En Comunidad del Diario La Nación salió una nota de Micaela Urdinez Titulada Trabajar para unos pocos- Organizaciones que se dedican a las causas más complejar y sostienen que todo el esfuerzo vale la pena, con tal de mejorar una vida. En la nota aparecen Mercedes Assorati responsable del programa esclavitud cero de la FundaciónElOtro- El Arca- Hogar de Cristo en la Villa 21-24- Familias de Esperanza- Casa Manu- Casa de la Bondad de Manos Abiertas. En ese contexto BeatrizBalianDeTachtatian ecpresó lo que registro abajo. No encontré el link de modo que si hay errores no son de Beatriz sino míos que pasé a mano el texto. MercedesJones
El impacto social desde una perspectiva cuantitativa implica alcanzar un resultado positivo en un mayor número de personas de acuerdo con los objeivos propuestos. En cambio, si en lugar de cantidad se utiliza un criterio más general como "efecto multiplicador" los aspectos a considerar pueden variar.
Así, no sólo se trataría de analizar únicamente a cuántas personas comprende, sino cómo las afecta tanto en una dimensión individual como también comunitaria. Cuando el trabajo con niños de hogares y barrios sumergidos para superar sus condiciones de marginalidad logra resultados escasos, sugiere preguntarse si es válido el esfuerzo realizado.
También surge ese interrogante en los casos de enfermos terminales o las personas con discapacidades severas, que deben ser atendidas personalmente, donde los cuidadores deben superar numéricamente a las personas atendidas. Cuando estos y otros casos críticos son tratados con respeto, afecto y alegríase les brinda un lugar cómodo y agradable, además de valorar las acciones solidarias algunos se preguntaran si se puede considerar un impacto positivo. Manifiestamente es para esas pocas personas, los pobres, débiles y sufrientes. Ellos por el buen trato posiblemente sienten un cambio radical en sus vidas, pero también lo es para quienes los cuidan.
Al respecto algunos podrán argumentar que es una acción limitada a un círculo íntimo. Pero vale la pena preguntarse si es posible la calidad de vida en una sociedad que no en práctica en forma contínua la protección y defensa de los más débiles. La continuidad es una condición para obtener resultados en el largo plazo y la atención de los más vulnerables implica encontrarse con el dolor y el sufrimiento, aspectos que ayudan a madurar humanamente porque de eso se trata: humanismo.
Es probable que quienes se dedican a apoyar estas obras busquen indicadores para su evaluación. Estos indicadores no son numéricos, deben buscarse los apropiados para comprender una comunidad de personas, que al final de sus días serán recordadas por el valor humanitario que aportaron a la sociedad en la que se desenvolvieron. El "efecto multiplicador" no es un protocolo es una perspectiva que puede transformarse en un proyecto de vida.
Beatriz Balian Vicerectora de la Universidad Católica Argentina