamos a entender que hay mucha gente que ha hecho de la política una profesión. Entonces vamos a poder hablar del nepotismo, de las dinastías políticas. De esos temas tenemos que hablar, pues son antidemocráticos. –¿No le da la impresión de que por momentos oficialismo y oposición se mimetizan demasiado en las formas de hacer política? –Después de mi experiencia legislativa escribí La mala bestia. Siempre tengo una cuota de ingenuidad. Hago estos aportes creyendo que voy a contribuir a la generación de un debate. Creo que hay una cultura política antidemocrática. No hay negociación, hay trueque. “Votame esta ley que te doy un cargo, que te hago este puente…”. La política dejó de ser un servicio y se convirtió en una profesión. Yo soy periodista y he participado en política. Pero lo que nos define es si somos honestos, o tramposos, o mentirosos. Y eso, uno lo lleva a la actividad que sea. A la política, el periodismo, al amor o la amistad. COMPROMISO CON LA DEMOCRACIA PERFIL: Norma Morandini * ■ Norma Morandini nació en Córdoba. Estudió Medicina, Psicología y Periodismo. En 1976 se mudó a Buenos Aires. Trabajó como periodista hasta que el secuestro de sus hermanos menores, Néstor y Cristina, la expulsó al exilio. * ■ Vivió en Portugal y en España, donde trabajó en Cambio 16, una de las revistas emblemáticas de la época, de la que luego fue corresponsal sudamericana con asiento en Brasil. Cubrió el Juicio a las Juntas para el diario O Globo. * ■ Desde aquellos años se involucró en la defensa de los derecho humanos como integrante de Poder Ciudadano y Periodistas. * ■ Fue diputada por Córdoba entre 2005 y 2009 y senadora hasta 2015. Dirigió el Observatorio de Derechos Humanos del Senado. * ■ Es autora de Catamarca, La gran pantalla, De la culpa al perdón y La mala bestia, entre otros libros. Acaba de publicar Silencios. Memoria ruidosa sobre lo acallado. Escribe artículos de opinión para los diarios LA NACION, Clarín y El País de España. * ■ Recibió en 2010 la Pluma de Honor que concede la Academia Nacional de Periodismo, a la que fue integrada el año pasado. También, el premio a la trayectoria de ADEPA. ----- * La obstinación democrática de los argentinos * Es de recordar que el corazón de la democracia no es económico. Sí lo son los principios liberales que ofrecen ideales de igualdad y libertad, los derechos humanos reconocidos universalmente. * Norma Morandini * https://www.clarin.com/opinion/obstinacion-democratica-argentinos_0_jpA45WX6RI.html