Innovación:

Incluyendo a la sociedad civil

Los laboratorios sociales y las cuatro hélices.

El consejo asesor apoya el plan de RiConfigure para este año: poner en marcha cinco laboratorios sociales en Dinamarca, Austria, los Países Bajos, Alemania y Colombia, para intentar responder a problemas relacionados con las energías alternativas, el uso del agua, las enfermedades infecciosas y la movilidad. Con esto, RiConfigure buscará validar el modelo de la tetra hélice, comprendiendo el efecto que tiene incluir a la sociedad civil en el proceso de innovación.

Luisa Fernanda Barbosa G.

Más información: Ri Configure está liderado por la Fundación del Consejo Danés de Tecnología (Dinamarca). Junto con el CCS-UPF, las demás instituciones que forman parte del proyecto son el Instituto de Estudios Avanzados (Austria), Universidad de Wageningen (Países Bajos), Instituto Fraunhofer para sistemas de energía solar (Alemania), Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia (Colombia), Fundación Adriano Olivetti (Italia), Universidad de Corvinus (Hungría), Co-Lab Roskilde (Dinamarca), Ludwig Boltzmann Gesellschaft (Austria), e Instituto para Tecnología de Procesos Sostenibles (Países Bajos).

INNOVACIÓN E IMPACTO COLECTIVO

Large-scale social change requires broad cross-sector coordination, yet the social sector remains focused on the isolated intervention of individual organizations.


INNOVACIÓN EN AMERICA LATINA



En esta ocasión voy a proponerte tres sencillos pasos para que comiences a explorar, hoy mismo, las nuevas realidades de la Era de la Colaboración.

El recorrido que ahora iniciamos se compone de tres etapas sucesivas, todas ellas orientadas a la búsqueda de la emergencia de un nuevo estado en nuestras vidas, tanto en el ámbito personal como en el profesional. Se trata, en definitiva, de cambiar para conseguir una vida que te permita desarrollar al máximo tus potencialidades.

Mapa de Innovación Personal- Ver NuevoMapaDeLaVida El objetivo de la primera etapa es adoptar una mentalidad innovadora. Este será nuestro punto de partida, el observatorio que nos permitirá explorar la nueva realidad, que nos servirá para desarrollar nuevas perspectivas y para comenzar a vislumbrar nuevos futuros posibles. Este arranque se traducirá, a la fuerza, en un aumento en el nivel de conciencia sobre lo que podemos hacer, sobre lo que es posible y sobre lo que puede contribuir a nuestro progreso en la innovación personal.

La segunda etapa es la que nos va a facilitar el verdadero aprendizaje, así como el desarrollo de las nuevas habilidades y hábitos 2.0 necesarios para interactuar con la nueva realidad.

La tercera etapa es donde, en sentido estricto, la innovación tiene lugar, pues pasaremos de un cierto nivel estático y predecible a uno mucho más dinámico, en el que la innovación prospera hasta convertirse en una parte de nuestra vida diaria, de nuestras costumbres y nuestra forma de hacer.

El destino final de nuestro viaje no es otro que hacer de la innovación personal un proceso perpetuo de renovación y auto-transformación, tal y como apuntábamos en nuestra reflexión anterior.

1. Comienza adoptando una mentalidad de innovación personal Para iniciar cualquier viaje siempre necesitas dar un primer paso. Abandona la idea de que algunas personas somos creativas e innovadoras y otras no. Ser innovador no es un rasgo de la personalidad, ni constituye una característica marcadamente innata. Todos somos, en mayor o menor medida, creativos e innovadores, aunque abordemos la innovación de manera diferente.

Lo que nos distingue es nuestra forma de pensar, es decir, nuestras actitudes, suposiciones y creencias, así como los modelos que hemos ido creando a partir de nuestra experiencia, de nuestra percepción sobre cómo funciona el mundo.

Estos modelos mentales son, a menudo, subconscientes. Sin embargo, pueden tener un enorme impacto en nuestra actitud frente a la innovación. De ahí que, a la hora de iniciar nuestro viaje, debemos hacerlo con la mentalidad correcta, con el deseo y el coraje necesarios para explorar la realidad actual, para experimentar con ella en busca de nuevas formas mejores de hacer las cosas.

Todo ello es imposible si no estás convencido de que el resultado que deseas conseguir se puede lograr, y de que merece la pena hacerlo. En otras palabras, necesitas creer en tus propias capacidades. Y eso implica que debes ser capaz de mantener tus creencias a pesar de los críticos, los escépticos, los pesimistas y, por supuesto, a pesar de los obstáculos y retrocesos que sin duda encontrarás en el camino.

Puede parecer un panorama duro, pero la buena noticia es que, en última instancia, somos nosotros los que construimos nuestra propia realidad, por lo que una mentalidad innovadora sostenida en el tiempo acaba por sustanciarse en un avance real; es decir, acaba por convertirse en la realidad misma, a la manera de una profecía auto-cumplida.

Crea el tiempo que necesitas para explorar el futuro. Será prácticamente imposible que analices la nueva realidad si permaneces absorto en tu rutina de siempre. La idea es que, al menos durante unas horas, consigas salir de las exigencias del “día a día” para observar con una cierta distancia lo que está ocurriendo a tu alrededor.

La observación -que consiste, entre otras cosas, en adoptar nuevas perspectivas, nuevos puntos de vista que, más pronto que tarde, acaban por traducirse en nuevas ideas- te permitirá reflexionar sobre el impacto de los cambios en nuestros modelos de creación de valor, y te ayudará a definir nuevas oportunidades de desarrollo personal. La observación te permitirá, además, medir tu progreso en cada paso del camino iniciado.

Se trata, en definitiva, de encontrar nuevas preguntas. Las preguntas que antes no nos hacíamos, y que son las que nos permitirán descubrir soluciones innovadoras para los retos que nos plantea la Era de la Colaboración.

Estas son algunas de las preguntas clave que te permitirán llevar a cabo el proceso de innovación personal: ¿Cómo interactuar con la nueva realidad social? ¿Cómo podemos prepararnos para vivir en contextos inestables? ¿Cómo prepararse para gestionar lo imprevisible? ¿Cómo desarrollar nuevas habilidades personales para hacer frente a la creciente complejidad ¿Cómo planificamos nuestro futuro cuando este no es planificable? ¿Cómo ser percibido y valorado en un mundo globalizado? ¿Cómo crear tiempo para explorar el futuro? ¿Cómo crear los nuevos mapas? 2. Reinventarse profesionalmente para no quedarse sin futuro El primer paso nos lleva al segundo. Esta etapa del viaje consiste en reinventarse profesionalmente y sobre todo como personas para redescubrir –por qué no- una nueva versión de nosotros mismos; una versión mejorada, que nos ayude a ser percibidos y, sobre todo, a ser relevantes en el nuevo contexto social.

Para cambiar necesitamos modificar nuestros comportamientos, nuestras habilidades y nuestros esquemas mentales. Y sabemos por experiencia que esta es una de las tareas más complicadas de llevar a cabo, al menos a nivel personal.

Pero, tal y como vamos a comprobar a continuación, podemos apoyarnos en las enseñanzas de la naturaleza, porque la naturaleza nos ha enseñado en muchas ocasiones cómo resolver incluso los problemas más complejos.

Los biólogos emplean la palabra evolución para describir el proceso de adaptación continua de los seres vivos a su entorno. Para tener éxito, los seres vivos se valen de la variación genética y de la selección natural a partir de los mejor adaptados.

Pues bien, curiosamente, el proceso evolutivo no es planificable, sino que es el resultado emergente de muchas pruebas de ensayo-error.

El error constituye, por tanto, parte esencial del aprendizaje, especialmente en entornos de gran complejidad e incertidumbre. De ahí la importancia de nuestra tolerancia a los fallos: antes que nada, debemos aprender a experimentar muchos enfoques diferentes, a cometer errores y a aprender de ellos, en vez de ocultarlos o negar su existencia.

Piensa que las innovaciones más exitosas del mundo empresarial han sido el resultado de un proceso continuo de prueba y error. Y que, de igual manera, en el ámbito personal las innovaciones más exitosas surgen a través de un proceso de tanteo y adaptación, y no, como a veces se piensa, de una planificación rígida y exhaustiva.

Resumiendo, estas son las tres principales lecciones que podemos extraer del proceso adaptativo en la naturaleza:

Debemos intentar cosas aún a sabiendas de que algunas pueden fracasar. Debemos hacer posible la supervivencia a pesar del fracaso, puesto que el fracaso será frecuente. Debemos asegurarnos de que sabemos cuándo hemos fracasado, para, a partir de ahí, aprender de nuestros errores. Habilidades 2.0. Si todo ha cambiado a nuestro alrededor, está claro que debemos ser capaces de desarrollar nuevas habilidades para hacer frente a esos cambios. La etiqueta Habilidades 2.0 constituye, precisamente, un reconocimiento explícito de que el futuro exige una nueva versión de nosotros mismos; una versión mejorada, caracterizada por la irrupción de nuevas habilidades que, necesariamente, hemos de desarrollar. Tal y como ocurre con las tecnologías, este desarrollo solo es posible a partir de la experimentación y la participación activa en la Web Social; es decir, a partir de las diferentes iteraciones con la nueva realidad, cada una de las cuales nos permitirá aprender para seguir mejorando.

Lo cierto es que hemos sido educados para la estabilidad, y que, en general, hemos desarrollado las habilidades necesarias para vivir y progresar en territorios conocidos. Sin embargo, hoy nos encontramos en un escenario completamente distinto, de incertidumbre y cambio acelerado. Un escenario que, a nivel personal, nos exige pasar de la «gestión de lo conocido» a la «gestión de lo desconocido».

Es verdad que hasta ahora hemos aprendido a crecer «aislados», cada uno en su ciudad, en su casa, en su despacho, en su pecera, en su silo funcional. Pero la buena noticia, la noticia excepcional de la Era de la Colaboración es que, por primera vez en la historia de la humanidad, podemos estar todos conectados, y que eso nos permite acceder a un nivel superior de inteligencia colectiva.

Estoy convencido de que, si de verdad somos capaces de conectarnos a esa impresionante fuente de conocimiento, seremos capaces de cambiarlo todo.

Acepta que la web social es, de alguna forma, la escuela de tu vida. Una escuela que tiene blogs, experimentos, experiencias… Y los mejores profesores del mundo a tu disposición, para que experimentes, falles con gracia y aprendas de tus propios errores.

Leyendo este post has dado un primer paso, quizás el más importante. Tu interés demuestra que hay algo en tu interior que te empuja a crecer y a mejorar. Pero debes tener en cuenta, también, que esto no es más que el primer paso hacia tu innovación personal, y que te aguarda un largo y apasionante camino.

Antes, para detectar una oportunidad nos ceñíamos a los patrones conocidos. Hoy, en cambio, tales patrones no tienen ninguna utilidad. El «don de la oportunidad» de nuestro tiempo consiste en reconocer que es más importante lo que no sabemos que lo que sabemos. Y, de alguna forma, reside en la capacidad para descartar «lo que nos ha traído hasta aquí pero ya no nos sirve».

Solo a partir de ahí podremos explorar e interactuar con la nueva realidad, de forma que seamos capaces de aprender cosas nuevas todos los días.

3. Innova para crecer profesionalmente Atrévete, sé curioso y experimenta. Los seres humanos, como todo ser vivo, somos auténticas plataformas naturales de innovación. Es evidente que algunas personas tienen más capacidad de adaptación, que están más predispuestas al cambio, más abiertas a nuevas ideas, y que, en sí, son más creativas que otras. Pero lo cierto es que todos tenemos la capacidad fundamental de ser innovadores y que todos podemos crecer profesionalmente.

Esto no significa que la innovación sea sencilla -exige tiempo y esfuerzo- pero sí quiere decir que estamos en disposición de abordar la innovación de manera natural y relajada, y que somos plenamente capaces de disfrutar mientras innovamos.

Supera el miedo a fallar y a cometer errores. No te obsesiones con hacerlo todo perfecto a la primera: es imposible. Elimina la presión. Considera que tus decisiones son temporales, y que más adelante volverás de nuevo sobre ellas.

Sé tolerante con tus fallos. Deja la «gestión de riesgos» para los bancos. No hay mayor riesgo hoy en día que el de quedarse quieto viendo cómo los demás deciden tu vida.

Recuerda que si no tienes una agenda personal es muy probable que seas parte de la agenda de los demás.

Atrévete a probar cosas nuevas en una escala lo suficientemente pequeña como para que un fallo no se convierta en una cuestión de supervivencia. Lanza tus “bote salvavidas”, o lo que es lo mismo, introduce en tu vida pequeñas iniciativas de innovación que te permitan experimentar las tendencias emergentes sin que esto afecte de forma negativa a la estabilidad de tu “portaaviones” personal. De esta forma podrás seguir tu camino sin poner en riesgo tus objetivos fundamentales, al tiempo que vas creando las nuevas competencias que te ayudarán a asegurar tu empleabilidad futura.

Piensa que la convivencia de ambos modelos -el tradicional y el de innovación, cada uno con sus propios fines y, muchas veces, con distintos ciclos de vida- nos permite gestionar los riesgos de la innovación de manera mucho más eficaz.

Participa en las conversaciones, simplemente porque compartir crea valor. La innovación es un proceso colaborativo. Nuestras ideas deben converger y entrar en conflicto con otras ideas para que, a partir de ahí, surjan ideas nuevas, de una manera similar a como ocurre cada día entre las redes neuronales de nuestro cerebro.

Se trata de que crees valor en cada comentario, en cada chat o en cada conversación que mantengas con alguien, aunque sea una persona a la que acabas de conocer. Piensa que la comunicación es la esencia de la transformación y la renovación personal. Y que la creación de valor se basa en tu experiencia y tus conocimientos: cuanto más conocimientos tengas, más valor puedes crear.

Deja que tus ideas tengan sexo con las ideas de los demás. No tardarás en comprobar que, tal y como sucede con los genes en la naturaleza, las ideas más simples pueden mutar a través del tiempo; que pueden mezclarse e hibridar con otras; que pueden, en suma, transformarse mediante un proceso de selección natural hasta convertirse en ideas singulares y brillantes.

Con cada nueva combinación ampliarás los límites de tus propias ideas, lo cual te permitirá crear nuevas perspectivas y oportunidades para una mayor innovación personal.

Cada oportunidad para comunicar algo significativo es un acto de innovación personal. Crea un blog personal sobre cualquier tema que te apasione. No lo dudes. El blog puede ser un excelente punto de partida para que empieces a participar en las conversaciones, para que comiences a construir tu marca personal, y para que crees tu propio espacio. Un espacio en el que compartir tus experiencias, hobbies etc. con los demás. Un espacio a través del cual puedes proporcionar contenidos útiles a las personas que buscan información.

El blog es, además, la forma más sencilla de ser percibido y valorado en este nuevo mundo de las conversaciones. Todo lo que necesitas es un poco de pasión y perseverancia. Con esos ingredientes, tu blog se convertirá en tu mejor plataforma de innovación personal. Una plataforma de conocimiento capaz de inspirarse, de crecer y de evolucionar con las conversaciones que cada día tienen lugar en el océano de la red social.

EnciclopediaRelacionalDinamica: Innovacion (última edición 2024-02-15 10:18:10 efectuada por MercedesJones)