EL POLÍTICO Y EL CIENTÍFICO

"Que nos gobiernen los prudentes"

Se estaba en un cónclave. Los cardenales ondeaban inciertos entre tres candidatos a Papa señalados uno por su santidad, el segundo por poseer una alta cultura, el tercero por su sentido práctico y su mesura. A la indecisión puso fin un cardenal, citando a San Bernardo. "Inútil titubear, dijo él. ¿El primer candidato es santo? Y bien,que ore por nosotros (oret pro nobis). ¿El segundo es docto? Tendremos mucho placer en que nos enseñe (doceat nos). ¿El tercero es prudente? Que sea el que nos gobierne ( Iste regat nos)."

La política como vocación

Es poco probable que Max Weber conociera estas ideas expresadas por San Bernardo, Abad de Claraval, en el pleno Medioevo. Sin embargo Weber compartía el espíritu del monje cisterciense y señalaba enfáticamente que hay tres cualidades decisivas para el político: pasión, sentido de la responsabilidad y mesura. Ver en Lic. Flavia Volpe Martincus- http://www.gob.gba.gov.ar/portal/subsecretarias/relacionescyc/fortalecimiento/descargas/Max%20Weber.pdf

Max Weber también define el estado como aquella comunidad humana que, dentro de un determinado territorio (el territorio es elemento distintivo), reclama (con éxito) para sí el monopolio de la violencia física legítima. Existen tres tipos de justificaciones internas, fundamentos de la legitimidad de una dominación. En primer lugar, la legitimidad de la costumbre. En segundo término, la autoridad de la gracia (Carisma) personal y, una legitimidad basada en la “legalidad”, en la creencia en la calidez de preceptos legales y en la “competencia” objetiva fundada sobre normas racionalmente creadas. Max Weber se centra principalmente en el segundo de estos tipos: la dominación producida por al entrega de los sometidos al “carisma” puramente personal del “caudillo”. En ella arraiga, la idea de vocación. Esta figura es vista como la de alguien que está internamente “llamado” a ser conductor de hombres, los cuales no le prestan obediencia porque lo mande la costumbre o una norma legal, sino porque creen en él. La ética absoluta, sin embargo, ni siquiera se pregunta por las consecuencias.

Toda acción éticamente orientada puede ajustarse a dos máximas fundamentales distintas y opuestas entre sí: puede orientarse hacia la ética de la convicción o hacia la ética de la responsabilidad.

Soy sobrina nieta del Dr. Amable T. Jones, médico psiquiatra y científico, que fue gobernador de la Provincia de San Juan en el gobierno de Irigoyen. Asesinado por la familia Cantoni y sus partidarios. http://www.sanjuanalmundo.org/nuestra_historia/paginas/sis.php?seccion=dia_que_mataron_a_jones.php

Me interesa dejar registrado aquí algunos de los comentarios históricos que he ido relevando respecto de su figura y el significado de su muerte violenta en el relato familiar. Los procesos sociales no ocurren al azar y la historia de caudillos y doctores, de barbarie y civilización, de federales y unitarios -en su peligrosa simplificación- nunca fue lo suficientemente clara para mí y desde muy chica no creía totalmente que "Los Cantoni eran caudillos locales sin educación. Una familia de mafiosos, gansters... tanto es así que en la época se afirmaba que fue la abuela Cantoni la que preparó la bomba que mató a Amable".

En mi niñez, estas frases y otras similares eran escuchadas por mí con curiosidad, más que con enojo o sorpresa.De hecho posteriormente descubrí que Federico Cantoni y sus hermanos eran médicos y el primer Cantoni que llegó al país era ingeniero.

Con el correr de los años la curiosidad inicial, mejor orientada, me llevó a valorar la importancia de la política, de la ciencia/academia/progreso y de los procesos de colaboración social por sobre aquellos de confrontación. Sigo preguntándome cómo resolver problemas sociales sin caer en las trampas de la violencia, el populismo y la manipulación. Aquellos políticos sanjuaninos ciertamente no carecían de educación, no carecían de pasión, probablemente tampoco carecían de responsabilidad. Pero, sin ninguna duda, les faltó mesura. Ellos no eran prudentes. Resulta curioso percibir que la dimensión de la prudencia de los acuerdos y la colaboración es una tendencia muy tenue, casi imperceptible en nuestra historia, siempre opacada por la confrontación.

MercedesJones


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Se vislumbran entre luces y sombras las similitudes. La dimensión de la impunidad y la violencia características de la política argentina. Con variedad de injusticias que permanecen vigentes. Hoy año 2014, aquí en Argentina.