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------- * Para Gerardo Mosquera Liliana Porter va más allá de Magritte, al combinarlo con Borges porque trabajan en el intersticio, en la ausencia de una respuesta, en la inminencia de una revelación. En el cuento El fin de Borges, leemos: “Hay una hora de la tarde en que la llanura está por decir algo; nunca lo dice o tal vez lo dice infinitamente y no lo entendemos, o lo entendemos pero es intraducible como una música…” Tal vez, la obra de Porter busque traducir esa música que nunca va a manifestarse o dicho con sus palabras: “porque en el silencio, parece que uno puede estar a punto de decir todo.” ------ TEXTO PORTER- AGUSTINA BAZTERRICA El espejo es el elemento central alrededor del cual giran la composición y sus significados. Su presencia en este grabado se refiere a las líneas de Arte poética en las que Borges afirma: "el arte debe ser como ese espejo / que nos revela nuestra propia cara". Pero en este poema Borges, también, realiza una reflexión profunda sobre el tiempo: “Mirar el río hecho de tiempo y agua / y recordar que el tiempo es otro río, / saber que nos perdemos como el río / y que los rostros pasan como el agua” y lo nombra a Ulises, paradigma del viaje: “Cuentan que Ulises, harto de prodigios, /lloró de amor al divisar su Itaca /verde y humilde. El arte es esa Ítaca /de verde eternidad, no de prodigios”. El poema encierra algunas de las claves de lectura de las obras de Porter. Borges define como poesía a la acción de comparar el tiempo y nuestra vida con un río que corre, ver la vida como el sueño de la vigilia, y la muerte como el dormir, y transformar el sufrimiento en música, literatura y arte. La poesía, escribe Borges, es inmortal, humilde y cíclica. Aunque el tiempo transcurra, aunque seamos frágiles y fugaces el arte es una aventura que nos transforma. |
Borges creía que toda civilización comienza con el diálogo.
Borges, el amor y la palabra.
"...un colega académico me tomó un día aparte y me dijo inquieto: ¿qué puede significar ese poema titulado `Al iniciar el estudio de la gramática anglosajona'? Intenté hacerle entender que para mí el anglosajón era una experiencia tan emocionante como admirar una puesta de sol o enamorarme". -¿No estará exagerando un poco? dijo, ¿Usted piensa que la aventura de una palabra es tan importante como una aventura amorosa? ¬En todo caso es mucho más larga, ¿no? ¡Dura siglos!
Cuando escribo lo hago para, digamos, aliviarme, para liberarme de un tema. Yo no busco los temas, los temas me buscan. Cuando el tema insiste yo trato de escribirlo, y una vez que lo he escrito ¬eso me cuesta mucho, tengo muchos borradores detrás de cada página que escribo¬ lo publico para pensar en otras cosas. Y cuando publico un libro lo olvido. Su éxito no me interesa. Pienso siempre en lo que voy a escribir. Lo que he escrito lo dejo atrás, son borradores simplemente.
Borges, ¬Hablando del premio Nobel. Eso puede venir. Todo es posible. El porvenir es infinito.
¬Usted ve en ello una especie de... simetría mágica,
¬Hay algo mágico: yo continúo comprando libros. No puedo leerlos, pero la presencia de los libros me ayuda... esa gravitación silenciosa, sentir que están ahí...
Registrado por MercedesJones desde BernardPivot
Bernard Pivot, conductor del célebre programa de televisión Apostrophe, conversó con Borges en París en 1980. sem-borges.html
A SEGUIR CON BORGES
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/borges/dialogo_sobre_un_dialogo.htm
Diálogo sobre un diálogo [Cuento. Texto completo.]
Jorge Luis Borges
A- Distraídos en razonar la inmortalidad, habíamos dejado que anocheciera sin encender la lámpara. No nos veíamos las caras. Con una indiferencia y una dulzura más convincentes que el fervor, la voz de Macedonio Fernández repetía que el alma es inmortal. Me aseguraba que la muerte del cuerpo es del todo insignificante y que morirse tiene que ser el hecho más nulo que puede sucederle a un hombre. Yo jugaba con la navaja de Macedonio; la abría y la cerraba. Un acordeón vecino despachaba infinitamente la Cumparsita, esa pamplina consternada que les gusta a muchas personas, porque les mintieron que es vieja... Yo le propuse a Macedonio que nos suicidáramos, para discutir sin estorbo.
Z (burlón)- Pero sospecho que al final no se resolvieron
A (ya en plena mística)- Francamente no recuerdo si esa noche nos suicidamos.
FIN
EN DIÁLOGO. Jorge Luis Borges, Osvaldo Ferrari Editorial Sudamericana, 1998 -
En los ultimos tres años de su vida Jorge Luis Borges mantuvo inolvidables dialogos en encuentros radiales en el escritor Osvaldo Ferrari. No fueron reportajes o entrevistas, sino estrictamente conversaciones nacidas del placer de tratar temas con los que ambos, a pesar de las diferencias de edad, tenian afinidades.
Frases del prólogo: "Unos quinientos años antes de la era cristiana se dio en la Magna Grecia la mejor cosa que registra la historia universal: el descubrimiento del diálogo. La fe, la certidumbre, los dogmas, los anatemas, las plegarias, las prohibiciones, las órdenes, los tabúes, las tiranías, las guerra y las glorias abrumaban el orbe; algunos griegos contrajeron, nunca sabremos cómo, la singular costumbre de conversar. Dudaron, persuadieron, disintieron, cambiaron de opinión, aplazaron. Acaso los ayudó su mitología, que era como el Shinto, un conjunto de fábulas imprecisas y cosmogonías variables. Esas dipersas conjeturas fueron la primera raíz de lo que llamamos hoy, no sin pompa, la metafísica. Sin esos pocos griegos conversadores la cultura occidental es inconcebible. Remoto en el espacio y en el tiempo, este volumen es un eco apagado de esas charlas antiguas.
Borges nació Jorge Francisco Isidoro Luis Borges Acevedo y en un prólogo de María Kodama en el que revela una carta de Borges a Abramovich reconociendo que el apellido Acevedo está asociado con judíos sefardíes, es decir, aquellos con raíces en España.
“No sé cómo celebrar esta corriente de sangre judía que corre por mis venas“, escribió Borges a su amigo.
YO JUDÍO- Jorge Luis Borges https://identidades.com.ar/yo-judio-jorge-luis-borges/
Como los drusos, como la luna, como la muerte, como la semana que viene, el pasado remoto es de aquellas cosas que pueden enriquecer la ignorancia. Es infinitamente plástico y agradable, mucho mas servicial que el porvenir y mucho menos exigente de esfuerzos. Es la estación famosa y predilecta de las mitologías.
¿Quien no jugó a los antepasados alguna vez, a las prehistorias de su carne y su sangre? Yo lo hago muchas veces, y muchas no me disgusta pensarme judío. Se trata de una hipótesis haragana, de una aventura sedentaria y frugal que a nadie perjudica,ni siquiera a la fama de Israel, ya que mi judaísmo era sin palabras, como las canciones de Mendelssohn.
Crisol, en su número del 30 de enero, ha querido halagar esa retrospectiva esperanza y habla de mi ”ascendencia judía maliciosamente ocultada” (el participio y el adverbio me maravillan).
Borges Acevedo es mi nombre. Ramos Mejía, en cierta nota del capítulo quinto de Rosas y su tiempo, enumera los apellidos porteños de aquella fecha para demostrar que todos, o casi todos, “procedían de cepa hebreo portuguesa”. Acevedo figura en ese catálogo: único documento de mis pretensiones judías, hasta la confirmación de Crisol.
Sin embargo, el capitán Honorio Acevedo ha realizado investigaciones precisas que no puedo ignorar. Ellas me indican el primer Acevedo que desembarcó en esta tierra, el catalán don Pedro de Acevedo, maestre de campo, ya poblador del “Pago de Arroyos” en 1728, padre y antepasado de estancieros de esta provincia, varón de quien informan los Anales del Rosario de Santa Fe y los documentos para la historia del Virreinato; abuelo, en fin, casi irreparablemente español.
Doscientos años y no doy con el israelita, doscientos años y el antepasado me elude.
Estadísticamente los hebreos eran de los mas reducidos. ¿Que pensaríamos de un hombre del año cuatro mil, que descubriera sanjuaninos por todos lados? Nuestros inquisidores buscan hebreos, nunca fenicios, garamantas, escitas, babilonios, persas, egipcios, hunos, vándalos, ostrogodos, etíopes, dardanios, paflagonios, sarmatas, medos, otomanos, bereberes, britanos, libios, cíclopes y lapitas.
Las noches de Alejandría, de Babilonia, de Cartago, de Menfis, nunca pudieron engendrar un abuelo, sólo a las tribus del bituminoso Mar Muerto les fue deparado ese don.
Revista Megáfono, 3, Nro. 12, pag. 60, Buenos Aires, Abril de 1934
Servicio judío de opinión e investigación periodística www.identidades.com.ar
BORGES Y LA LIBERTAD.
- —¿Qué tanto ha influido el concepto de libertad en su vida personal?
- —Uno siente que el Universo responde a un dibujo. Las cosas no son absolutamente arbitrarias: hay cuatro estaciones, nuestra vida va pasando por etapas: nacimiento, niñez, juventud... Podrían ser indicios de que hay una trama, de que este mundo no es caótico sino laberíntico. Es como el libre albedrío. Posiblemente no exista, pero uno no puede pensar que en este momento no es libre, ¿no? Si me dicen que todo mi pasado ha sido fatal, ha sido obligatorio, no me importa; pero si me dicen que yo, en este momento, no puedo obrar con libertad, me desespero (Borges verbal, Buenos Aires, Emecé Editores, junio de 1999).
- —¿Cómo percibe al mundo del siglo XXI en términos libertarios?
—Desdichadamente para los hombres, el planeta ha sido parcelado en países, cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de una mitología particular, de derechos, de agravios, de fronteras, de banderas, de escudos y de mapas. Mientras dure este arbitrario estado de cosas serán inevitables las guerras y se verán coartadas las libertades de los hombres. Soy un cosmopolita que atraviesa fronteras porque no me gustan (El otro Borges, Buenos Aires, editorial Equis, agosto de 1997).
BORGES Y EL ORDEN DE LAS COSAS
http://revistadesvios.unsam.edu.ar/foucault-y-borges-el-problema-de-las-verdades-cientificas-a-traves-del-arte/ Borges demuestra una postura escéptica frente al lenguaje y a la posibilidad de que este pueda dar cuenta de algún orden en el cosmos, “resultando todo conocimiento una ilusión y una ingenuidad” (Cf. Borges 1952:127). A este escepticismo que refleja cierta imposibilidad de que el lenguaje pueda establecer su relación con aquello que quiere nombrar, lo podemos ver reflejado en el siguiente fragmento citado por el escritor:
- En el prefacio de Las palabras y las cosas, Foucault cita este texto de Borges con el fin de examinar el problema del orden, la clasificación y el lenguaje. Este comienzo tiene una doble función: proponer problematizar el modo en que las palabras se relacionan con las cosas y trazar los objetivos generales de la obra. El filósofo francés menciona un fragmento de El Idioma analítico de J Wilkins que se refiere -en el relato- a una enciclopedia China que escribió el Dr. Khun, donde señala que los elementos que la conforman están clasificados sin criterio ni estatuto alguno:
Este texto cita “cierta enciclopedia china” donde está escrito que “los animales se dividen en a] pertenecientes al Emperador, b] embalsamados, c] amaestrados, d] lechones, e] sirenas, f] fabulosos, g] perros sueltos, h] incluidos en esta clasificación, i] que se agitan como locos, j] innumerables, k] dibujados con un pincel finísimo de pelo de camello, l] etcétera, m]que acaban de romper el jarrón, n] que de lejos parecen moscas”. En el asombro de esta taxonomía, lo que se ve de golpe, lo que, por medio del apólogo, se nos muestra como encanto exótico de otro pensamiento, es el límite del nuestro: la imposibilidad de pensar esto. Así, pues, ¿Qué es imposible pensar y de qué imposibilidad se trata? (Foucault 2002: 1)
El problema principal, afirma Foucault, no reside tanto en la enumeración sin relación ni sentido sino en “el espacio que las hace vecinas” (Foucault 2002: 1), aunque sea el lenguaje el que las enuncia como lo único común que permite que las cosas se encuentren una al lado de otra. El pensador francés muestra que este desorden es más que una simple incongruencia, es el reflejo de que no hay un criterio epistémico de ordenamiento.
https://borgestodoelanio.blogspot.com/2019/01/jorge-luis-borges-osvaldo-ferrari-el.html?m=1
- —Seguramente. Una de las impresiones que uno tiene al conocer su obra y al conocerlo a usted, Borges, es la de que hay un orden al que usted guarda rigurosa fidelidad.
- —Me gustaría saber cuál es (ríe). —Bueno, es un orden que preside, naturalmente, su escritura y sus actos. —Mis actos, yo no sé. La verdad es que he obrado de un modo tan irresponsable… Usted dirá que lo que yo escribo no es menos irresponsable, pero yo trato de que lo sea, ¿no? Además, tengo la impresión de vivir… casi de cualquier modo. Aunque trato de ser un hombre ético, eso sí. Pero mi vida es bastante casual, y trato de que mi escritura no sea casual, es decir, trato, bueno, de que haya algo de cosmos, aunque sea esencialmente el caos.
- Como puede ocurrir con el universo, desde luego: no sabemos si es un cosmos o si es un caos. Pero, muchas cosas indican que es un cosmos: tenemos las diversas edades del hombre, los hábitos de las estrellas, el crecimiento de las plantas, las estaciones, las diversas generaciones también. De modo que cierto orden hay, pero un orden… bastante pudoroso, bastante secreto, sí.
- EL ORDEN DE LAS COSAS- BORGES
- Las cosas
- El bastón, las monedas, el llavero,
- la dócil cerradura, las tardías
- notas que no leerán los pocos días
- que me quedan, los naipes y el tablero,
- un libro y en sus páginas la ajada
- violeta, monumento de una tarde
- sin duda inolvidable y ya olvidada,
- el rojo espejo occidental en que arde
- una ilusoria aurora. ¿Cuántas cosas,
- limas, umbrales, atlas, copas, clavos,
- nos sirven como tácitos esclavos,
- ciegas y extrañamente sigilosas!
- Durarán más allá de nuestro olvido;
- no sabrán nunca que nos hemos ido.
https://www.perfil.com/noticias/columnistas/borges-el-palabrista3-20160708-0004.phtml
- –¿Quién es más real para usted, Macbeth o Perón?
B: Bueno, Macbeth, desde luego.
–¿Para usted la literatura es más real que la Historia?
B: La que llamamos Historia, está hecha de memorias y de imágenes. El que usted ha mencionado es un personaje de la memoria, salvo que yo nunca pienso en él. A la larga todos nos convertimos en personajes de la memoria ajena. Macbeth lo es. Rosas también.
-¿Y Perón?
B: También, salvo que yo prefiero no mencionarlo. Ponga Rosas, que es lo mismo.
EL ESPEJO Y LA MÁSCARA
- Reflexiones sobre los límites del lenguaje en "El espejo y la máscara", de Jorge Luis Borges- María Elvira Luna Escudero-Alie
- Sabemos que no el desocupado jardinero Adán, sino el Diablo -esa pifiadora culebra, ese inventor de la equivocación y de la aventura, ese carezo del azar, ese eclipse de ángel- fue el que bautizó las cosas del mundo. Sabemos que el lenguaje es como la luna y tiene su hemisferio de sombra." (Borges Jorge Luis, El idioma de los argentinos. p.182)
- "Las lenguas son en último término, simplificaciones de una realidad que siempre las rebasa, y sólo pueden justificarse con un fin práctico". (Borges, Inquisiciones. p. 65-66)
- Termino estas reflexiones citando una líneas de Loy, tomadas por Borges en Otras Inquisiciones, página 162: "...no hay en la tierra un ser humano capaz de declarar quién es. Nadie sabe qué ha venido a hacer a este mundo, a qué corresponden sus cantos, sus sentimientos, sus ideas, ni cuál es su nombre verdadero..." SIMBOLOGÍA:
- La concepción antigua del arte decía que éste debía ser un reflejo de la realidad, una suerte de mímesis de la naturaleza. El término "espejo", en la tradición cultural desde los griegos, nos habla del concepto de mímesis justamente, de imitación de la realidad. El rey le obsequia al poeta un espejo de plata como recompensa a la primera oda ejecutada. El regalo corresponde perfectamente al motivo que lo causa. En el poema del Ollán hay una descripción minuciosa y prolija de la batalla. La primera oda del poeta es un fiel reflejo de la realidad, de la realidad que es observable a través de los sentidos, un espejo de ella.
- El término "máscara", alude al teatro griego, a la comedia, a la tragedia. En latín persona significa máscara. La finalidad de la máscara en el teatro griego era ocultar la propia apariencia, para que un solo actor pudiera representar muchos personajes sólo cambiándose de máscara. El rey le obsequia una máscara de oro al poeta por su segunda loa, la cual ya no era una descripción lineal de la batalla, sino que era de acuerdo al Rey: “la misma batalla”.
EL JARDÍN DE LOS SENDEROS QUE SE BIFURCAN
Edgar Amador dialoga con la obra de Borges y las ideas de dos científicos notables, Richard Feynman y Stephen Hawking. Borges cuántico: Los senderos que se bifurcan- https://circulodepoesia.com/2010/01/borges-cuantico-los-senderos-que-se-bifurcan/
- Pero lo asombroso fue que la relación entre Borges y la ciencia no fue unívoca, sino que parece operar en ambas direcciones, así sea de manera inadvertida.
- En 1941 Borges escribe “El Jardín de los Senderos que se Bifurcan”, cuento posteriormente recopilado en Ficciones (1944), y una de su obras maestras.
- El jardín de senderos que se bifurcan es una enorme adivinanza, o parábola, cuyo tema es el tiempo; esa causa recóndita le prohíbe la mención de su nombre. Omitir siempre una palabra, recurrir a metáforas ineptas y a perífrasis evidentes, es quizá el modo más enfático de indicarla. Es el modo tortuoso que prefirió, en cada uno de los meandros de su infatigable novela, el oblicuo Ts’ui Pên. (…) no emplea una sola vez la palabra tiempo. La explicación es obvia:”El jardín de senderos que se bifurcan” es una imagen incompleta, pero no falsa, del universo tal como lo concebía Ts’ui Pên. A diferencia de Newton y de Schopenhauer, no creía en un tiempo uniforme, absoluto. Creía en infinitas series de tiempos, en una red creciente y vertiginosa de tiempos divergentes, convergentes y paralelos. Esa trama de tiempos que se aproximan, se bifurcan, se cortan o que secularmente se ignoran, abarca todas la posibilidades.”
- El laberinto de la historia no es físico, sino temporal. Lo que se bifurca no es el jardín, sino los instantes. Al llegar a un instante existen múltiples posibilidades a seguir, y el tiempo puede transcurrir y transcurre sobre las múltiples opciones que en cada instante se enfrentan, como un árbol del cual salen en cada nodo sinfín de ramas. Esta idea del tiempo bifurcándose en una fronda infinita se repite ya de manera espacial en historias como La Biblioteca de Babel o El Libro de Arena, pero sólo en “El Jardín…” es el tiempo el arborescente.
- El jardín de senderos que se bifurcan es una enorme adivinanza, o parábola, cuyo tema es el tiempo; esa causa recóndita le prohíbe la mención de su nombre. Omitir siempre una palabra, recurrir a metáforas ineptas y a perífrasis evidentes, es quizá el modo más enfático de indicarla. Es el modo tortuoso que prefirió, en cada uno de los meandros de su infatigable novela, el oblicuo Ts’ui Pên. (…) no emplea una sola vez la palabra tiempo. La explicación es obvia:”El jardín de senderos que se bifurcan” es una imagen incompleta, pero no falsa, del universo tal como lo concebía Ts’ui Pên. A diferencia de Newton y de Schopenhauer, no creía en un tiempo uniforme, absoluto. Creía en infinitas series de tiempos, en una red creciente y vertiginosa de tiempos divergentes, convergentes y paralelos. Esa trama de tiempos que se aproximan, se bifurcan, se cortan o que secularmente se ignoran, abarca todas la posibilidades.”
- ¿Pero pudo Borges entrever lo siguiente?
- En El Universo en una Cáscara de Nuez (de título Shakespeariano) un libro de divulgación posterior a su best-seller Una Breve Historia Del Tiempo (de título Borgiano), Stephen Hawking, uno de los físicos más famosos de la actualidad escribe lo siguiente:
La idea de que el universo tiene múltiples historias puede sonar a ciencia ficción, pero actualmente es aceptada como un hecho científico. Fue formulada por Richard Feynman… Ahora trabajamos (los físicos) para combinar la teoría general de Einstein y la idea de Feynman de las historias múltiples en una teoría unificada que describa todo lo que ocurre en el universo.
- Para los lectores cuidadosos de Borges el saber lo anterior debe de ser estremecedor. Una de sus historias entrevió una de las discusiones más difíciles de los físicos modernos.
- Me detuve, como es natural, en la frase: Dejo a los varios porvenires (no a todos) mi jardín de senderos que se bifurcan. Casi en el acto comprendí; el jardín de los senderos que se bifurcan era la novela caótica; la frase varios porvenires (no a todos) me sugirió la imagen de la bifurcación en el tiempo, no en el espacio. La relectura general de la obra confirmó esa teoría. En todas las ficciones, cada vez que un hombre se enfrenta con diversas alternativas, opta por una y elimina las otras; en la del casi inextricable Ts’ui Pên, opta —simultáneamente— por todas. Crea, así, diversos porvenires, diversos tiempos, que también, proliferan y se bifurcan.
- El físico Stephen Hawking lo dice de la siguiente manera:
Como el universo va lanzando los dados para ver qué pasará a continuación, no tiene una sola historia, como se podría esperar, sino que debe de tener todas las historias posibles, cada una de ellas con su propia probabilidad.
- Con un poco menos de literatura, Hawking ilustra:
Debe de haber una historia del universo en que Belice ganara todas las medallas de oro de los Juegos Olímpicos, aunque quizá la probabilidad de ello sea muy baja.
- Con un poco más de estilo, recordemos a Borges:
De ahí las contradicciones de la novela. Fang, digamos, tiene un secreto; un desconocido llama a su puerta; Fang resuelve matarlo. Naturalmente, hay varios desenlaces posibles: Fang puede matar al intruso, el intruso puede matar a Fang, ambos pueden salvarse, ambos pueden morir, etcétera. En la obra de Ts’ui Pên, todos los desenlaces ocurren; cada uno es el punto de partida de otras bifurcaciones. Alguna vez, los senderos de ese laberinto convergen; por ejemplo, usted llega a esta casa, pero en uno de los pasados posibles usted es mi enemigo, en otro mi amigo. Si se resigna usted a mi pronunciación incurable, leeremos unas páginas.
- Richard Feynman, quien se doctoró en 1942 (un año después de que Borges escribiera “El Jardín…”) fue el autor de unos famosos diagramas (los Diagramas de Feynman) para describir las trayectorias posibles de las partículas subatómicas. Dichos diagramas son arborescencias temporales, pues la partícula puede estar con cierta probabilidad en distintas partes “al mismo tiempo”.
- En alguna bifurcación del jardín Jorge Luis Borges fue un físico teórico y en lugar de escribir ficciones, fundó la teoría cuántica.
- Su poesía lo dijo en dos líneas:
Llueve
¿En qué ayer, en qué patios de Cartago,
cae también la lluvia?
[1] Una de las afortunadas consecuencias del desafortunado fin de “Hoja por Hoja” es que Tomás Granados Salinas aplicó sus dotes de editor en el CONACULTA, en donde logró publicar una serie de libros sobre matemáticas, en donde “Matemáticas e Imaginación” fue nuevamente puesto en circulación.
Tags: Edgar Amador, Jorge Luis Borges, Richard Feynman, Stephen Hawking
- PALABRA Y PENSAMIENTO EN BORGES La reflexión filosófica borgeana a través del análisis de su poética- Liliana María Naveira de del Valle. Mar del Plata, Argentina, agosto de 2003
https://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/1753/TESIS_LNAVEIRA.pdf
- es quizá un error suponer que puedan inventarse metáforas. Las verdaderas, las que formulan íntimas conexiones entre una imagen y otra, han existido siempre. (página 485)
Jodernos
- ¿Qué tipo de Estado desearía?
- Un Estado mínimo, que no se notara. Viví en Suiza cinco años y allí nadie sabía cómo se llama el presidente.
- La abolición del Estado que usted propone tiene mucho que ver con el anarquismo.
- Sí, exacto, con el anarquismo de Spencer, por ejemplo. Pero no sé si somos lo bastante civilizados para llegar a eso.
- ¿Piensa seriamente que tal Estado es factible?
- Por supuesto. Eso sí, es cuestión de esperar doscientos o trescientos años.
- ¿Y mientras tanto?
- Mientras tanto, jodernos.
(Entrevista a Jorge Luis Borges. Revista Siete Días, Buenos Aires, 1973)
EL TIEMPO
https://borgestodoelanio.blogspot.com/2014/12/jorge-luis-borges-el-tiempo.html
- Somos algo cambiante y algo permanente. Somos algo, esencialmente misterioso.
- Decimales- Cuando muere la madre de Borges, doña Leonor Acevedo, a los noventa y nueve años, llevaba ya tiempo tullida y postrada en la cama. Sus ayes se oían por toda la casa. Una persona sin imaginación, al darle el pésame a Borges, le dijo que era una pena que no hubiera podido llegar a los cien años. Y entonces Borges le contestó: "Me parece que usted exagera los encantos del sistema decimal".
- Metaforicidio- Borges me contó que en cierta ocasión, en un banco, una empleada le dijo: "Aunque conozco su saldo, lo verificaré porque no me gusta decirle una cosa por otra". Y me comentó: "Esa señorita acababa de dar muerte a la metáfora".
- ANTONIO CARRIZO CON BORGES - AÑO 1984
- Antonio Carrizo entrevista al escritor, Jorge Luis Borges en el programa especial "LOS GRANDES",emitido el 07-03-1984 por Canal 11 de Buenos Aires,Argentina.
- Borges, el palabrista: 75 75 Creo que “ser feliz” es algo muy raro, ocurre muy pocas veces. La felicidad se encuentra generalmente en el pasado y eso es, por supuesto, una forma de desdicha presente. Por otra parte, querer ser feliz es una tarea todavía más difícil de lograr.
- Para Gerardo Mosquera Liliana Porter va más allá de Magritte, al combinarlo con Borges porque trabajan en el intersticio, en la ausencia de una respuesta, en la inminencia de una revelación. En el cuento El fin de Borges, leemos: “Hay una hora de la tarde en que la llanura está por decir algo; nunca lo dice o tal vez lo dice infinitamente y no lo entendemos, o lo entendemos pero es intraducible como una música…” Tal vez, la obra de Porter busque traducir esa música que nunca va a manifestarse o dicho con sus palabras: “porque en el silencio, parece que uno puede estar a punto de decir todo.”
TEXTO PORTER- AGUSTINA BAZTERRICA El espejo es el elemento central alrededor del cual giran la composición y sus significados. Su presencia en este grabado se refiere a las líneas de Arte poética en las que Borges afirma: "el arte debe ser como ese espejo / que nos revela nuestra propia cara". Pero en este poema Borges, también, realiza una reflexión profunda sobre el tiempo: “Mirar el río hecho de tiempo y agua / y recordar que el tiempo es otro río, / saber que nos perdemos como el río / y que los rostros pasan como el agua” y lo nombra a Ulises, paradigma del viaje: “Cuentan que Ulises, harto de prodigios, /lloró de amor al divisar su Itaca /verde y humilde. El arte es esa Ítaca /de verde eternidad, no de prodigios”. El poema encierra algunas de las claves de lectura de las obras de Porter. Borges define como poesía a la acción de comparar el tiempo y nuestra vida con un río que corre, ver la vida como el sueño de la vigilia, y la muerte como el dormir, y transformar el sufrimiento en música, literatura y arte. La poesía, escribe Borges, es inmortal, humilde y cíclica. Aunque el tiempo transcurra, aunque seamos frágiles y fugaces el arte es una aventura que nos transforma.
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