Ocio Humanista
- El siglo en que vivimos nos presenta el ocio entendido como una de las experiencias más deseadas y representativas de nuestra época. Vacaciones, viajes, el disfrute de la naturaleza o de las propuestas culturales, deportivas, entre otras, son ofertas que están a la orden del día. En definitiva, la comprensión del ocio como tiempo libre o como actividad ha sido superada en la primera década del siglo XXI (Kleiber, 2012) por la irrupción de un ocio experiencial.
- El ocio es un valor en alza a nivel personal, social y económico, lo que ha supuesto que éste haya ascendido en la escala de valores de la sociedad (MECD, 2014). Por tanto, se puede considerar que el ocio es un ámbito de desarrollo humano ya que proporciona satisfacción, vivencia de libertad y autotelismo
- CONCEPTO DEL OCIO
- El termino ocio etimológicamente proviene del latín otium, que significa reposo. Según el Diccionario de la Real Academia Española (1992), ocio es el tiempo libre, fuera de las obligaciones y ocupaciones habituales.
- Pero para llegar a una adecuada comprensión del concepto de ocio, es imprescindible diferenciarlo tanto del tiempo libre, como del tiempo liberado (Cuenca 2000).
- El tiempo libre se considera y contempla como el periodo de tiempo no sujeto a obligaciones. El hombre de hoy posee más horas libres de las que es consciente. Aproximadamente, las personas que realizan un trabajo de cuarenta horas semanales y con treinta días de vacaciones al año, pueden disfrutar del 29,5% de tiempo libre, en función del número total de horas que tiene el año.
- Sin embargo, en el tiempo libre se realizan una serie de actividades, que aunque no son propiamente laborales pueden llegar a ser obligatorias, tales como las tareas domésticas cotidianas, los desplazamientos sobre todo en las grandes ciudades, las compras de primera necesidad, etc.
- El tiempo liberado es una parcela de tiempo, con unas dimensiones que dependerán de la situación específica de cada individuo, en el que la persona no tiene que realizar ninguna actividad de forma obligatoria y se encuentra en disposición de elegir libremente lo que desea realizar
El ocio surge cuando se realizan las actividades satisfactorias y gratificantes que posibilita el tiempo liberado, de forma libre, decididas por uno mismo y gestionadas autónomamente (Cuenca 2000).
- Manuel Cuenca, profesor de la Universidad de Deusto (Bilbao), contempla y define el ocio como el tiempo libre fuera de obligaciones habituales, que descansa en tres pilares esenciales:
- 1- Percepción de libre elección en función de preferencias individuales.
- 2- Sensación gratificante y placentera.
- 3- Autotelismo: Es un término generado y adoptado por la Cátedra de Ocio y Minusvalía de la Universidad de Deusto, que tras los trabajos llevados a cabo por Cuenca (1995, 2000b), Madariaga (1996, 1998), Gorbeña (1999) y Lázaro (1997) entre otros, caracteriza al ocio como un conjunto de actividades que tienen un fin en sí mismas y no como actividades terapéuticas. Además este ocio autotélico se manifiesta en seis dimensiones: lúdica, deportiva, festiva, creativa, ecológica y solidaria.
- La vivencia del ocio aumenta al incorporarse el tiempo para el recuerdo, el sentimiento que permite recordar una experiencia que se ha vivido de forma positiva y que, por tanto, pasa a convertirse en elemento motivador de una nueva experiencia. Es decir, el ocio propugna un dinamismo que permite vivir de forma gratificante un pasado, un presente y un futuro.
Autotelismo que significa ejemplos
ALBERTO BARBERO
https://www.albarbero.com/2009/08/pildoras-autotelicas-1.html
- Csikszentmihalyi nos explica en «Fluir» que «autotélico« viene de dos palabras griegas, «auto», que significa en sí mismo, y «telos», que significa finalidad, es decir, «se refiere a una actividad que se contiene en sí misma, que se realiza no por la esperanza de algún beneficio futuro, sino simplemente porque hacerlo es en sí la recompensa».
- Así, por ejemplo, hacer un trabajo para ganar dinero no es autotélico, no genera motivación y sí otras cosas menos deseables. Hacer un trabajo del que disfrutamos sí es una experiencia autotélica en la que:
- El tiempo pasa sin que nos demos cuenta.
- Parecemos sobrepasar los límites de nuestro yo para participar en un sistema o entorno mayor que el de la propia personalidad.
- Desaparece toda preocupación sobre la pérdida de control .
- Parecemos actuar sin esfuerzo.
Según parece, las personas que llegan a estos estados lo hacen siguiendo algunas pautas:
- 1. Buscando actividades retadoras que desafíen nuestras habilidades.
- 2. Logrando un alto nivel de concentración en la actividad.
- 3. Identificando unas metas claras.
- 4. Con una retroalimentación inmediata.
Y luego resulta que, también en el ámbito laboral, esto nos hace más eficaces y nos ayuda a tener resultados… ¡Miel sobre hojuelas!
¿Cómo podríamos hacer para que nuestras vidas y trabajos fueran más autotélicos?
PEDAGOGÍA DEL OCIO
- Los textos que siguen están tomados de Ocio valioso (2014), en la mayor parte, y de Pedagogía del ocio: Modelos y propuestas (2004). Allí se explica con mayor detalle lo que aquí me limito a sintetizar, aquello que permite comprender el significado de los conceptos que interesan en este blog.
Tiempo libre
Es frecuente que se identifique ocio y tiempo libre, pero lo cierto es que son dos conceptos diferentes que conviene diferenciar. Tiempo libre señala un espacio temporal opuesto al del trabajo, un tiempo en el que la ausencia de obligaciones nos permite llevar a cabo acciones de cualquier tipo, algunas pueden tener que ver con el ocio y otras no. El tiempo libre, en cuanto tiempo social, es algo objetivo, medible y cuantificable, lo tienes o no lo tienes; pero el ocio, que es una vivencia humana, se relaciona necesariamente con nuestra vertiente personal y subjetiva. Podemos tener mucho tiempo libre y, sin embargo, no tener ocio. Es lo que ocurre cuando alguien dice que se aburre. Habitualmente la realización de las experiencias de ocio se lleva a cabo durante el tiempo libre, pero el tiempo que precede a la realización de una actividad de ocio, cuando se planifica o se desea, no tiene que ser necesariamente “tiempo libre”, ni tampoco su tiempo posterior.
Ocio
Podemos decir que ocio es todo aquello que realizamos las personas de un modo libre y sin una finalidad utilitaria sino, fundamentalmente, porque disfrutamos con ello. Eso explica que, a nivel popular, el ocio moderno se identifique con el descanso, las vacaciones, el espectáculo y la diversión, cuando puede ser mucho más. Como se ha dicho, el ocio no es el tiempo libre, tampoco la realización de unas actividades que se denominan así y que pudieran gustarte o no. El ocio es una acción personal y/o comunitaria que tiene su raíz en la motivación, algo que deseas y te gusta, y la voluntad, algo que decides hacer libremente. El ocio se realiza de forma personal y/o comunitaria, de ahí que también se considere un fenómeno social. Las experiencias de ocio son algo más que llevar a cabo unas actividades determinadas (un viaje, leer un libro, jugar un partido…), son vivencias complejas que se inician cuando las estamos proyectando o deseando y continúan cada vez que disfrutamos recordándolas.
Ociosidad
Ocio y ociosidad son dos palabras distintas y, en la mayoría de los casos, de significados opuestos. La ociosidad, relacionada con el pecado capital de la pereza, se ha considerado tradicionalmente la causante de todos los vicios. Su oposición al trabajo viene desde muy antiguo y eso facilitó que se identificara con el ocio. En una cultura centrada en lo laboral, como ocurrió en la sociedad industrial, el ocio solo tiene sentido cuando es descanso; de otro modo no parece ser sino pereza. Sin embargo el ocio requiere acción, interior y/o exterior, y consciencia, mientras la ociosidad se caracteriza por la ausencia de ambos atributos. Afortunadamente la confusión que ha sufrido históricamente el ocio a partir de la ociosidad está desapareciendo en muchas sociedades occidentales, aunque se siga manteniendo en algunos países.
Ocio autotélico
Podemos decir que ocio autotélico es una experiencia vital y un ámbito de desarrollo humano que, partiendo de una determinada actitud ante el objeto de la acción, descansa en tres pilares esenciales: elección libre, fin en sí mismo (autotelismo) y sensación gratificante. El ocio autotélico se diferencia claramente de los otros tipos de ocio y, desde nuestro punto de vista, su realización se lleva a cabo a través de las dimensiones lúdica, ambiental-ecológica, creativa, festiva y solidaria representadas en la siguiente imagen:
Referencia
Aunque el referente tradicional en los estudios sobre el ocio han sido las prácticas recreativas, entendidas como manifestación exterior y objetiva de lo que hacemos, el estudio del ocio autotélico se centra en su carácter experiencial. La experiencia de ocio es vivencia humana subjetiva, libre, satisfactoria y con un fin en sí misma. Una vivencia que se caracteriza por enmarcarse en un tiempo procesual, estar integrada en valores, vivirse de un modo predominantemente emocional, no justificarse por el deber y estar condicionada por el entorno en que se vive.
Ocio humanista
Partiendo del concepto de ocio autotélico, en el Instituto de Estudios de Ocio de la Universidad de Deusto hemos orientado nuestra labor formativa e investigadora a partir del concepto de ocio humanista. Entendemos por ocio humanista aquel que defiende la dignidad de la persona y su práctica como derecho humano. Se reconoce como un ocio positivo que, favoreciendo la mejora individual y comunitaria, se sustenta en los tres valores fundamentales del ocio autotélico: libertad, satisfacción y gratuidad. Estos valores se complementan con otros importantes tales como identidad, superación y justicia. El ocio humanista es una vivencia gratificante, integral y compleja que no surge de un modo espontáneo, sino que requiere formación.
Ocio valioso
Ocio valioso es la afirmación de un ocio con valores positivos para las personas y las comunidades, un ocio basado en el reconocimiento de la importancia de las experiencias satisfactorias y su potencial de desarrollo. El adjetivo «valioso» enfatiza el valor social beneficioso que se reconoce en la práctica de determinados ocios, así como su capacidad de desarrollo humano, lo que no excluye que, quienes lo fomentan, puedan obtener otros tipos de beneficios, uno de ellos pudiera ser el económico.
El ocio valioso, en cuanto necesidad humana de satisfacción, disfrute, distanciamiento de la realidad y realización personal o comunitaria, se muestra de diferentes modos, en función de las mentalidades, tradiciones y culturas de los diferentes pueblos; lo que, en ningún caso, se puede obviar. De ahí que, a primera vista, no podamos identificar como ocio valioso el que nos ofrece la sociedad de consumo. Se trata de una experiencia compleja que no depende de la oferta y la demanda, sino que se relaciona con la percepción de los practicantes y los valores y potencialidades que objetivamente desarrolla.
Coordenadas del ocio
Las Coordenadas del Ocio son áreas diferenciadas en las que se realiza el ocio y que, desde el punto de vista de la investigación, la intervención o la docencia orientan su conocimiento, estudio y clasificación. Consideramos que el ocio puede manifestarse en cuatro coordenadas diferentes: Autotelica, Exotelica, Ausente y Nociva. Cada una de estas coordenadas tiene una manifestación y un tipo de vivencia de ocio diferente.
El ocio autotélico, como se ha indicado, se corresponde con las experiencias de ocio que se realizan de un modo satisfactorio, libre y por sí mismas, sin una finalidad utilitaria. El ocio exotélico ve en su práctica un medio para conseguir otra meta y no como fin en sí mismo. Se refiere a experiencias que pueden ser libres y satisfactorias, pero que no se realizan por ellas mismas sino por lo que se consigue a través de ellas. Por ocio ausente entendemos la carencia de ocio, cuando un sujeto percibe la ausencia de vivencias libres, satisfactorias y gratuitas. Dicho en términos coloquiales, sería algo así como la percepción de un tiempo vacío, lleno de aburrimiento. Finalmente, llamamos ocio nocivo a las experiencias de ocio caracterizadas por la ausencia de libertad (personal o social), satisfacción (en el sentido de satisfacción interna) y/o gratuidad (referida a fin en sí mismo). Son, por tanto, experiencias de ocio deficientes, que carecen de uno o varios aspectos esenciales del ocio autotélico y, por ello, tienen unas de consecuencias negativas, individual o socialmente.
Dimensiones del ocio
Si las coordenadas del ocio señalan áreas de acción diferenciada que permiten una primera identificación de las experiencias de ocio, las dimensiones se refieren a las manifestaciones específicas en cada coordenada concreta. Las dimensiones del ocio responden a distintos modos de vivir el ocio y se relacionan con diversos ámbitos, ambientes, equipamientos y recursos. En cada una de las coordenadas del ocio antes señaladas podemos encontrar distintas dimensiones. Las más interesantes desde el punto de vista del ocio y del desarrollo humano son las del autotélico, en el que hemos identificado cinco dimensiones fundamentales: Lúdica, Ambiental-ecológica, Creativa, Festiva y Solidaria.
Educación del ocio
Es una denominación unida a procesos de aprendizaje de actitudes, habilidades, conocimientos, conductas y valores relacionados con las experiencias de ocio. Es parte esencial de la formación permanente y tiene una función importante en el desarrollo del potencial humano, el bienestar y la calidad de vida. La Educación del ocio nos sitúa ante ámbitos de aprendizaje desinteresado y acciones gratificantes. Tiene que ver con la revalorización de lo cotidiano y lo extraordinario, así como de las experiencias creativas y lúdicas o la vivencia de valores tales como libertad, participación, solidaridad y comunicación. Es un proceso a lo largo de la vida que, como el ocio, evoluciona con nosotros mismos, con nuestras necesidades, capacidades y circunstancias. Su objetivo constante es aumentar las opciones, personales y comunitarias, para tener experiencias de ocio de calidad.
La pedagogía del ocio
Cuando el proceso educativo del ocio se hace sistemático y es posible estudiarlo como una disciplina académica más hablamos de Pedagogía del ocio. Ella es una parte de la ciencia que organiza los conocimientos diacrónicos o sincrónicos relacionados con la experiencia de ocio y su acción educativa. La Pedagogía del ocio es la Educación del Ocio sistematizada y organizada, de manera que nos proporciona reflexión, comprensión, estudio científico y propuestas de mejora.