UNA ARTESANA DE LA ENSEÑANZA MODERNA, DELIA ETCHEVERRY
Mucho antes de que mi madre mostrara algunas limitaciones en su prodigiosa memoria -a partir de cumplir sus 90 años- yo comencé a indagar por mi propia cuenta quién había sido ese personaje, Delia Etcheverry. Alguien tan fundamental para la formación de mi madre. Delia, fue su profesora de secundaria en el Colegio Nacional de La Plata. Delia, la introdujo a mamá en espacios sociales y políticos, a los que nunca hubiera tenido acceso. Recuerdo algunas historias de mamá con la hija de unos exiliados españoles. Eran, según palabras de mamá: "Republicanos de izquierda en el exilio".
Sospecho que, en algún punto, mi madre hubiera querido que su vida se pareciera más a la de su maestra.
Pero la influencia de Delia parece haber llegado, dentro de mi familia, más lejos. Porque la hermana menor de mamá, mi tía Queta (Elsa), una mujer inteligente, excelente docente, alegre y habilidosa, fue una pedagoga comprometida. Desplegó toda su carrera en barrios borderizos de la ciudad de La Plata. Llego a directora en un colegio público, en Berisso, y trabajó allí hasta que se jubiló. Berisso era, en esa época, un barrio obrero muy humilde en las afueras de la ciudad bonaerense.
Saber que existió una Delia Etcheverry y que mi madre tuvo el privilegio de ser su alumna, significó para mí una enorme satisfacción. En algún sentido muy vital, también soy producto de esa influencia.
Anoto, entonces, aquí abajo el resultado parcial de mis exploraciones sobre Delia Etcheverry a quien siempre admiré a través de mi madre y me hubiera gustado conocer. Gracias a ambas soy una gran admiradora de AliciaMoreauDeJusto.
Para recordar a Delia Etcheverry (1898-1981), socialista, educadora y defensora de los derechos humanos Enviado por RS el Vie, 02/14/2014 - 13:54.
http://www.revistasocialista.com.ar/taxonomy/term/5
Hace poco más de un año, el 1º de diciembre de 2011, el Jardín de Infantes 903 de San Andrés de Giles recibió el nombre de “Delia Etcheverry”. Con las palabras de la profesora Graciela M. León —que la llamó “singular mujer, tan anticipada en los tiempos”— se rendía público homenaje a una notable personalidad del mundo de la educación y del socialismo argentino.
Originaria de San Andrés de Giles, Delia nació en 1898 en una familia de profesionales; años después, en razón de las actividades políticas de su padre, la familia se instaló en La Plata. Delia ingresó a la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), de dónde egresó en 1917 con el título de profesora en Enseñanza Media Secundaria, Normal y Especial.
Años después, en 1948, en la misma Facultad obtendría el Doctorado en Letras, con la tutoría del Dr. José María Monner Sans. Para entonces ya era una reconocida militante socialista, con destacada actuación en el centro partidario de La Plata. En lo que sigue se intentará mostrar, de manera sucinta, el lazo entre la labor educativa y cultural y la convicción militante de quien fuera una de las más notables figuras femeninas del socialismo. En tal condición atravesó los difíciles años treinta y luego los de la conflictiva relación del Partido Socialista (PS) con el gobierno del general Juan Domingo Perón. Posteriormente, desde una posición crítica hacia la “Revolución Libertadora”, intervino activamente en los debates partidarios, ligada siempre a las corrientes de izquierda.
Delia se había afiliado al PS en 1934, en plena restauración conservadora, cuando la crisis económica y política y la intervención de las universidades impulsaron a muchos universitarios —reformistas y de izquierda— a la participación política directa. Fue el momento en que se incorporan o reincorporan al PS personalidades tales como Alejandro Korn, Alfredo Palacios, Carlos Sánchez Viamonte, Julio V. González, Juan Manuel Villarreal, Pedro Verde Tello, Luis Aznar, Arnaldo Orfila Reynal, entre otros destacados intelectuales. Por entonces, a raíz de su ejercicio de la docencia en los distritos de Berisso y Ensenada, entraba en contacto directo con las condiciones de vida y trabajo de la clase obrera, a cuyo mejoramiento dedicaría buena parte de sus esfuerzos.
Fueron esos ambientes ligados al socialismo donde encontró, como algunas otras pioneras, las condiciones propicias para su realización política y profesional. En la misma época, y en relación con esos mismos grupos, participó de las actividades del Teatro del Pueblo del puerto de La Plata. El Teatro funcionaba en una barraca de madera de dicho puerto y, en ocasiones, en la sala del Cine Progreso de la localidad de Berisso, además de su actividad itinerante por los barrios periféricos de La Plata. El grupo no se limitaba a ofrecer funciones teatrales a pasivos espectadores obreros, sino que en gran número los incorporaba en calidad de actores, al tiempo que buscaba incentivar su desarrollo político. La experiencia subsistió hasta que un día de 1936, mientras se desarrollaba una actividad en apoyo a la República Española, la policía de la provincia de Buenos Aires lo clausuró.
Tanto en éstas como en otras actividades, Delia fue una de las pocas mujeres que se destacaron dentro de los ambientes de la militancia platense. En 1937 fue fundadora —junto con varias de las personas antes mencionadas— de la Universidad Popular Alejandro Korn (UPAK), cuyo Consejo Directivo integró hasta 1947. La UPAK funcionaba —y funciona— en la Casa del Pueblo de La Plata, y si bien fue producto de la iniciativa socialista, desde su mismo origen fue pensada como una institución autónoma. En ella encontraron auspicio diversos grupos teatrales y corales, se dictaron conferencias y cursos de idiomas; también se creó una biblioteca popular —que aún funciona— y un centro de alfabetización para obreros, además de brindarse asesoramiento jurídico gratuito a los trabajadores de la zona —tarea a cargo del Dr. Alfredo Galletti.
Uno de los emprendimientos que dentro en ese ámbito ocupó especialmente a Delia Etcheverry fue la creación, en 1942, del Club de Madres. De él surgiría, poco después, el Jardín Maternal y de Infantes ubicado en el Parque San Martín de La Plata, uno de los primeros de la ciudad, y el Club de Barrio de Los Hornos. Además, desde la misma UPAK ella fue una de las principales organizadoras de las actividades en defensa de la República Española y de la lucha antifascista. En el plano profesional, en tanto educadora, su prolongada y fructífera trayectoria estuvo siempre vinculada a propuestas pedagógicas de avanzada. Entre 1920 y 1947 se desempeñó como docente de enseñanza media en diversas instituciones, a la vez que mantuvo vínculos estrechos con experiencias innovadoras, tales como la de “educación por arte”, desarrollada por las hermanas Cossettini en Rosario —“la escuelita de Olga”, en el barrio Alberdi— y la de la “escuela rural unitaria”, puesta en marcha por el maestro Luis Iglesias en el interior de la provincia de Buenos Aires.
La experiencia de las hermanas Cossettini fue bruscamente interrumpida en 1950, cuando el gobierno la clausuró alegando su “orientación izquierdista”; la segunda seguiría dando frutos cuando, más adelante, el “maestro Iglesias” participe del Plan de Alfabetización de la Revolución Nicaragüense. Durante los años del gobierno peronista, separada del ejercicio de la docencia, Delia se desempeñó como directora gerente del Fondo de Cultura Económica en Argentina, por decisión del mismo Orfila Reynal. En 1951, y por única vez, aceptó una candidatura —para senadora por el PS: en anteriores y posteriores ocasiones siempre rehusaría ese tipo de postulaciones.
Unos años después, impresionada por el bombardeo a Plaza de Mayo de junio de 1955, y luego por la política represiva de la “Revolución Libertadora”, se ubica entre los sectores que cuestionaron el férreo antiperonismo del PS y enfrentaron a la dirección partidaria encabezada por Américo Ghioldi : piden revisar la línea partidaria, abandonar el “gorilismo” y acercarse a la clase trabajadora. Cuando como consecuencia de ese enfrentamiento se produce la fractura del PS —en 1958—, Delia militará en el Partido Socialista Argentino (PSA), junto con Alfredo Palacios, Alicia Moreau de Justo, Carlos Sánchez Viamonte, José Luis Romero y las muy radicalizadasJuventudes Socialistas.
Hacia mediados de 1961, poco después de que Alfredo Palacios fuera elegido senador por la Capital Federal, y el PSA viva su propia división, Delia se ubicará una vez más a la izquierda, y ya pasados los sesenta años, acompañará con su militancia a los jóvenes del Partido Socialista Argentino de Vanguardia —el primero que se definió como organización de la “nueva izquierda”. Al igual que sus compañeros, defenderá con fervor a la Revolución Cubana, exaltando especialmente sus logros en la alfabetización de los campesinos y sus éxitos en el plano de la medicina social. Durante esos años, en el ámbito universitario, acompañará a su amiga Fernanda López Monasterio en la creación de la Carrera de Psicología en la Universidad Nacional de La Plata, y realizará numerosos viajes surgidos de invitaciones para dictar cursos y presentar trabajos en congresos y jornadas internacionales, siempre vinculados al tema de la educación de los jóvenes y a la problemática de la mujer.
Entre 1960 y 1964, bajo la dirección del Prof. Guillermo Savloff , organizó la Secretaría de Extensión de la Universidad Nacional de La Plata y llevó adelante un programa de apoyo escolar y sanitario en diversos barrios de la zona. Por entonces también publicó sus libros más conocidos, Los artesanos de la enseñanza moderna (1958) y El adolescente y la escuela secundaria (1961). Paralelamente fue convocada por la Editorial de la Universidad de Buenos Aires (Eudeba) para crear y dirigir la Colección “La escuela en el tiempo”, tarea en la que se desempeñó hasta que se produjo el golpe de estado de 1966.
Semejante despliegue de actividad no le impedía continuar con su militancia política en el Socialismo de Vanguardia en La Plata, del cual fue dirigente en el nivel provincial. Diversos testimonios la recuerdan como parte del “núcleo” platense que, entre los años 1961 y 1963, se reunía en un local ubicado en la calle 6, entre 45 y 46. Allí, además se dictaban cursos de formación teórica e histórica, a veces con la concurrencia de intelectuales socialistas, como José Luis Romero, o de dirigentes nacionales del PSAV, tales como Alexis Latendorf, Enrique Hidalgo y Ricardo Monner Sans. Como a otros de sus compañeros, la actividad militante le valió persecución. El 17 de febrero de 1963, los diarios La Razón, La Nación y El Día —de La Plata— informaban que Delia Etcheverry había sido detenida en Ezeiza cuando regresaba de México y Cuba, bajo la acusación de haber estado vinculada al “caso Vallese”, episodio ocurrido el año anterior.
Según testimonio de su familia, Delia fue detenida al querer retirar unos libros que previamente había remitido desde México, al tiempo que su casa era allanada. La detención duró aproximadamente una semana: transcurrió primero en la cárcel del Buen Pastor y luego en diversas comisarías, aunque siempre fue negada por la policía. Sin embargo, su presencia fue descubierta en las dependencias de la Policía Federal de La Plata, cuando el Dr. Galletti y un grupo de familiares y amigos se encontraban allí reclamando por su aparición. En la ocasión, uno de ellos reconoció el sonido de su respiración de persona asmática; la policía se vio obligada a admitir su detención en el lugar y posteriormente a liberarla.
Su nunca interrumpida militancia en el campo de la educación la llevó, en 1970, a crear la revista Docencia, y en 1972 a participar de la fundación de la Agrupación Docente Unificada (ADU). Desde allí participó del rico movimiento gremial docente de los primeros años setenta, e impulsó la creación de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), concretada en septiembre de 1973 y cuyo primer secretario general fue el también socialista Alfredo Bravo. Por entonces, además de continuar su militancia docente, Delia acompañó con solidaridad y simpatía la actividad política de los jóvenes de los setenta, entre los que se hallaban varios de los hijos de sus amigos, convertidos en blancos de una represión que prontamente alcanzaría también a algunos de sus amigos —tal el caso del Guillermo Savloff, asesinado por la “Triple A”.
Producido el golpe de estado de 1976, y en medio de la terrible represión desatada en La Plata, se convirtió en activa militante por los derechos humanos, y en 1978, a sus 80 años, fue co-fundadora de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH-La Plata), junto con Jaime Gluzman, Emilio Pernas, Adelina de Alaye, Marcos Kuminsky, Julio y Elena Poce e Isidoro y Zulema Peña, entre otros. La continuidad de la militancia en tan duras condiciones no le hizo abandonar una de sus actividades preferidas —sostenida por décadas— las “reuniones de los sábados” para leer teatro y discutir sobre política con los amigos. Este costado de su personalidad, recordado por todos quienes la conocieron, fue vivamente evocado por Ricardo Monner Sans en la “Carta a Delia Etcheverry”, publicada pocos meses después de su fallecimiento, ocurrido el 7 de junio de 1981.
El primer homenaje a Delia fue el que se realizó en la sede de la UPAK (calle 9 Nº 731), en septiembre de 1981, y del cual da cuenta la mencionada nota de Monner Sans. Más recientemente, en 2008, la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires la designó “ciudadana ilustre”, casi al mismo tiempo que la Cámara de Diputados de la Nación decidía “declarar de interés” a la UPAK, institución a la que estuviera tan íntimamente ligada. En el más reciente de los reconocimientos, el de 2011, la Prof. León supo sintetizar la trayectoria de Delia: como mujer, tal como “la mayoría de las mujeres socialistas, fue innovadora, decidida y desafió los prejuicios de su tiempo”; como profesional, pionera en el campo de la educación, ya en los años cuarenta difundía ideas similares a las que después popularizaría el pedagogo brasileño Paulo Freire.
Para finalizar, nada mejor que algunas palabras de la misma Delia para entender por qué ha sido considerada difusora de una “educación progresista”: “América será la reserva que ha de permitir rehacer el mundo de posguerra. Reserva de sustancias alimenticias y de energías espirituales. Reservas éticas que eleven la moral de los pueblos europeos perturbada por tantos años de guerra y de totalitarismo… Para ello será preciso ‘formar conciencia americana’… Es urgente que se estudien las condiciones en que desenvuelven su vida las masas que habitan el territorio americano, de economía semi colonial, y víctimas de la secuela del Capitalismo: ese Imperialismo que toma, también, caracteres nacionales. Es urgente que se tonifique el espíritu de naciones que se ven avasalladas por condiciones económicas que inciden en la vida política. Es urgente que la gran nación del Norte…. clarifique sus propósitos con respecto a los países que integran Hispano América… Es urgente señalar su propia tarea a la juventud de los países americanos, sin que le perturben ‘ismos’ de odio o de vasallaje o incondicionalidad. Cada país americano debe vivir en función de la integridad del continente americano.” (Fragmentos del artículo Orientación americanista de la juventud, escrito en 1944).
LA PLATA, 25 de junio de 2008.
El Concejo Deliberante, en su Sesión ... el cual se declara Ciudadana Ilustre “Post Mortem” a la Profesora Delia Etcheverry. En las décadas del 40 y el 50 se equilibra la participación del hombre y la mujer en los cargos docentes, y se comienza a acentuar la idea que relaciona la labor docente femenina y la función materna, al considerarse a la maestra como “segunda mamá”.
Fue importante la labor de educadoras escolanovistas como Delia Etcheverry (socialista) y las hermanas Olga y Leticia Cossettini (demócratas progresitas) quienes lucharon, unidas a maestros como Antonio Sobral (partido radical) y Luis Iglesias (partido comunista) por los principios liberales de la educación nueva.
LUIS RUBEN MAROTTA : Falleció el 21/01/2003. Su esposa: Delia Etcheverry, sus hijos: Roberto y Miriam Marotta, sus hijos políticos: Cristina Galparsoro, sus hermanos, sus hermanos políticos, nietos: Bruno, Daniela y Julieta, padres políticos: Delia Genta,
Volver a
DeliaEtcheverry
Volver a la página inicial: http://gestion-del-conocimiento.info/
Volver a ReflexionesAtemporales