Respecto de este testimonio de Antonio Gades, que trajo al Grupo Viva la Longevidad!!! MariaElenaIglesias me parece apropiado incluir unas reflexiones que sobre la vejez ha realizado Diana Cohen Agrest, copio unas frases pero les dejo el link http://www.lanacion.com.ar/1198011-ser-viejo Saludos, mercedesjones

* Baruj Spinoza, el filósofo que exaltó como pocos la conquista de la alegría, declaró: La esencia del ser humano es el deseo, y en esas enigmáticas palabras condensó la complejidad de la naturaleza humana. Porque desde el primer llanto con el que nos asomamos al mundo, somos sujetos deseantes. Porque cuando ni siquiera sospechamos nuestro destino crepuscular y todavía ignoramos absolutamente todo de cronologías y de convenciones humanas, el deseo ya se expresa como lo que es: aquello que nos constituye como quienes somos. Y siendo un deseo sin tiempo, el viejo es tan perfecto como el joven y éste, como el niño, porque en cada estadio de la vida se es todo lo que se puede o se sabe ser. Vivir, en su sentido último, es la búsqueda perpetuamente renovada del "desear desear", desear el propio deseo, desear ser sujeto deseante, sea cual fuere el objeto que instituimos, circunstancialmente, como objeto de deseo. Es el mismo deseo que, en el horizonte existencial, propicia los buenos encuentros: aquellas amistades y amores que enriquecen nuestras vidas, los proyectos compartidos, los goces renovados. Experiencias, todas ellas, para las que poco importa el ocaso.

Sin embargo, dado que el tiempo vivido está hecho no sólo de encuentros sino también de otros tantos desencuentros, estos encuentros fallidos pueden amenazar el deseo, debilitar ese desear desear, ponerlo en riesgo y hasta consumirlo (morir es apenas eso, sucumbir al poder de un mal encuentro con otra cosa -un veneno, un automóvil, una célula cancerígena- que termina por destruirnos)

...Spinoza dijo: "La esencia del hombre es el deseo". Y el deseo es primariamente el deseo de conservar la vida y de hacer, de esa vida, una existencia enriquecida por los encuentros con los otros y con las cosas del mundo, actividad deseante que recién cesa con la muerte.

El deseo es, al fin de cuentas, amar la vida. Y no conoce ni de primaveras ni de otoños.


Spinoza y la democracia de la alegría de lo necesario


–¿Qué tipo de cosas?

–Trabajar sobre la sencillez, quedarse con la esencia. Gades tenía algo muy bueno: sacaba lo mejor de cada persona, te hacía sentir bien. Vi que yo también podía hacer eso. Tiempo después un bailaor de Granada me ofreció trabajo en un tablao de Marbella; acepté únicamente por divertirme, ir a la playa y financiarme unas vacaciones; de verdad pensaba que nunca más iba a bailar. Fue en ese período que murió Antonio. Poco después de su muerte me llamó el presidente de la Fundación que él había dejado prevista antes de morir. Estaban organizando un concierto de homenaje y querían contar conmigo. Les dije sí, para lo que fuera. Primero tenía que ir a Madrid para preparar a una bailaora en el papel de Carmen y quizás dar unos cursos. Monté unas escenas con unos bailarines jóvenes y fue un éxito enorme. De allí pasó a “bueno, vas a montar toda la Carmen ”.


MercedesJones

EnciclopediaRelacionalDinamica: AntonioGades (última edición 2024-01-14 19:54:50 efectuada por MercedesJones)