- Giulano Da Empoli
- Giuliano da Empoli es sociólogo, ensayista y asesor político de origen ítalo-suizo. Es profesor del Instituto de Estudios Políticos de París y columnista en distintos medios. Es autor de doce ensayos políticos. Los últimos son La rabia y el algoritmo (2017) e Ingenieros del caos (2019). El mago del Kremlin (2022), su primera novela, describe la construcción de poder y la estrategia de comunicación del principal asesor de Putin. Ganó el premio Balzac, el Gran premio de la Academia Francesa y fue traducida a 30 idiomas.
- GIULIANO DA EMPOLI, SOCIOLOGO: "LO DE MILEI ES EL TIPICO MENSAJE VIOLENTO
- Nuevo tipo de política es la suma de la ira y el algoritmo
- Ira más algoritmo, la nueva política
- Giuliano da Empoli
https://www.lagaceta.com.ar/nota/1057259/la-gaceta-literaria/ira-mas-algoritmo-nueva-politica.html
- El autor, sociólogo y escritor italiano, es uno de los analistas que, a nivel global, mejor ha descripto y desentrañado la lógica de los nuevos candidatos y gobernantes asociados con la tecnología y un discurso disruptivo que embiste contra las fórmulas tradicionales.
- 27 Octubre 2024- La Gaceta
La política siempre se ha basado en emociones. No hay nada nuevo en eso. Quien piense que antes la política era racional, está equivocado. Nunca lo fue. Pero, claro, la tecnología tiene un impacto en la política. Lenin solía decir que el comunismo era ‘soviets más electricidad’. Creo que la nueva política es la era de ‘ira más algoritmo’. Y, por supuesto, la ira siempre ha estado presente. Es parte de nuestras sociedades, crece en tiempos de crisis. Pero incluso cuando no hay una crisis particular, la ira sigue ahí. Y siempre ha sido explotada en la política. Hay un filósofo alemán llamado PeterSloterdijk que habla de “bancos de ira”. Él dice que la ira siempre ha estado presente, y siempre ha habido instituciones que canalizan la ira de personas descontentas con la situación actual, con su situación personal o con la sociedad. Sloterdijk menciona a la Iglesia, por ejemplo, y a los partidos de izquierda en el siglo XX, que solían recolectar esa ira y ofrecer algo: una perspectiva después de la vida o en esta vida, pero una perspectiva de cambio. Sin embargo, estos recolectores han perdido fuerza. Si pienso en los partidos de izquierda en Europa Occidental, o en otros lugares, hoy en día tienen menos capacidad para canalizar esa ira porque han estado en el gobierno. La gente los ha visto adaptarse a la realidad y al mercado, por lo que tienen menos capacidad para hacerlo. Entonces, esa ira estaba flotando en el aire, y es ahí cuando aparecen los ingenieros del caos. Es el momento en que esa ira que no se explota políticamente, es aprovechada a través del algoritmo.
Básicamente, lo que hacen es aplicar a la política el funcionamiento de las plataformas de internet. ¿Cómo funciona una plataforma de internet? No le importa lo que es verdadero o falso, lo que es correcto o incorrecto, bueno o malo. Lo único que le importa es la interacción, cuánto tiempo pasas en la plataforma, cuántos “me gusta”, cuántos retuits, todo eso. Y la política de los ingenieros del caos aplica simplemente este método a la política. Es el mismo principio: todo se trata de generar interacción. No se trata de coherencia, ni de verdad o falsedad. Tiende a ir hacia los extremos, porque es lo que mejor funciona en el sistema de las plataformas de internet.
- La realidad tiene una gran ventaja sobre la ficción, y es que no tiene que tener sentido. Si escribes ficción, la historia de alguna manera debe tener sentido, de lo contrario pierdes a tu lector. La realidad no tiene este problema.
- La política siempre ha tratado de construir ficciones, por supuesto, y hay una conexión muy cercana entre la política y la ficción, la política y el teatro. Pero esta conexión siempre ha sido muy cercana. Ronald Reagan, cuando le preguntaban cómo podía un actor ser presidente de los Estados Unidos, solía responder: “No veo cómo alguien que no sea un actor podría ser presidente de los Estados Unidos”. Lo que se puede hacer ahora, que era más difícil en el pasado, es multiplicar ficciones y personalizarlas, en el sentido de que ahora todos vivimos cada vez más en nuestra propia realidad a medida.
- Antes había un dicho estadounidense que era: “Tienes derecho a tus opiniones, pero no a tu propia realidad”. Y ahora lo que está sucediendo es que todos tenemos derecho no solo a nuestras opiniones, sino a nuestra propia realidad, porque está hecha a medida, cada vez más. Vivimos en realidades paralelas de alguna manera, sin un consenso general sobre lo que es verdad y lo que no lo es. No se trata tanto de las noticias falsas. Creo que cuando la gente habla de noticias falsas, no ha entendido el problema. Son solo la punta del iceberg. El punto es el peso que le das a diferentes hechos.
- Tengo un ejemplo sobre esto, y tal vez también sea importante para Argentina. 2016 no solo fue el año en que Trump fue elegido, también fue el año en que un hombre llamado Rodrigo Duterte fue elegido presidente de Filipinas. Era un alcalde un poco loco de una ciudad filipina de segunda categoría, que solía ser como un ‘cowboy’, quería disparar a los criminales, muy extremista en temas de seguridad. Lo que hizo en su campaña fue crear grupos locales en Facebook en ciudades y pueblos pequeños, en lugares donde la prensa local había desaparecido, en desiertos informativos. Eran grupos de noticias, información sobre lo que estaba sucediendo en la ciudad, sobre qué hay en el cine, cuáles son las noticias locales. Entonces la gente se suscribió a esos grupos: decenas, luego cientos de miles. Y lo que hicieron fue empezar a poner énfasis en los crímenes relacionados con las drogas. Una vez cada dos semanas, empezaron a decir: “Hubo un crimen relacionado con las drogas. Alguien fue asesinado, alguien fue robado. Fue muy violento”. Y luego otra vez, intensificándolo más. Al principio, una vez cada dos semanas, luego una vez a la semana, luego cada tres días, luego todos los días, reportando crímenes relacionados con las drogas. Y, por supuesto, las personas que seguían esas páginas comenzaron a pensar: “Vivimos en una sociedad peligrosa”. ¿Quién tenía la solución como presidente? El alcalde loco que quería simplemente salir y disparar a los traficantes.
- Del centro a los extremos
La política de los viejos medios es newtoniana, pertenecen a una realidad en la que hay un amplio acuerdo sobre lo que es real y lo que no lo es, lo que es importante y lo que no lo es. Cuando pasas a la política cuántica, ya no funciona así. Es una realidad que está en constante transformación, donde el observador modifica la realidad y donde las interrelaciones son más importantes que lo objetivo. En este tipo de entorno, pasamos de una política que se dirige al centro a una política que va a los extremos. En la política antigua, si querías tener una mayoría, en algún momento necesitabas hablarles a todos. Así que, aunque tuvieras elementos muy radicales dentro de tu partido o movimiento, tenías que moderarlos, porque necesitabas convencer al votante promedio para que te votara. Hoy, en la política cuántica, no funciona así. Si tienes un mensaje moderado, una declaración razonable sobre la economía, la seguridad, la inmigración, en las redes sociales tal vez genere dos “me gusta”, tres retuits.
- Con algo extremo, no solo recoges la energía de todos los que están de acuerdo sino especialmente la energía de aquellos que están en contra. Su indignación. Y eso produce interacción.
- Estamos en Argentina, en una democracia, con ciertas reglas. Hay cosas que puedo hacer y cosas que no. Lo mismo ocurre en los medios, los periódicos, la televisión. Hay reglas en la forma en que interactuamos. Pero la mayor parte del debate, la mayor parte de nuestra vida, se ha trasladado fuera de esto. Y cuando estás en internet, ya no estás en Argentina. Estás en Somalia. En un estado fallido donde los señores de la guerra imponen sus reglas. Lo hacen porque dominan ciertas partes de él, ganan dinero con eso y ninguna de las reglas se aplica.
- Cuanto más trasladamos nuestra vida y nuestro debate político a un estado fallido como internet, más dificultades tenemos para mantener dinámicas democráticas liberales.
Política de carnaval
Cuando la ira alcanza cierto nivel, en cualquier sistema político, lo que ocurre es un carnaval, en el sentido de que todos los valores se invierten. ¿Qué es el carnaval? Es un día o un período del año en el que los reyes se convierten en plebeyos, los plebeyos en reyes, las personas cuerdas se vuelven locas y los locos se vuelven cuerdos, los hombres se convierten en mujeres. Ocurre lo mismo con la política del carnaval. Cuando hay demasiado descrédito, y demasiada ira, todos los valores se subvierten. La experiencia política, por ejemplo, se convierte en algo negativo, y la inexperiencia en algo positivo. Hablar como un político con argumentos racionales, por ejemplo, se convierte en una carga.
- Siendo presidente, Donald Trump va a Colorado y da un discurso. Dice: “Estoy construyendo un muro maravilloso para proteger a Colorado de los migrantes. La frontera de Colorado estará a salvo de esos criminales mexicanos”. Pero el problema es que no hay frontera entre Colorado y México. Hay una frontera con Nuevo México, pero Nuevo México es un estado de los Estados Unidos, por lo que es un poco difícil construir un muro en esa frontera.
- Y entonces, por supuesto, todos empiezan a decir: “Qué imbécil de presidente tenemos, ni siquiera sabe que no hay frontera entre Colorado y México”. No lo hizo de manera estratégica pero ese error funciona en la nueva lógica. Número uno, todos están hablando de su muro de nuevo. Entonces, su marco, su principal argumento en ese momento, el muro, está nuevamente en boca de todos. Todos están tuiteando sobre eso, hablando sobre eso, incluso si es para decir que es imposible hacerlo allí. Número dos, todas las élites están indignadas. Los periodistas están indignados. Los demócratas, incluso los republicanos respetables. Perfecto para Trump. Todo el establishment, “la casta”, está en su contra, y eso, para su gente, significa que está haciendo algo bien. Piensan: “Este tipo está dispuesto a hacer realmente cualquier cosa”.
- Esta es una transcripción de una charla que el autor ofreció el martes pasado, en el Malba, en Buenos Aires.
- La ira y algoritmo sobresale en la política actual
- En momentos en que estamos viviendo tiempos convulsionados políticamente y la escalada de violencia es alarmante, fue muy valioso asistir a la disertación de Giulano da Empoli para entender porque se llega a esa situación.
https://jornadaonline.com/politica/la-ira-y-algoritmo-sobresale-en-la-politica-actual-202410232320
- Roberto Suarez -Especial para Diario Jornada, Mendoza
- 23/10/2024
Invitado por el grupo Clarín, asistí a la conferencia del sociólogo, ensayista y asesor político de origen italo-suizo, Giuliano da Empoli. El escritor dirige el think tank Volta en Milán e imparte clases en el Instituto de Estudios Políticos de París (Sciences Po). El mago del Kremlin (Seix Barral, 2023), su primera novela, ha sido el fenómeno literario del año en Francia y se ha alzado con el Gran Premio de Novela de la Academia Francesa y el Premio Honoré de Balzac, además de ser finalista del Premio Goncourt y del Interallié, formar parte de la selección de otros prestigiosos galardones como el Renaudot y estar en curso de traducirse en treinta países. Ha trabajado en el sector editorial, y también como columnista y colaborador en diversos medios. Es también autor de “Los ingenieros del caos”.
- Giulano, es una de las voces más escuchadas en análisis político y un intelectual de prestigio global porque logró describir con igual maestría fenómenos de enorme complejidad mediante el ensayo y la ficción.
- La exposición de ayer fue brillante en un diálogo con tres periodistas donde abordo temas de sus dos obras.
- Sobre el Mago del Kremlin afirmó: “Cuando escribes no ficción hay un límite. Se puede describir lo que se sabe, pero no se puede ir más allá. Yo quería meterme en la cabeza del personaje y la única manera de hacerlo realmente fue a través de la ficción. Escribí una ficción para acercarme a la realidad, no para alejarme”, afirmó el escritor, en una charla ofrecida a sala llena en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA) del barrio porteño de Palermo.
- Por supuesto que en el auditorio había ansiedad por su pensamiento ante las actitudes de Milei, explicando que: “la forma de adquirir poder hoy es poner en discusión el fundamento de ese poder”, el establishment, la política o “la casta” que perjudica a “la gente”. O como dirían los militantes libertarios “la gente de bien”. Para el autor, a estos líderes extremos, líderes populistas o nacionalistas no se les debe juzgar porque “no podrán cumplir sus promesas en economía, en seguridad, en inmigración”, como tampoco es una buena idea creer que “por eso perderán el poder”.
“La primera promesa de este tipo de líder es la humillación de la casta. Es la humillación del establishment. Y mientras pueda mantener esa promesa, esta será una poderosa energía para mantenerse en el poder y eventualmente volver al poder si lo pierden, porque es la promesa número uno y está por encima de cualquier material o elemento concreto”, afirmó el autor y ex político, que aclaró que no estaba del todo seguro que ese planteo pueda aplicarse al caso de Argentina. “Aquí han tenido tantas crisis y la situación es tan difícil en algunos aspectos que puede ser que aquí sea un poco diferente”.
“Cuando tienes una declaración violenta como las que hace el presidente muy a menudo, hagas lo que hagas estás atrapado. Como medio de comunicación, si reaccionas con indignación diciendo ‘esto es inaceptable, esto es terrible, no debería estar diciendo esto y lo otro’, le estás ayudando -porque de eso se trata- estás amplificando su mensaje, que tal vez al principio sólo se limitaba a sus seguidores en X, hace que crezca”.
Sobre los insultos y los exabruptos del presidente argentino sostuvo: “Por otro lado, si lo ignoras, entonces lo estás normalizando, estás diciendo ‘está bien, así es como hablamos ahora’, o ‘podemos amenazar con violencia física, podemos hacer todo tipo de cosas, y el presidente puede hacerlo, es normal’”. “Puedo ser pesimista”, respondió el escritor, aunque resaltó que hubo ejemplos en Alemania, donde se enfrentaron a los partidos de extrema derecha con relativo éxito. “Se produjo una verdadera reflexión colectiva en los medios de comunicación sobre cómo hacer frente a esto. Fue interesante, pero la extrema derecha está creciendo mucho. No hay un antídoto fácil”.
- Política
- Hacia el algoritmo del Nunca Más
- 01/09/2023
- Por Fernanda Ruíz para TIEMPO ARGENTINO
https://www.tiempoar.com.ar/politica/hacia-el-algoritmo-del-nunca-mas/
- (Levantado para el programa de radio del lunes, 18 noviembre , 2024)
- En ese mismo tiempo nacen las redes sociales. La revolución de la comunicación digital tiene a nivel global tal vertiginosidad que no existe la posibilidad de que las instituciones de la modernidad, como el mundo académico y de investigación, las organizaciones políticas del campo popular en toda América Latina, los Estados y otras institucionalidades de lo público puedan asir ese proceso de modo estratégico en su propio devenir. La magnitud de las transformaciones es tan inmensa que hay filósofos como Bifo Berardi que la describen como una “mutación antropológica”.
TERRITORIALIDAD DIGITAL Los medios hegemónicos y los proyectos políticos neoliberales en la Argentina comprendieron rápidamente la dimensión política de la territorialidad digital, y desembarcaron en ella con todos sus recursos. Los unificó una causa propia de lo que Cristina describió en 2011 como el anarco capitalismo financiero internacional: la deslegitimación de la política.
La guerra simbólica, estética, que incluye emociones y sentimientos, se expandió territorialmente hacia internet y la batalla cultural que se había dado desde el proyecto político que gobernó el país entre 2003 y 2015 no llegó a poder hacerlo de modo estratégico.
¿Por qué? La respuesta a esta pregunta excede las posibilidades de este artículo, pero sí podemos afirmar que esta territorialidad ha sido hegemonizada por una subjetividad individualista propia de las lógicas de mercado, mientras los proyectos políticos del campo popular se constituyen subjetivamente en lo colectivo.
¿Es una cuestión intrínseca de los algoritmos? No. Las comunidades de desarrollo de software libre son una prueba de que no es intrínseca a este territorio la ponderación de lo individual. Muy por el contrario, lo colaborativo puede resultar muy poderoso en el devenir algorítmico.
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