JosepDeMartiValles
JosepDeMartiValles
- Josep de Martí Vallés
- Hoy he conocido a una mujer feliz, de 117 años
- Por Josep de Martí
- Martes 18 de junio de 2024
- Hoy he conocido a una mujer feliz, de 117 años
- La catalana María Branyas, considerada la persona más longeva del mundo, ha fallecido este martes en Olot (Girona). Su familia informaba de que María ha muerto "como ella quería: mientras dormía, tranquila y sin dolor". Recordamos hoy las palabras que le dedicaba el fundador de Inforesidencias.com, Josep de Martí, tras un encuentro con ella el pasado mes de junio:
- Hoy he conocido a María Branyas, que con 117 años cumplidos es la persona viva más longeva del mundo. Como llevo más de 30 años trabajando en temas relacionados con envejecimiento y residencias de personas mayores, para mí ha sido un momento muy especial y emotivo.
- María nació durante un tiempo que apenas podemos imaginar, faltaban siete años para que empezase la Primera Guerra Mundial y casi treinta para que lo hiciese la Guerra Civil. Alfonso XIII aún reinaba en España y la Semana Trágica de Barcelona no se había producido. En su ser, María guarda el testimonio vivo de toda una era, un archivo humano de nuestra historia que atraviesa generaciones.
- Quería invitar a la señora Branyas a un programa de radio que hacemos desde Inforesidencias.com llamado “Sabias Palabras” en el que entrevistamos a personas mayores que viven en residencias. Cuando la invitamos nos dijeron desde la residencia que ella prefería no salir y que, por un problema de sordera, una entrevista radiofónica no era una buena opción. Sí aceptaron que fuese a visitarla a la residencia, algo que agradezco mucho a ella misma y sus familiares, sé que son muy celosos manteniendo su intimidad.
- María nos ha recibido en una sala de la residencia Santa María del Tura del Institut religioses Sant Josep de Girona en la que vive. ¿La primera impresión? No aparenta la edad que tiene. Sí, es una señora mayor, pero no lo parece tanto. A pesar de tener un problema de oído, el aspecto y las respuestas de María parecen más las de una persona octogenaria que la de alguien para cuya edad no hay nombre (¿"centeno decenaria", quizás?). Lo primero que me ha sorprendido es su respuesta sobre si Olot, la ciudad donde vive, ha cambiado mucho durante su vida.
- Ella no nació en Olot, nos dice, lo hizo en San Francisco (Estados Unidos). Compruebo la fecha y veo que llegó al mundo un año después del terrible terremoto que asoló la ciudad donde su padre era periodista. También vivió en Nueva Orleans. Creó una familia con su marido, un médico con quien vivió en Girona. Tuvieron tres hijos; después nietos y bisnietos, y en ese punto, como cuando hablas con cualquier abuela con mucha descendencia, la cosa se nos ha puesto un poco complicada ya que, al no ser de la familia nos ha costado seguir el hilo de la explicación. Lo que nos ha quedado claro es que todos han hecho carrera y tienen una buena vida.
- Y aquí está lo que más me ha sorprendido al principio y gustado después. María Branyas es una persona enormemente positiva. Nos ha recibido, a mi acompañante y a mí, diciéndonos que éramos muy guapos y que se alegraba de vernos. En seguida nos ha explicado cosas como si nos conociese de hace tiempo. A pesar de la dificultad para oír correctamente, hemos podido tener una conversación en la que veníamos más a escuchar que a hablar. Eva Carrera, directora de la residencia, ha sido de gran ayuda facilitando la visita, presentándonos a María y guiándonos en alguna de sus explicaciones.
- Antes de la visita tenía una pregunta persistente que me rondaba la cabeza: “¿Cuál es su secreto para haber llegado a los 117 y seguir tan bien?”. Pero estando con ella no se lo he preguntado y no me ha hecho falta. Nos ha dicho que come varios yogures cada día y que le gusta ponerles mucha azúcar, pero dudo que sea eso. Creo más bien que no hay secreto. No he estado ante una reliquia viviente ni una institución de la gerontología, sino ante una persona feliz, que irradia felicidad. Una mujer cuya curiosidad y entusiasmo por la vida han disminuido poco a lo largo de sus 1.400 meses de existencia. Una mujer a la que la naturaleza ha dotado de un organismo sorprendentemente resistente que, cerca de los 120 años, sigue estando esencialmente sana, casi sin tomar medicamentos. María incluso superó la infección por COVID-19, convirtiéndose en la persona más mayor en curarse de esta enfermedad.
- Al salir de la residencia sólo podía pensar en lo afortunado y agradecido que me sentía. No sabía cómo iba a ser y al final resulta que hemos pasado un rato hablando con una mujer encantadora, un poco sorda, que disfruta hablando de su vida y su familia y que, además, tiene 117 años y es la persona viva más longeva del mundo.
- Hoy María Branyas nos ha regalado un poco de su felicidad. Muchas gracias por recibirnos, y por dejarme publicar estas líneas.
Autor del texto Josep de Martí Vallés. Jurista y Gerontólogo. Fundador de Inforesidencias.
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