EnciclopediaRelacionalDinamica

ÉTICA DE LA CONVICCIÓN Y ÉTICA DE LA RESPONSABILIDAD


Pero, tal declaración, ¿resuelve las complejidades de la tensión que existe entre los fines que persiguen tanto la ética como la política? De ningún modo, sobre todo, si como decía Max Weber, los políticos tienen la posibilidad de optar por dos modelos de gestión pública: el que se centra en una "ética de la convicción", o el que defiende una "ética de la responsabilidad". La ética de la convicción es aquella que mueve al político a actuar por ideales, sin atender las consecuencias derivadas de dichos principios. Por ejemplo, piense usted en Andrés Manuel López Obrador arengando a sus simpatizantes a tomar el Zócalo y "liberarlo" hasta que las demandas de Morena sean cumplidas. Algunos de los miembros cercanos a su círculo inmediato podrían explicarle a AMLO que la medida radicalizará la reacción de la oposición, desataría un escándalo en muchos medios de comunicación, aumentará las suspicacias de una buena parte de los posibles electores, afectará intereses de pequeños y grandes comerciantes ubicados alrededor del Zócalo y, por si fuera poco, se verán afectados los intereses del partido. Si AMLO desatiende el consejo ofrecido actuará movido por sus ideales, desatendiendo los efectos derivados; en este sentido, AMLO estaría abrazando una ética de la convicción. Tal forma de entender el "deber del político", se encuentra muy próxima a un estilo de liderazgo fanatizado que puede llevar a quien lo viva a morir, flagelarse, victimarse o tomar las armas movido en exclusiva por convicciones morales (piense la manera en que actuaban muchos de los actuales líderes musulmanes o como lo hizo Hitler en su última etapa de gobierno). Bajo esta perspectiva, "la creencia" es más fuerte que la gestión y política reales. Por otro lado, dirá Weber, el político que decide desde una "ética de la responsabilidad", siempre buscará "tener en cuenta las consecuencias previsibles derivadas de la propia acción". Las diferencias entre ambas posiciones son notables. Quien actúa sólo movido por sus convicciones no se siente culpable de las consecuencias de sus acciones, porque considera que éstas fueron motivadas por razones "superiores" a los efectos derivados. Por el contrario, quien actúa a partir de una política/ética de la responsabilidad, trata de reconocer los efectos negativos y positivos y, a partir de estos, decidir y operar. El problema con esta forma de gestionar la política es que las razones para actuar podrían basarse sólo en el mero cálculo descarnado de beneficios y/o afectaciones, sin necesidad de apelar a ningún tipo de principio o valor moral. Por ejemplo, piense en la posibilidad de que en todos los estados de la República donde los grupos delincuenciales tienen en vilo la paz social, sus gobernadores fueran reemplazados por "comisionados", con el fin de garantizar en la entidad la seguridad y el orden. Tal decisión, aunque quizá efectiva, pondría en tela de juicio la legitimidad y capacidad de gestión de los mandatarios estatales. ¿Caben soluciones intermedias? Como plantea AdelaCortina, una ética de la "responsabilidad convencida" busca que el político a partir de convicciones y principios morales claros (como la justicia, la equidad, el bienestar, etcétera) gobierne haciendo uso efectivo de los recursos disponibles, sin comprometer el futuro de los ciudadanos. Bajo esta óptica es posible conjuntar las buenas intenciones con el oficio del que sabe gobernar, con vistas a obtener los mejores resultados en pro de la sociedad que lo ha elegido. Así pues, las decisiones tomadas durante esta semana para atender la situación de violencia que se vive en Michoacán, combatir la pobreza extrema y garantizar las condiciones económicas que permitan paliar los efectos del actual desempleo juvenil, requeriría de "algo más" que buenas intenciones y arengas moralinas. Tampoco sirve la pura estrategia y el cálculo que pretende el rédito político. La atención a los problemas señalados requiere de la puesta en marcha de convicciones morales que permitan a los actores políticos asumir, con responsabilidad y sentido humano, los compromisos que se derivan del principal mandato ciudadano: mandar obedeciéndonos.

EnciclopediaRelacionalDinamica: EticaDeLaConviccionyDeLaResponsabilidad (última edición 2024-01-08 20:35:14 efectuada por MercedesJones)