Ricardo Iacub

Dr. en Psicología.


LA OMS PREPARA UNA CAMPAÑA CONTRA EL VIEJISMO 10 ideas erróneas sobre envejecimiento según la OMS

TEMAS 10 ideas erróneas envejecimiento según OMS

Un análisis realizado por la OMS en 2014 de grandes estudios longitudinales realizados en países de altos ingresos sugirió que, aunque la prevalencia de discapacidad grave (definida como una situación en la que se requiere ayuda de otra persona para llevar a cabo actividades básicas como comer y lavarse), puede estar disminuyendo ligeramente, no se han observado cambios significativos en la discapacidad menos grave durante los últimos 30 años. Invertir en un envejecimiento saludable es crucial para que los países se beneficien del envejecimiento de la población. 6. La buena salud en la vejez no es solo la ausencia de enfermedad La mayoría de las personas mayores de 70 años tienen algunos problemas de salud en distinto grado, pero continúan pudiendo hacer las cosas que son importantes para ellos. La combinación de las capacidades físicas y mentales de una persona (conocida como capacidad intrínseca) es un mejor predictor de su salud y bienestar que la presencia o ausencia de una enfermedad. Los servicios que están integrados y se centran en mejorar la capacidad intrínseca de las personas mayores tienen mejores resultados, y es probable que no sean más caros que los servicios que se enfocan en cualquier enfermedad específica. 7. Las familias son importantes, pero por sí solas no pueden brindar la atención que muchas personas mayores necesitan Si bien las familias siempre jugarán un papel central en la atención a largo plazo, el cambio en la demografía y las normas sociales supone que es imposible que las familias solas satisfagan las necesidades de las personas mayores dependientes. La atención a largo plazo es más que satisfacer las necesidades básicas: se trata de preservar los derechos de las personas mayores (incluida la salud), las libertades fundamentales y la dignidad humana. Esto significa que los cuidadores requieren capacitación y apoyo adecuados. La responsabilidad del cuidado a largo plazo debe ser compartida entre las familias, los gobiernos y otros sectores, a fin de garantizar el acceso a una atención médica de calidad y evitar dificultades financieras tanto para las personas mayores como para sus cuidadores. 8. El gasto en poblaciones de mayor edad es una inversión, no un costo En lugar de enmarcar los gastos en poblaciones más viejas simplemente como un costo, se los considera mejor como inversiones. Estas inversiones pueden generar importantes dividendos, tanto en la salud y el bienestar de las personas mayores, como para la sociedad en general a través de una mayor participación, consumo y cohesión social. Las políticas deben enmarcarse de maneras que mejoren las capacidades de las personas mayores para hacer las cosas que valoran y hacer estas contribuciones, en lugar de buscar simplemente reducir los gastos sociales. 9. No todo está en los genes Mientras que el envejecimiento saludable comienza al nacer con nuestra herencia genética, solo aproximadamente el 25% de la diversidad en la longevidad se explica por factores genéticos. El otro 75% es en gran medida el resultado del impacto acumulativo de nuestras interacciones con nuestros entornos físicos y sociales, que dan forma a los comportamientos y las exposiciones a lo largo de la vida. Muchas de las oportunidades y barreras que enfrentamos están fuertemente influenciadas por características personales, como nuestro sexo y origen étnico, así como nuestra ocupación, nivel de educación y riqueza. Las políticas deben abordar estas interacciones persona-entorno a lo largo del curso de la vida. 10. Las edades obligatorias de jubilación no ayudan a crear empleos para los jóvenes Las políticas que imponen las edades obligatorias de jubilación no ayudan a crear empleos para los jóvenes, pero reducen la capacidad de los trabajadores mayores para contribuir. También reducen las oportunidades de una organización para beneficiarse de las capacidades de los trabajadores mayores. No se ha demostrado que la edad sea un indicador fiable para juzgar la productividad potencial o la empleabilidad de los trabajadores. Además, las encuestas en los Estados Unidos, por ejemplo, han encontrado que la mayoría de las personas que se acercan a la edad de jubilación tradicional en realidad no desean jubilarse. A pesar de esto, muchos países o industrias todavía tienen edades obligatorias de jubilación. Estas prácticas discriminatorias deberían ser abolidas.