Vidas Interconectadas



reconoce que la historia de vida es reflejo de una época, de las normas sociales y de los valores compartidos por la comunidad de pertenencia (Pujadas Muñoz, 1992). La trayectoria biográfica resulta un entrecruzamiento de múltiples líneas, se constituye en tanto sucesión de situaciones vividas por las personas en diferentes esferas o ámbitos (escolar, laboral, familiar, social, residencial, político, religioso y espiritual, entre otros), con distintas articulaciones históricas. Su abordaje supone dos niveles de realidad: el de los hechos objetivos u objetivables como fechas, actores, sucesos; y el de los aspectos subjetivos, en tanto percepciones, representaciones e interpretaciones (Muñiz Terra, 2012). La corriente europea, particularmente de orientación francesa, resalta la importancia del tiempo (Coninck y Godard, 1998). La temporalidad, alusiva a determinados momentos de la historia de vida, en conjunto con los elementos objetivos y subjetivos, dan pauta a la reconstrucción biográfica. Así, podemos reconocer, en las trayectorias, esquemas de movilidad definidos por quien investiga y ubica a un actor social en diferentes momentos de su historia de vida. En resumen, la perspectiva biográfica sugiere una ruta metodológica para configurar trayectorias de vida, a partir de tres dimensiones que posibilitan la reconstrucción de historias paralelas o imbricadas, entretejiendo hechos biográficos (actividades, prácticas, roles, identidades sociales, etc.), lugares y tiempos específicos.

historia, psicología y demografía. Esta perspectiva replantea las preguntas de investigación en términos de cursos y patrones en vez de cadenas causales. Es una corriente que subraya el peso de la agencia humana (George, 2006). Toma en cuenta la subjetividad individual, el entretejido social, los valores del entorno, el contexto sociohistórico, la interdependencia con otros y la complejidad, considerando los niveles micro, meso y macrosocial. Aborda fenómenos humanos sumamente subjetivos, como el estudio del tiempo psicológico y social; el efecto de tener una experiencia particular en un momento preciso; los cambios en la biografía personal derivados de las circunstancias contextuales, así como aquellos de orden social articulados a las biografías individuales. Resulta una aproximación metodológica útil para analizar la relación existente entre las vidas individuales y el cambio social (Blanco, 2011; Elder, Kirkpatrick y Crosnoe, 2006; Elder y Giele, 2009). Blanco (2011) recuenta tres conceptos fundamentales y cinco principios generales necesarios para realizar un análisis desde el enfoque del curso de vida. Los conceptos básicos son trayectoria, transición y turning point (Elder, 1991; Elder y Shanahan, 2006). Estos tres conceptos resultan ejes organizadores de sentido. La trayectoria refiere a un camino a lo largo de la vida que puede cambiar de dirección, grado y proporción (Elder, 1991); implica una visión a largo plazo. Se define en el camino recorrido en el ciclo vital de la persona, en el proceso de envejecimiento. Como cada persona funge distintos roles, puede formar distintas trayectorias en su curso de vida. Por ejemplo, trayectoria familiar, laboral, etc.

1. El principio del “desarrollo a lo largo del tiempo”, que tiene como premisa, para comprender un momento específico, conocer aquello que lo antecedió. Requiere que quienes investigan conserven una perspectiva de largo plazo en el análisis. Esto implica estudiar períodos sustanciales y no sólo breves episodios en la vida de las personas. Aunque este principio resulta indispensable para la interpretación, no siempre es posible contar con los datos completos, por falta de información (Elder y Kirkpatrick, 2002; Elder, Kirkpatrick y Crosnoe, 2006). 2. El principio de “tiempo y lugar” enfatiza la importancia del contexto. La premisa es que la vida de las personas está inmersa en y es moldeada por los tiempos y valores sociohistóricos (Elder, Kirkpatrick y Crosnoe, 2006). Por lo tanto, quienes forman parte de una cohorte generacional comparten, en alguna medida, ciertas características sociales. Este principio entiende que la posición y el estatus social influyen en el desempeño de los roles individuales. Entonces, en el trabajo de investigación resulta relevante tomar en consideración las influencias socioculturales, observar distinciones por género, por clase social o estrato socioeconómico, y por raza o etnia, entre otras (Elder y Giele, 2009, en Blanco, 2011). Relmecs, junio - noviembre 2022, vol. 12, no. 1, e105, ISSN 1853-7863 3. El principio del “timing”, entendido como el momento en que un hecho ocurre dentro del curso de la vida, centra el interés en si ese suceso “es pronto o tarde en relación con otras personas y con las expectativas normativas” (Elder y Giele, 2009, p. 10). Considera que el momento en el que suceden las transiciones puede tener efectos tanto en el curso de vida propio como en el de otras personas (Elder, 2002). Las transiciones y los turning points implican diferentes consecuencias según el momento o etapa de la vida. Por ejemplo, tener un hijo a los 14, a los 30 o a los 52 años; tenerlo antes de obtener un grado académico o después. Por lo tanto, un análisis que puede derivarse de este principio es el de la acumulación de ventajas y desventajas a lo largo del curso de vida (O’Rand, 2009; O’Rand y Henretta, 1999). 4. El principio de “vidas interconectadas” (linked lives) afirma que la experiencia humana se vive en interdependencia, entrecruzada por relaciones con otros, por redes compartidas. Esos vínculos son justamente los que expresan las influencias histórico-sociales (Elder, 2002). En el trabajo de análisis resulta importante hacer notar las relaciones relevantes; por ejemplo, entre miembros de la familia, amistades, maestros y alumnos, entre otras (Elder y Shanahan, 2006). Metodológicamente, es necesario observar la interdependencia de las diversas trayectorias de un mismo individuo con respecto a otros individuos y/o grupos. 5 El principio de “libre albedrío” (agency) parte de la premisa de que las personas toman elecciones y tienen voluntad. Si bien es cierto que la vida de cada quien está acotada por circunstancias históricas y sociales, así como por una estructura de oportunidades que implica limitaciones, no somos seres pasivos a merced total de los constreñimientos estructurales; tomamos elecciones, tenemos iniciativas; somos partícipes en la construcción de nuestro propio curso de vida (Elder, 2001; Elder y Giele, 2009).

EnciclopediaRelacionalDinamica: VidasInterconectadas (última edición 2025-08-02 13:53:59 efectuada por MercedesJones)