- Agustin Ibañez
- Agustín Mariano Ibáñez (San Juan, 1975)[1] es un neurocientífico argentino que investiga las bases neurocognitivas de la demencia en Latinoamérica y aplica las neurociencias cognitivas, afectivas y sociales en ámbitos relevantes para la sociedad.
Es Director del Centro de Neurociencias Cognitivas (CNC) y de la Licenciatura de Ciencias del Comportamiento de la Universidad de San Andrés; e investigador del CONICET en la Argentina. Es además Director del Latin American Brain Health Institute (BrainLat) de la Universidad Adolfo Ibáñez en Chile, y Senior Atlantic Fellow del Global Brain Health Institute (GBHI) de la University of California San Francisco (UCSF), Estados Unidos. Creó y coordina, junto a Mario Parra, el Latin America and the Caribbean Consortium[2] on Dementia (LAC-CD) y es codirector del Multi-partner consortium to expand dementia research in Latin America (ReDLat).
https://es.wikipedia.org/wiki/Agust%C3%ADn_Mariano_Ib%C3%A1%C3%B1ez
- 12 de septiembre de 2025
- Nuestros entornos influyen en el ritmo al que envejecemos
- Este proceso está modelado por la inestabilidad política, las condiciones ambientales y la desigualdad social.
- El envejecimiento es un proceso de cambios a lo largo del tiempo, determinado por la interacción de factores biológicos, conductuales y ambientales. Características individuales, como la reserva cognitiva, la capacidad funcional o el nivel educativo, así como las enfermedades cardiometabólicas o deterioros sensoriales, pueden contribuir a un envejecimiento saludable o acelerado.
Además, el entorno en que se vive, es decir, el conjunto de factores físicos, sociales y políticos a los que se está expuesto, tiene un rol decisivo. “Para entender el cerebro no solo hay que investigarlo, sino también observar el ambiente: dónde vivís, qué comés y qué hacés tiene un impacto sobre el envejecimiento. Además del estilo de vida, las exposiciones estructurales, como la radicalización ideológica o las amenazas a la democracia, están estrechamente vinculadas con este proceso”, explica Agustín Ibáñez, investigador del CentroDeNeurocienciaCognitiva (CNC) de la Universidad de San Andrés, a raíz de un nuevo estudio publicado en Nature Medicine. https://www.nature.com/articles/s41591-025-03808-2
- En esta investigación, Agustín Ibáñez, Sebastián Moguilner, Agustina Legaz, Marcelo Adrián Maito, María E. Godoy, Florencia Altschuler, también investigadores del CNC, y un equipo internacional de expertos, examinan cómo una amplia gama de factores se asocia con el envejecimiento acelerado o retrasado en diferentes regiones del mundo. A partir del análisis de datos de 161.981 participantes de 40 países de América Latina y el Caribe, Europa, Asia y África, calcularon la diferencia entre la edad cronológica y la edad estimada de las personas, en función de su salud física, desempeño cognitivo, nivel educativo y la presencia de factores de riesgo. Los investigadores encontraron que muchas personas envejecen más rápido o más lentamente de lo que su edad real sugiere.
- Posteriormente, exploraron cómo estas brechas de edad se relacionan con características estructurales de los países en donde viven los participantes. Identificaron que el envejecimiento cerebral acelerado está estrechamente vinculado con factores adversos a nivel ambiental (mala calidad del aire), social (desigualdad económica, desigualdad de género y migración) y sociopolítico (falta de representación política, libertad partidaria limitada, derechos electorales restringidos, elecciones injustas y democracias débiles). Los participantes de Europa mostraron los niveles más altos de envejecimiento saludable, mientras que los de Egipto y Sudáfrica presentaron un envejecimiento más acelerado. Los habitantes de Asia y América Latina se situaron en posiciones intermedias.
- Ibáñez advierte que las estrategias de salud pública deben trascender las recomendaciones centradas en el estilo de vida individual y abordar las condiciones estructurales y de gobernanza. En esta línea, propone avanzar hacia un modelo más personalizado de atención en salud: “Si una persona acumula múltiples exposiciones adversas —como contaminación, desigualdad o fragilidad democrática— tiene un mayor riesgo de envejecer más rápido. Identificar estos perfiles permitiría priorizar intervenciones preventivas y reducir costos a futuro. No se trata solo de atender sus ingresos o hábitos, sino también de atender el aire que respira, la calidad de sus vínculos sociales, su participación ciudadana y su nivel cotidiano de estrés o incertidumbre”.