La edad ya no sirve para identificar la vejez CAMBIOS SOCIALES Y ENVEJECIMIENTO



EDADISMO

2021. Licencia: CC BY-NC-SA 3.0 IGO. https://doi.org/10.37774/9789275324455.

LAS CUATRO "I" DEL EDADISMO

EXPLICACIÓN

edadismo están entrelazados y se potencian mutuamente (véase la figura 1.2). Las reglas, normas y prácticas institucionales edadistas, y las ideologías edadistas que fomentan, pueden configurar, y a la vez ser configuradas, por las actitudes personales (que subyacen en el edadismo interpersonal) de quienes forman parte de estas instituciones y de la sociedad en general. Al mismo tiempo, el edadismo institucional e interpersonal puede interiorizarse y conducir a un edadismo autoinflingido. Y el edadismo autoinflingido puede hacer que las personas se adapten a los estereotipos relativos a la edad existentes en su sociedad, lo cual po - tencia, a su vez, el edadismo interpersonal e instituciona


SUNAMITISMO

EDADISMO IDEOLÓGICO

de las sociedades que responde al proceso de modernización de estas, siendo ante todo consecuencia de factores muy favorables tales como los avances en la medicina y en la higiene, la mejora de las condiciones de vida y que conlleva consecuencias muy positivas, puesto que es un fenómeno que recorre todas las edades aumentando las probabilidades de supervivencia todas ellas. Sin embargo priman las visiones pesimistas del mismo, así lamentablemente y de manera paradójica, cuando se habla del envejecimiento demográfico, suele asociarse este a aspectos negativos de las sociedades tales como el estrechamiento de una población activa que debe soportar la dependencia económica de un número creciente de ancianos (Pérez Ortiz, 1.998: 439) o la primacía de ver el crecimiento del gasto social en mayores “encanecimiento del gasto social” (Guillemard AM 1.990) como un aspecto negativo del que se culpabiliza a los mayores.

adoptadas incluso por personas que creen en los mayores, y no se dan cuenta que con la compasión (y a veces incluso con algunas políticas sociales de segundo orden tales como subvenciones, bonificaciones en espectáculos, transporte gratuito, etc) discriminan a los mayores (Moragas R 1.991), cuando lo más razonable sería que tuvieran unas condiciones económicas que no hicieran necesarias tales gestos

desigual forma de envejecer en relación a la posición económica (Alfageme A 2.000). { Excesiva medicalización de la vejez: cómo a través de la dispensación de medicamentos se palian muchas otras deficiencias sociales tales como la carencia de una medicina preventiva geriátrica, o lo que es más importante, la imprevisión del sistema sanitario y su dificultad para adaptarse a las nuevas demandas sociales de una población envejecida.

ESTUDIO DE BALTIMORE

estadounidense Johns Hopkins, han seguido de cerca de mas de un millar de voluntarios de todas las edades y sus resultados están creando gran expectación en un país en el que una de cada cinco personas tendrá más de 65 años en 2.030. Este estudio es conocido como el Estudio Longitudinal sobre Envejecimiento de Baltimore, con un presupuesto anual de 6 millones de $, y es el proyecto de investigación de este tipo de mayor duración en EE.UU y uno de los más completos del mundo. HALLAZGOS GENERALES * Repetidamente, los resultados contradicen los estereotipos sobre la gente de avanzada edad y han demostrado que el envejecimiento no es necesariamente una cuestión en la que todos salen perdiendo.

muestran una constancia similar. El vocabulario sigue ampliándose de forma moderada al tener una edad avanzada y que la capacidad de razonamiento o para resolver problemas se conservan. { Tal vez se produzca una reducción de la memoria y el cerebro necesita más tiempo para tomar y ejecutar decisiones, pero como señalan algunos psicólogos especialistas en la materia (v.gr: Paul T. Costa) “el cerebro tiene una gran capacidad de reserva”, y estos cambios no significan que una persona mayor esté incapacitada.

O como determinó el cardiólogo Jerome Fleg: “nadie se muere porque el corazón envejezca”. Las pruebas realizadas desde finales de los 60 ayudaron a demostrar que la estructura y el funcionamiento cardiaco no se deterioran con el tiempo si no existe enfermedad coronaria. Así “para las actividades rutinarias o para la vida diaria, un corazón sano de 80 años debe ser capaz de funcionar bien como sano otros 25”

logrado refutar un mito básico sobre el envejecimiento: que todo el mundo envejece a la misma velocidad y que las personas mayores son iguales entre sí, física y mentalmente.

una gran variedad de nivel de salud entre las personas mayores, diferencias que son mucho más acusadas que entre los jóvenes. Muchos gerontólogos afirman que el descubrimiento de esta diversidad es uno de los hallazgos más importantes

se detecten adecuadamente, puesto que se considera consustancial a la edad. Esto es, en muchos casos no se diagnostica ya que ciertas mermas se consideran naturales a esa edad, y por tanto no se puede hacer una intervención precoz como sería deseable. { Por tanto para el diagnóstico precoz: no menospreciar el síntoma, cuando se siente algo raro: ir al médico. GASTOS EN MEDICAMENTOS

concepción de la salud de los ancianos junto las propias limitaciones del sistema sanitario, no hacen más que agudizar el problema incrementando la medicalización de la vejez. No es de extrañar que el gasto farmacéutico de los mayores acapare las tres cuartas partes del total de este gasto. No parece, pues demasiado raro que se generalice la imagen de los mayores como una de las lacras de los sistemas sanitarios. Imágenes que no se producen en un vacío ideológico sino que se entreveran con otras tantas percepciones tales como la improductividad y la dilapidación de los recursos sociales

difícil satisfacer los deseos de las personas mayores que desean seguir trabajando. A muchas personas en buen estado de salud física y mental se les fuerza a retirarse en contra de su voluntad.

periodo pasivo. La opinión pública exagera la inactividad de los viejos (Harris, 1975). Para muchas personas la edad de jubilación coincide con el momento de dar vuelta a la llave que abre la puerta a una habitación vacía, que es en realidad la sala de espera de la muerte.

definido la jubilación como el cese relacionado con la edad de vida laboral activa.

de status económico en todas las sociedades industrializadas, los excluidos del mercado de trabajo ocupan siempre, por definición, un status de privación relativa

esta deviene involuntaria y prematuramente (jubilación anticipada) es la forma más fehaciente de edadismo, esto es, lo que por parte de los especialistas ha caracterizado a la vejez: “el rol sin rol”

LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA

detalle, la coincidencia de las variables vejez y mujer a la hora de estudiar el voto de los mayores, tomando en consideración, las elevadas tasas de feminidad de la población mayor frente a las de las

cohortes más jóvenes. EL AMOR Y EL SEXO

primera vez, o renacen, saliendo de la nada, de la oscuridad del no-ser, sin pasado ni futuro. Cada una, cada vez, empieza desde el principio, dejando al desnudo lo superfluo de las tramas del pasado y la vanidad de cualquier trama del porvenir.” { Bauman Z (2.005): Amor líquido. Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos.

causa conductas inhibitorias sexuales entre los mayores, que llegan a avergonzarse de experimentar o sentir deseo sexual o de mostrar su propio cuerpo.

que incluso motiva a parejas maduras a evitar sus sentimientos para no apartarse de la unión estereotipada que marcan los cánones socioculturales represivos (Talbott GH 1.988).

relaciones sexuales con hombres más jóvenes.

IGNORANCIA DE LA GERIATRÍA

sexual geriátrica es casi absoluto. Aunque parece obsoleto el que se identifique sexualidad con reproducción, muchas de las actitudes culturalistas represivas, tan solo pueden explicarse admitiendo aquel error. En el hombre la disminución de la potencia, o la necesidad de un mayor estímulo, son interpretados como síntomas premonitorios de una total decadencia, ocasionando la inhibición sexual, por temor al fracaso.

respuesta sexual entre las personas mayores, por diversos factores, entre las que citaremos: Escala de valores, Intereses, Posibilidades sexuales.

enfermedades repercuten sobre la vida sexual dificultándola o inhibiéndola. No obstante, el equipo médico no suele advertir de aquellos efectos, y menos en sus pacientes climatéricos o geriátricos, olvidando o desconociendo este aspecto importante de la vida de cada ser.

SOCIOLOGÍA DE LA DESESPERANZA

como “natural” o consustancial a la “vejez” ciertas patologías, ha generado un modelo de tratamiento discriminatorio para los mayores y que ha contribuido a una cierta desesperanza. Esto es, tender a ver la vejez como un problema para la sociedad o lo que es más grave, la concepción de las personas mayores como personas improductivas y dilapidadores de recursos sanitarios


La amplitud y heterogeneidad del colectivo de mayores de 65 años impide seguir considerándolos un único grupo social La experiencia de vida de los sexagenarios y septuagenarios no se corresponde con los modelos de vejez convencionales Xavier Cervera La edad ya no sirve para identificar la vejez Mayte Rius

Barcelona

14/01/2023 17:00Actualizado a 14/01/2023 17:55

“Las encuestas atestiguan lo difícil que resulta identificar certeramente a alguien como viejo en la España actual”, asegura la socióloga e investigadora del CSIC María Ángeles Duran en su estudio Las edades sin nombre , publicado por la Federación Española de Sociología en 2021. Y eso que, según el criterio más extendido -la edad cronológica-, entrarían en esta categoría una de cada cinco personas dado que el 20% de la población tiene más de 65 años.

Pero basta hablar con cualquier sexagenario, septuagenario y muchos octogenarios para ver que no se identifican con los estereotipos asociados a la vejez.

De 0 a 35 se distinguen bebés, niños, adolescentes, jóvenes... Y de 55 a 100 te unifican en sénior Manel Domínguez Profesor emérito Comunicación de la UAO CEU “Estas personas son más adultas que viejas: no creen que su periodo madurativo ha terminado sino que están en fase de crecimiento, se proyectan hacia el futuro, saben que tienen años pero también mucha vida por delante que quieren aprovechar, llenar de contenido y vivir con sentido y conforme a sus valores; y tampoco se sienten viejos porque muchos aún tienen hijos a su cargo y a sus padres vivos”, dice Javier Yanguas, gerontólogo, psicólogo y director científico del programa Personas Mayores de Fundación “la Caixa”.

Porque no es sólo que la esperanza de vida se haya ampliado sino que, como explica Elisenda Rentería, investigadora del Centre d’Estudis Demogràfics (CED) especializada en envejecimiento, las personas llegan en mejores condiciones de salud y económicas a edades más avanzadas y no encajan en la idea de personas dependientes que está asociada a la vejez.

Considerar a alguien de 65 años viejo no es realista Javier Yanguas Director científico programa Mayores Fundación "la Caixa" La mayor longevidad también hace que el colectivo de mayores de 65 años cada vez sea más amplio, diverso y heterogéneo y más difícil de encajar o ser considerado un único grupo social.

“De cero a 35 años la sociedad nos divide en bebés, niños, adolescentes, jóvenes y adultos. Y de 50-55 a 100 te unifica como mayor o sénior. Y eso no es posible, porque una persona en la cincuentena no tiene nada que ver con una de 70 años, ni esa con una de 90, ni la de 93 con una de 100”, subraya Manel Domínguez, profesor emérito de Comunicación de la Universitat Abad Oliba CEU y autor de Senior. La vida que no cesa , un ensayo sobre la longevidad que publicará en breve la editorial Diëresis.

Los mayores son una categoría estadística pero comparten pocas asociaciones Mª Ángeles Durán Socióloga e investigadora del CSIC “Los mayores no constituyen un verdadero grupo social; son una categoría estadística, un conjunto de individuos definidos cronológicamente que comparten pocas asociaciones (...); su identidad se debe más a la creación desde fuera que desde dentro”, indica Durán.

Y esa identidad que se les atribuye, los modelos de vejez actuales, no encajan bien con la experiencia de vida y cómo se sienten las personas de 65 o más años. Entre otras razones, porque la longevidad y los cambios sociales están alterando los ciclos vitales.

Lee también Los científicos identifican nuevas causas del envejecimiento MAYTE RIUS Horizontal "Quiero envejecer con derechos y que la edad no sea un límite" MAYTE RIUS FOTO ALEX GARCIA DISCRIMINACION MAYORES. JOSEP PAGES TUVO QUE PRESENTAR UN AVAL DE SU HIJO PARA EL RENTING DE UN COCHE 2022/07/11 “Se es niño y adolescente más tiempo, la juventud se alarga, se tienen los hijos más tarde y la entrada en la adultez se retrasa, pero seguimos considerando la entrada a la vejez a los 65 años como si nada hubiese cambiado”, comenta Yanguas.

Y enfatiza que considerar a alguien de 65 años viejo no es realista, porque física y cognitivamente son entre 8 y 10 años más jóvenes que las de hace 30 años. “Algunas sociedades científicas como la Sociedad Geriátrica de Japón ya han planteado no atender como pacientes de la tercera edad a personas por debajo de los 75”, indica.

La jubilación tampoco sirve Fragilidad y vulnerabilidad marcan la entrada en la vejez Yanguas apunta que en la vida de las personas sí llega un momento en que la fragilidad va haciendo mella, la persona tiene más dificultades físicas, menos empuje, vive cada vez más en el presente, fija sus objetivos vitales cada vez más a corto plazo, tiene percepción de finitud, le cuesta cada vez más ser contemporáneo, estar al día, y se siente vulnerable. “Cuando tienes esas vivencias, entras en la vejez, pero la edad no define ese momento, porque hay personas que a los 80 están muy bien y otros que a los setenta y pico están cascados”, detalla.

El sociólogo Marcos Bote, profesor de la Universidad de Murcia y especialista en cambio social y vejez, asegura que los cambios sociales fuerzan la redifinición de los ciclos vitales. Ya ocurrió con la adolescencia, un concepto que irrumpió en 1904 porque, al alargarse la etapa formativa ya no se pasaba directamente de la infancia a la adultez mediante la incorporación al trabajo.

El actual colectivo de mayores de 65 años no encaja en los modelos tradicionales de envejecimiento El actual colectivo de mayores de 65 años no encaja en los modelos tradicionales de envejecimiento Xavier Cervera “Ahora, los cambios en la esperanza de vida, en la salud y la amplitud y heterogeneidad del colectivo hacen que la jubilación tampoco sirva para marcar la entrada en la vejez y los académicos se debaten entre crear un nuevo término para referirse a la etapa entre la edad de jubilación y la vejez o negar la edad como categoría, dejar de identificar a las personas como grupo social por sus años, del mismo modo que se habla de género fluido para no categorizarlas por su sexo”, afirma Bote.

¿Madurescente, sexalescente, senior...? Una etapa sin nombre Prácticamente nadie quiere ser llamado viejo, anciano o integrante de la tercera edad. Y tampoco es correcto llamar a las personas mayores abuelos (sólo lo son de sus nietos), jubilados (no todos lo están) o pensionistas (los hay jóvenes). Hay otros sinónimos y eufemismos para referirse a los adultos de más edad como seniors, veteranos, retirados, del imserso... Pero, como asegura la socióloga e investigadora del CSIC María Ángeles Durán, “escasean los nombres reivindicativos utilizados por los mayores para referirse a ellos mismos“. Hoy por hoy, mayores es el apelativo que concita más aceptación, pero no faltan en el colectivo quienes se afanan por encontrar otros términos que definan mejor su experiencia de vida, en los que se reconozcan y con los que se sientan representados. Uno de los propuestos es sexalescencia, que según Manuel Posso Zumárraga, uno de sus principales impulsores, “describe hombres y mujeres que manejan las nuevas tecnologías, que visten a la moda, progresistas, trabajadores, activos en el deporte, con ganas de disfrutar de la vida, aprender, colaborar, viajar, conocer gente nueva y ser dueños de su destino, renunciando a la ubicación como personas de la tercera edad”. Otro de esos nuevos términos es madurescencia. Lo promueve, entre otros, la plataforma Somosmadurescentes.com, formada por personas “en esa fase intermedia entre la adultez y la vejez y que luchan contra los estereotipos de la edad porque creen que lo que les representa no es su edad sino su talento”. Mar Forment, profesora de Filología Hispánica de la UB y experta en léxico, admite que todo el vocabulario ligado a la vejez y el mundo senior está bastante denostado, pero al mismo tiempo advierte que estos nuevos términos tampoco han conseguido de momento arraigo y su uso es minoritario. “Hoy por hoy se usa más senior que sexalescente o madurescente, palabras de las que hay referencias en redes sociales pero que por el momento no figuran ni siquiera en los observatorios de neologismos”, apunta Forment. En su opinión, antes de buscar una etiqueta para determinado colectivo de personas habría que definir bien el concepto a etiquetar “y ese concepto de adultos mayores pero no ancianos aún se está formando”. La lingüista detalla que sexalescente y sexalescencia se usan más en el español de América mientras que en España se apuesta más por madurescencia y madurescente. “Sexalescencia no ha tenido éxito por dos razones; en primer lugar porque recuerda demasiado a adolescencia, que se asocia con inmadurez, y los mayores rechazan esta idea para ellos; y tampoco favorece su uso que se inicie con el prefijo sex, que crea confusión inicial porque recuerda la infinidad de términos asociados con sexualidad o erotismo”, considera Durán. El profesor de Comunicación Manel Domínguez cree que la etiqueta con menos connotaciones para este grupo de población es senior: “Senior es igual a conocimiento, a actividad, a experiencia”. El investigador Jeroen Spijker explica que en el mundo anglosajón también han arrinconado palabras como elderly (anciano) por considerarla peyorativa, “pero tercera edad sigue funcionando porque no arrastra tantas connotaciones negativas como en España y ahora puede reconceptuarse como etapa de transición hacia la vejez incorporando cuarta edad para referirse al grupo más próximo al final de la vida. El sociólogo Marcos A. Bote apunta que “en el mundo anglosajón hablan de aging, que no hace referencia a envejecer sino a cumplir años, y eso desdibuja las connotaciones negativas sobre la edad”

Bote subraya que cada vez son más quienes opinan que son otras características relacionadas con la clase social o el estado de salud, y no la edad, las que definen cómo son los individuos.

Rentería y el también investigador del CED Jeroen Spijker aseguran que en el ámbito científico buscan la forma de no asociar la vejez a la edad sino a otras variables como el estado de salud, el nivel de actividad o la dependencia.

Las personas llegan en mejores condiciones de salud y económicas a edades muy avanzadas Elisenda Rentería Investigadora del Centre d’Estudis Demogràfics (CED) “El envejecimiento se percibe como algo problemático, asociado a mala salud, dependencia de otros o baja productividad pero no todos los mayores son personas económicamente dependientes –mientras que muchos jóvenes sí–; al contrario, el colectivo de mayores entre 65 y 79 años es más rico y saludable que nunca y no sólo son un importante grupo de consumidores para la economía sino que los estudios realizados muestran que están contribuyendo a sus comunidades más que cualquier otro grupo de edad a través del voluntariado y la prestación de cuidados y de servicios no remunerados”, enfatiza Spijker.

La etiqueta personas mayores unifica a individuos que comparten pocas asociaciones La etiqueta personas mayores unifica a individuos que comparten pocas asociaciones Xavier Cervera “La capacidad productiva de la persona no incluye sólo el trabajo remunerado, y los estudios revelan que la gente hoy sigue siendo productiva, en actividades no remuneradas, hasta edades avanzadas y es a partir de los 80 cuando se produce la inflexión”, corrobora Rentería.

No se envejece a una edad fija, sino cuando pierdes autonomía e inicias tu última etapa Jeroen Spijker Investigador Centre d'Estudis Demogràfics Por todo ello, Spijker asegura que no hay una cohorte de edad que se pueda asociar a la vejez. “No hay una edad fija en la que las personas envejecen, sino que es una edad flexible en función de la salud de cada uno, y la vejez llega cuando pierdes autonomía o dejas de hacer cosas e inicias la última etapa de tu vida”, apunta.

Por ello cree que, en caso de utilizarse la edad para identificar la vejez, la referencia no debería ser la edad cronológica, los años desde el nacimiento, sino los años hasta la muerte (en función de los indicadores de esperanza de vida).

El estado de salud, el sentirse frágil o vulnerable, determinan la entrada real en la vejez El estado de salud, el sentirse frágil o vulnerable, determinan la entrada real en la vejez Xavier Cervera Joaquín Solana, profesor de la Universidad Abad Oliba CEU y autor de la tesis doctoral Longevidad, nuevos retos y oportunidades para la dirección y el emprendimiento, considera que el primer paso para romper la inercia de asociar la vejez a tener una determinada edad es eliminar la edad de jubilación, dejar libertad de elección para alargar la vida laboral, y establecer adaptaciones y fórmulas más flexibles de trabajo para los empleados de más edad que les permitan vivir de otra forma esas etapas intermedias hasta la verdadera vejez sin sufrir tanto los perjuicios del edadismo.

La madurez de los boomers El hecho de que la generación del baby boom , los casi 14 millones de personas nacidas entre 1957 y 1977, (En realidad es desde 1946 y 1965)sea la que está llegando a los 65 años contribuye a intensificar el debate sobre la actualización del concepto de vejez y los prejuicios sobre la edad.

“Son una generación muy novedosa que ha asistido a grandes transformaciones sociales y muy reivindicativa (sobre todo en el caso de las mujeres, que ya vivieron la revolución sexual, la incorporación masiva al mundo laboral y la lucha por la igualdad y ahora reivindican las canas o el sexo en la madurez), y el hecho de ser tantos y por tanto más heterogéneos, además de inconformistas, hace que tengan su propia manera de entender la vejez” y que promuevan cambios, apunta Bote.


Del reconocimiento de la mayorescencia a proyectos consistentes


Santiago Cambero- https://www.elperiodicoextremadura.com/caceres-local/2021/06/11/personas-mayores-son-tristes-quieren-52865574.html Se ha marginado y excluido a las personas mayores. La discriminación por motivo de edad se ha puesto en evidencia en este ultimo año. El edadismo es otro problema que afecta a la sociedad como lo son machismo y racismo y no se habla.




ACCIONES PARA DETENER EL EDADISMO


SEGUIR EXPLORANDO CONCIENCIA DE IDENTIDAD

lugar de hecho (y que se puede demostrar que ha ocurrido) en las relaciones humanas” (Ibíd.) Esto implica, según Thompson, que la noción de clase supone al mismo tiempo una relación histórica que está encarnada en personas reales y contextos reales. En consecuencia, la clase cobra existencia histórica sólo cuando las personas, como resultado de sus experiencias comunes y compartidas, articulan la identidad de sus intereses tanto entre sí como en contraposición a otras personas cuyos intereses son diferentes y opuestos al de ellos.





SEGUIR EXPLORANDO IDENTIDAD Y CONCIENCIA DE IDENTIDAD IMAGEN EN LOS MEDIOS: en la comunicación sobre las personas mayores hay una constante vulnerabilización y paternalismo de gobiernos y sociedades


EDADISMO IMAGEN DESDE LOS GOBIERNOS



¿HASTA QUÉ EDAD TE IMAGINÁS QUE VAS A VIVIR?



adultos mayores con diferentes coberturas de salud

diferentes coberturas de salud \ The Study of Ageism in the Autonomous City of Buenos Aires from the Perspective of Older Adults with Different Health Coverage" (2017). Independent Study Project (ISP) Collection. 2628. https://digitalcollections.sit.edu/isp_collection/2628



Washington, 12 feb (Prensa Latina) El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su antecesor, Donald Trump, son catalogados hoy como demasiado viejos para otro mandato en la Casa Blanca, según una reciente encuesta.

• febrero 12, 2024 • CST02:02 (GMT) -0500 Ese estudio, publicado por ABC News/Ipsos la víspera, arrojó que el 59 por ciento de los entrevistados consideró que tanto Biden (actualmente de 81 años) como Trump (de 77) no estarían en condiciones de cumplir con otro periodo en la mansión ejecutiva. El tema de la edad, decididamente, se coló en la campaña electoral tras la publicación la semana pasada de un informe del fiscal especial Robert Hur que debió ser un triunfo político para el demócrata porque no enfrentaría cargos por el manejo de documentos clasificados. Sin embargo, hizo un dibujo demoledor de Biden al señalar que era un anciano simpático con buenas intenciones, pero con mala memoria que expresó durante la investigación facultades disminuidas. Hur, quien por cierto fue nombrado en 2017 por Trump como fiscal federal de Maryland, hizo una serie de referencias en su conclusión que lo disminuyen en sus capacidades cognitivas cuando planteó que fue incapaz de recordar la fecha de la muerte de su propio hijo e incluso cuando fue vicepresidente durante la administración de Barack Obama (2009-2017). El fiscal activó, como señalan medios locales, la bomba de relojería, dando además combustible a los republicanos y al mismo Trump para los fuertes ataques contra Biden. Una encuesta de NBC mostró también que un 76 por ciento (incluyendo un 81 por ciento de independientes y un 54 de demócratas) consideró que al presidente le falta la salud mental y física necesaria para otros cuatro años en la residencia de la Avenida Pensilvania. El porcentaje respecto a Trump fue de 48 por ciento en ese mismo sondeo. Para algunos estrategas demócratas lo ocurrido con el reporte de Hur no es pasajero ni se puede minimizar. «El informe es muy malo y plantea un peligro político muy real», dijo Dan Pfeiffer en su newsletter y la edad “de Biden es su mayor impedimento para la reelección y esta descripción puede ser muy dañina». En una conferencia de prensa el mismo jueves, día de la divulgación del informe de Hur, Biden dio una igual en horario estelar, molesto por el tratamiento que recibió respecto a sus capacidades. El presidente recalcó que tiene buena memoria, pero lamentablemente cometió un nuevo lapsus que echó más combustible al fuego.

Elecciones EEUU 2024 La edad y las capacidades de Biden vuelven al centro de la campaña electoral en EEUU La indignación demócrata y del propio presidente con el demoledor retrato de su memoria en el informe del fiscal especial Hur no rebaja su mayor debilidad política

Idoya Noain Nueva York 09 FEB 2024 20:22 Actualizada 11 FEB 2024 12:00

En privado Joe Biden ha reaccionado con un cabreo monumental e improperios y, en público, con un enfado y hasta rabia indisimulados. Sus aliados no dudan en denunciar un grosero golpe bajo partidista. Lo que ni el presidente de Estados Unidos ni su equipo o sus defensores pueden eludir es la realidad: el demoledor retrato sobre la memoria y las facultades del octogenario presidente que ha plasmado el fiscal especial Robert Hur en el informe sobre el manejo de documentos clasificados hecho público el jueves ha devuelto al centro de la campaña electoral un tema que desde hace tiempo ya es la mayor debilidad política del demócrata en su búsqueda de la reelección: las preocupaciones que desatan su edad (81 años), sus capacidades y su estado. El informe presentado por Hur, que debería haber sido un triunfo político para Biden al decidir que no enfrentaría cargos en este caso, habla de un "anciano simpático bienintenciado con mala memoria" que exhibe "facultades mermadas". De hecho, el fiscal republicano cita esos argumentos como uno de los factores que le llevaron a no imputar. Y da numerosos ejemplos para exponer las "limitaciones significativas", incluyendo el que más ha dolido e indignado a Biden: la idea de que fue incapaz de recordar la fecha de la muerte de su propio hijo. Inicialmente algunos aliados del presidente pensaron que sería una tormenta pasajera que, como en otras ocasiones, pasaría en unos días, pero se equivocaron. Inmediatamente quedó claro que Hur había reactivado una bomba de relojería, dando además combustible a Donald Trump y los republicanos para ataques incendiarios contra Biden, o para relanzar la idea de aplicar la 25 Enmienda, que permitiría sacarlo del cargo por incapacidad (una idea que se barajó también usar contra Trump por motivos diferentes en 2021). El propio presidente intentó contener los daños con una rueda de prensa organizada a toda prisa. Fue una comparecencia en la que realizó su autodefensa con emoción y contundencia ("mi memoria está bien", "no necesito que nadie me recuerde cuando murió (mi hijo") pero en la que también se vio crispado y por momentos descontrolado y donde, además, cometió uno de sus habituales deslices diciendo "presidente de México" cuando quería decir Egipto. Una preocupación real Las preocupaciones alrededor de esta cuestión no son inventadas por la prensa, por más que lo dijera Biden el jueves. Basta hablar con votantes en EEUU y ver incluso a quienes le apoyan conteniendo la respiración cuando se acerca a un micrófono o tiene un acto público. Y basta mirar las encuestas, consistentes en su dictado. Una de las últimas, de NBC, mostraba que un 76% (incluyendo un 81% de independientes y un 54% de demócratas) cree que al presidente le falta la salud mental y física necesaria para un segundo mandato, que de lograr acabaría con 86 años. El porcentaje en el caso de Trump (77 años) se queda en el 48% en ese mismo sondeo. Consenso de los estrategas Son numerosos los estrategas demócratas que admiten que este golpe no es pasajero ni se puede minimizar. Dan Pfeiffer, que asesoró a Barack Obama, ha reconocido que es difícil, si no imposible, endulzarlo, por más que se puedan buscar y esgrimir argumentos en defensa de Biden, como su probada capacidad política en sus tres años de mandato. "El informe es muy malo y plantea un peligro político muy real", escribía en su newsletter. "La edad de Biden es su mayor impedimento para la reelección y esta descripción puede ser muy dañina". "Es tan dañino porque va al núcleo de lo que asedia ahora a Biden políticamente: el miedo de que no está en condiciones, y lo más dañino en política son las cosas que confirman las sospechas que tenía la gente", ha valorado otro antiguo asesor de Obama, David Axelrod. "Este no es un problema (que sea invención) de Fox News, no es una locura tipo Taylor Swift está amañando la Super Bowl", ha apuntado también James Carville. "No sé cómo se sale de esta". Tácticas y precedentes Las tácticas para intentar esa salida que han usado hasta ahora Biden y su equipo no están dando resultados. Poco o nada cambia por hacer chistes propios con la edad o espetar con espíritu desafiante un "mira lo que hago". La estrategia de mantener al presidente en una especie de burbuja protectora alejado de los contactos directos con la prensa amplifica el impacto de cada desliz. Y de poco está sirviendo señalar a los patinazos cada vez más frecuentes que también protagoniza Trump, de confundir a Nikki Haley con Nancy Pelosi a llamar a Viktor Orbán "presidente de Turquía": la percepción de los ciudadanos no es equivalente. Las críticas y denuncias desde el campo demócrata a Hur tampoco llegan a los ciudadanos de la misma forma en que llegan los comentarios recogidos en su informe. Eso, no obstante, no ha impedido que esas críticas sean intensas en un momento donde muchos han visto ecos de lo que sucedió en 2016 con Hillary Clinton. Aquel verano, James Comey, entonces director del FBI, explicó que no presentaría cargos contra la candidata demócrata por el caso del uso del servidor privado pero aseguró que había sido "extremadamente descuidada" y negligente, abriendo un flanco de ataque. El caso se hizo nuclear cuando Comey reabrió la investigación a la demócrata a 11 días de las elecciones y lo cerró sin cargos dos días antes de los comicios, que Clinton perdió ante Trump.

EnciclopediaRelacionalDinamica: EdadEdadismoViejismo (última edición 2024-04-18 20:16:25 efectuada por MercedesJones)