Comité Ejecutivo de la Unión Industrial Argentina la primera mujer en integrarlo en 132 años. Mesa integrada por 26 personas.


ROMPIMOS EL CRISTAL- Qué hacen y qué piensan las mujeres que están construyendo una Argentina más igualitaria. Carolina Castro es empresaria autopartista y la primera mujer en integrar la conducción de la Unión Industrial Argentina. En este libro, a través de profundas conversaciones con pares mujeres, representantes del mundo empresarial y de negocios, del arte y la ciencia y de la política y la vida pública, explora posibles respuestas a dos interrogantes clave para todas aquellas mujeres que buscan dejar su impronta. ¿Cómo alcanzar lugares de liderazgo y reconocimiento siendo mujer? ¿Cómo sobrevivir, desafiar y vencer mandatos patriarcales en cada ámbito de la sociedad? Jujuy, Córdoba, Rio Negro y Santa Fé.

Luciana Reznik participó en una iniciativa del gobierno argentino para promover en Silicon Valley el Parque de la Innovación, un proyecto del ayuntamiento de Buenos Aires para impulsar la industria de tecnología de Argentina.

Acompañan a Carolina Castro en este fascinante recorrido que nos propone conocer sus historias de vida, sueños y ambiciones en una invitación a pensar cómo construir un país distinto.

¿DE QUÉ ESTÁN HECHOS LOS TECHOS? La metáfora del techo de cristal ya tiene más de cuatro décadas. Su primer uso registrado es atribuido a Marilyn Loden en 1978 . Marilyn era entonces gerenta de Recursos Humanos en una empresa de telefonía y usó la metáfora en un panel sobre autopercepciones titulado «Mirror, mirror on the Wall»

Para Rosario Altgelt, una sola mujer en la mesa de negociación no hace la diferencia, porque estamos inmersas en un mundo de hombres donde las reglas son más parecidas a los hombres . Aquellas mujeres extraordinarias que llegan a esas mesas del poder sostienen sus espacios en soledad . No alcanza con la potencia individual, la paridad llegará colectivamente o no llegará, por eso el triunfo de las mujeres ordinarias. A partir de las conversaciones con muchas de las entrevistadas, sin embargo, siento que el término «de cristal» es insuficiente para mostrar lo que realmente nos pasa . No siempre —o casi nunca— los techos son de cristal, sino que en la mayoría de los casos son bien concretos y visibles . No son transparentes o invisibles porque se manifiestan de manera abierta en cada prejuicio, en cada comentario machista, sutil o explícito, en cada diferencia en la forma en que se define un ascenso o en las sobrecargas constantes que sufrimos las mujeres al responsabilizarnos del cuidado

EL DISCURSO PÚBLICO Y LAS MUJERES

http://www.scielo.org.mx/pdf/dfem/v56/2594-066X-dfem-56-115.pdf MARY BEARD

Por Alejandra Tapia .... Mary Beard es una reconocida profesora de Literatura Clásica en la Universidad de Cambridge e integrante del Newnham College. Es autora de numerosos libros y artículos, incluyendo Pompeii: Life of a Roman Town, que ganó el Premio de Historia Wolfson. Es parte de la academia británica y con frecuencia participa en la radio y televisión inglesas. En 2016, se le otorgó el premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales


En Occidente, silenciar a las mujeres ha sido una práctica milenaria. Los ejemplos literarios empiezan con Telémaco, quien es consciente de que parte de crecer es aprender a tomar el control del discurso público y silenciar a la parte femenina de la especie, en este caso, a su madre Penélope. Otro ejemplo son las Metamorfosis de Ovidio, en que la idea recurrente es la de silenciar a las mujeres mediante su transformación. Las únicas excepciones en que a las mujeres se les permite hablar sin reparos, en la literatura clásica, es cuando están al borde de la muerte, cuando son víctimas o mártires. Y solo hablan por ellas mismas, nunca por la comunidad. Esto se debe a que el discurso público era un atributo definitorio de la masculinidad.

En Occidente, silenciar a las mujeres ha sido una práctica milenaria. Los ejemplos literarios empiezan con Telémaco, quien es consciente de que parte de crecer es aprender a tomar el control del discurso público y silenciar a la parte femenina de la especie, en este caso, a su madre Penélope. Otro ejemplo son las Metamorfosis de Ovidio, en que la idea recurrente es la de silenciar a las mujeres mediante su transformación. Las únicas excepciones en que a las mujeres se les permite hablar sin reparos, en la literatura clásica, es cuando están al borde de la muerte, cuando son víctimas o mártires. Y solo hablan por ellas mismas, nunca por la comunidad.

De hecho, según un tratado científico de la antigüedad, una voz grave indicaba valor masculino y una voz aguda cobardía femenina. De manera que desde antaño tenemos una idea fija de lo que es bueno y malo en la oratoria, y a quién se debe escuchar. Cuando una mujer expresa un punto de vista controversial, poco popular o diferente, se interpreta como una señal de su estupidez. No es que se esté en desacuerdo: es que es tonta e ignorante; es decir, la reacción es desproporcionadamente hostil, más allá de una crítica o enojo justos.

Si no se percibe que las mujeres están completamente dentro de las estructuras del poder, quizá sea necesario redefinir el poder, antes que a las mujeres. El tipo de poder a que Beard se refiere es la capacidad para tener un impacto real, hacer una diferencia en el mundo; es el derecho a ser tomadas en serio, tanto individual como grupalmente. Es un poder que muchas mujeres quieren y sienten que no tienen.

Queda la posibilidad de desafiar siempre el silencio y a quienes buscan acallarnos, como lo planteara la Premio Nobel de la Paz, Malala Yousafzai: “Teníamos dos opciones, estar calladas y morir o hablar y morir, y decidimos hablar”.

Queda la posibilidad de desafiar siempre el silencio y a quienes buscan acallarnos, como lo planteara la Premio Nobel de la Paz, Malala Yousafzai: “Teníamos dos opciones, estar calladas y morir o hablar y morir, y decidimos hablar”.

EnciclopediaRelacionalDinamica: CarolinaCastro (última edición 2020-12-07 22:51:07 efectuada por MercedesJones)