• ReflexionesSeniorWorldCafe

JUEVES 9 DE JUNIO 2022- MercedesJones

• Gracias por estar hoy en el segundo encuentro del año para disfrutar juntos de este momento y hablar de los secretos de la longevidad excepcional.
• El martes hicimos la prueba técnica para el día de hoy -me di cuenta que fue como que me desdoblaba -una parte mía estaba atenta a lo que tenía que hacer con el micrófono, el sonido, etc.- y otra parte mía no paraba de asombrarse.
• Lo crean o no, yo me sigo asombrando del poder de mejorar nuestras vidas que tiene la tecnología. No soy muy buena con los temas tecnológicos, pero sí soy una fan total de la tecnología y no puedo dejar de agradecer estar viviendo en esta época y no puedo dejar de asombrarme de estar en Buenos Aires hablando con ustedes en la ciudad de Rosario.
• Desde chica, siempre fui una gran lectora, leí todo lo que caía en mis manos y en una época me puse a leer ciencia ficción y me transformé en una experta. Mucho de lo que leí, aun lo recuerdo, y mucho de lo que leí en aquella época, hoy es realidad.
• Sucede que con esto de la tecnología y la ciencia ficción, me acordé de lo que me gustaba hacer cuando era chica: leer.
• Y lo que nos gusta hacer está muy asociado con la longevidad excepcional.
• Pero, no quiero adelantarme y sí pedirles que por unos segundos piensen: ¿qué les gustaba hacer en la infancia y en la juventud? Que era aquello que disfrutaban haciendo, qué era aquello que les salía bien, aquello que les hacía sentir bien.
• En mi caso, como les dije, mi pasión era leer, y también me interesaban mucho las personas. Me interesaban realmente. Digamos que puedo rastrear el nacimiento de mi vocación de socióloga desde aquella época y ya un poco más grande mientras estudiaba magisterio, me di cuenta de algo muy importante: me ponía muy feliz contarles a las personas lo que había leído, lo que había aprendido.
• Quizás ustedes también puedan rastrear en las actividades que más les gustaban en la infancia y en la juventud algunos de los talentos y habilidades que tienen hoy. O quizás no, ya veremos.
• En aquella época no sabía qué era el IKIGAI simplemente iba desarrollando algunas formas de involucrarme con las personas, y de explorar la realidad, que con el tiempo se transformó en mi vocación.
• Porque Lo interesante del concepto de IKIGAI es que nos da algunas claves sobre la longevidad. Ikigai es un concepto increíble que resulta útil para comprender porque hay personas que viven mucho y bien. Y, por eso me entusiasma compartir lo que aprendí sobre este tema, y junto con Adriana, Viviana y otras personas desarrollar algunos tips o consejos asociados con la longevidad excepcional.

Comencemos entonces compartiendo primero: ¿Qué es el IKIGAI?

• Palabra misteriosa: ikigai. El “Ikigai”se compone de dos partes; ‘ikiru’ (vivir) y ‘kai’ (la materialización de lo que uno espera) la razón de ser” o la “razón de vivir”, y que se traduciría a grosso modo como «la felicidad de estar siempre ocupado». Es decir, que el ikigai tiene que ver con un estado interior y con la acción. Tiene semejanzas con nuestro concepto de felicidad, si bien posee una sutil diferencia: se trata de aquello que nos permite levantarnos contentos pero también si nuestro presente es adverso e incierto gracias a nuestro ikigai podemos mirar hacia el futuro con esperanza.
• Para entender el concepto de Ikigai ayuda bastante saber que en el ikigai se unen cuatro conceptos que en Occidente vemos separados: pasión, aquello que me gusta hacer; la vocación, aquello que me sale bien; profesión, aquello por lo que me pagan y la misión, aquello que el mundo necesita. Viene a ser como una especie de brújula que da el sentido y camino hacia nuestra existencia
• Según la cultura y costumbres de la sociedad japonesa, todo ser humano tiene un Ikigai. Todos tenemos un ikigai, lo sepamos o no, el ikigai se identifica con la fuerza que impulsa la voluntad de una persona. Cuando se dice que una persona está desarrollando su ikigai, se refiere a ir logrando materializar lo que uno espera en la vida. Es algo de nuestro mundo interior, que tiene que ver con nuestro estado emocional, mental y espiritual, nos sentimos útiles y valiosos, sabemos que estamos viviendo una vida con propósito. Y también tiene que ver con la acción, con lo que hacemos. Con ser activos.
• Algunas personas han encontrado y son conscientes de su Ikigai, otras lo llevan dentro pero todavía no lo tienen tan claro.
• El concepto de ikigai es dinámico y se va transformando en los distintos ciclos de la vida. En una etapa de la vida una persona puede estar muy mal con su jefe, muy disconforme con su trabajo pero llega a la casa y está con sus hijos y, su familia, y se siente feliz, ese es su ikigai, es por ellos que su vida tiene sentido. Ikigai no es algo grandioso o extraordinario. Es algo bastante práctico.
• De una manera simple, diremos que nuestro ikigai es lo que nos hace despertar cada mañana con energía. Se asocia con el entusiasmo, la curiosidad y el amor por la vida. El Ikigai es el motivo que tenemos para vivir.
• Ahora, lo curioso es cómo fue que yo descubrí el concepto de Ikigai. Estaba leyendo sobre la longevidad y me encontré con que ikigai es una palabra que nace en una zona determinada de Japón, nace en la isla de Okinawa que es una zona azul. Las zonas azules son lugares que la ciencia ha estudiado porque viven allí las personas más longevas del planeta. En concreto las zonas azules nos muestran que se puede vivir muchos años y que se puede vivir bien.
• Parece que los japoneses no solo son campeones en el arte de vivir mucho tiempo, sino también maestros en tener ganas de vivir y las ganas de vivir y las ganas de hacer, están en el corazón del concepto de IKIGAI.

Ahora ¿cómo hacemos nosotros para vivir mucho y vivir bien?

• Y aquí hago un paréntesis, porque, lo increíble es que ya estamos viviendo muchos años, aquello que se llama la revolución de la longevidad, es una revolución demográfica que agregó entre 30 a 40 años a la vida ya es una realidad. Es algo que está sucediendo aquí y ahora, no algo que va a pasar,

En pocas palabras, no necesitamos ir a las zonas azules, las vidas de 100 años ya están acá en Argentina. Por eso hablamos de longevidad excepcional o longevidad extrema. Recalco entonces que la noticia es la siguiente, no solamente ya hay miles de personas argentinas de más de 100 años sino que la mayoría de nosotros seremos longevos.

• Repito, ya en Argentina hay miles de personas de más de 100 años, personas longevas y súper-longevas. Nunca antes en la humanidad vivimos tanto tiempo.

De hecho se agregó una nueva etapa a la vida que si bien no hay acuerdos totales de como llamarla hay una tendencia a llamarla madurescencia.

¿QUÉ ES LA MADURESCENCIA?

• La madurescencia es una nueva etapa de la vida que nace en esta época. A principios de esta siglo. Ya no se pasa de la adultez a la vejez como antes, ahora hay una transición un proceso de madurez que muy lentamente culmina en la vejez. En 2006, en un trabajo de la universidad de Harvard, lo llamaron período de madurescencia. La madurez se encuentra a caballo entre la edad adulta y la vejez.
• Al igual que la adolescencia surgió a mediados del siglo XX ante la aparición de un nuevo grupo de personas que estaban entre la infancia y la juventud, al que había que darle nombre e identificarlo. En la actualidad ha surgido la madurescencia como un colectivo que tiene características propias y reclama un reconocimiento por parte de la sociedad distinto porque son personas mayores pero no son ni pasivas, ni jubiladas de la vida, "Te jubilas de tu trabajo, no de tu profesión, te jubilas de tu trabajo, no de la vida."
• La ciencia nos muestra con datos concretos que las personas mayores de hoy no son como las personas mayores del siglo pasado. Son más activas, más educadas y más saludables que nuestros padres y abuelos.
• Por eso, nuestro desafío es aprender a gestionar esta nueva longevidad para que sea positiva. Tenemos que abrazar el cambio, el crecimiento y el seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida, es decir, tenemos que aprender a desarrollar nuestro ikigai.
• Es un desafío y es una invitación para cada uno de nosotros, la invitación es a explorar el nuevo mapa de la vida, como dicen en la universidad de Stanford, es comenzar a trabajar en la construcción de nosotros mismos como personas longevas, estamos pensando en la artesanía de la longevidad.
• Tenemos que ir dando pinceladas en una obra de arte personal y colectiva siempre abierta al cambio que quiere ir más allá de una NUEVA agenda del bienestar, y como dicen en la universidad de Standford, delinear un nuevo mapa de la vida…
• Hace unos días el economista Sebastian Campanario escribió en el diario La Nación un artículo llamado: La fórmula de quienes logran ser felices en la segunda mitad de la vida
• Campa, relató lo siguiente: A los 117 años, la francesa Jeanne Calment decidió que ya había fumado bastante y dejó el cigarrillo. Practicó esgrima hasta los 85 y se trasladaba en bicicleta por la ciudad de Arlés a los 100 años. A los 118, un año después de dejar de fumar, le hicieron un test cognitivo: su cerebro funcionaba como el de una persona de 80. Calment falleció el 4 de agosto de 1997 a la edad de 122 años: es la persona más longeva de la historia.

Campanario pone ejemplos de personas que deciden generar un cambio a los 94 años, y lo logran.

¿Qué es lo que estamos diciendo?

• QUE TENEMOS QUE CAMBIAR NUESTRA PERSPECTIVA DE LA PROPIA VEJEZ. ESTAMOS DICIENDO que nunca es tarde para cambiar de ideas, de hábitos, de formas de vivir. Siempre es posible animarse a vivir distinto. Siempre se pueden explorar otras opciones. Siempre podemos, dirían las neurociencias, cablear el cerebro de manera diferente. Mi madre, que murió a los 96 y podría haber vivido mucho más porque era una mujer sana, me decía: Mercedes, uno nunca se arrepiente de lo que hizo, siempre se arrepiente de lo que NO hizo.
• Por lo tanto, de qué no queremos arrepentirnos cuando lleguemos a los 90, a los 100, a los 122. Sin esperar a los 90 años; ¿qué nos gustaría hacer ahora mismo que todavía no hicimos?
• Transitar desde el modelo de vejez hacia el de longevidad permite cambiar el gris por lo plateado y darle luminosidad y relieve a la vida de las personas según pasan los años. Este tránsito requiere comprender que la longevidad extrema es un lugar de llegada, pero lo importante es el camino.
• Para que la longevidad llegue a ser positiva debe ser gestionada. Para gestionar la longevidad se requiere desarrollar nuestro ikigai,
• Cuando hablamos de longevidad excepcional estamos enfatizando que nunca en la humanidad tantas personas llegaron a edades avanzadas con buena salud. Es algo nuevo, para lo cual no existen experiencias anteriores ni modelos que nos inspiren. Por eso mismo, tenemos que cuidarnos para no caer en la trampa de la edad cronológica, el viejismo y el edadismo. Porque lo paradójico es que, al mismo tiempo que vivimos más y mejor, nuestra sociedad excluye a las personas por la edad. Nos discrimina. Nosotros mismos nos discriminamos, el auto-edadismo nos impide animarnos a explorar nuevas opciones.
• Por eso, los encuentros de Senior World Café que venimos realizando desde hacer varios años están dirigidos fundamentalmente, pero no exclusivamente a personas 50+ deseosas de proyectar su futuro con salud y bienestar, aprovechando al máximo sus propios recursos.
• Entonces ¿de qué estamos hablando cuando decimos que tenemos que aprender a gestionar nuestra madurescencia? Decimos que somos somos artesanos de nuestra propia longevidad excepcional

¿Qué es esto de ser artesanos de nuestra propia longevidad para que sea positiva?

• Lo primero es: quien tiene una razón para vivir acabará por encontrar el cómo.
• No es fácil llegar al propósito, en una sociedad que, como dije, a medida que vas avanzando con la edad te va cerrando las puertas. Tenemos que trabajar a favor de nuestra propia longevidad y la clave está en vivir una vida con propósito, sobre todo después de la jubilación, puede tomarnos un tiempo y quizás tenemos que explorar nuevas opciones o bucear en aquello que nos hacía felices en la infancia o en otras etapas de la vida.
• El propósito puede cambiar según la etapa de la vida en la que estoy, y hay momentos en los que lo que hacemos nos parece rutinario y no le encontramos atractivo, y necesitamos cambiar. Sabemos qué NO queremos hacer pero quizás no sabemos qué sí querríamos hacer. Es el momento de tener coraje y animarnos a explorar nuestro ikigai.
• OTRA CLAVE otra clave de la longevidad positiva está encerrada en la palabra MOAI que en Okinawa hace referencia a un espacio de encuentro con amigos, una comunidad de vínculos con otras personas que se van tejiendo a lo largo de la vida. En la cultura africana hay un dicho, ellos les dicen a las personas: si quieres ir rápido camina sola pero si quieres llegar lejos camina acompañada.

Por eso, el otro secreto de las zonas azules, está asociado a la amistad y a mi relación con las otras personas.

• EL TERCER ELEMENTO tiene que ver con la vida saludable y el ejercicio, con el disfrute, con la alegría del que a continuación Adriana, Viviana y otras personas van a hablar.

PROPÓSITO, AMISTAD, VIDA SALUDABLE

• Para ser artesanos de nuestra propia longevidad se requiere energía, coraje y esperanza, pero el viaje vale la pena.

Hacerlo juntos es una garantía de llegar lejos y poder decir: VIVA LA LONGEVIDAD

Muchas Gracias.

elena espinal quién es?

• https://www.youtube.com/watch?v=dkD7I0UngAQ

• Demostración de Coaching de Elena Espinal, MCC

• Un Instante Eterno. Filosofía de la Longevidad. - Pascal Bruckner

• https://www.youtube.com/watch?v=ZCPn2Te2y8U

• LA SOCIOLOGÍA DE LA LONGEVIDAD-

APRENDER A SER

• Un Instante Eterno. Filosofía de la Longevidad. - Pascal Bruckner- Por Claudio Alvarez Teran- Relevamiento del libro "Un Instante Eterno. Filosofía de la longevidad", de Pascal Bruckner, publicado por Siruela. https://www.youtube.com/watch?v=ZCPn2Te2y8U

• La vida es una incertidumbre perdurable- Claudio Alvarez Terán
• LA DIMENSIÓN DE LA ESPIRITUALIDAD
• APRENDER A MADURAR

• PASCAL BRUCKNER- El escritor y filósofo Pascal Bruckner participa en el ciclo "Conversaciones en Salamanca" organizado por la Fundación General de la Universidad de Salamanca a través del Centro Internacional sobre el Envejecimiento (CENIE)https://www.youtube.com/watch?v=npTuM2-uG5Y

• Muchísimas personas comienzan a percibir la vejez justo antes de la muerte.

• ESCRIBIR LAS OPCIONES- la decrepitud- la concentración de la madurez y la sabiduría- https://www.youtube.com/watch?v=RAzJnoJNdEg

• filósofo francés Pascal Bruckner a propósito de su libro «Un instante eterno: Filosofía de la longevidad» (Siruela, 2021), centrado en lo que Bruckner denomina “los expulsados del culto a la juventud”. En palabras del autor, “este libro trata un solo tema: el largo tiempo de vida. Considera esta etapa intermedia, una vez rebasados los cincuenta años de edad, en la que no se es ni joven ni viejo, sino que siempre se está habitado por apetitos abundantes. En este intervalo se plantean con agudeza todas las grandes cuestiones de la condición humana”.
• Pascal Bruckner (París, 1948), filósofo y escritor. Ha sido galardonado con los premios Médicis de Ensayo, Renaudot y Montaigne. Entre sus ensayos, destacan: «El nuevo desorden amoroso», «Miseria de la prosperidad», «La tentación de la inocencia» o «La tiranía de la penitencia».
• El pensador francés Pascal Bruckner publica «Un instante eterno», una defensa de la vida cuando se ha dejado atrás la juventud.

• https://www.larazon.es/cultura/20210710/roccmj6tujg4fngdbx32i5ai6a.html

• En antropología se aprende que en las culturas primitivas los ancianos son reverenciados. Son sinónimo de conocimiento. En Occidente, un anciano es sinónimo de caducidad y torpeza. ¿Qué hemos hecho mal?
• No es del todo exacto que las sociedades antiguas respetaran a los ancianos. Muchos hombres y mujeres, a partir de cierta edad, eran expulsados de las aldeas y tenían que morir solos en los bosques. Solo en Occidente la preocupación por la tercera edad se ha convertido en una prioridad, aunque el tratamiento que reciben los ancianos en algunas residencias aún deja mucho que desear. Pero poco a poco la revolución de la vejez va alcanzando todos los continentes, incitándonos a modificar el conjunto de nuestras concepciones sobre las edades de la vida.
• –Séneca sostenía que la vida era suficientemente larga para alcanzar las metas. Lo que había que hacer era no perder el tiempo. ¿Está de acuerdo?
• –Estoy de acuerdo a condición de que conozcamos esas metas desde el principio, cosa que todavía no hemos conseguido. Pasamos muchos años vacilando, dudando, dando palos de ciego, haciendo lo que Séneca llamaba «estupideces». El incremento de la esperanza de vida ahora nos permite exactamente eso, pasar años experimentando, probando vías muertas antes de dar por fin con nuestro camino correcto. La vida no es nunca lo bastante larga para aquel que busca una finalidad.
• –¿Cuál es el papel del consumismo en nuestra visión de la vejez? –Me parece que la tragedia de la vejez es precisamente que la hemos condenado únicamente a los papeles del entretenimiento y el consumo. La jubilación es para muchos, aunque no para todos, un momento trágico en el que dejamos de jugar un papel activo en la sociedad para quedar reducidos a meros compradores, consumidores de películas, de espectáculos, de viajes. Continuar trabajando es, en cambio, continuar siendo útil para la colectividad.
• ¿La juventud que nos predican no tiene algo de trampa para que consumamos más?–Puede ser, pero ese sueño de eterna juventud es tan viejo como la Humanidad misma. Es por eso que somos tan sensibles a ese culto a la juventud, que es por otro lado la estrategia de muchas grandes empresas y corporaciones.
• –¿La juventud y querer seguir siendo joven se ha convertido en una industria para hacer dinero?La búsqueda del beneficio por sí misma no basta para explicar el extraordinario éxito de ese mito, que, por otro lado, no hay que dejar de tener en cuenta.
• ¿Por qué se considera que un hombre a los 50 en decadencia cuando grandes hombres han dado lo mejor a esa edad? –La maduración física, a menudo sinónimo de decadencia o disminución, y la maduración psicológica caminan en sentidos opuestos. «Hacen falta 60 años para convertirse en filósofo», decía Kant, y en su época esa edad equivalía a 80 años en la nuestra. El extraordinario destello de la vida del espíritu continúa iluminado nuestros días, hasta el último. Aprender, estudiar, enseñar siguen siendo actividades posibles hasta en las últimas etapas de la existencia.
• –¿Un consejo para disfrutar más allá de los 50?–No renunciar a nada, y menos a nuestros deseos.
• –¿Una recomendación para sobrellevar los dolores con la mejor cara posible?–Tomar analgésicos y confiar en la medicina.
• –¿Tiene sentido una vida si no existe la muerte? –Respuesta global a las últimas preguntas: la inmortalidad religiosa o transhumana es un artículo de fe. La verdadera cuestión es preguntarse si es algo deseable, y yo, personalmente, pienso que no. La vida es dolorosa y trágica porque un día se detiene de golpe. Debemos amar lo que está condenado a desaparecer, los seres a los que queremos, los más bellos paisajes y las grandes obras de la cultura. Lo sabemos desde la infancia, pero nos pasamos la vida negándolo o mirando para otro lado. Si el más allá nos sirve para envejecer en mejores condiciones, pues adelante. Pero si pretende vencer a la muerte y desafiar las leyes de la condición humana, entonces no será más que charlatanería. En cualquier caso, ganar 30 o 40 años de prórroga no responderá de ningún modo a la gran pregunta de hoy: ¿Qué hacer con este préstamo de tiempo suplementario?
• “Un instante eterno”: Una reivindicación de vivir- Pascal Bruckner escribe una honda reflexión sobre la edad adulta y se separa de pesimismos. Para él no hay tiempo de descuento. Hay que vivir siempre plenamente
• Por Ángeles López
• El reconocido filósofo Pascal Bruckner plantea, en este sensato ensayo, cómo los avances de la ciencia han hecho del tiempo un aliado para el ser humano en tanto que la esperanza de vida en el último siglo ha aumentado casi treinta años, el equivalente a toda una existencia en el siglo XVII.
• Al convertirnos en «cicuentañeros», explica, advertimos una suerte de suspensión entre la madurez y la vejez, en el que la brevedad de la vida comienza de nuevo, pues nos planteamos las grandes cuestiones que acompañan a nuestra condición humana.
• El libro es una reivindicación de una edad que se ha prorrogado hasta convertirse en una vida extra y que, Bruckner, sostiene que no debe ser un tiempo de renuncias ni de «descuento» sino de una existencia plena e intensa.
• Porque los maduros no son los otros sino la mirada de los otros. Somos tú y yo. Y sin lugar a dudas: serás tú, que nos lees desde tu atalaya de una edad que se cura con el tiempo. La pregunta crucial que nos hace, es: ¿qué hacer durante el tiempo que nos queda? ¿A qué dedicar esas décadas con las que nos encontramos con un cuerpo que ya no responde como antes y con todos nuestros proyectos cumplidos u olvidados?
• Una de las figuras más influyentes del pensamiento social contemporáneo se enfrenta a estas cuestiones desde la posición de quien sabe de lo que habla, porque lo está viviendo en carne propia. Pero no se limita a hacer una reseña melancólica o poética de lo ya sabido o de «les temps perdu».
• Denuncia la falta de empatía y la engañosa condescendencia para resurgir a la vida a partir de las cinco décadas. Renacer envejeciendo, todo un oxímoron que nos impele a seguir con los sentidos alertas y las pasiones inflamadas.
• El amor sentimental y el deseo erótico se mantienen, pero no se deben mostrar a riesgo de parecer ridículo puesto que «es la vejez lo que se prolonga, no la vida». Una autobiografía intelectual en la que el gran filósofo nos regala una reflexión estimulante –aunque un tanto «líquida»– sobre el largo tiempo de la vida alejado del maniqueo ensayo previo al inevitable descanso final.
• ▲ Lo mejor- Este libro enseña que envejecer trata de pasar por luchas comunes, de fijar metas, de luchar por proyectos
• ▼ Lo peor- Es una reflexión estimulante, pero podría haber resultado menos «líquida», como diría Bauman
• Pascal Bruckner, filósofo: "El secreto de una vejez feliz es renunciar a la renuncia" El popular ensayista francés reflexiona en 'Un instante eterno: filosofía de la longevidad' (Ediciones Siruela) sobre el envejecimiento en las sociedades occidentales y el papel del deseo en la vejez

• https://cadenaser.com/programa/2021/11/20/a_vivir_que_son_dos_dias/1637401648_561652.html

• MadridEl paso del tiempo es, probablemente, una de las cuestiones sobre las que más ha reflexionado la filosofía. La esperanza de vida no deja de aumentar desde hace décadas y la posibilidad de llegar a los 100 años de vida no es que no sea descabellada, sino que cada vez es más real.

• Para 2050 se espera que haya el doble de ancianos en el mundo que de niños y, en algunos países como Japón, ya se venden más pañales para adultos que para niños. La pregunta es cómo cambia nuestra trayectoria vital el hecho de vivir tantos años. Y cómo envejecer de la mejor manera posible. El filósofo francés Pascal Bruckner en ‘Un instante eterno: filosofía de la longevidad’ (Ediciones Siruela) señala que lo que se ha prolongado no es la vida, sino la vejez. “La verdadera maravilla sería mantenernos a las puertas de la muerte con el estado y la apariencia de un adulto de 30 o 40 años, fresco y listo para sentarse para siempre en la edad que elijamos (…) Se vive más tiempo, pero se está enfermo mientras que la esperanza de vida con buena salud se estanca”, señala en el libro.
• Este antiguo participante del Mayo del 68 francés destaca que el declive físico puede coexistir con la genialidad, pero que las sociedades no saben cómo aprovecharlo. “El cerebro es una especie de motor de combustión lenta al que hay que alimentar con energía, con información, con reflexiones y, salvo en los casos muy particulares y evidentes como el Parkinson, el Alzheimer o la demencia senil, el cerebro con 70 años puede ser mucho más abierto y mucho más eficaz que un cerebro de 30 o 40 años”, señala durante esta charla con Javier del Pino.
• Con la prolongación de la vida jóvenes y mayores coexisten cada vez durante más años y, frecuentemente, existen problemas de traducción. Se palpa una suerte de guerra generacional latente a costa de temas como, por ejemplo, las pensiones, aunque Bruckner es muy tajante en esto: “No es normal que personas de más de 60 años se vayan de viaje, descansen y disfruten del ocio, mientras que sus hijos o sus nietos trabajan para pagar las jubilaciones de esas personas (…) Yo creo que de aquí a 10 años la edad de la jubilación será 70 años para todos, sencillamente porque Europa es un continente que envejece pero que envejece bien. Y eso es lo importante”.
• Bruckner lo que no desea es descansar más de lo necesario. Dice que para eso ya está la muerte. Pero que mientras estemos vivos debemos mantenernos activos, tener proyectos. “Incluso una persona con 100 años hace proyectos de cara al mañana”. Lo cierto es que el momento de la jubilación puede generar ansiedad en algunas personas. Brucker dice que se condena a muchos a la maldición del ocio absoluto como forma de vida. “Lo de los chalecos amarillos es interesante porque muchos eran jubilados y prejubilados que se aburrían en su casa bebiendo cerveza, viendo la tele y que de golpe fueron movilizados”.
• En el libro, el filósofo dedica un capítulo concreto a los amores tardíos y afirma que existen todavía muchos tabúes y prejuicios sobre la sexualidad de los mayores. “El deseo es lo que sostiene la vida. Y la sostiene más que nunca durante la vejez, en el momento en el que el cuerpo se debilita asediado por el abandono (…) si empezamos a renunciar a determinadas cosas diciendo que ya es muy tarde para mí, evidentemente, eso es una profecía autocumplida”.
• Y nada mejor que conversar también con quienes saben mucho de envejecer, aunque lo vivan desde distintos prismas: Lolita con más de 80 años imparte un taller de danza española en Leganés; un grupo de cuatro amigas entre las que está Juana y María que conversan tranquilamente en el Hogar de Jubilado y Eoísa y Eloy que cerca de cumplir 100 años pasan sus días en los centros de día STIMA.

• https://noticias.perfil.com/noticias/personajes/2017-06-23-maria-elisa-mitre-me-costo-sacarme-el-peso-del-apellido.phtml- Los padres la llevaron a terapia cuando tenía diez años, porque se comía las uñas hasta hacer sangrar sus dedos. Tenía prohibido mencionar que iba a un consultorio de ese tipo ya que, en esa época, ir al analista significaba estar loco. Rebelde, terminó haciendo de ese ámbito “de locos” su profesión y su nueva familia. María Elisa Mitre, psicóloga y psicoanalista, dirige la clínica DITEM, única comunidad terapéutica psicoanalítica de estructura multifamiliar en el mundo, que funciona como hospital de día y sigue el modelo del Dr. Jorge García Badaracco, quien comenzó siendo analista de Mitre y terminó formándola en ese abordaje. No edita diarios, como desde hace 147 años lo viene haciendo su familia de origen. Ella escribe libros. Va por el segundo, “Las voces del silencio”, en el que se propone explicar por qué se curan (y no) los pacientes.