Me resultó de gran honestidad este análisis. MercedesJones Ver conferencia en: http://books.google.com.ar/books?id=Znv75OWZU4EC&pg=PA75&lpg=PA75&dq=Santos+Colabella&source=bl&ots=OJGJoGjhze&sig=8fSZsniH5QyknmsPhfLlj6kQd4M&hl=es&sa=X&ei=ElcwU


G.GERMANI –O CUALQUIER OTRO CIENTIFICO- PUEDE ESTAR EXENTO DE TODA CRITICA?

Por Santos Colabella *

El 29-6-2000 al pronunciar el Elogio Académico del Prof. Octavio Ianni, en ocasión de recibir el Doctorado Honoris Causa de la UBA, dije entre otras cosas y luego de enumerar las nueve Universidades en que enseña, o enseñó, desde l967 fuera de Brasil: “Como vemos nuestra Universidad no aparece. Una gran pérdida para nosotros. Sin embargo, el Prof. Ianni estuvo en la Argentina varias veces participando de eventos académicos. Por qué nos privamos del concurso del Prof. Ianni ? arriesgaré decir que hasta 1966 el Prof. Gino Germani y sus continuadores miraban verticalmente: hacia el Norte y no priorizaban la colaboración e intercambio Sur-Sur, aunque algunos profesores vinieron de Brasil (L. Costa Pinto) y de Uruguay (A.Solari), pero eran de otra orientación teórica y por qué no decirlo ideológica.” Esa expresión generó una ‘respuesta’ de la Prof. Inés Izaguirre en el Nº 43 de agosto de 2000 de esta Revista, que a mi vez contestaré puntualmente.

Efectivamente fui convocado la noche anterior a efectuar el Elogio por el Sr. Decano de la Facultad, Dr. Fortunato Mallimaci, y luego de cerrado el acto ella me dijo que contestaría mi breve alusión a G.Germani. Disgustada se mostró también Ana Germani, pero al menos me dijo que me entrevistaría para la biografía que está preparando de su padre. Al inicio de su respuesta Izaguirre dice: “para elogiarlo [a Ianni] no halló mejor recurso que DENOSTAR la figura del fundador de nuestra Carrera. Sus argumentos reiteraron lo que en los 60’ levantaba un grupo de alumnos, COLABELLA ENTRE ELLOS: Germani era ‘pro-yanqui’, o, como lo dijo ahora, ‘miraba al Norte’. Quiero confrontar ese JUICIO FALAZ E INJUSTO...” (mayúsculas mías). Así, tanto las adjetivaciones cargadas cuanto las distorsiones se presentan desde el arranque.

Por estos días Roger Chartier sostuvo que hay “un doble riesgo....El primero es confundir la historia, en tanto conocimiento crítico controlable con las reconstrucciones de la memoria que mantienen una relación afectiva y militante con el pasado.” Y más adelante agrega: “Pero historia y memoria no son identificables. La primera es un conocimiento universalmente aceptable.....La segunda es inducida por las exigencias existenciales de comunidades donde la presencia del pasado en el presente constituye un elemento esencial del ser colectivo. De ahí el segundo riesgo, al que se expone una historia que olvide esta diferencia: el del anacronismo. Con harta frecuencia, la necesidad de afirmar o justificar identidades construidas o reconstruidas en el mundo contemporáneo induce a reescribir el pasado distorsionando, ignorando u ocultando los aportes del conocimiento histórico controlado.” (Cf. La Nación, 28-2-200, pag. 17).

Supongo que molestará a algunos que a más de 35 años de la partida de Germani de la Argentina, haya que seguir con esta historia de interés sólo local.

Aquello que importa es que Germani en tanto sociólogo fue un autodidacta, y no sus títulos: él no era economista. Había estudiado ‘ragioneria’, es decir, de contador, en Italia y fue obligado a tomar el “aceite de ricino” (tortura fascista). Aquí estudió en Filosofía y Letras. Hay muchos otros ejemplos de autodidactas en los campos que descollaron: Sergio Bagú, Oscar Varsavsky, Gregorio Klimovsky, etc.

Es sabido que integró el Instituto de Sociología de la UBA, pero después de R. Levene el Director resultó R. Tecera del Franco. (cf. Boletín del Instituto de Sociología , varios Nº). La actitud de Germani de preservar la unidad estudiantil, evitando la expulsión del Cefyl de los estudiantes comunistas, ante la invasión nazi a la URSS. (nada menos ¡), significa que odiaba la estupidez y sabía enfrentarla. Pero las referencias al pacto Molotov-von Ribbentrop, es decir, el pacto germano-soviético de no agresión del 25-8-39, no merecen considerarse.

La carrera de Sociología se crea luego que Germani ganara en 1956 el concurso de profesor titular de Introducción a la Sociología, y en pro de la creación lo presionaban estudiantes que provenían en gran parte de otras facultades: exactas, económicas, derecho, arquitectura, etc. Y no conviene a nadie ignorar que la creación de la Carrera se hizo en un clima fundacional que las autoridades de la UBA acompañaron y no fue sólo obra de una individualidad genial: colaboraron con él E. Butelman en Psicología Social y con las colecciones de su Editorial Paidós, N. Rodríguez Bustamante que provenía de Filosofía, Jorge Graciarena y Ruth Sautu en Economía –luego orientados decididamente a la Sociología-, Torcuato Di Tella, José L. Romero y T.Halperin Donghi en Historia Social, M. Bunge con quien armó la primer Metodología, etc. Luego se agregarían los primeros becarios enviados a posgrados en el exterior. Eso no implica negar que Germani era el centro del proyecto.

Cursé con Germani Introducción, Sistemática y Estratificación Social (Izaguirre en este caso actuó como ayudante) y puedo afirmar que a Germani no le gustaba dar clases al modo magistral, como acontece con la mayoría de los investigadores; pero, igualmente era dedicado a la docencia con esta salvedad: “alumnos yo no voy a examinar los textos obligatorios y recomendados (los apuntes estaban prohibidos ¡). Les aconsejo que los lean al ritmo en que se dictan las clases teóricas (y prácticas), de modo que puedan plantear sus dudas en clase y así abordamos la problemática y su relevancia.” Es lo que hacíamos un conjunto de alumnos y con óptimos resultados. Y es lo que después adopté en mi actividad docente.

Me desempeñé como auxiliar docente de Germani en Introducción y en Sistemática, y en ésta con otros profesores. Nos orientó y dirigió desde 1962 en el análisis de los datos de la investigación “Desarrollo Comunitario y Cambio Social”, cuyo difícil trabajo de campo se realizó en San Juan en 1961, puesto que el Prof. A.Meister, director, había regresado a Francia. Eso permitió que los jóvenes investigadores (yo era el más novato) nos formáramos al lado de un gran investigador, que es el único método conocido para formar investigadores. Seguí en el Instituto de Sociología hasta 1965 y colaboré con distintos investigadores: A.Meister, K.H.Silvert, A.Cicourel, D.Nasatir. También fui auxiliar docente de Izaguirre en Estratificación Social, seminario basado fundamentalmente en el programa que habíamos cursado con Germani.

Con el subsidio de la Ford Foundation (sobre el que volveré) Germani financió investigaciones empíricas, llamó a profesores del exterior (mayoría de norteamericanos), construyó la Biblioteca y se adquirió una máquina IBM de CLASIFICACION Y CUENTA , la cual estaba lejos de ser una computadora: desde los porcentajes hasta las tests de significación y asociación había que hacerlos “a mano”, tal cual debe haber hecho Germani los cálculos de su monumental “Estructura social de la Argentina”. Vaya tarea: ímproba y por años.

Pero, además el rendimiento del subsidio se incrementaba, pues por su prestigio Germani podía convocar del exterior a profesores con año sabático, que tenían grants para investigaciones, y ejercitaban aquí la docencia. Se armaban así núcleos de investigación y docencia con profesores extranjeros: K.H.Silvert y Sra. estuvieron dos años, A.Cicourel más de un año, David Nasatir, etc. Además contábamos con las investigaciones de los profesores argentinos.

Con el subsidio Ford se hicieron muchas investigaciones como vimos, y afirma: la más renombrada es la “muestra y la encuesta de estratificación más importante del Gran Buenos Aires que se había hecho nunca”. En realidad la investigación era parte de un trabajo similar en cuatro ciudades latinoamericanas y contaba con otros sponsor, coordinada por los cuatro directores con Germani a la cabeza. Aclaremos que la muestra de áreas de Capital y el Gran Buenos Aires fue subvencionada por el CONICET (P.I. Nº 15 del Instituto de Sociología) y estaba curiosamente estratificada por el voto peronista de 1954 en la Capital y el voto en blanco de 1957 en el GBA. Las encuestas de las cuatro zonas metropolitanas (Santiago, Buenos Aires, Montevideo y Río) fueron promovidas desde 1957 por el Centro Latinoamericano de Pesquisas em Ciencias Sociais, cuyo director era L.A.Costa Pinto, quien después enseñaría en Buenos Aires. El documento base para la discusión de los equipos de cada país fue preparado por Germani. “El costo de las tres investigaciones [Germani incluyó para Argentina dos encuestas más: ‘Autoritarismo y prejuicio étnico’ y ‘Asimilación de inmigrantes’] ... fue cubierto a través [de] algunos aportes del Centro Latinoamericano de Pesquisas em Ciencias Sociais y del American Jewish Committee. Todas estas contribuciones fueron complementadas con fondos propios del Instituto originados de la Subvención Ford.” (cf. Colección Datos, Nº 1, I.de Sociología, 1962, pag. 14). Pero, ¿por qué no mencionar al equipo que lo acompañó, o eran ‘de palo’? Veamos: Director Asociado: Dr. J.Graciarena, Directora del Trabajo de Campo: M.A.Ruth Sautu, Co-director del Trabajo de Campo: T.Di Tella, Encargada de la Muestra: Malvina Segre (cf. ídem). Además, Germani pidió a S.Bagú un trabajo histórico que resultó en la publicación “Evolución histórica de la estratificación social en Argentina” de 1961. Ahora bien, de esa investigación hay importantes artículos parciales de Germani sobre el marco teórico y parte de los resultados . Pero, ¿alguien conoce algún LIBRO sobre esas investigaciones?. Confieso que los he buscado pero no los encontré. Podemos considerar que Germani anuncia su libro sobre estratificación en el GBA. en la Ficha Nº 400 (Dto. de Sociología, UBA) “Esquema general para el análisis de los sistemas de estratificación social” con el subtítulo “Parágrafo 2.1. del Nº 2 de la Colección ‘Datos’ del Instituto de Sociología”; pero, nunca apareció. Desilusión con los resultados?

También merecen algunas observaciones las expresiones: “Decir del tano que miraba al Norte” es, además de tosquedad intelectual, ignorar la historia. Las primeras –y únicas- Jornadas Latinoamericanas de Sociología en Argentina, las organizó Germani en 1965. A ellas vinieron latinoamericanas famosos: desde Gonzalez Casanova, hasta Cardoso y Faletto, pasando por Ianni y el cura guerrillero Camilo Torres.”

Cómo traiciona la memoria, siempre selectiva ¡ Hagamos historia. Las “Jornadas Argentinas y latinoamericanas de Sociología” organizadas por el Dto. de Sociología se celebraron en 1961 (25 al 29-9-61), bajo los auspicios de la “Comisión Nacional de Homenaje al Sesquicentenario de la Revolución de Mayo”. Fueron posibles además por el apoyo del C.F.I. cuyo director de asuntos sociales era a la sazón el matemático e historiador Dr. Oscar Cornblit, profesor de nuestra carrera. Participaron mayoría de argentinos y profesores extranjeros, a saber: J.Arthur Ríos, E.Hamuy, I.Ganón, M.Dieguez (jr.), I.L.Horowitz, P.Heintz, J.Fichter, P.Gonzalez Casanova, L.Brams, J.A.Silva Michelena, H.H.Silvert, G.Beyhaut, A.Meister, G.Briones, L.A.Costa Pinto, D.J.Garmendia, A.Rubbo Müller, A.Solari, J.Labbens, F.J.Rath y CAMILO TORRES (profesor full time por entonces de ‘Sociología Urbana’ y ‘Metodología Científica I’). En 1965 no hubo nada, contrariamente a lo que afirma. Pero en 1964 (7 al 16-9-64) se realizó la importante “Conferencia Internacional sobre Investigación social comparativa en los países en desarrollo. Desniveles internos en el proceso de Desarrollo Económico y Social en América Latina”, organizada por Germani con el Consejo Internacional de Ciencias Sociales y en su carácter de Director del Centro de Sociología Comparada del Instituto Di Tella, bajo los auspicios de la Comisión Nacional Argentina para la UNESCO.

Del resultado de la Conferencia da cuenta Germani en el Nº 1 de la Revista Latinoamericana de Sociología, I.Di Tella, Buenos Aires, 1965, pag. 139 y ss. Aquí se presenta como Director del Instituto de Sociología de la UBA (que lo era, pero no tuvo participación directa) e igualmente como “profesor visitante de Sociología en la Universidad de Columbia, 1964-65”. De esta universidad pasaría luego definitivamente a Harvard. Retirado, volvió a Italia y enseñó un tiempo en la Universidad de Nápoles.

En la Conferencia participaron 50 especialistas en diversas disciplinas y se presentaron 23 trabajos. De los participantes 13 eran argentinos y 15 también latinoamericanos. Estaban F.H.Cardoso, M.Dieguez (jr.), O.Fals Borda, P.Gonzalez Casanova, L.Ratinoff, A.Solari y otros que estaban en universidades del Norte. No se ve en la lista a mis queridos E.Faletto y O.Ianni, ni a Camilo Torres: ¿cómo iba a estar si en 1964 abandona los hábitos y las cátedras y se suma al movimiento guerrillero, muriendo en 1966 a manos del ejército colombiano? ¡

Debo tomar más espacio para contestar otras inexactitudes, toda vez que el propósito de ella es ilustrar (¿de este modo ‘opinador’?) a “la mayoría de los profesores de nuestra Carrera [que] no conocieron a Germani y los alumnos no saben quien fue”.

Volvamos al Subsidio Ford. Este pasó pues el liderazgo estudiantil de entonces (1958-1960) hizo la ‘vista gorda’, es decir no se opuso realmente. Era por 4 años y sumaba U$S 200.000 de la época. La única condición, lógica por otra parte, era que Germani lo dirigiera y administrara. Nadie hizo rendir un subsidio con la máxima eficacia y eficiencia como Germani. Basta comparar con los millones que después recibieron la Fundación Bariloche y la Fundación Di Tella, y lo que hicieron con ellos. Pero, cuando se planteó la renovación del subsidio el nuevo liderazgo estudiantil se oponía fuertemente. El Partido Socialista de Vanguardia había resignado voluntariamente la dirección del CEFYL y las otras corrientes eran fuertes opositoras. En vano en las asambleas estudiantiles argumentamos que si el subsidio generaba dependencia eso valía también para las fundaciones privadas: u oposición a TODO subsidio o creación de una comisión parlamentaria que los examinara, los aprobara y los derivara. Si nos oponíamos a los subsidios sólo en la UBA e iban a las fundaciones, nos quedaríamos sin recursos para la investigación. Y así fue.

Ante este panorama Germani decide no dar batalla por la renovación y por acuerdo entre la UBA y la Fundación Di Tella se crea el Centro de Estudios Comparados en Sociología, con la dirección de Germani, por su carácter de Director del Instituto de Sociología de la UBA, cargo que formalmente retenía. Ahí terminó la investigación empírica en el Instituto (1964-65). Así, los alumnos que requerían participar de 200 horas de investigación para graduarse, terminaron haciendo talleres y seminarios de investigación para obtenerlas, sin hacer investigación propiamente dicha.

La investigación no se recuperó hasta después de 1984 con el Instituto de Investigaciones Gino Germani, ahora dependiente de la Facultad de Ciencias Sociales y no ya del rectorado. A partir de la intervención militar de 1966, tenemos, pues, más de 17 años de parálisis en la UBA. Dicho esto, ¿cómo entender viniendo de quien viene que “Desde 1969 comenzó una lenta recuperación de los espacios por las llamadas ‘cátedras nacionales’, cuyos docentes ya no pertenecían a las camadas fundadoras.”? Esas cátedras se mantuvieron desde 1967 a 1975 y ya con su misma autodenominación muestran que no se ocuparon de preservar el ‘espítitu’ que Germani imprimió a la Carrera.

¿Por qué no recordar a los colegas y estudiantes el Proyecto Camelot, financiado por el Pentágono, para medir el potencial de insurgencia de las poblaciones latinoamericanas? En América Latina los propósitos del proyecto provocaron su denuncia pública en Chile, por J.Galtung (prof. noruego que enseñaba en FLACSO) y E.Fuenzalida (aunque otros ‘científicos’ contactados también por el prof. Nutini, del Proyecto Camelot, se hayan mostrado interesados en el proyecto). En la Argentina con fecha 18-6-65 sociólogos argentinos –muchos discípulos de Germani- más J.Galtung se dirigieron al Director de la Revista Latinoamericana de Sociología, que era Germani, para expresar, con pedido de publicación, su repudio al proyecto, que así aparece en el vol.I, Nro. 2, julio 1965, pags. 251 y sigs. La magnitud de la reacción provocó el definitivo abandono del Proyecto Camelot. Pero, recordemos que como consultores del Proyecto Camelot intervinieron –en una escala que va de unos pocos días a toda la duración del proyecto- 33 investigadores de 25 instituciones –6 institutos privados, 17 universidades norteamericanas y 2 universidades extranjeras. ¿En nombre de qué razón no hay que decir que Germani participó, junto a otros prominentes científicos sociales de entonces –Eisenstadt, Lipset, etc.- en unas jornadas de evaluación del Proyecto Camelot en su conjunto?. Los datos pueden verse en Informe del 89 Congreso de los EE.UU., primera sesión, titulado: “Behavioral Sciences and the National Security. Report Nro. 4 together with parte IX of the hearings on WINNING THE COLD WAR: THE U.S. IDEOLOGICAL OFFENSIVE”, of the Committee on Foreign Affairs, House of Representatives, december 6, 1965, Washington. La representación estudiantil ante la Junta Departamental de Sociología lo hizo público en 1966 y consta en las actas de la Junta. N.Rodríguez Bustamante le escribió sobre este punto y Germani contestó que participó de unas jornadas de investigación sin conocer la financiación del ejército. Pero Bustamante ya no está para corroborarlo.

De Germani se suele citar su trabajo de 1956 sobre el carácter totalitario del peronismo, pero no su trabajo correctivo de 1968 “Fascism and Class” (cf. S.J.Woolf (ed.), 1969: “THE NATURE OF FASCISM”, Vintage Books, Random House, N.York, pags. 65-96). Aquí sostiene: “Pero nada comparable a un estado totalitario realmente ocurrió. ….”El peronismo fue un movimiento ‘nacional-popular’, lo cual, tal vez, es típico de la movilización primaria. Tenía varios rasgos totalitarios, pero por otro lado no era muy diferente del movimiento ‘liberal-popular’, el Partido Radical, el cual había dado expresión política al primer estadio de la movilización.”. Pero, ¿ésta no es acaso la tesis de K.H.Silvert, desarrollada en Argentina en 1961?; en contraste con las interpretaciones de Lipset (‘fascismo de izquierda’) y la original de Germani de 1956. Y ni siquiera lo cita ¡ (cf. “Liderazgo político y debilidad institucional en la Argentina”, en Desarrollo Económico, Revista de Ciencias Sociales, IDES, Buenos Aires, vol. 1, Nro. 3, octubre-diciembre 1961).

Finalmente, ¿qué decir acerca de la ausencia de los textos de Hannah Arendt en la carrera de sociología?. Obsérvese que aún en “Authoritarianism, Fascism, and National Populism”, Transaction Books, N.Brunswick, 1978, 292 pags., Germani ni siquiera cita “Los orígenes del totalitarismo” de Arendt, cuya primera edición data de 1951. Y ello no obstante sostener puntos de vista contrastantes sobre el movimiento de las clases y los orígenes del totalitarismo.

Bien, a pesar de estos señalamientos y sin ironía alguna: AL MAESTRO CON CARIÑO.

Buenos Aires, setiembre de 2000.


* Profesor titular regular. UBA Facultad de Psicología.22/12/2008 - Santos Colabella, falleció en Buenos Aires.

EnciclopediaRelacionalDinamica: ColabellaGermani (última edición 2014-03-24 15:47:02 efectuada por MercedesJones)