Alejandro Drucaroff

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Especialidad profesional: Asesoramiento de entidades financieras, empresas y grupos empresarios.

Autor de numerosas publicaciones en materia de ética pública y responsabilidad patrimonial, derecho ambiental, derecho comercial, societario y concursal, en medios vinculados a la actividad jurídica –en el país y en exterior- y en periódicos de circulación masiva.

Secretario Académico de la Sala Bancaria del Instituto de Derecho Comercial de la Universidad Notarial Argentina (desde 2003). Investigador de la Fundación Justicia y Mercado (desde 2006). Miembro de la Comisión Organizador Permanente del Congreso Argentino de Derecho Bancario. Cargos desempeñados: Asesor del Directorio de Y.P.F. en materia contractual (Plan Houston y renegociación de contratos de explotación petrolera, 1984/1986). Asesor de la Secretaría de Comunicaciones de la Nación, co-redactor del Proyecto de Ley de Radiodifusión (1986/1989). Vocal Titular de Comisión Directiva de la Asociación de Abogados de Buenos Aires (1979/1981). Prosecretario del Primer Congreso Nacional de Jóvenes Abogados (1979). Presidente del Segundo Congreso Nacional de Jóvenes Abogados (1983). Letrado apoderado de la Provincia de Córdoba en la Capital Federal y la Provincia de Buenos Aires (1992 a 1995).


* VINCULOS FAMILIARES DIRECTOS CON EL TEMA DE LA VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS-Carmen Aguiar de Lapacó, destacada integrante y fundadora de las Madres de Plaza de Mayo y del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), falleció en 2017 a los 94 años."Carmen se fue apagando de a poco (...) sin querer recibir alimentos en los últimos cinco días", informó Taty Almeida, integrante de la organización de los derechos humanos.

FUE UNA EXPERIENCIA CONMOVEDORA E IMPACTANTE, TANTO QUE TE INSPIRÓ UN POEMA: Me gustaría leerlo pero antes si podés decirnos el nombre y cómo surgió:

qué sólo un ser humano puede causar a otro ser humano

en una palabra: esclavitud

de aquellos a quienes les robaron hasta los nombres

-por fin!- de cada uno de ellos

desesperado de no olvidar jamás ese breve recorrido por un infierno cuyas puertas siempre pueden volver a abrirse


Alejandro Drucaroff Aguiar comparte una serie de poemas que abordan con gran belleza literaria los sentimientos que muchos transitamos cuando el encierro nos detiene. por BUENA VIBRA https://buenavibra.es/entretodos/letras/poemas-en-cuarentena-cuando-la-emocion-se-hace-palabra/

Nosotros

Cuando la angustia surge de lo más hondo de nuestras entrañas, cuando la vida se reduce al miedo, cuando lo incierto amenaza dominarnos y no hay respuestas a las preguntas que agobian, es la hora del nosotros.

Juntos llegamos aquí en trayecto milenario, desde aquellas cuevas del Africa.

Juntos descubrimos el amor y le dimos sentido a la existencia.

Juntos creamos maravillas y horrores Juntos transformamos, para bien y para mal, la casa que nos aloja. Juntos podemos cambiar mientras estamos a tiempo.

Solos, apenas nos queda el miedo

Espera

Transito del encierro al refugio tan lejos y tan cerca de los que amo

Aprendo a abrazar sin tocarlos a besarlos en sueños de mágico reencuentro cuando la pesadilla, inevitablemente, concluya

* 4.15 AM

Angostos pasadizos de obstáculos y oscuro conducen imágenes capturadas al sueño.

Un despertar breve y resignado respetuoso del silencio, entre tinieblas, dibuja su mensaje indescifrado en un pliegue virtual de mi memoria y huye

Ausencia

Vago dolor punzante, de frecuencia irregular ciclo inconstante, atraviesa segmentos del alma evocando imágenes cálidas, necesarias, distantes.

La prueba

Dicotomía de pensamiento y acción lo abstracto y lo concreto.

De las ideas producto cierto de razón convencida, a la realidad que invade y desborda emociones sin cauce.

Certezas que mutan en dudas bajo espasmos de dolor y nada parece estar en su lugar.

Lenta eterna en cada instante, la batalla interior es la prueba más dura, saber si somos lo que creemos ser.


13/03/2017

Para fundadores y lideres seniors de la Empresa Familiar.

A tono con una tendencia mundial, Eduardo Favier Dubois, abogado, profesor y ex Juez, propone una visión distinta de esta rica etapa en la que el cuerpo y las ganas siguen vigentes, con gran plenitud, en un marco vital de mayor armonía y agradable tibieza.

Llegaste a los 60 años Eduardito? ¡Qué suerte que no se te nota! Felicidades!”Así comienza el tan breve como sustancioso ensayo de Eduardo Favier Dubois sobre la que él llama “Generación A”, los mayores de 60 que, a su criterio (y en línea con una mirada que avanza en todo el mundo), están fuera de la tercera edad. O de lo que entendíamos por ella, asociándola a la vejez.

El autor decidió escribir este original ensayo luego de que lo recorriera un pensamiento demoledor: tener 60 años era algo “malo” que había que disimular: lo mejor que te podía pasar era que esa edad no se notara.

Analizando las reacciones de quienes llegan (llegamos) a esa edad, desde su experiencia como ex Juez, destacado abogado y profesor universitario, advirtió que algunos, al pisar los 60, se consideran viejos y empiezan a sentirse como tales. Se autolimitan e inician un camino gradual de encierro en su entorno inmediato, que a veces termina por dejarlos en casa en pijama, viendo televisión. Fin del juego…

… Para algunos. Otros, en cambio, desobedecen aquella asociación en 60 y vejez y siguen como si nada, trabajando igual o más que antes, activos, llenos de ganas y con una gran ventaja: tienen una enorme experiencia que aprovechar, compartir y derramar. Ambas situaciones, afirma el ensayo, implican negar la especificidad de la nueva etapa, que no es la de los cincuenta años pero tampoco es (ya no) la edad del inicio de la vejez, una etapa de la vida cada vez más alejada de la cronología y vinculada sobre todo a las restricciones físicas y/o mentales, derivadas del paso del tiempo, que impiden a una persona llevar una vida autónoma, arrancan cada vez más tarde y varían mucho según las personas, sus hábitos, su actitud.

“La vida comienza a los 60” “Ustedes que atraviesan los 60 años quizás lo ignoran, pero son la más afortunada de las generaciones. Pronto se enumerarán, con un sincero acompañamiento de envidia, las ventajas que están por disfrutar. El mundo entero ha sido modelado de nuevo para mayor gloria de ustedes… Después de los 60 cada día trae algo nuevo que aumenta la alegría de la vida. El atardecer de la vida es más resplandeciente, más tibio, más lleno de armonía; y mucho antes que las sombras se alarguen, todos los frutos madurarán”.

El ensayo cita este párrafo de “La vida comienza a los 40”, obra escrita en 1933 por Walter B. Pitkin y dirigida a la “reorientación de los adultos”. La sustitución de “cuarenta” por “sesenta” tiene que ver con el núcleo de la tesis de Favier: los 60 de hoy son los 40 de antes de la Segunda Guerra Mundial y, como tales, hay que vivirlos. Es que en plena era de la globalización y la digitalización, y tras los grandes avances en la ciencia médica, después de cumplir 60 años -y durante una década y media, dos décadas o más- existe una vida “merecedora de ser vivida con plenitud”. Una nueva generación letra “A”

Tras repasar la clasificación de las diversas generaciones según su banda etaria, el autor rescata la idea -elaborada en varios trabajos que cita- de una nueva generación no vinculada a la edad sino a cómo se siente la gente frente al paso del tiempo; la generación de los “amortales” o de los “atemporales”, a la que elige llamar generación “A”. Ese concepto fue enunciado, recuerda, por Catherine Mayer, quien en 2009 utilizó el término “amortales” para describir a las personas que vivían la vida sin pensar que la edad era un referente que señale el comienzo o término de ciertas etapas. Un par de años más tarde, en “Amortalidad: los placeres y peligros de vivir sin edad”, Mayer resume como rasgo principal de estas personas “el cambio en la imagen que devuelve el espejo, materializada en la cara, ropa y actitud, lo que nos confunde y nos impide encasillar a alguien dentro de una determinada edad o comportamiento”.

Sostiene el ensayo que hoy vivimos más, nos casamos y nos separamos a edades que antes hubieran parecido absurdas y buscamos maximizar la idea de felicidad. Esto ayuda a liberarnos de los estereotipos de la edad que confinan o marginan a la gente por su edad, privándolos -a ellos y a los demás- de su contribución social, personal e intelectual.

Esta mirada, esta actitud, no tiene que ver con la negación de la edad o el culto a la eterna juventud. Es necesario asimilar y vivir con amor propio la inevitabilidad del paso del tiempo, asumiendo en toda su dimensión la nueva etapa, pero retirarse de la vida a los 60 perdió sentido. Una persona está, en es momento, en total plenitud, y tiene mucho para aportar.

Buenas prácticas en una nueva etapa En tal contexto, el ensayo nos propone quince “buenas prácticas para una Generación A” que a continuación se enuncian.

Su desarrollo es, mucho más que el intento de definir pautas de conducta. Es una invitación a pensar, con la mejor apertura mental, el mejor modo de encarar -y, sobre todo, disfrutar- una bella etapa de la vida, la edad de cosechar lo sembrado:

Disfrutá el ensayo completo en este link.


Alejandro Drucaroff, abogado, escritor y apasionado seguidor de causas varias, comparte reflexiones que, a caballo de lindas letras, convocan a pensar desde la ironía y la oportunidad (y el riesgo) de sacudirse un poco.https://buenavibra.es/entretodos/letras/cuentos-breves/


ATRAPADO


DESPEGUE

VIAJE A LAS MALVINAS

Reflexiones luego de la excursión de la mañana- Lo que conmueve es pensar en tantos seres enviados a morir, o en los sobrevivientes cuyas vidas cambiaron para siempre, más cuando antes de ayer contemplábamos monumentos a los caídos como el de Madryn, donde el dolor y la bandera tienen otro significado.

EnciclopediaRelacionalDinamica: AlejandroDrucaroff (última edición 2022-03-29 20:38:36 efectuada por MercedesJones)