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EL NUEVO MAPA DE LA VIDA
 * ¿Estamos listos para vivir 100 años o más?
 * https://blackci.rocks/2022/04/temp-7-ep-177-estamos-listos-para-vivir-100-anos/
 * podcast
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 * https://www.elcorreo.com/sociedad/nueva-longevidad-espera-20221106172032-ntrc.html
 * El centro de longevidad de la Universidad de Stanford, dirigido por Laura L. Cartensen, ha realizado un amplio estudio donde condensa en una decena de puntos los principales factores de lo que han llamado 'el nuevo mapa de la vida'. Invita a cambiar la forma en la que concebimos las etapas del tránsito vital en la actualidad. «Hay que dejar de asociar la segunda parte de la vida a jubilación, menopausia y muerte», indica este trabajo. En él se indica que una de las principales claves para ello es mantenerse activo en estas décadas, bien a través de acciones de voluntariado, tutorías a nuevas generaciones o con la vuelta a una actividad laboral más suave y llevadera.
 * Sin duda, la salud es capital en este reto de vidas centenarias. No se trata sólo de llegar a vivir 100 años, es hacerlo en buenas condiciones físicas y psíquicas el mayor tiempo posible. Los expertos de Stanford apuestan por igualar la salud a la duración de la vida, algo que ahora no sucede. «La mayor esperanza de vida no está asociada en estos momentos a personas con movilidad y mentalmente agudas», se recoge en este estudio.

Por eso, añade, es necesario invertir en envejecimiento saludable, pero hay que hacerlo en todas las etapas de la vida. Con una buena nutrición, correcta vacunación y actividad física desde la infancia. Los hábitos de vida saludables, indica la investigación, son «fundamentales» para llegar a los 80, 90 o 100 años y hacerlo en condiciones de calidad.

Para la Universidad de Stanford es importante priorizar la salud pública para extender la vida del mayor número de personas. Coincide con este planteamiento Ana Sáenz de Miera. «Desde las administraciones públicas tienen que priorizar las políticas de salud pública para que la población esté sana más tiempo, algo que ahora se hace poco», indica. En este sentido la portavoz de Ashoka indica que esto repercutiría para bien sobre el sistema sanitario, ya que se reduciría el número de personas que aparecen con un problema de salud agudo y favorecería la recuperación de aquellos que han pasado por estos episodios.

Con una vertiente más futurista, la investigación de Stanford avanza por dónde puede ir la medicina del futuro y cómo mejorará la vida de la gente. En marcha hay proyectos para desarrollar dispositivos para realizar un diagnóstico precoz de las personas con riesgo de sufrir un accidente cardiovascular –junto a los tumores una de las dos principales causas de muerte en España–, o robots terapéuticos diminutos introducidos en el torrente sanguíneo para administrar fármacos directamente sobre las células cancerosas.

Potencial laboral
Sin duda otro factor clave en estas vidas más prolongadas es el financiero. El estudio de la Universidad de Stanford recoge que, en la actualidad, «muchas personas tienen buena salud e independencia funcional hasta los 70 y 80 años, lo que sugiere un potencial de la vida laboral más allá de esta edad». Dentro de tres décadas serán muchos más los que se encuentren en esta situación.

Pero no sólo es que lleguemos a esta edad en condiciones de poder seguir trabajando. Es que será necesario en muchos casos. El sistema de pensiones no está preparado para unas vidas tan prolongadas. A esto se suma que una parte de la población contará con una paga reducida, por lo que no tendrá suficientes fondos para costear su jubilación. Necesitarán de unos ingresos adicionales. Otros simplemente desearán seguir activos porque se encuentran bien física y mentalmente y desean hacerlo.

Preocupaciones
La salud, la capacidad adquisitiva y el aislamiento social y familiar, los grandes problemas a resolver
Pero el trabajo a partir de cierta edad no será igual. La Universidad de Stanford aboga por que en esas «décadas adicionales» de vida laboral esta actividad sea «más flexible». Esto se traduce en horarios más reducidos, menos días a la semana o incluir una fase de transición «escalonada» al final de la etapa profesional para que el paso de trabajar a estar jubilado no sea tan brusco. También recalca el estudio que las empresas «no deben discriminar por edad» a sus empleados más veteranos, ya que «el envejecimiento no equivale a pérdida de productividad».

A nivel internacional ya hay iniciativas interesantes relacionadas con el trabajo en la tercera edad. En Brasil hay una compañía llamada LAB60+ que se dedica a ofrecer oportunidades profesionales a los mayores. Su fundador es Sergio Serapiao. Él es uno de los expertos que estará presente en Bilbao desde mañana y hasta el miércoles en una cumbre internacional sobre nueva longevidad.

Según indica Serapiao, las personas mayores tienen miedo a tres cosas: a perder la salud, a quedarse sin ahorros y dinero al ser la vida más larga, y al aislamiento social y familiar. El trabajo es una buena terapia frente a estos tres temores. «Mejora la salud, hace que estemos más integrados y nos reporta dinero», señala. En Brasil han impulsado varios proyectos para reintegrar a la actividad laboral a personas que ya se habían jubilado. Hace tres años comenzaron a incorporarlos en 16 oficinas de la principal entidad bancaria del país. Su labor era atender a usuarios de su misma edad y ayudarles. «En cuatro meses lograron que este perfil de clientes aumentasen el uso de las herramientas tecnológicas del banco», recuerda.

Y es que Serapiao destaca que las personas más longevas «son el grupo de población con mayor capacidad socioemocional». Potencian estas habilidades, aprenden otras nuevas y hay empresas que emplean a estos trabajadores veteranos para que atiendan a clientes de una edad similar. Se comunican mejor con ellos, les entienden y resuelvan las dudas que puedan tener.

Fruto de aquella iniciativa en sucursales bancarias, en Brasil se inició otra similar en la atención al público en las tiendas de una conocida compañía de telefonía. En Oracle, un millar de mayores brasileños ayudan cada año a desarrollar tecnología de esta compañía adaptada a estas generaciones.

En estas compañías tienen unas jornadas laborales más flexibles. No superan los cuatro días trabajados a la semana y un máximo de 6 horas por jornada en su puesto de trabajo. Serapiao opina que proyectos de este tipo pueden ser trasladados a otros países a lo largo de los próximos años.

Contribuir a la sociedad
Otro aspecto relevante de la nueva longevidad es el papel de las personas más mayores en el seno de la sociedad. Representarán un 30% de la población en 2050, según apuntan desde Ashoka, y hay que aprovechar su experiencia en beneficio de la sociedad.

La Universidad de Stanford propone promover grupos de jóvenes y mayores, para que los primeros aporten su entusiasmo, mientras los segundos sumen su inteligencia. A nivel laboral la experiencia de estos últimos ayudará a que estos equipos cometan menos errores. Y a nivel comunitario tienen más capacidades para desempeñar labores de voluntariado.

«Debemos valorar que no solo viviremos más, también cómo vamos a contribuir al mundo durante toda nuestra vida y qué debemos cambiar para hacer eso posible», destaca Sáenz de Miera. Para la representante de Ashoka, «aportar valor es clave a la edad que sea con diferentes iniciativas, ya sean asociativas, cuidar a niños o laborales, porque te conecta socialmente y te hacen seguir activo. Sentir que no puedes aportar nada es una condena».

Desde esta organización sin ánimo de lucro insisten en que «es el momento de empezar a adoptar iniciativas en nueva longevidad» y para ello aconseja mirar qué se está haciendo en esta materia en otras zonas del mundo para incorporar las que están funcionando. Algunas ya se llevan a cabo en este país. Sáenz de Miera recalca que dentro de unos años España será una referencia por ser de los países con una mayor tasa de envejecimiento. «En nuestra mano está ser el que mejor gestiona la longevidad y convertirnos en un referente internacional».

La discriminación por razón de edad, un factor a evitar
Evitar la discriminación por razón de edad, también llamada edadismo, es un concepto importante al que se refieren tanto los expertos en longevidad autores del estudio de la Universidad de Stanford como los emprendedores sociales que colaboran con Ashoka. Consideran que es algo a evitar tanto en el ámbito profesional como social.

A nivel laboral apuntan que las personas mayores pueden trabajar en equipo con las personas jóvenes para guiarles, emplear su experiencia para evitar errores y aumentar la productividad del grupo. En materia social los expertos destacan la capacidad de los mayores para promover y participar en iniciativas comunitarias y solidarias. También para ayudar a generaciones menores en el cuidado y la atención de los hijos.

La Universidad de Stanford aboga por dejar de pensar en el «coste» que tiene una población envejecida a nivel sanitario o financiero para «mirar los beneficios que aporta una sociedad de edad diversa».
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 * Necesitamos rediseñar por completo cómo vivimos
 * Por Laura L. Carstensen
 * December 29, 2019
 * https://www.washingtonpost.com/es/post-opinion/2019/12/29/necesitamos-redisear-por-completo-como-vivimos/
 * Laura L. Carstensen es profesora de psicología y directora del Centro de Longevidad de Stanford.

 * Es hora de pensar seriamente en rediseñar la manera en la que vivimos. La esperanza de vida promedio en el siglo XX creció 30 años y, en lugar de imaginar las muchas formas en que podríamos usar estos años para mejorar la calidad de vida, solo le hemos añadido años al final: la vejez se hizo más larga.

 * Como resultado, el pensar en la posibilidad de vivir por un siglo nos causa una gran ansiedad. Cuando se nos pregunta sobre las aspiraciones de vivir hasta los 100 años, las respuestas típicas son: “Espero que el dinero me alcance para eso” o “espero no sufrir de demencia”. Si no comenzamos a imaginar lo satisfactoria, comprometida y significativa que puede ser una vida que dure 100 años, ciertamente no podremos construir mundos que nos puedan llevar allí.
 * En mi opinión, la tensión que rodea el envejecimiento se debe en gran medida a la velocidad con la que aumentó la esperanza de vida. Cada generación nace en un mundo preparado por sus antepasados ​​en cuanto a conocimiento, infraestructura y normas sociales. La capacidad humana de beneficiarse de esta cultura heredada nos brindó ventajas tan extraordinarias que la muerte prematura se redujo drásticamente en cuestión de décadas. Sin embargo, a medida que la longevidad aumentó, la cultura no le siguió el paso.
 * Las vidas longevas no son el problema. El problema es vivir en culturas diseñadas para vidas que duran la mitad del tiempo que las nuestras.

 * Las jubilaciones que abarcan cuatro décadas son inalcanzables para la mayoría de personas y gobiernos; la educación que termina a principios de los 20 años no es adecuada para una vida laboral más larga; y las normas sociales que dictan responsabilidades intergeneracionales entre padres e hijos pequeños no abordan a las familias que incluyen cuatro o cinco generaciones vivas.
 * El año pasado, el Centro de Longevidad de Stanford lanzó una iniciativa llamada “El nuevo mapa de la vida”. Comenzamos por convocar a un grupo de expertos, incluidos ingenieros, climatólogos, pediatras, geriatras, especialistas en comportamiento, expertos financieros, biólogos, educadores, proveedores de atención a la salud, consultores de recursos humanos y filántropos. Les pedimos imaginar cómo se verían las vidas dinámicas de un siglo y luego comenzamos el proceso de reasignación. ¿Cómo deben cambiar los modelos tradicionales de educación, trabajo, estilos de vida, relaciones sociales, planificación financiera, atención médica, primera infancia y pactos intergeneracionales para mantener una vida larga?
 * Rápidamente acordamos que sería un error reemplazar el viejo modelo rígido de vida —primero la educación, luego la familia y el trabajo, y finalmente la jubilación— con un nuevo modelo igual de rígido. En cambio, debe haber muchas rutas diferentes, entrelazando el ocio, el trabajo, la educación y la familia a lo largo de la vida, llevando a las personas desde el nacimiento hasta la muerte con lugares para detenerse, descansar, cambiar de rumbo y repetir los pasos en el camino. La vejez sola no duraría más; más bien, la juventud y la mediana edad también se expandirían.
 * Acordamos también que la longevidad exige repensar todas las etapas de la vida, no solo la vejez. Para prosperar en una era de rápida transferencia de conocimiento, los niños no solo necesitan lectura, matemáticas y conocimientos de informática, sino que también necesitan aprender a pensar creativamente y no aferrarse demasiado a los “hechos”. Necesitarán encontrar alegría en desaprender y volver a aprender. Los adolescentes pueden tomar descansos de la escuela secundaria y realizar pasantías en lugares de trabajo que los sorprendan. La educación no terminaría en la juventud, sino que estaría siempre presente y tomaría muchas formas fuera de las aulas, desde microgrados hasta viajes por el mundo.
 * El trabajo también debe cambiar. Hay muchas razones para esperar más cambios dentro y fuera de la fuerza laboral —especialmente por parte de los empleados que cuidan niños pequeños o padres ancianos— y una mayor participación de los trabajadores mayores de 60 años. Hay buenas razones para pensar que trabajaremos más tiempo, pero podemos mejorar la calidad del trabajo con semanas de trabajo más cortas, horarios flexibles y frecuentes “jubilaciones”.
 * Financiar la longevidad requiere un replanteamiento importante. En lugar de ahorrar grandes cantidades de dinero para el final de la vida, podríamos agrupar los riesgos de nuevas maneras. Las generaciones pueden compartir la riqueza antes que los legados tradicionales; podemos abrir cuentas de ahorro al nacer y permitir que los adultos jóvenes trabajen antes para que el interés compuesto pueda funcionar a su favor.
 * Mantener la buena forma física desde el principio hasta el final de la vida será primordial. Hacer que los niños jueguen en la calle, alentar los deportes, reducir el tiempo que nos sentamos y pasar más tiempo caminando y en movimiento mejorará enormemente la vida individual.
 * En el año transcurrido desde esta reunión inicial, hemos lanzado un programa posdoctoral centrado en inmersiones profundas sobre los temas centrales de la vida que deben cambiar. El objetivo es desarrollar recomendaciones específicas para gobiernos, empleadores, empresas, padres y formuladores de políticas para que podamos comenzar a sentar las bases para crear culturas que respalden vidas de un siglo de duración. Los desafíos exigen inversiones sociales, científicas y educativas extraordinarias. Las oportunidades son aún más extraordinarias.
 * Tener vidas más largas nos presenta la oportunidad de rediseñar la forma en que vivimos. El mayor riesgo es solo que nuestras expectativas sean muy bajas.
 * SEGUIR LEYENDO OTROS ARTÍCULOS SOBRE EL TEMA DE LA MUERTE QUE ESTÁN AQUÍ

Stanford Center On Longevity


The possibility of living for nine, ten or more decades raises a uniquely twenty-first-century question: what are we going to do with our century-long lives?

Stanford Center on Longevity’s New Map of Life™ initiative aims to envision a society that supports people to live secure and high-quality lives for a century or more. This new initiative will research and define new models for education and lifelong learning, redesign how we work, advise new policies for health care, housing, the environment and financial security, and promote more intergenerational partnerships. It will also advance a new narrative, which redefines what it means to be “old” and values people at different stages of life. Media outlets, advertisers and the entertainment industry will play an important role in this effort by sharing stories and creating new imagery and content about longevity and aging.

Why do we need a New Map of Life?

The existing norms no longer work because they evolved for lives that were half as long. The traditional three-stage life course — education, work and family, retirement — is outdated. A new life course is needed that is more flexible and has multiple stages.

The New Map of Life: Six Principles to Guide Long Lived Societies

  • 1- New roles and opportunities must be created so that people experience purpose, belonging, and worth at all stages of life
  • 2- Education is a lifelong pursuit
  • 3- Working longer will occur in multigenerational contexts
  • 4- Money. Opportunities to earn and save must be available throughout life to ensure financial security
  • 5- Advances in the science of aging must be distributed broadly in the population
  • 6- Physical health and the prevention of disease is critical to achieving the promise of longevity

ACTIONS RESEARCH FELLOWS PROGRAM- COMMUNICATIONS CAMPAIGN- GLOBAL AGENDA

  • RESEARCH FELLOWS PROGRAM Conducting research in key domains such as: health, work, education, finances, environment, social influences and community- Holding weekly seminars to deliver regular updates on research- Working with journalists and communications staff in crafting translational articles, videos and podcasts
  • COMMUNICATIONS CAMPAIGN Building awareness of the impact and potential of 100-year lives- Introducing the initiative to both key stakeholders and a broad national audience- Creating and driving a national conversation and dispelling myths- Illustrating and reinforcing the interconnectedness of domains
  • GLOBAL AGENDA Creating a general framework and set of principles which outline societal and individual changes- Building consensus on how to launch global and regional initiatives in Africa, the Americas, Asia, Australasia and Europe under a shared global vision

SUMMIT TUESDAY, DECEMBER 7 2021: Rethinking Care https://www.longevity-project.com/century-summit-december-2021

  • Aging in Place, a Conversation with Senator Brian Schatz

  • Care and the New Map of Life -LauraCarstensen- Ken Stern

  • Conversation with Ai-jen Poo Paula Span (moderator)- https://www.longevity-project.com/century-summit-december-2021 VER LA EDICIÓN DE ESTE VIDEO

  • Rethinking Care Panel Paula Span (moderator) Gobiernos y sociedad civil.

  • Richard Cho * Lauren Miller Rogen * Jennifer Olsen
  • Innovation in Caregiving Spotlight Alan Goldstein (moderator)

  • Fereydoun Taslimi
  • Lindsay Jurist-Rosner
  • Brian Park
  • Storytelling and Caregiving Kitty Eisele (moderator)

  • Regis Max Linsky
  • Sian-Pierre
  • Richard Lui
  • Next Avenue Influencers in Aging Richard Eisenberg (moderator)
  • Special Guests, 2021 Influencers in Aging
  • PaulineBoss: ambiguous loss Pérdidas Ambiguas. Sin embargo, no todas las pérdidas de personas cercanas responden a este esquema tan interiorizado culturalmente. Hay situaciones en las que se produce una pérdida física pero se mantiene una presencia psicológica –desapariciones en catástrofes naturales, atentados, adopciones, migraciones, divorcios, secuestros-, y otras en las que se mantiene la presencia física pero hay una pérdida psicológica –enfermedades degenerativas tipo Alzhéimer-. En ambos casos no hay una despedida total como en la muerte clara, no se produce una pérdida completa de la persona. En las pérdidas ambiguas es como si las puertas de la vida permanecieran entreabiertas y dejaran pasar cierto halo de esperanza de que todo puede volver a ser como antes.El quebranto de la realidad no es total y ello supone que tampoco haya un fin en el proceso de duelo, el duelo es ambiguo pudiendo llegar a convertirse en duelo crónico, conocido también como duelo complicado o duelo patológico.

  • WEDNESDAY, DECEMBER 8
  • The Intergenerational Compact -The New Map of Life and the Intergenerational Compact
  • Laura Carstensen - Ken Stern (moderator)
  • A Conversation with Norman Lear and Eli Bergthold Ken Stern (moderator)

  • Norman Lear
  • Eli Bergthold
  • Marta Deweey-Comentarista- integrante equipo Stanford
  • Intergenerational Innovation Spotlight Chris Farrell (moderator)

  • Jake Rothstein
  • Dana Griffin- https://www.eldera.ai/mission

  • Intergenerational Workplaces- Laura Carstensen (moderator)

  • Andy Briggs
  • New Map and the Second Half of Life Ken Stern (moderator)

  • Laura Carstensen
  • A Conversation with Bryan Pinsky of AIG - Martha Deweey facilitadora. El tema de seguros, etc

  • Conversation: Funding Longer Life Martha Deevy (moderator)

  • C. Eugene Steurele
  • Sita Slavov
  • Financing the Second Half of Life: Leveraging Housing Assets and Reverse Mortgages Richard Eisenberg (moderator)

  • Craig Lemoine
  • Wade Pfau
  • Anna Rappaport
  • The Second Half of Life Begins at Birth Ramsey Alwin (moderator)

  • Melissa Boteach
  • Starsky Wilson
  • Tom Robinson

Alan Goldstein (moderator) Empresas y emprendedores.

  • Fereydoun Taslimi *Lindsay Jurist-Rosner* Brian Park
  • Bringing meaning and purpose into the lives of elders through creative engagement
  • Rethinking the Stages of Life -Marc Freedman (moderator) KARL JUNG- No podemos vivir el atardecer de la vida con el mismo programa que la mañana, pues lo que en la mañana era mucho, en el atardecer será poco, y lo que en la mañana era verdadero, en la tarde será falso.
  • William Damon- Learning Purpose with Bill Damon https://www.youtube.com/watch?v=vS5gG5CRZyg- As part of the Virtues & Vocations series, Reimagining Education: Conversations on Character, Commitment & Community, Stanford Education Professor William Damon, discusses the developmental process of learning to be purposeful. You can watch the full talk here: https://youtu.be/_FU0V_fDDaw

  • https://www.youtube.com/watch?v=RtxgykMwMJk

  • The Power of Purpose and Ideals with William Damon- https://www.youtube.com/watch?v=Rtxgy

LAS VIDAS DE CIEN AÑOS ESTÁN AQUÍ

  • Today’s story of longevity isn’t about old people, it’s really a story of babies. Martha Deevy, Stanford Center on Longevit
  • The science says that if you arrive at old age, but you're physically fit, financially secure, and mentally sharp, many old-age issues begin to fade away. So, from the very beginning, we've focused on mobility, cognitive fitness, and financial security.
  • La historia actual de la longevidad no se trata solo de adultos que envejecen. Es realmente una historia de bebés. El espectacular aumento de la esperanza de vida se produjo esencialmente porque morían menos niños y jóvenes. En 1900, el 25 % de los bebés nacidos en los EE. UU. morían antes de cumplir los cinco años. La esperanza de vida ha aumentado, principalmente por salvar la vida de los bebés. Así también, tenemos programas de salud pública, vías fluviales más limpias, leche pasteurizada, sistemas institucionalizados de recolección de desechos, vacunas y educación pública. Más jóvenes tienen la oportunidad de envejecer y llevar vidas más saludables.


MODELOS DE VIVIENDAS


EL NUEVO MAPA DE LA VIDA


  • https://www.elcorreo.com/sociedad/nueva-longevidad-espera-20221106172032-ntrc.html

  • El centro de longevidad de la Universidad de Stanford, dirigido por Laura L. Cartensen, ha realizado un amplio estudio donde condensa en una decena de puntos los principales factores de lo que han llamado 'el nuevo mapa de la vida'. Invita a cambiar la forma en la que concebimos las etapas del tránsito vital en la actualidad. «Hay que dejar de asociar la segunda parte de la vida a jubilación, menopausia y muerte», indica este trabajo. En él se indica que una de las principales claves para ello es mantenerse activo en estas décadas, bien a través de acciones de voluntariado, tutorías a nuevas generaciones o con la vuelta a una actividad laboral más suave y llevadera.
  • Sin duda, la salud es capital en este reto de vidas centenarias. No se trata sólo de llegar a vivir 100 años, es hacerlo en buenas condiciones físicas y psíquicas el mayor tiempo posible. Los expertos de Stanford apuestan por igualar la salud a la duración de la vida, algo que ahora no sucede. «La mayor esperanza de vida no está asociada en estos momentos a personas con movilidad y mentalmente agudas», se recoge en este estudio.

Por eso, añade, es necesario invertir en envejecimiento saludable, pero hay que hacerlo en todas las etapas de la vida. Con una buena nutrición, correcta vacunación y actividad física desde la infancia. Los hábitos de vida saludables, indica la investigación, son «fundamentales» para llegar a los 80, 90 o 100 años y hacerlo en condiciones de calidad.

Para la Universidad de Stanford es importante priorizar la salud pública para extender la vida del mayor número de personas. Coincide con este planteamiento Ana Sáenz de Miera. «Desde las administraciones públicas tienen que priorizar las políticas de salud pública para que la población esté sana más tiempo, algo que ahora se hace poco», indica. En este sentido la portavoz de Ashoka indica que esto repercutiría para bien sobre el sistema sanitario, ya que se reduciría el número de personas que aparecen con un problema de salud agudo y favorecería la recuperación de aquellos que han pasado por estos episodios.

Con una vertiente más futurista, la investigación de Stanford avanza por dónde puede ir la medicina del futuro y cómo mejorará la vida de la gente. En marcha hay proyectos para desarrollar dispositivos para realizar un diagnóstico precoz de las personas con riesgo de sufrir un accidente cardiovascular –junto a los tumores una de las dos principales causas de muerte en España–, o robots terapéuticos diminutos introducidos en el torrente sanguíneo para administrar fármacos directamente sobre las células cancerosas.

Potencial laboral Sin duda otro factor clave en estas vidas más prolongadas es el financiero. El estudio de la Universidad de Stanford recoge que, en la actualidad, «muchas personas tienen buena salud e independencia funcional hasta los 70 y 80 años, lo que sugiere un potencial de la vida laboral más allá de esta edad». Dentro de tres décadas serán muchos más los que se encuentren en esta situación.

Pero no sólo es que lleguemos a esta edad en condiciones de poder seguir trabajando. Es que será necesario en muchos casos. El sistema de pensiones no está preparado para unas vidas tan prolongadas. A esto se suma que una parte de la población contará con una paga reducida, por lo que no tendrá suficientes fondos para costear su jubilación. Necesitarán de unos ingresos adicionales. Otros simplemente desearán seguir activos porque se encuentran bien física y mentalmente y desean hacerlo.

Preocupaciones La salud, la capacidad adquisitiva y el aislamiento social y familiar, los grandes problemas a resolver Pero el trabajo a partir de cierta edad no será igual. La Universidad de Stanford aboga por que en esas «décadas adicionales» de vida laboral esta actividad sea «más flexible». Esto se traduce en horarios más reducidos, menos días a la semana o incluir una fase de transición «escalonada» al final de la etapa profesional para que el paso de trabajar a estar jubilado no sea tan brusco. También recalca el estudio que las empresas «no deben discriminar por edad» a sus empleados más veteranos, ya que «el envejecimiento no equivale a pérdida de productividad».

A nivel internacional ya hay iniciativas interesantes relacionadas con el trabajo en la tercera edad. En Brasil hay una compañía llamada LAB60+ que se dedica a ofrecer oportunidades profesionales a los mayores. Su fundador es Sergio Serapiao. Él es uno de los expertos que estará presente en Bilbao desde mañana y hasta el miércoles en una cumbre internacional sobre nueva longevidad.

Según indica Serapiao, las personas mayores tienen miedo a tres cosas: a perder la salud, a quedarse sin ahorros y dinero al ser la vida más larga, y al aislamiento social y familiar. El trabajo es una buena terapia frente a estos tres temores. «Mejora la salud, hace que estemos más integrados y nos reporta dinero», señala. En Brasil han impulsado varios proyectos para reintegrar a la actividad laboral a personas que ya se habían jubilado. Hace tres años comenzaron a incorporarlos en 16 oficinas de la principal entidad bancaria del país. Su labor era atender a usuarios de su misma edad y ayudarles. «En cuatro meses lograron que este perfil de clientes aumentasen el uso de las herramientas tecnológicas del banco», recuerda.

Y es que Serapiao destaca que las personas más longevas «son el grupo de población con mayor capacidad socioemocional». Potencian estas habilidades, aprenden otras nuevas y hay empresas que emplean a estos trabajadores veteranos para que atiendan a clientes de una edad similar. Se comunican mejor con ellos, les entienden y resuelvan las dudas que puedan tener.

Fruto de aquella iniciativa en sucursales bancarias, en Brasil se inició otra similar en la atención al público en las tiendas de una conocida compañía de telefonía. En Oracle, un millar de mayores brasileños ayudan cada año a desarrollar tecnología de esta compañía adaptada a estas generaciones.

En estas compañías tienen unas jornadas laborales más flexibles. No superan los cuatro días trabajados a la semana y un máximo de 6 horas por jornada en su puesto de trabajo. Serapiao opina que proyectos de este tipo pueden ser trasladados a otros países a lo largo de los próximos años.

Contribuir a la sociedad Otro aspecto relevante de la nueva longevidad es el papel de las personas más mayores en el seno de la sociedad. Representarán un 30% de la población en 2050, según apuntan desde Ashoka, y hay que aprovechar su experiencia en beneficio de la sociedad.

La Universidad de Stanford propone promover grupos de jóvenes y mayores, para que los primeros aporten su entusiasmo, mientras los segundos sumen su inteligencia. A nivel laboral la experiencia de estos últimos ayudará a que estos equipos cometan menos errores. Y a nivel comunitario tienen más capacidades para desempeñar labores de voluntariado.

«Debemos valorar que no solo viviremos más, también cómo vamos a contribuir al mundo durante toda nuestra vida y qué debemos cambiar para hacer eso posible», destaca Sáenz de Miera. Para la representante de Ashoka, «aportar valor es clave a la edad que sea con diferentes iniciativas, ya sean asociativas, cuidar a niños o laborales, porque te conecta socialmente y te hacen seguir activo. Sentir que no puedes aportar nada es una condena».

Desde esta organización sin ánimo de lucro insisten en que «es el momento de empezar a adoptar iniciativas en nueva longevidad» y para ello aconseja mirar qué se está haciendo en esta materia en otras zonas del mundo para incorporar las que están funcionando. Algunas ya se llevan a cabo en este país. Sáenz de Miera recalca que dentro de unos años España será una referencia por ser de los países con una mayor tasa de envejecimiento. «En nuestra mano está ser el que mejor gestiona la longevidad y convertirnos en un referente internacional».

La discriminación por razón de edad, un factor a evitar Evitar la discriminación por razón de edad, también llamada edadismo, es un concepto importante al que se refieren tanto los expertos en longevidad autores del estudio de la Universidad de Stanford como los emprendedores sociales que colaboran con Ashoka. Consideran que es algo a evitar tanto en el ámbito profesional como social.

A nivel laboral apuntan que las personas mayores pueden trabajar en equipo con las personas jóvenes para guiarles, emplear su experiencia para evitar errores y aumentar la productividad del grupo. En materia social los expertos destacan la capacidad de los mayores para promover y participar en iniciativas comunitarias y solidarias. También para ayudar a generaciones menores en el cuidado y la atención de los hijos.

La Universidad de Stanford aboga por dejar de pensar en el «coste» que tiene una población envejecida a nivel sanitario o financiero para «mirar los beneficios que aporta una sociedad de edad diversa».


  • Necesitamos rediseñar por completo cómo vivimos
  • Por Laura L. Carstensen
  • December 29, 2019
  • https://www.washingtonpost.com/es/post-opinion/2019/12/29/necesitamos-redisear-por-completo-como-vivimos/

  • Laura L. Carstensen es profesora de psicología y directora del Centro de Longevidad de Stanford.
  • Es hora de pensar seriamente en rediseñar la manera en la que vivimos. La esperanza de vida promedio en el siglo XX creció 30 años y, en lugar de imaginar las muchas formas en que podríamos usar estos años para mejorar la calidad de vida, solo le hemos añadido años al final: la vejez se hizo más larga.
  • Como resultado, el pensar en la posibilidad de vivir por un siglo nos causa una gran ansiedad. Cuando se nos pregunta sobre las aspiraciones de vivir hasta los 100 años, las respuestas típicas son: “Espero que el dinero me alcance para eso” o “espero no sufrir de demencia”. Si no comenzamos a imaginar lo satisfactoria, comprometida y significativa que puede ser una vida que dure 100 años, ciertamente no podremos construir mundos que nos puedan llevar allí.
  • En mi opinión, la tensión que rodea el envejecimiento se debe en gran medida a la velocidad con la que aumentó la esperanza de vida. Cada generación nace en un mundo preparado por sus antepasados ​​en cuanto a conocimiento, infraestructura y normas sociales. La capacidad humana de beneficiarse de esta cultura heredada nos brindó ventajas tan extraordinarias que la muerte prematura se redujo drásticamente en cuestión de décadas. Sin embargo, a medida que la longevidad aumentó, la cultura no le siguió el paso.
  • Las vidas longevas no son el problema. El problema es vivir en culturas diseñadas para vidas que duran la mitad del tiempo que las nuestras.
  • Las jubilaciones que abarcan cuatro décadas son inalcanzables para la mayoría de personas y gobiernos; la educación que termina a principios de los 20 años no es adecuada para una vida laboral más larga; y las normas sociales que dictan responsabilidades intergeneracionales entre padres e hijos pequeños no abordan a las familias que incluyen cuatro o cinco generaciones vivas.
  • El año pasado, el Centro de Longevidad de Stanford lanzó una iniciativa llamada “El nuevo mapa de la vida”. Comenzamos por convocar a un grupo de expertos, incluidos ingenieros, climatólogos, pediatras, geriatras, especialistas en comportamiento, expertos financieros, biólogos, educadores, proveedores de atención a la salud, consultores de recursos humanos y filántropos. Les pedimos imaginar cómo se verían las vidas dinámicas de un siglo y luego comenzamos el proceso de reasignación. ¿Cómo deben cambiar los modelos tradicionales de educación, trabajo, estilos de vida, relaciones sociales, planificación financiera, atención médica, primera infancia y pactos intergeneracionales para mantener una vida larga?
  • Rápidamente acordamos que sería un error reemplazar el viejo modelo rígido de vida —primero la educación, luego la familia y el trabajo, y finalmente la jubilación— con un nuevo modelo igual de rígido. En cambio, debe haber muchas rutas diferentes, entrelazando el ocio, el trabajo, la educación y la familia a lo largo de la vida, llevando a las personas desde el nacimiento hasta la muerte con lugares para detenerse, descansar, cambiar de rumbo y repetir los pasos en el camino. La vejez sola no duraría más; más bien, la juventud y la mediana edad también se expandirían.
  • Acordamos también que la longevidad exige repensar todas las etapas de la vida, no solo la vejez. Para prosperar en una era de rápida transferencia de conocimiento, los niños no solo necesitan lectura, matemáticas y conocimientos de informática, sino que también necesitan aprender a pensar creativamente y no aferrarse demasiado a los “hechos”. Necesitarán encontrar alegría en desaprender y volver a aprender. Los adolescentes pueden tomar descansos de la escuela secundaria y realizar pasantías en lugares de trabajo que los sorprendan. La educación no terminaría en la juventud, sino que estaría siempre presente y tomaría muchas formas fuera de las aulas, desde microgrados hasta viajes por el mundo.
  • El trabajo también debe cambiar. Hay muchas razones para esperar más cambios dentro y fuera de la fuerza laboral —especialmente por parte de los empleados que cuidan niños pequeños o padres ancianos— y una mayor participación de los trabajadores mayores de 60 años. Hay buenas razones para pensar que trabajaremos más tiempo, pero podemos mejorar la calidad del trabajo con semanas de trabajo más cortas, horarios flexibles y frecuentes “jubilaciones”.
  • Financiar la longevidad requiere un replanteamiento importante. En lugar de ahorrar grandes cantidades de dinero para el final de la vida, podríamos agrupar los riesgos de nuevas maneras. Las generaciones pueden compartir la riqueza antes que los legados tradicionales; podemos abrir cuentas de ahorro al nacer y permitir que los adultos jóvenes trabajen antes para que el interés compuesto pueda funcionar a su favor.
  • Mantener la buena forma física desde el principio hasta el final de la vida será primordial. Hacer que los niños jueguen en la calle, alentar los deportes, reducir el tiempo que nos sentamos y pasar más tiempo caminando y en movimiento mejorará enormemente la vida individual.
  • En el año transcurrido desde esta reunión inicial, hemos lanzado un programa posdoctoral centrado en inmersiones profundas sobre los temas centrales de la vida que deben cambiar. El objetivo es desarrollar recomendaciones específicas para gobiernos, empleadores, empresas, padres y formuladores de políticas para que podamos comenzar a sentar las bases para crear culturas que respalden vidas de un siglo de duración. Los desafíos exigen inversiones sociales, científicas y educativas extraordinarias. Las oportunidades son aún más extraordinarias.
  • Tener vidas más largas nos presenta la oportunidad de rediseñar la forma en que vivimos. El mayor riesgo es solo que nuestras expectativas sean muy bajas.
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EnciclopediaRelacionalDinamica: StanfordCenterOnLongevity (última edición 2023-08-19 23:10:45 efectuada por MercedesJones)