Tobías Belgrano * Tobías Belgrano es licenciado en Ciencia Política por la Universidad Católica Argentina y tiene una maestría en Gobierno por la Universidad de Buenos Aires. Es un apasionado por la política latinoamericana y la inestabilidad política en la región y además presenta gran interés en la integración social de las villas de emergencia en el Conurbano Bonaerense, habiendo trabajado en ONG’ s y en el sector público. ------ * https://thenewglobalorder.com/author/tobias-belgrano/ * '''La restauración del viejo orden-''' Luego de algunos del replanteo de sus estructuras tradicionales, la pospandemia, la guerra en Ucrania y la inflación internacional detonaron el hartazgo social y un reclamo por restaurar un orden perdido.DIARIO PERFIL- 14-07-2022 * Sin duda, la pandemia ha sido el gran detonante del orden internacional e interno de cada país vigente hasta 2020. Previo a los cierres masivos, el mundo parecía regirse por un régimen de moderación, intercambio comercial y diplomacia racional. Incluso el triunfo de Biden pareció un retorno a este orden, su frase “Estados Unidos está de vuelta” parecía enterrar los cuatro años de aislacionismo y radicalización política que marcaron los años de Trump. * Sin embargo, tras dos años de gestión, las decisiones erráticas en materia internacional como la retirada en Afganistán, la poca firmeza demostrada frente a la invasión rusa en Ucrania y el descontrol económico en materia de inflación, transmiten a una juventud en todo el mundo que vivimos en una era desordenada y errática. * Muy atrás quedaron los años de hegemonía norteamericana o incluso de la guerra fría, donde a pesar de los enfrentamientos, el panorama de destrucción mutua asegurada (MAD) dejaba una mayor sensación de orden debido al empate geopolítico. * Esta vacilación imperante llevó a Donald Trump a mostrarse como el candidato garante del orden frente a la falta de resolución de los demócratas. La radicalización de su espacio político da a propios y ajenos la sensación de seguridad que parece haberse perdido. Incluso, la reciente derogación del derecho constitucional al aborto habla de una restauración a los valores de la familia tradicional enterrando los años recientes de expansión de derechos. * Este fenómeno no es exclusivo de los Estados Unidos. En la Argentina, la misma sensación de desorden ha vuelto competitivos nuevamente a Cristina Fernández de Kirchner y a Mauricio Macri para la carrera presidencial del 2023. La incapacidad de los gobiernos de controlar la inflación y recuperar la economía, hace que los votantes busquen desesperados capacidad de mando y firmeza en la resolución para volver a un pasado que nada tiene que ver con este presente. * En el caso de Javier Milei, su retórica retrocede a un pasado pre 1930, donde la inexistencia del banco central y la poca intervención del Estado, hicieron de la Argentina uno de los países más ricos del mundo… de otro mundo, claro está. A pesar de la caída en su imagen debido a su aparente debilidad para ordenar su propia tropa, la radicalización y convicción de su discurso han dado a los jóvenes la sensación de futuro que la política tradicional no está dando. * Brasil es otro caso paradigmático de regreso al pasado, donde el fracaso generalizado de Bolsonaro en la gestión de la pandemia y la incapacidad de su gobierno de devolver a la nación sudamericana a su estatus de potencia, han devuelto a Lula al ring con altas posibilidades de ser el candidato electo en octubre. * Un futuro incierto * Hoy el futuro inmediato es más incierto que nunca, el asesinato de Shinzo Abe en un país como Japón donde la mayor parte de la población está integrada al sistema económico, es otro capítulo de este inquietante momento histórico. * Los estados muestran incapacidad en distintas áreas y luchan débilmente por recuperar lo perdido. El mediocre intento del Congreso de los Estados Unidos frente a las intervenciones electorales de Facebook es un ejemplo en este sentido. Asimismo, la adopción de las criptomonedas por parte de jóvenes de todo el mundo, habla acerca de la desconfianza de los individuos de utilizar dinero fiduciario respaldado por los Estados, que no carecen de las herramientas para frenar su expansión. * Los libertarios proponen la supresión final del Estado para vivir en una panacea de libertades donde la libre empresa y el individuo sean los que ordenen los conflictos a través del mercado. Sin embargo, poco podría hacer el sistema de precios para solucionar el conflicto en Ucrania o en Afganistán. La solución que demanda este presente es política, no económica. * Los jóvenes necesitamos una épica de la reconstrucción con hechos concretos, para una empresa que nos involucre a todos, incluso a los que hoy están en los márgenes de la esfera pública. La manera en la que el Estado puede recuperar la iniciativa es adoptando todas las herramientas tecnológicas que actualmente se encuentran fuera de su esfera para garantizar la eficiencia y recuperar la capacidad estatal necesaria para hacerle frente al desorden existente. Este resultado no será fruto de votar candidatos con ideas del pasado, sino de abrir el juego político a una generación que piense soluciones para el futuro que viene. '''Los Herederos de Alberdi''' Los actuales herederos de Alberdi proclaman defender las ideas de la libertad que el padre de la constitución nos legó, pero detrás de los eslóganes se esconde un populismo conservador. DIARIO PERFIL 01-03-2022 * Alberdi entró al salón donde cruzó miradas con un viejo conocido: el Restaurador de las Leyes, la pesadilla de los "salvajes" unitarios y el terror de las Pampas de antaño. Juan Manuel de Rosas jamás hubiese imaginado que se encontraría en vida con su viejo rival, que solía blandir su pluma como un sable en contra del país que los federales habían construido. * Sin embargo, de aquel encuentro surgió una amistad que superó la grieta. Alberdi ofreció sus servicios como abogado a Rosas, que en su exilio luchaba contra un injusto bloqueo de sus bienes y vivía su exilio en la pobreza. La tolerancia de Alberdi, y su capacidad de dejar atrás la persecución que él en carne propia sufrió, hablan de una figura que aún hoy en día emana los valores más puros del liberalismo: la tolerancia. * Estos valores se encuentran tergiversados hoy en día por un movimiento que toma su figura como bandera, pero que, detrás de los eslóganes, está agazapado un movimiento populista de derecha, el nuevo animal preferido en el zoológico del siglo XXI. Y es que, cuando algunos candidatos libertarios hablan del periodo en el cual Argentina aplicó "las ideas de la libertad", omiten el hecho que, en términos de la antinomia propuesta por Sarmiento, fue la "barbarie" la que aplicó las ideas de la "civilización". Fue Alberdi el autor de una constitución liberal que combinaba lo mejor del Federalismo y que fue aplicada por Urquiza, un caudillo Federal. * Sin dejar a nadie afuera del diálogo político, y a pesar de que en todo momento se trató de una conversación entre las élites, la Argentina se convirtió en uno de los países más ricos del mundo. * Hoy los presuntos herederos de Alberdi apuntan a excluir por completo a los actores políticos existentes, denostando un principio liberal esgrimido por John Stuart Mill: la duda de que el otro, tiene una parte de la verdad, pero nadie es dueño de la totalidad de esta. Pero no solo se invalida a las personas de trayectoria política, sino también a muchas de las ideas que hoy imperan en el mundo moderno, como el feminismo, la integración de las minorías y, vergonzosamente, se declaran en contra del cambio climático y la vacunación. * Pero ¿por qué se puede considerar que el movimiento libertario es en realidad un populismo de derecha? Según el célebre politólogo estadounidense Steven Levistky, autor de Cómo mueren las Democracias, existen tres características fundamentales para identificar al populismo. * La primera de ellas es la de esgrimir un discurso antiestablishment y prometer barrer con el sistema político vigente. No es ninguna novedad que el economista Javier Milei es particularmente crítico con la dirigencia política, pero polarizar a la sociedad contra su clase gobernante, usando términos como “casta” es una característica básica del populismo que comparte con Hugo Chávez, “Podemos” en España (los primeros en acuñar el concepto de “casta”), entre otros ejemplos. No son menores frases del tinte “Son ellos contra nosotros” lanzadas en Plaza Holanda durante su campaña a diputado de 2021. * En segundo lugar, los populismos suelen ser liderazgos conformados por candidatos amateurs en política y en la administración pública, ahí está el caso de Trump, cuyo primer cargo público fue el de presidente, o el caso de Milei, que por primera vez ejercerá un cargo a partir de hoy. * El último criterio del autor es el uso de significantes vacíos, conceptos abstractos que pueden significar lo que cada oyente interpreta de ellos, para cautivar al público. Esta estrategia es descrita por Ernesto Laclau en La razón populista. * El líder del “pueblo” libertario se sirve de todo tipo de significantes vacíos, como la “libertad”, “casta” o los “zurdos de m…” buscando captar diferentes audiencias. * Esta apertura de sesiones del Congreso tiene que recordarnos la importancia de contar con una dirigencia política profesional. Los vicios y carencias que vemos en nuestra dirigencia no hablan solo de ellos, sino también de nuestras falencias como sociedad. En este ciclo legislativo que comienza no tenemos que olvidar que las salidas rápidas, que apelan a nuestro enojo y resentimiento terminan, como muestra nuestra historia, indefectiblemente mal. La democracia nos da siempre el poder de mejorar, a través de nuestro voto, el cambio queda en todos nosotros. '''¿Cristina 2023?''' La coyuntura política actual del Frente de Todos obliga a la Vicepresidenta a tomar una decisión: apostar al todo o nada el año próximo con ella a la cabeza, o hacerse a un lado y arriesgarse a volver al llano.- DIARIO PERFIL- 20-04-2022 * Cristina Fernández de Kirchner volvió, el pasado 14 de abril, al escenario de la política argentina con un tono de campaña, recargado y sin tapujos de miras a 2023. * Y es que, en las últimas demostraciones de poder de la Vicepresidenta, se encierran algunos de los enigmas que acosan con insomnios a algunos funcionarios del Frente de Todos. * La Vicepresidenta es totalmente consciente del efecto de sus palabras, particularmente en este momento de gran crispación interna dentro de una fuerza que reclama orden. Si bien en varias oportunidades la Dra. Kirchner afirmó que el poder formal de la Presidencia no necesariamente implica un poder real, hablar de que “no se hacen las cosas que hay que hacer” es demostrar nuevamente su disconformidad frente a las políticas que se están llevando a cabo. * Las dificultades experimentadas por el gobierno de Alberto Fernández para controlar la inflación, las diferencias internas y los pases de factura, dan a muchos la impresión que en el 2023 los destinos del país serán tomados por la oposición. Cosa que la Vicepresidenta, no está dispuesta a tolerar, perder en 2023 puede significar un retroceso del que sería muy difícil recuperarse. Ella eligió a su sucesor y, a diferencia de Perón o Hugo Chávez, vivió para verlo ejercer el poder. * Desde lo personal, perder tampoco es una opción. Cristina no puede volver a poner en riesgo su libertad personal ni la de sus hijos en un rally de causas que la convoquen desde Comodoro Py. Más allá de la percepción particular de cada lector respecto a la veracidad de dichas causas, el desgaste en su fuero familiar no puede volver a ser lo que fue. * Desde una perspectiva política, Cristina tampoco puede volver a arriesgar su capital político nombrando a alguien en su nombre. El solo hecho de proponer otro Presidente, que no ponga su impronta, o que perjudique su capital político, sobre todo tras lo vivido, es causa suficiente para descartar dicha posibilidad. * Por último, el año 2023 cuenta con la mística que Cristina Kirchner suele aprovechar para construir su relato político. El muy posible regreso de Lula Da Silva en Brasil, la reciente asunción de Boric en Chile y la conmemoración de 20 años de la asunción de Néstor Kirchner en 2003, actúan como la materia prima perfecta para la construcción de la narrativa cristinista. En el caso, obviamente de que efectivamente se presente a la elección. * En la Semana Santa de 1987, hace 35 años, el Raúl Alfonsín, sin la necesidad de obsequiar ningún libro, desactivó una insurgencia militar contra un gobierno democrático que se encontraba en una situación de fragilidad. Esperemos que, tras estas Pascuas, el orden llegue dentro de la casa del Frente de Todos. * Tobías Belgrano. Lic. Ciencias Políticas (UCA) y Maestría en Gobierno (UBA). Profesor de Gobierno y Administración de la República Argentina (UCA). '''¿"Ordem e progresso" en 2022 para Brasil?''' * El 2022 será un año de alto voltaje para el principal aliado comercial de la Argentina, la elección traerá definiciones a una Nación que transita una crisis política desde 2016. DIARIO PERFIL 19-01-2022 * El gobierno ultraconservador de Jair Bolsonaro, experimenta sus horas mas difíciles. Los índices de aprobación del Presidente han caído perforando su puntuación más baja desde 2019. La mala gestión de la pandemia, la falta de logros económicos y la creciente inflación están haciendo que el buque insignia del “capitão” se hunda en el océano más profundo. * Del otro lado del mar, el expresidente, Luis Inacio "Lula" Da Silva, lidera la carrera para las elecciones de 2022 casi duplicando la intención de voto del oficialismo. Según Datafolha con un 55% de intención de voto para Lula contra un 32% para la coalición gobernante, los números de un ballotage amargan las posibilidades de la derecha brasileña. Sin embargo, la elección de Lula en 2022, en cuyo gobierno Brasil se convirtió en la 8° economía del mundo, no garantiza el regreso al podio internacional. * La inestabilidad política en Brasil inició mucho antes de la llegada de Bolsonaro al poder, remontándose a 2016 cuando Dilma Rousseff fue destituida mediante un polémico proceso, donde el actual presidente le dedicó el voto a su torturador. * Causas estructurales de la inestabilidad. Más allá del espectáculo político de 2016, si analizamos la gestión de Lula, podemos calificarla de excepcional debido al crecimiento de los precios de las materias primas como la soja y el petróleo. Con este boom de ingresos y una situación económica sólida tras las crisis de finales de los 90, el crecimiento se disparó a principios de los 2000 y el Petismo utilizó estos ingresos para construir, y mantener en el poder a una coalición que en 2002 incluía a casi 13 partidos. * El autor Vicente Palermo en "¿Cómo se gobierna Brasil?" da algunas pistas sobre las complejidades del sistema político brasileño, que lo hacen estructuralmente propenso a la inestabilidad. Estas incluyen: El federalismo brasileño, un sistema de partidos fragmentado y un presidencialismo con poderes concentrados. * El federalismo brasileño. Brasil tiene una fuerte tradición en la que las élites locales concentran el poder económico y político de las regiones que conforman el país. Esta herencia se remonta al Imperio y la Primera República, donde los lideres estaduales controlaban la producción de determinados recursos, y se turnaban en el control de la Presidencia. * La fortaleza del sistema federal garantiza la dispersión de poder en el territorio que combinado con su sistema de partidos generan un caldo de cultivo para el caos. * Sistema de partidos fragmentado. Una organización federal combinada con un sistema electoral proporcional, donde se eligen a los diputados a través de listas abiertas, resulta una combinación compleja donde los electores no comprenden del todo las lealtades partidarias de sus candidatos. * Asimismo, la disciplina partidaria resulta ilusoria, elevando el número efectivo de partidos al más alto del mundo, siendo casi diez los partidos relevantes en Brasil. * Esto impacta en la composición de las cámaras legislativas generando un Congreso diverso e híper-heterogéneo, donde la relación de fuerzas cambia casi mensualmente, debido a la prioridad de intereses locales por sobre la agenda nacional. * Los legisladores son menos propensos a seguir la línea de los liderazgos nacionales, que operan mediante partidos “catch all” o (atrápalo todo). Los últimos carecen de públicos definidos y apelan a diferentes clases sociales e ideologías políticas a nivel regional. * La fragmentación, además genera la falta de una agenda legislativa nacional, obliga al poder ejecutivo a intervenir vía decretos para conseguir algún tipo de iniciativa. Sin embargo, esta herramienta en manos del presidente genera tensión con el congreso debido a su exclusividad en la iniciativa legislativa. * Sistema presidencialista. Otra consecuencia de esta volatilidad es la complejísima negociación por Ministerios debido a la cantidad de socios de las coaliciones. Asimismo, la dinámica cambiante de los intereses regionales y la volatilidad de los actores políticos, traen la inestabilidad del congreso al Gabinete del Presidente. Palermo describe al sistema como un Presidencialismo dotado de fuertes poderes proactivos, pero con fuertes restricciones institucionales. * Debido a la realidad política de las instituciones brasileñas, y manteniéndose la estabilidad en los precios de las materias primas, el gobierno elegido en 2022 carecerá de recursos económicos para construir y sostener coaliciones políticas que garanticen la gobernabilidad de la nación sudamericana. * Si Lula es electo, las herramientas utilizadas en el pasado para construir estabilidad no serán aplicables. Y en un contexto de elecciones polarizadas, el líder del PT podría necesitar construir una nueva agenda política y económica tocando los intereses de un congreso fragmentado.Independientemente de quién resulte elegido, la estabilidad política de Brasil continúa siendo un campo minado.