Elinor Ostrom-Homenaje y Agradecimiento-


elinor-ostrom-4-imagenes color otra.png «¡Esto es en lo que he estado trabajando durante toda mi vida! Los humanos tenemos grandes capacidades, y, en cierto modo, hemos participado de la idea según la cual los jefes tienen unas capacidades genéticas de las que el resto de nosotros carecemos.»...«Poco a poco, pedacito a pedacito, familia por familia, se puede hacer mucho bien en muchos niveles.»...«Los burócratas a veces no tienen la información correcta, mientras que los ciudadanos y los usuarios de los recursos sí.»7 ago 2020



Elinor Ostrom Febrero 2015-02-22

ENTREVISTA https://www.bing.com/videos/search?q=Elinor+Ostrom&&view=detail&mid=9E0C7C2BB7EA964AD6259E0C7C2BB7EA964AD625&rvsmid=DD7BCB839E36F0257B92DD7BCB839E36F0257B92&FORM=VDQVAP

Cuando pensamos en la colaboración en algún lugar tenemos presente su contracara social que es la competencia y La competencia no es necesariamente mala. Pero la idea de que la sociedad puede funcionar basada en la competencia está equivocada Nuestra economía -es más diría que nuestra sociedad- está cimentada en la competencia, pero en realidad los seres humanos somos colaboradores Estos pensamientos no son míos, si bien obviamente los comparto. No vienen del ámbito religioso, ni político ni siquiera lo dijo alguna persona que es líder de la sociedad civil. La autora de esta frase es ELINOR OSTROM.

Y ¿quién es Elinor Ostrom? Elinor Ostrom, fue premio Nobel de economía en el año 2009. Ganó el Nobel por sus estudios y descubrimientos sobre la colaboración en la administración de los bienes comunes. Es decir, por su trabajo sobre la gestión de los recursos comunes por parte de individuos y comunidades. Ostrom, Doctora en Ciencias Políticas y profesora de la Universidad de Indiana, tuvo el privilegio de ser la primera, y por ahora, única mujer galardonada con el Nobel de Economía. Recibió el premio de la academia, compartido con el economista Oliver E. Williamson que estudió los costos de transacción.,

¿Qué sostenía Elinor Ostrom? ¿Por qué ganó el premio más importante de la ciencia? A partir de una investigación empírica rigurosa Elinor (Lin) Ostrom llega algunas conclusiones que brindaron un fuerte aire de optimismo sobre la vida social. Valores como la equidad, el autogobierno, la confianza, la reciprocidad, la cooperación, tienen un importante lugar en el marco de investigación de Ostrom quien descubre que la colaboración puede darse pero requiere determinadas circunstancias. Es decir, los procesos colaborativos son posibles pero no son necesariamente patrones comunes a toda interacción.

La investigación de Ostrom se concentró en torno al manejo y gobernanza de bosques, sistemas de irrigación, pesquerías, pastos y espacios de biodiversidad —los “bienes comunes” que fueron redescubiertos por Ostrom. En mayo de 2012, haciendo gala de gran vitalidad y con un cáncer avanzado Lin Ostrom presentó su último libro Trabajar juntos. Acción colectiva, bienes comunes y métodos múltiples en la práctica Los “recursos comunes”, es decir aquellos recursos colectivos sobre los que nadie tiene control exclusivo o derecho de propiedad, como los recursos pesqueros, las tierras de pastoreo y las aguas subterráneas. Pero, allí también se realiza el análisis de la gestión de bienes culturales, el espacio electromagnético, la red de internet, el genoma, el sistema global de regulación del clima y el propio conocimiento. La perspectiva de estos recursos, creaciones y legados como “bienes comunes” destaca el papel de la cooperación en su creación, preservación y gobernanza. Trabajar juntos parte de la perspectiva del conocimiento como un bien común; por lo mismo, un recurso especialmente vulnerable a la falta de cooperación.

Ostrom empezó a desafiar el pensamiento ortodoxo afirmando que no siempre era necesaria la intervención de las empresas o del Estado para la administración exitosa de estos recursos. Hay infinidad de ejemplos donde los mercados, las empresas o los gobiernos no son actores exclusivos para gestionar correctamente el conjunto de los recursos comunes. En 1990 publicó “El Gobierno de los Bienes Comunes: La Evolución de las Instituciones de acción colectiva” donde reunió más de cinco mil casos de gestión comunal de los recursos, que le permitió demostrar empíricamente su teoría. En él estudia casos de gestión de los recursos mancomunados en Japón, el uso colectivo de los pastos en Suiza o las comunidades de regantes en España y Filipinas aportando ejemplos de comunidades que comparten bienes desde hace siglos sin esquilmarlos.

Ostrom murió en junio de 2012, un mes después de presentar la versión en castellano de su obra.

WIKIPEDIA: https://es.wikipedia.org/wiki/Elinor_Ostrom

A comienzos de los años setenta y como parte de su trabajo en el Taller de Teoría Política y Análisis Políticos, su equipo comenzó a estudiar la organización policial y los servicios policiales en 80 áreas metropolitanas. Este proyecto duró 15 años, en los que hacían recorridos con patrulleros de la policía, recogiendo datos y entrevistando a las personas de a pie. El estudio concluyó que contar con gran volumen de efectivos no hace que el trabajo que realizan sea mejor, y que los servicios policiales a menudo se prestaban en forma de redes de cooperación, lo que garantizaba la seguridad pública, al sobrepasar sus jurisdicciones. Esto significaba, en palabras de Ostrom que ”complejidad no es lo mismo que caos”. De este estudio surgió el concepto de «policentrismo», central en su teoría. El «policentrismo» es un sistema de ciudadanía en que los individuos se organizan con diferentes autoridades de gobierno a distintas escalas.

FRANJAS ETAREAS- EXPLORAR JUNTO CON GÉNERO, CULTURA, ETC

¿Qué sostenía Elinor Ostrom? ¿Por qué ganó el premio más importante de la ciencia?

¿Por qué es tan importante el trabajo de Lin Ostrom? ¿Por qué ganó el premio Nobel en economía?

Elinor Ostrom murió un mes después de presentar la versión en castellano de su obra, en junio de 2012.

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El gobierno de los bienes comunes. La evolución de las instituciones de acción colectiva El concepto de bienes comunes en la obra de Elinor Ostrom BY ECOPOLITICA ⋅ AGOSTO 9, 2013 ⋅ POST A COMMENT

ÁLVARO RAMIS OLIVOS,

BIENES COMUNES, ELINOR OSTROM, RECURSOS DE USO COMÚN La teoría económica ha clasificado los bienes de forma binaria en públicos y privados por lo cual no ha logrado reconocer el concepto de «bienes comunes» como una categoría específica. En respuesta a ello Elinor Ostrom ha propuesto un enfoque de los bienes comunes que permite visibilizar su especificidad conceptual por medio de una metodología que examina las formas en que los bienes económicos se dan directamente en la realidad, lo que contrasta con la clasificación estándar que deduce sus categorías a partir de una modelación abstracta. De esta forma logró vencer una persistente ceguera conceptual que ha ocultado históricamente el rol específico de los bienes comunes, como realidad económica y espacio asociativo. La ceguera conceptual ante los bienes comunes. El creciente interés social por el concepto de «bienes comunes» se debe en buena parte al trabajo de más de treinta años de la politóloga estadounidense Elinor Ostrom (1933-2012) y su «Taller de Teoría Política y Análisis de Política Pública» de la Universidad de Indiana (Bloomington). Ostrom fue la primera mujer que recibió el Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel, el que compartió en 2009 con Oliver E. Williamson. En esa ocasión la Real Academia de Ciencias de Suecia destacó su obra por su análisis de la gobernanza económica, especialmente de los recursos compartidos. Su focalización en este punto corresponde a un programa de investigación más amplio que buscó analizar las instituciones, sean de carácter político o de carácter informal y sus posibles imbricaciones, con el fin de aportar a las teorías del desarrollo económico. Esta preocupación estuvo fuertemente influida por la tradición tocquevilliana, en tanto que valoró la provisión de los servicios públicos por parte de los propios ciudadanos, y demandó al Estado las condiciones necesarias para que la ciudadanía pueda realizar dichos esfuerzos. La obra de Elinor Ostrom se insertó en el marco conceptual de la «Nueva Economía Institucional», que a partir del análisis microeconómico puso su foco en aspectos desatendidos por la teoría economía convencional, tales como los costes de transacción, el estudio de las reglas del juego, los mecanismos de control y mantenimiento de los acuerdos sociales. A partir de este enfoque Ostrom logró conciliar desde una perspectiva económica los conceptos de eficiencia y sostenibilidad, destacando el rol de las instituciones, la necesidad de atender a la la variable temporal, los incentivos al cambio institucional y los costes de transacción, desde un modelo de racionalidad limitada. Superó así una dicotomía tradicional que asigna a los bienes privados al ámbito del mercado, de acuerdo a los parámetros del orden espontáneo de Adam Smith, y por otra parte radica los bienes colectivos al monopolio del «Leviatán» Hobbesiano que entiende que el orden social descansa sobre la fuerza y no sobre la interacción entre sujetos. La tesis fundamental de su obra se puede sintetizar en que no existe nadie mejor para gestionar sosteniblemente un «recurso de uso común» que los propios implicados (1995: 40). Pero para ello existen condiciones de posibilidad: disponer de los medios e incentivos para hacerlo, la existencia de mecanismos de comunicación necesarios para su implicación, y un criterio de justicia basado en el reparto equitativo de los costos y beneficios. Para comprender la conceptualización propuesta por Ostrom es necesario reseñar los aportes de la teoría de los bienes públicos desarrollada por Paul Samuelson (1954) que los define como aquellos bienes que no es viable ni deseable racionar su uso y cuyo uso o consumo individual no impide el uso o consumo de otros. Como ejemplifica Stiglitz: La defensa nacional es uno de los pocos bienes públicos puros que satisface ambas condiciones: no es posible ni deseable impedir que se utilicen. […] si el gobierno crea una instalación militar que nos protege de los ataques, nos protege a todos. Los costes de la defensa nacional apenas son afectados cuando nace otro niño o una nueva persona emigra a otro lugar. Otro ejemplo son los faros. Por un lado es difícil (pero no imposible) impedir que disfruten de sus beneficios los barcos que no contribuyen a financiarlos […] Es importante distinguir entre el coste adicional de suministrar un bien del coste marginal que resulta del hecho de que una persona adicional disfrute de ese bien. Cuesta más instalar más faros pero no cuesta más permitir que un barco adicional se guíe por un determinado faro cuando navega cerca de él. (Stiglitz, 1998: 125) Musgrave (1959) complementó esta clasificación introduciendo la variable de excluibilidad y el concepto de bienes «de mérito». La excluibilidad es importante porque describe la posibilidad de apartar del uso o consumo de un bien a quien no paga por acceder a ellos. Un bien es «no excluible» cuando técnicamente, o por razones de costo, no se puede impedir que quienes no contribuyan dejen de acceder a él. Esta clasificación no indica necesariamente propiedad estatal o privada ya ambos casos los puede proveer el sector estatal o un actor privado. Buchanan (1965) va a matizar la separación tajante entre bienes públicos y privados que estableció Samuelson a partir de la idea de bienes puros e impuros, que van más allá de la simple descripción del régimen de propiedad jurídica en que se encuentren actualmente. La intención de Buchanan fue salvar lo que denominó «la increíble distancia establecida por Samuelson entre el bien puramente privado y el bien puramente público». (Buchanan, 1964: 1-14) A partir de Buchanan se comenzó a hablar de bienes públicos «impuros» como una categoría intermedia entre los bienes privados y los bienes públicos puros. Pero este esquema solo identificó un tipo de bien impuro: los «bienes de club» o «de peaje». Los bienes comunes y los bienes de club se parecen en la medida en que se utilizan o consumen de modo colectivo. Pero se diferencian porque los bienes de club incluyen una cuota o peaje de acceso que les hace excluibles de acuerdo a criterios de mercado. Por eso los bienes de club también se llaman «bienes artificialmente escasos» y se definen como aquellos que satisfacen las necesidades a los usuarios gratuita y libremente en el momento de uso, pero implicando costos compartidos de entrada. La imagen es la de un socio de un club que accede a sus servicios ilimitadamente si ha pagado la cuota de pertenencia. Existen situaciones en las que la exclusión es viable, pero no deseable. El modelo de Buchanan complejizó el esquema binario de Samuelson pero al plantear el concepto de «bienes de club» solo logró visibilizar los bienes excluibles pero no rivales, pero no atendió al caso contrario, a los bienes rivales pero no excluibles. Elinor Ostrom piensa que estos enfoques reflejaban una aporía teórica ya que seccionan la realidad económica de una forma maniquea entre lo estatal y lo privado, pero a la vez reducen a la ciudadanía a una serie acotada de roles, ya sea como consumidores o como votantes: En su clásico ensayo definicional, Paul Samuelson (1954) divide los bienes en dos tipos. Los bienes privados puros son tanto excluibles (individuo A puede ser excluido de consumo de bienes privados a menos que pague) y rivales (lo que el individuo A consume, nadie más lo puede consumir). Los bienes públicos son excluyentes (no se puede mantener a los que no han pagado por un bien que consuman) y no competitivo (lo que consume un individuo no limita el consumo de otros). Esta división básica era consistente con una dicotomía del mundo institucional entre los intercambios de propiedades privadas en un entorno de mercado y la propiedad estatal organizada por una jerarquía pública. La gente del mundo fue vista principalmente como consumidores o votantes. (Ostrom, 2009: 410) Para superar la dicotomía que asigna a los bienes privados al ámbito del mercado, de acuerdo a los parámetros del orden espontáneo, y los bienes colectivos al monopolio del «Leviatán» Ostrom ha desarrollado un enfoque que busca poner en escena los bienes comunes mediante el examen de la naturaleza y las formas en las que se dan directamente en la realidad. El trabajo de Ostrom se caracteriza por analizar sistemáticamente una variedad de mecanismos institucionales orientados a administrar y gestionar recursos de uso común. Bienes rivales y no excluibles La definición de Ostrom atiende a una clasificación general de los bienes de acuerdo a dos características simultáneas: «excluibilidad» y «rivalidad»: En el tratamiento clásico de los bienes públicos, Paul A. Samuelson (1954, 387-389) clasifica todos los bienes que podrían ser utilizados por los seres humanos, ya sea privados puros o públicos puros. Samuelson y otros, incluyendo a Musgrave (1959), pusieron todo el énfasis en la exclusión. Los bienes de los que otros individuos pueden ser excluidos fueron considerados bienes privados. Cuando los economistas se referían a estos temas, se centraron sobre la imposibilidad de exclusión, pero más tarde se trasladó hacia una clasificación basada en el alto costo de exclusión. Los bienes se trataron como si hubiera una sola dimensión. No fue sino hasta los estudiosos desarrollaron una doble clasificación de las mercancías que un segundo atributo de los bienes fue reconocido plenamente. (Hess – Ostrom, 2006: 6) La rivalidad se refiere a aquellos bienes que solo pueden ser consumidos por un número acotado de personas al mismo tiempo. La utilización por parte de una persona o actor económico resta los bienes disponibles para los demás debido a que todos los bienes tienen un «número óptimo» de usuarios que pueden compartirlos. Se puede debatir respecto al punto en que un bien se puede considerar «no rival», considerando como criterio que el costo marginal de masificación sea nulo o muy bajo. Ostrom propuso un esquema que vincula la «rivalidad» como un determinante de igual importancia que la «excluibilidad» en la naturaleza de un bien. Esto llevó a una clasificación bidimensional basada simultáneamente en dos ejes. De esa forma se obtiene un cuadro de cuatro tipos de bienes, que permite visibilizar específicamente a los bienes comunes, lo que era imposible tanto en el esquema de bienes de Samuelson como el de Buchanan: Tipología de los bienes

Exclusión difícil Bienes públicos puros

Puestas de sol Conocimientos acumulados Bienes públicos impuros o bienes comunes

Bibliotecas Sistemas de regadío

Exclusión fácil Bienes privados impuros, de club o de peaje

Televisión por cable Guarderías infantiles

Ordenadores personales Ropa y alimentación Fuente: Adaptado de E. Ostrom 2006 La novedad radica en evidenciar que existe una forma colectiva de uso y explotación sustentable de los campos de pastoreo (y los bienes comunales en general) que no está sujeto a la lógica de la tragedia de los comunes. Proteger el pastizal de Hardin, reconociéndole como bien rival, no implica necesariamente recurrir a los derechos de propiedad individual o a otros mecanismos de excluibilidad que proporciona el mercado. Ostrom muestra que las formas de explotación ejidal o comunal pueden proporcionar mecanismos de autogobierno que garantizan equidad en el acceso, un control radicalmente democrático, a la vez que proporcionan protección, y vitalidad al recurso compartido. Por lo tanto, ante la posibilidad de la sobreexplotación la opción de Ostrom es «incrementar las capacidades de los participantes para cambiar las reglas coercitivas del juego a fin de alcanzar resultados distintos a las despiadadas tragedias» (Ostrom, 2011: 44). En esa búsqueda tiene importancia identificar prácticas concretas que muestren los «principios de diseño» que han permitido a muchas comunidades en todo el mundo alcanzar un alto nivel de autonomía para gestionar eficientemente sus bienes comunes a través de largos períodos de tiempo: El hemisferio occidental está ricamente provisto de una diversidad de sistemas de recursos naturales que son gestionados por complejos arreglos institucionales locales y nacionales. Sin embargo, hasta hace poco no se había logrado una cabal comprensión de estos arreglos. En México, por ejemplo, cerca de 30,000 ejidos y comunidades que sirven a alrededor de tres millones de familias, gestionan el 59 por ciento de la tierra en México y dos tercios de las unidades de producción rural. (Ostrom, 2011: 44) Bienes comunes como instituciones y recursos de fondo común Al respecto Schlager y Ostrom (1992) han llegado a denominar y distinguir cinco formas de ejercicio del derecho de propiedad en el ámbito de los bienes comunes materiales: acceso, extracción, manejo, exclusión y alienación. Esta diversidad da cuenta de las múltiples posibilidades a las que pueden acudir la gestión de bienes comunes. Sin embargo, la autoorganización exige una fuerte capacidad de acción colectiva y autogestión así como un alto grado de capital social por parte de los interesados: Muchas de estas organizaciones pueden ser consideradas sólidas o “robustas” en el sentido de que las reglas que regulan sus operaciones cotidianas, han sido diseñadas y modificadas con el tiempo, de acuerdo con un conjunto de reglas de opciones colectivas y opciones constitucionales (Shepsle, 1989). En otras palabras, estos sistemas han sido sostenibles por largos períodos de tiempo. La mayoría de los medios ambientes estudiados son complejos e inciertos e interdependientes, en donde los individuos continuamente afrontaban incentivos substanciales para actuar en forma oportunista. El problema que abordé en mi libro Governing the Commons(1990), fue cómo los individuos que utilizan estos sistemas, logran sostenerlos durante períodos tan largos de tiempo. (Ostrom, 1999) La ausencia de propiedad individual no implica libre acceso ni falta de regulación ya que los bienes comunes pueden ser administrados de forma efectiva cuando no son considerados terra nullius tierra de nadie y se cuenta con un campo de interesados que interactúan para mantener la rentabilidad sostenible a largo plazo de esos bienes. Ostrom muestra cómo diversas sociedades han desarrollado mecanismos institucionales, formales o informales, legales o arraigados en las costumbres, que gestionan eficientemente los bienes comunes y evitan su colapso. La clave explicativa radica en la ausencia de exclusión. Lo hace al plantear el concepto de «Recurso de uso común» (RUC) que entiende de la siguiente forma: «El término recurso de uso común alude a un sistema de recursos naturales o creados por el hombre, lo suficientemente grande como para volver costoso (aunque no imposible) excluir a beneficiarios potenciales.» (Ostrom, 2011: 77). Es necesario entender «grande» en el marco de la escala en la que esté situado el recurso. Un bien común puede ser pequeño y servir a un grupo reducido o puede tener escala comunitaria o se pueden extender a nivel internacional. Pueden también estar muy acotados y delimitados, pueden ser transfronterizos o sencillamente no límites claros (Hess-Ostrom, 2006: 4-5). Esta descripción se complementa al introducir la diferencia entre «sistemas de recursos» y «unidades de recursos». Ostrom recalca continuamente esta distinción: «Para la comprensión de los procesos de organización y gobierno de los recursos de uso compartido es esencial distinguir entre el «sistema de recursos» y el flujo de «unidades de recurso» producidas por el sistema, mientras se reconoce su interdependencia» (Ostrom, 2011: 77). Estas categorías establecen la diferencia entre un área de pesca (sistema de recursos) y las toneladas de pescado que se capturan (unidades de recurso) o entre un canal de riego (sistema de recursos) y los metros cúbicos de agua por segundo que se utilizan para el regadío (unidades de recurso). De esta forma quedan muy claramente diferenciados los «propietarios» del sistema de recursos de los «apropiadores» de las unidades de recursos, Por ejemplo los irrigadores que extraen unidades de recursos de un cauce fluvial o los pastores que utilizan un ejido de pastoreo pueden ser legítimos apropiadores de unidades de recurso sin ser propietarios del sistema. De esta forma se muestra que las unidades de recursos pueden ser rivales (el agua que utilizo al regar no la puede usar otro irrigador), pero el sistema de recursos se puede utilizar de forma conjunta por muchos apropiadores. En el caso de los recursos renovables, esta distinción se establece también bajo las categorías «acervo», equivalente a «sistema de recursos», y «flujo» o «unidades de recursos». La mayoría de recursos de acervo común son lo suficientemente grandes para que varios actores puedan usar simultáneamente el sistema de recursos y los esfuerzos para excluir beneficiarios potenciales sean costosos. Ejemplos de recursos de acervo común incluyen tanto sistemas naturales como sistemas hechos por el hombre, los cuales abarcan: cuencas de aguas subterráneas, sistemas de riego, bosques, pastizales, computadoras servidores, fondos gubernamentales y corporativos y la Internet. Ejemplos de unidades del recurso que se derivan de los recursos de acervo común incluyen agua, madera, pastos, unidades de procesamiento por computadora, bits de información y asignaciones de presupuesto. (Ostrom, 2002: 2) Ostrom distingue además entre los «productores» de un RUC de los «proveedores». Por ejemplo, un gobierno actuando como constructor de una obra pública de regadío puede actuar como el proveedor para luego entregar en usufructo ese canal a los irrigadores quienes actuarán como productores del mismo, encargándose de su administración al mismo tiempo que extraen unidades de recurso. Por ello es necesario diferenciar claramente entre el «sistema de recursos» y el «régimen jurídico de derechos de propiedad» en el cual está situado de forma contingente ese sistema. Esto es necesario de establecer ya que los sistemas de recursos compartidos constituyen un tipo de bien económico reconocible independientemente de sistema de derechos de propiedad en que se encuentren. Por ejemplo, existen comunidades indígenas que mantienen sus tierras en régimen ejidal aunque el marco legal en los años setenta les obligó a inscribir sus tierras de manera individual, por lo cual el sistema de recursos sigue siendo en los hechos un bien común. Los derechos de propiedad en el ámbito de los recursos de uso común se pueden ejercer de manera diferente y graduada. Se pueden identifican al menos cinco formas distintas de derechos de propiedad en este ámbito: acceso, extracción, manejo, exclusión y alienación. Estos derechos, si están bien definidos, se pueden ejercer en su totalidad o de forma parcial. Es posible obtener algunos y renunciar a otros, lo que permite una modulación y combinación de ellos con el fin de garantizar algún objetivo colectivo. (Schlager y Ostrom 1992) Junto con analizar los casos de administración exitosa de un bien comunal Ostrom también se va a detener en las experiencias deficientes o claramente fracasadas. Es el análisis completo del fenómeno el que le ha permitido determinar una serie de ocho “principios de diseño” institucional caracterizados por su carácter resistente, y capaz de sostener la administración a largo plazo de sistemas de recursos comunes (Ostrom, 2011: 166-185). Estos principios de Ostrom explican que un número considerable de dilemas de acción colectiva se resuelven con éxito o no lo hagan. (Ostrom, 2000: 154) Se pueden leer por lo tanto como variables contextuales que tienden mejorar los niveles de cooperación, mientras su ausencia la desalienta. En definitiva las aportaciones de Ostrom y su escuela superan los análisis convencionales que se mueven bajo categorías binarias que transitan entre lo propio y lo ajeno, lo estatal y lo privado, lo de todos y lo de nadie. Por lo mismo demuestra que la comprensión de los bienes comunes está en estrecha relación con los conceptos que se manejen de Estado, y mercado y de las relaciones de poder y posesión en las que se participe. Autor: Álvaro Ramis Olivos. Universitat de València Referencias • BUCHANAN, James (1965) “An Economic Theory of Clubs”. En Public Goods & Market Failures. Tyler Cowen. New Jersey. • HARDIN, Garrett. (1968) “The Tragedy of the Commons”. Science 13 December 1968: • Vol. 162 no. 3859 pp. 1243-1248 [en línea]. <http://www.sciencemag.org/content/162/3859/1243.full> . [consulta: 3 de mayo. 2012] • HARTZOG, Paul B (2003) “Global Commons: Is Definition Possible?”. [en línea]. <http://paulbhartzog.org/Members/PaulBHartzog/Papers/Global%20Commons.pdf> . [consulta: 14 de mayo. 2012] • HESS Charlotte y OSTROM Elinor (2006) “An Overview of the Knowledge Commons”. [en línea]. <http://mitpress.mit.edu/books/chapters/0262083574intro1.pdf>. [consulta: 21 de marzo. 2012] • MUSGRAVE, Richard A. (1959) “The theory of public finance. A study of public economy”. McGraw-Hill, New York. • OSTROM, Elinor. (1995) “Designing Complexity to Govern Complexity”, en Susan Hanna y Mohan Munasinghe (eds), Property Rights and the Environment. Social and Ecological Issues, (Washington D. C., The Beijer International Institute of Ecological Economic and the World Bank), pp. 33-46 (1999) “Principios de diseño y amenazas a las organizaciones sustentables que administran recursos comunes. De cara a la globalización, organizaciones económicas de América Latina y el Caribe”. Conferencia. [en línea]. <http://www.fidamerica.cl/actividades/conferencias/oec/ostroesp.html> [consulta: 6 de marzo. 2012] (2000) “Collective Action and the Evolution of Social Norms”. Journal of Economic Perspectives—Volume 14, Number 3—Summer 2000—Pages 137–158. [en línea]. <http://pubs.aeaweb.org/doi/pdfplus/10.1257/jep.14.3.137>. [consulta: 21 de marzo. 2012] (2002) “The evolution of norms within institutions: comments on Paul R. Ehrlich and Anne H. Ehrlich’s,” Environment and Development Economics, Cambridge University Press, vol. 7(01), pp. 171-190. (2009). “Beyond markets and states: polycentric governance of complex economic systems”. 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En abril de 2012, Elinor Ostrom aparecía en la lista de las 100 personas más influyentes del mundo publicada por la revista TIME. Dos meses después fallecía esta doctora en Ciencias Políticas y profesora de la Universidad de Indiana que tuvo el privilegio de ser la primera, y por ahora, única mujer galardonada con el Nobel de Economía en el año 2009. Recibió el premio de la academia, compartido con el economista Oliver E. Williamson, por su trabajo sobre la gestión de los recursos comunes por parte de individuos y comunidades. En los años 60 y 70, la mayoría de expertos en política económica coincidía en afirmar que para que recursos comunes como el agua o la pesca no fueran sobre-explotados y esquilmados por parte de sus propios usuarios, debían ser, o bien privatizados, o bien controlados por los gobiernos para evitar su desaparición, lo que se dio en llamar “la tragedia de los comunes” (G. Hardin, 1968). Para su trabajo de graduación, Ostrom había colaborado con un equipo de investigación que estudiaba la política económica de un grupo de cuencas de agua subterránea del Sur de California y se familiarizó con los problemas de gestión con los de los usuarios de ese recurso común se encontraban. Ya en aquellos años, Ostrom empezó a desafiar el pensamiento ortodoxo afirmando que no siempre era necesaria la interevención de los mercados, las empresas o los gobiernos para gestionar correctamente el conjunto de los recursos comunes. En 1990 publicó “El Gobierno de los Bienes Comunes: La Evolución de las Instituciones de acción colectiva” donde reunió más de cinco mil casos de gestión comunal de los recursos, que le permitió demostrar empíricamente su teoría. En él estudia casos de gestión de los recursos mancomunados en Japón, el uso colectivo de los pastos en Suiza o las comunidades de regantes en España y Filipinas aportando ejemplos de comunidades que comparten bienes desde hace siglos sin esquilmarlos. Criada en el seno de una familia obrera en los tiempos de la Gran Depresión, fue la primera de su familia en ir a la universidad y en doctorarse en un grado superior, en una época en la que la mayor parte de las mujeres sólo podían aspirar a trabajar como secretarias o maestras de escuela. Después de doctorarse en Ciencias Políticas en la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA) comenzó a trabajar como profesora en la Universidad de Indiana, donde ha desarrollado toda su labor investigadora. En 1973 fundó junto con su marido, Vicent Ostrom, el Taller Vicent y Elinor Ostrom sobre Teoría Política y Análisis de Gestión Política en la Universidad de Indiana, un foro interdisciplinar para la discusión académica basada en la experiencia. Tal como se decía en artículo de la revista TIME, “después de los rescates de la TARP (Trouble Asset Relief Program, por sus siglas en inglés) y la devastación de la democracias europeas por parte de los tecnócratas financieros, el mundo está de nuevo empezando a apreciar lo que Elinor Ostrom lleva iluminando profunda, persistente y calladamente durante los últimos 50 años.” http://derechoaleer.org/blog/2012/06/elinor-ostrom-1933-2012.html Ver lo que dice el texto de arriba de Ostrom. Está guardado.

http://www.revistaeconomiacritica.org/sites/default/files/revistas/n14/InMemoriam-1.-federico_aguilera.pdf

La economía, la ciencia social más avanzada matemáticamente, es la más retrasada social y humanamente, pues se abstrae de las condiciones sociales, históricas, políticas, psicológicas y ecológicas que son inseparables de las actividades económicas. (Morin, 1993)

11.06.2018 Conferencia cuando le dan el Nobel https://www.nobelprize.org/mediaplayer/index.php?id=1223

https://www.bing.com/videos/search?q=Elinor+Ostrom&&view=detail&mid=9E0C7C2BB7EA964AD6259E0C7C2BB7EA964AD625&rvsmid=DD7BCB839E36F0257B92DD7BCB839E36F0257B92&FORM=VDQVAP

Prize Lecture by Elinor Ostrom (28 minutes) Elinor Ostrom delivered her Prize Lecture on 8 December 2009 at Aula Magna, Stockholm University. She was introduced by Professor Bertil Holmlund, Chairman of the Economic Sciences Prize Committee.

Pudimos demostrar que complejidad no es lo mismo que caos.

Entrevista junto a Interview with Elinor Ostrom and Oliver E. Williamson (52 minutes) https://www.nobelprize.org/mediaplayer/index.php?id=1229

Primera parte del libro http://www.pidesoneuba.com/sites/default/files/Ostrom_El_gobierno_de_los_bienes_comunes.pdf

https://ia800203.us.archive.org/12/items/ElinorOstromElGobiernoDeLosBienesComunes/%5BElinor%20Ostrom%5D%20El%20Gobierno%20de%20los%20Bienes%20Comunes.pdf

http://www.ecologiapolitica.info/?p=957

http://revistaeconomiacritica.org/sites/default/files/revistas/n14/InMemoriam-1.-federico_aguilera.pdf

https://www.nobelprize.org/mediaplayer/index.php?id=1222

https://www.ft.com/content/afc5377e-1026-11e3-a258-00144feabdc0#axzz2dTB5FhL1 Tim Harford

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Complicating the problem further was the narrow focus of academic specialities. Lin was encouraged that many people had been drawn, like her, to the study of common pool resources. But they were divided by discipline, by region and by subject: the sociologists didn’t talk to the economists; the India specialists didn’t talk to the Africanists; and the fishery experts didn’t know anything about forestry. As Ostrom and her colleagues at the University of Indiana looked into the problem they discovered more than a thousand separate case studies, each sitting in isolation.

El gobierno de los bienes comunes : la evolución de las instituciones de acción colectiva / Elinor Ostrom ; [traducción de Corina de Iturbide Calvo y Adriana Sandoval ; revisión técnica, Leticia Merino Pérez y Fabrice Lehoucq]. Autor Ostrom, Elinor. Biblioteca Max von Buch Colección de reserva HD1286.O8718 2000

Comprender la diversidad institucional / Elinor Ostrom ; traducción Miguel Moro Vallina ; estudio introductorio Arturo Lara. Ostrom, Elinor. Miguel Moro Vallina traductor.; Arturo Lara prologuista. 2015 SEGUIR EXPLORANDO Elinor Ostrom

Elinor Ostrom Comprender la diversidad Institucional

Trust and Reciprocity: Interdisciplinary Lessons for Experimental Research

Trust and Reciprocity Interdisciplinary Lessons for Experimental Research Elinor Ostrom James Walker Editors https://www.russellsage.org/publications/trust-and-reciprocity-0

Trust is essential to economic and social transactions of all kinds, from choosing a marriage partner, to taking a job, and even buying a used car. The benefits to be gained from such transactions originate in the willingness of individuals to take risks by placing trust in others to behave in cooperative and non-exploitative ways. But how do humans decide whether or not to trust someone? Using findings from evolutionary psychology, game theory, and laboratory experiments, Trust and Reciprocity examines the importance of reciprocal relationships in explaining the origins of trust and trustworthy behavior. In Part I, contributor Russell Hardin argues that before one can understand trust one must account for the conditions that make someone trustworthy. Elinor Ostrom discusses evidence that individuals achieve outcomes better than those predicted by models of game theory based on purely selfish motivations. In Part II, the book takes on the biological foundations of trust. Frans de Waal illustrates the deep evolutionary roots of trust and reciprocity with examples from the animal world, such as the way chimpanzees exchange social services like grooming and sharing. Other contributors look at the links between evolution, cognition, and behavior. Kevin McCabe examines how the human mind processes the complex commitments that reciprocal relationships require, summarizing brain imaging experiments that suggest the frontal lobe region is activated when humans try to cooperate with their fellow humans. Acknowledging the importance of game theory as a theoretical model for examining strategic relationships, in Part III the contributors tackle the question of how simple game theoretic models must be extended to explain behavior in situations involving trust and reciprocity. Reviewing a range of experimental studies, Karen Cook and Robin Cooper conclude that trust is dependent on the complex relationships between incentives and individual characteristics, and must be examined in light of the social contexts which promote or erode trust. As an example, Catherine Eckel and Rick Wilson explore how people's cues, such as facial expressions and body language, affect whether others will trust them. The divergent views in this volume are unified by the basic conviction that humans gain through the development of trusting relationships. Trust and Reciprocity advances our understanding of what makes people willing or unwilling to take the risks involved in building such relationships and why.

SOCIAL DILEMMAS AND TRUST https://www.russellsage.org/sites/default/files/ostrom_chapter1_pdf.pdf

A core aspect of most definitions of trust is the “intention to accept vulnerability based upon positive expectations of the intentions of the behavior of another” Un aspecto central de la mayoría de las definiciones de confianza es la "intención de aceptar la vulnerabilidad basada en expectativas positivas de las intenciones del comportamiento de otro"

This book examines the foundations for trust and trustworthy behavior. The central theme that links all discussion relates to the gains from association that are achieved when individuals are able to develop trust and reciprocity. Whether they come in the form of market exchange or personal relationships, the gains from association depend on the willingness of individuals to take risks by placing their trust in others. Whether that trusting behavior is mutually beneficial and lasting depends on the trustworthiness of those in whom trust has been placed.

Building on the conceptual nature of associations dependent on trust, Hardin distinguishes between three models of trust that have been used in the literature: mutual trust, one-way trust, and thick relationships. Mutual trust is seen as an interaction that is part of a long sequence of association between the same parties, a relationship in which both parties play a role as truster and trustee. In one-way trust, the truster must trust the trustee in order to gain from their interaction. If the truster does not trust, the association ends, and potential gains are not realized. Once the truster demonstrates an act of trust, the trustee then is faced with a unilateral decision regarding how to respond to the trust. This game is one-way trust because only the truster faces the risk of trusting the trustee. The thick-relationship theory focuses on the idea that real relationships are experienced in complex settings based on diverse layers of interactions and that actions at one level may, in fact, depend on the action’s ramifications at other levels. Actual motivations for trusting or being trustworthy are better understood when reputations in repeated relationships and third-party relationships are taken into account.

Testing a model of reciprocal altruism, in which kin relationships are not a necessary condition, is a crucial step in establishing the evolutionary roots of observed reciprocity and trust. Although it is not possible to develop a quantitative test based on a large number of observations of very costly acts, de Waal does develop an ingenious experimental design for observing whether individual chimpanzees who had given something of value to other chimpanzees were more likely to receive something in return. De Waal concludes that we have evidence “for the entire set of features expected if reciprocity is cognition-based: partner specificity, selective protest, retaliation, turn taking, and the effect of one service on another.”

Probar un modelo de altruismo recíproco, en el que las relaciones de parentesco no son una condición necesaria, es un paso crucial para establecer las raíces evolutivas de la reciprocidad y la confianza observadas. Aunque no es posible desarrollar una prueba cuantitativa basada en una gran cantidad de observaciones de actos muy costosos, de Waal desarrolla un ingenioso diseño experimental para observar si los chimpancés individuales que habían dado algo de valor a otros chimpancés tenían más probabilidades de recibir algo en cambio. De Waal concluye que tenemos evidencia "para todo el conjunto de características que se esperan si la reciprocidad se basa en la cognición: especificidad de la pareja, protesta selectiva, represalia, turnos y el efecto de un servicio en otro".

In the simulation study, cooperative games are modeled as prisoner’s dilemma games, and conflictual games take the form of hawk-dove games. En el estudio de simulación, los juegos cooperativos se modelan como juegos de dilema de prisioneros y los juegos conflictivos toman la forma de juegos de halcón-paloma.

Many of the chapters in this volume presume that humans are also evolved creatures. Muchos de los capítulos de este volumen suponen que los humanos también son criaturas evolucionadas.

The social capital literature has focused on the functional and structural properties of social relations, partially neglecting the way in which they are experienced by individuals. Drawing on anthropological and social theory, this article distinguishes two ideal-typical forms of social capital — reciprocity and trust — based on the meaning of the social relations that embed them. Reciprocity is the type of social capital embedded within personal relations, triply defined in the factual, social and temporal dimensions by co-presence, reciprocity and memory, respectively. Trust is the type of social capital embedded within relations with strangers, defined by the condition of impersonality or anonymity. These two types of social capital cannot be reduced to extremes in a continuum, nor are they fungible, and while reciprocity is by definition particularistic (this is the source of its strength as a linking mechanism), trust has a universalistic potential. Analytical and empirical implications of this distinction are outlined.

https://keithdwalker.ca/wp-content/summaries/q-z/Trust%20&%20Reciprocity.Ostrom%20&%20Walker.EBS.pdf La literatura sobre capital social se ha centrado en las propiedades funcionales y estructurales de las relaciones sociales, descuidando parcialmente la forma en que las experimentan los individuos. Basándose en la teoría antropológica y social, este artículo distingue dos formas ideales típicas de capital social: reciprocidad y confianza, basadas en el significado de las relaciones sociales que las integran. La reciprocidad es el tipo de capital social integrado en las relaciones personales, triplemente definido en las dimensiones fácticas, sociales y temporales por copresencia, reciprocidad y memoria, respectivamente. La confianza es el tipo de capital social integrado en las relaciones con extraños, definido por la condición de impersonalidad o anonimato. Estos dos tipos de capital social no pueden reducirse a los extremos en un continuo, ni son fungibles, y si bien la reciprocidad es, por definición, particularista (esta es la fuente de su fuerza como mecanismo de enlace), la confianza tiene un potencial universalista. Se describen las implicaciones analíticas y empíricas de esta distinción.


Por un ciudadano organizado | Elinor Ostrom (1933-2012)-by upaninews agosto 7, 2022 in Agosto


La Real Academia Sueca de las Ciencias declaró que los estudios de Ostrom «consiguieron dar relevancia a este asunto ante la comunidad científica, al demostrar que los bienes comunes, como los bosques, las pesquerías, los campos petroleros o las tierras de pastoreo, pueden ser gestionados de manera eficaz por los usuarios, en lugar de delegar su gestión a los gobiernos o a empresas privadas». Su teoría también permitía demostrar que este método es económicamente y ecológicamente sostenible a largo plazo.

Sus estudios ponían en entredicho la idea establecida de que el uso compartido de los recursos naturales resulta inviable a largo plazo, puesto que acaba provocando una sobreexplotación y destrucción de los bienes comunes. Ostrom logró demostrar, a través de varios estudios de casos llevados a cabo en distintos países del mundo, que su enfoque funciona y que muchas comunidades y cooperativas locales han logrado gestionar correctamente de manera conjunta sus recursos naturales.

Un ejemplo podría ser la cooperativa COPPALJ (Cooperativa dos pequenos produtores agroextravistas de Lago do Junco Ltda), ubicada en Maranhão (Brasil), que fue filmada en el marco del proyecto de películas documentales aroundtheworld.coop, en el que participa #coops4dev?. Esta cooperativa fue fundada en 1991 por las quebradoras de babasú y pequeños agricultores. Su objetivo era mantener el control común de las palmas de babasú para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de este recurso natural.

Ostrom participaba de manera activa en los debates públicos sobre el cambio climático y defendía un enfoque policéntrico o de múltiples capas como solución al problema. Según Ostrom, «no podemos confiar en que políticas aisladas a escala mundial para resolver el problema de la gestión de nuestros recursos comunes, los océanos, la atmósfera, los bosques, los ríos y toda la diversidad de seres vivos que se combinan para crear las condiciones idóneas de vida, incluida la vida de los siete mil millones de humanos». Ostrom respaldaba la acción contra el clima que utiliza diferentes estrategias implementadas de forma sincronizada, tanto a escala mundial como nacional, regional o local.

Las ideas de Ostrom se centran en el papel que desempeñan las comunidades locales para lograr un sistema económico sostenible desde un punto de vista económico, medioambiental y social. Las cooperativas –empresas que son propiedad de sus miembros, quienes se encargan también de su gestión en pos de unos objetivos comunes– seguirán basándose en los ideales de Ostrom para lograr la mejor gestión posible de los recursos naturales y del planeta.

¡Gracias, Elinor Ostrom!


Ostrom, Elinor. Más allá de los mercados y los Estados: gobernanza policéntrica de sistemas económicos complejos*Traducción de Paula Arturo.


para generar tanto resultados productivos e innovadores como otros que resultan destructivos y perversos.1


EL TALLER SOBRE EL TALLER


A diferencia de la creencia común en la libertad como el derecho de los individuos a realizar acciones privadas o como la libertad política, por ejemplo, de votar, Polanyi la define como el ejercicio que contribuye a la formación o el mantenimiento de un orden social espontáneo y la denomina libertad "pública". Polanyi comienza con los órdenes que le resultan más fascinantes y esclarecedores de la libertad pública, que son los órdenes espontáneos intelectuales, en particular la ciencia. "Los científicos individuales -afirma- toman la iniciativa al elegir los problemas que van a estudiar y realizar sus investigaciones; el conjunto de todos los científicos controla a cada uno de los miembros de la comunidad al imponer los criterios para hacer ciencia; y, por último, las personas deciden mediante el debate público si aceptan o no a la ciencia como la verdadera explicación de la naturaleza. En cada etapa, opera una voluntad humana." De este modo la vida científica refleja la idea de que la libertad es una forma eficiente de organización. Ya en la segunda parte de la obra, Polanyi orienta su reflexión al orden social en general para manifestar la superioridad de las sociedades policéntricas con sistemas de orden espontáneo por sobre las sociedades monocéntricas sujetas a sistemas de planificación centralizada. Contra la idea de que todo orden social es o debe ser planificado y preocupado por la amenaza de los totalitarismos, Polanyi afirma que la libertad pública sienta las bases de una sociedad libre en la que es posible alcanzar cierto grado de eficacia social. Tanto por su crítica a una concepción puramente instrumental de la ciencia y la consecuente defensa de la libre elección del investigador teórico, como por la aplicación del policentrismo al ámbito jurídico y al funcionamiento social en general, el pensamiento de Michael Polanyi ha tenido y sigue teniendo repercusiones inesperadas, cuyos ecos se escuchan en las principales discusiones contemporáneas sobre la siempre compleja relación entre orden social y libertad ....



Michael Polanyi Autor: Miriam Savarese- https://www.philosophica.info/voces/polanyi/Polanyi.html


EnciclopediaRelacionalDinamica: ElinorOstrom (última edición 2024-02-29 01:51:56 efectuada por MercedesJones)