Enrique Rozitchner

• 19-08-2019
• La vejez, una de las etapas más largas del ciclo vital
• Transitarla requiere de variados cuidados de prevención: físicos, médicos, psicológicos, familiares y sociales.
• a humanidad enfrenta múltiples desafíos en el mundo moderno, culturales, económicos y ecológicos. Uno de los mayores cambios está relacionado con el aumento de la población mundial y una de sus consecuencias es el envejecimiento poblacional. La vejez, la última de las etapas del ciclo evolutivo, se ha prolongado, en parte, gracias a los adelantos en materia de salud, social y cultural. Esto ocurre en especial en el mundo desarrollado, pero no solamente en ellos, Latinoamérica asiste al mismo fenómeno y la Argentina se encuentra dentro de los países con una población mayor de 60 años en constante crecimiento.

En 2016, la esperanza de vida en Argentina subió hasta llegar a 76,58 años. Ese año, la de las mujeres fue de 80,31 años, mayor que la de los hombres, que llegó a 72,78 años. Este fenómeno, por su masividad, plantea a toda la sociedad nuevos escenarios en la atención de las necesidades de las personas mayores y requiere de un estudio interdisciplinario. Los profesionales del campo de la salud en general, y de la salud mental en especial, asistimos a las nuevas demandas. Las mayores dificultades surgen de los prejuicios frente a la vejez, el rechazo y los clichés que afectan la comprensión y la integración de la etapa y su cuidado. Estos prejuicios se denominan en forma general “viejismo” y se acercan a una forma de discriminación sobre bases falsas y no científicas, por ejemplo, considerar que 'vejez' es sinónimo de enfermedad y discapacidad o que implica una involución inevitable hacia la demencia. Los ideales de eterna belleza y de juventud perseguidos por la cultura de consumo dejan poco espacio para la aceptación de las distintas etapas de la vida, imponiendo modelos poco tolerantes e inadecuados para la elaboración y aceptación de los cambios.

• En la actualidad, la vejez es una de las etapas más largas del ciclo vital, se prolonga desde aproximadamente los 65 años, coincidiendo en el mundo occidental con la edad de la jubilación hasta el fin de la vida, abarcando en general más de 20 años de vida activa y muchas veces, productiva. Transitarla requiere de variados cuidados de prevención: físicos, médicos, psicológicos, familiares y sociales.
• En general, los cuidados físicos y médicos son atendidos, no así los psicológicos. Existe aquí un prejuicio particular en las personas mayores que los llevan a evitar la atención psicológica, muchas veces dicen “eso es para los locos”, a pesar que es en esta etapa de la vida donde se presentan con mucha frecuencia los cuadros depresivos y los duelos complicados o prolongados. Ignorados por la familia o los adultos mayores, sus síntomas son muchas veces confundidos o considerados solo signo de vejez. La falta de atención psicológica especializada puede llevar a la automedicación y al consumo desmedido de tranquilizantes de uso habitual, agravando los cuadros con adicciones y probables caídas, siempre muy riesgosas, en los adultos mayores. Los cambios sociales y familiares del mundo moderno han acentuado el aislamiento, la soledad, el quiebre intergeneracional.
• En los últimos años, se ha reconocido con preocupación un incremento del maltrato y abuso hacia las personas mayores, lo que constituye un problema importante de salud pública. Según un estudio de 2017 basado en la mejor evidencia disponible de 52 investigaciones realizadas en 28 países de diversas regiones, incluidos 12 países de ingresos bajos y medianos, durante el último año el 15,7% de las personas de 60 años o más fueron objeto de alguna forma de maltrato (OMS). Describiendo el maltrato físico, psicológico, abuso financiero, negligencia y abuso sexual. De todos ellos, el más prevalente es el maltrato psicológico, ocurre en general en el contexto familiar o institucional y se ve agravado en situaciones de crisis social. La confluencia de estos problemas hace necesario dar prioridad a la atención y cuidado de la población mayor.

LA VEJEZ NO PENSADA

• La vejez debe ser pensada porque la sociedad posmoderna no prepara para un buen envejecimiento sino, por el contrario, niega esa realidad a través de la difusión de simulacros de juventud.
• El mayor peligro para los terapeutas y especialistas en el proceso del envejecimiento reside en la fuerza de los prejuicios sociales y psicológicos incorporados inconscientemente a su identidad.
• La vejez requiere de una nueva reformulación y una nueva narrativa.
• El interés sexual, el rol de género, la capacidad de enamoramiento y afecto, el valor de las caricias corporales no involucionan ni se retiran en el otoño de la vida. Esta perspectiva lleva a revisar en Edipo en Colono, las derivaciones del mito hasta plantear una reformulación que va más allá de la castración y de la concepción familiarista del complejo parental.
• Edipo en Colono: Edipo en Colono (gr. Οἰδίπους ἐπὶ Κολωνῷ, Oidipus epi Kolonoi, lat. Oedipus Coloneus) es una tragedia griega de Sófocles, escrita no mucho antes de su muerte en el 406/405 a. C., y llevada a escena en el 401 por su nieto Sófocles el Joven. En la cronología, se producen los eventos de Edipo en Colono después de los sucesos de Edipo rey y antes de Antígona; sin embargo, fue la última de las tres tragedias en ser escrita. Mientras las otras dos obras sobre Edipo traen a menudo el tema de la responsabilidad moral de una persona y su destino, Edipo en Colono es la única en donde se aborda explícitamente que «él (Edipo) no es responsable de las acciones que estaba destinado a cometer».
• La filosofía sirve entonces como apoyo para renovar las ideas y concepciones del envejecimiento y descubrir una corriente estoica que llega hasta el presente y sin idealizar la vejez pero tampoco la considera fuera de la existencia. Este libro se presenta como una herramienta de utilidad para los profesionales y terapeutas que se ocupan de los mayores.

En resumen, pone en máxima tensión el psicoanálisis, la psiquiatría y la filosofía, e indaga en el universo crepuscular y fascinante del sujeto que envejece.