¿Qué es la sociedad civil?


LAS 3 “C” PARA COMPRENDER LA SOCIEDAD CIVIL Conceptualización, Cartografía y Cuantificación de la Sociedad Civil Argentina

Gracias a todas.


CONCEPTUALIZACIÓN Y CARTOGRAFÍA

El concepto de Tercer Sector surge en un intento para denominar un sector que aparece diferenciado del Estado (Primer Sector) y del Mercado (Segundo Sector).

CONTABILIZACIÓN Actualmente se estiman en 100.000 organizaciones de la sociedad civil, distribuidas en la misma proporción que se presenta en el mapa que se incluyó en el texto. Este número resulta altamente probable si se entiende que hasta 2004 había 78.563 organizaciones registradas.

Parte de la estructura básica y el modo de operación de las instituciones. Aquellas que conforman el "tercer sector" cumplirían con alguna de las siete características principales:

CARACTERÍSTICAS TÍPICAS DE LAS OSC Las organizaciones sociales cumplen con estas características son:

¿CÓMO MEDIR LA IMPORTANCIA DE LAS ORGANIZACIONES SOCIALES? La evaluación de la importancia de la tarea realizada por las organizaciones sociales en una determinada comunidad, provincia o en nuestro país, se enfrenta con una doble dificultad, la primera la falta endémica de registros de datos y estadísticas que sufre la Argentina. La segunda, el carácter de intangibles de muchos de los activos de la sociedad civil como el tan difundido capital social. Por ejemplo, en relación con los valores a los que adhiere la sociedad civil y según el Índice Civicus (2010) las expresiones de intolerancia, racismo y violencia son relativamente infrecuentes para actores de la sociedad civil y se considera que las OSC contribuyen en general a combatir expresiones de este tipo. En otras palabras, aumentan el capital social de una comunidad.

Índice Civicus de Sociedad Civil 2010 Las organizaciones de la sociedad civil argentina registran un alto grado de confianza por parte de la comunidad.

Los voluntarios conforman cerca del 82% de los recursos humanos las OSC y son quienes encarnan los valores de compromiso individual y solidaridad imprescindibles para la existencia misma de la sociedad civil. Al respecto, en el estudio de TNS-Gallup Argentina 2010 se señala que cerca de uno de cada cuatro argentinos declara estar interesado en realizar o continuar realizando actividades de voluntariado durante el próximo año. Este potencial de participación y colaboración con las OSC estaría asociado a lo que posiblemente constituye el capital más importante que tiene la sociedad civil en relación con la población, esto es el nivel de confianza en las OSC, tanto desde el un punto de vista ético, como desde el punto de vista de las expectativas para promover cambios sociales. (TNS-Gallup, 2010)

Impacto social de las OSC DEBILIDADES Y FORTALEZAS Debilidades Fortalezas Reducido alcance de sus acciones. Debilidad institucional: precarios sistemas de administración y funcionamiento. Financiamiento discontínuo. Baja visibilidad de su trabajo ante la opinión pública y los medios. Alta tasa de movilidad de su personal lo que impide acumular experiencia y transmitirla. Profesionalización incompleta. Escasa diferenciación de roles y funciones. Poca intercomunicación con otras organizaciones. Mayor conocimiento de las necesidades de la población. Alta convocatoria. Alta capacidad de trabajo. Recursos humanos con una gran especialización. Eficacia para llegar a los sectores pobres. Promueven la solidaridad y el pluralismo. Prima la lógica del bien común. Creador de fuentes no tradicionales de trabajo Generan innvación en procesos y productos.

Como reserva y productor de capital social Podemos pensar la sociedad como creadora de tres tipos de capital, además de los recursos naturales, la tecnología, infraestructura o "capital financiero", se confirma ahora que el "capital humano" y el "capital social" son centrales al desarrollo.

Por otra parte, el fortalecimiento de la Sociedad Civil, la participación democrática y el capital social están muy estrechamente vinculados. .El Tercer Sector es un sujeto social con una lógica de funcionamiento particular porque trabaja con valores y con un papel central en el fortalecimiento de la participación democrática, a través de la expansión de nuevas formas de asociación, cohesión, organización social y valores solidarios. Esta lógica se percibe, también, en la búsqueda de una metodología de trabajo participativa donde se incluye la perspectiva del beneficiario. Pareciera que es en el ámbito de trabajo de las organizaciones de la sociedad civil donde pueden desarrollarse aquellas pautas que tienen como base los valores de la no competencia, la solidaridad, la participación y la independencia de los ciudadanos. En otras palabras, el capital social. Pero, ¿cómo se percibe el propio sector? ¿cómo lo define el resto de la comunidad?

Impacto en el PIB y en empleo Para Mario Roiter, y otros autores, las evidencias disponibles mostraron que, para el año 1995, los gastos operativos de las entidades que conformaban el sector social en Argentina ascendieron a 11.976 millones de pesos, lo cual representaban el 5% del PIB. Si se tomaba en cuenta el valor agregado o producto del sector, comparación que desde el punto de vista técnico resultaba adecuada, éste alcanzaba a 8.260 millones de pesos, equivalentes al 3,2% del PIB. Dicha participación revelaba la importancia que habían alcanzado las organizaciones sin fines de lucro en la economía nacional con alrededor de 395.000 empleos asalariados.

A estos puestos de trabajo asalariados correspondía adicionar el aporte de los voluntarios. Si bien sólo se contó con valores estimativos, la participación de trabajadores voluntarios en el sector era considerable. La cifra total de voluntarios, excluyendo las actividades religiosas, era cercana a un millón de personas para el año 1995. Si transforma el aporte de trabajo voluntario en empleo equivalente a las horas que en promedio trabaja un empleado a tiempo completo, se obtiene una cifra que representaría una fuerza de trabajo de 115 mil empleados adicionales los que, sumados al empleo remunerado del sector, arrojaba una cifra global que superaba a un equivalente de 510 mil personas empleadas a tiempo completo. Esto representaría un 4,7 % del total del empleo no agrícola de la economía argentina. Si se adicionaban a este cálculo las entidades religiosas –que originalmente no estaban incluidas- se obtenía una cifra de 665 mil personas, lo cual representaba aproximadamente el 6% del empleo no agrícola en Argentina

El trabajo voluntario, continua Roiter, suele ser valorado desde el ángulo del aporte personal para mejorar la sociedad en la que se vive, pero muy rara vez se lo ha considerado como una contribución con valor económico que aporta riqueza a los países. Con la intención de superar esta brecha, el Proyecto Comparativo Internacional de Medición del Sector sin Fines de Lucro, ha permitido obtener por primera vez evidencias empíricas en numerosos países sobre la importancia social y económica de estas entidades y sobre el significativo aporte que efectúan los voluntarios. (Roiter et al,1999; Roiter, 2001:3,4)

En la solución de los problemas sociales Según el Índice Civicus 2010 la Sociedad Civil Argentina ha podido responder a distintos desafíos y problemáticas sociales emergentes. Algunos de estos ejemplos incluyen multiplicación de organizaciones relacionadas con la pobreza y la marginalidad especialmente entre las décadas de 1990 y 2000. En general, se percibe que la sociedad civil tiene un impacto bastante elevado en las temáticas sociales según lo demuestra el cuadro

La evaluación del impacto en las temáticas sociales como pobreza, salud, promoción de derechos de grupos desfavorecidos, etc. es positiva. Incluso en la ausencia de datos- no es exagerado afirmar que ciento de miles de personas son beneficiarios directos de las actividades de la sociedad civil. Pero, se reconoce las dificultades del sector para coordinar estrategias en las temáticas en las que la escala excede el impacto de las OSC.

En otras palabras, en las consultas cualitativas realizadas por el Índice Civicus se pudo definir que aunque las organizaciones de la sociedad civil contribuyen en forma significativa en temáticas como la pobreza, educación, salud, entre otras, la escala y la complejidad de estos problemas excede por mucho a las capacidades de las propias entidades. Evaluado en forma global, el aporte de la sociedad civil sobre estos temas es considerado importante en el plano local pero si se mira el panorama nacional resulta ser un paliativo para innumerables situaciones puntuales de necesidad y vulnerabilidad, que requiere para aumentar el impacto de una respuesta articulada y una planificación de mediano y largo plazo.

Al proponerse visualizar algunas orientaciones para la acción, debe señalarse que varios de los aspectos involucrados en los temas de escala nacional quedan en parte fuera del alcance de las OSC y de la capacidad que hoy tienen de actuar conjuntamente, por ejemplo en lo que se refiere a la situación económica general del país y a los niveles de confianza interpersonal. Para mejorar los resultados actuales hay distintos dispositivos de comprobada eficacia, por ejemplo las alianzas con gobierno y empresas, la creación de redes de colaboración entre OSC, la realización de tareas de gestión asociada con la comunidad local, etc.

En estos temas trabajo desde hace mucho tiempo. De todas formas, y más allá de cifras y conceptualizaciones creo profundamente en que nuestras organizaciones son agentes de cambio social. Lo vivo día a día. Me levanto con entusiasmo porque creo que con nuestra tarea hacemos una diferencia.

Siempre tengo presente una frase de Peter Druker, que probablemente la he ido modificando con el tiempo, pero dice algo así: Una OSC no provee bienes o servicios. Su producto no es un par de zapatos, ni un reglamento, sino un ser humano cambiado. Nuestras organizaciones son agentes del cambio humano. Su producto es un paciente curado, una familia con vivienda, un niño que aprende, un joven transformado en emprendedor, vidas humanas enteramente cambiadas. Ese es el sentido que para mí tiene la existencia de las organizaciones de la sociedad civil.


Incluyo esta información que recibí en 2016- Hay tanta diferencia entre algunas de las cifras publicadas y aquellas que parecieran estar diponibles en los organismos estatales argentinos que convendría explorar esta aparente divergencia.

Se estima que en Argentina funcionan entre 80.000 y 120.000 organizaciones de la sociedad civil, pero ante un pedido de acceso a la información pública presentado por la Confederación de la Sociedad Civil, organización de tercer grado de la sociedad civil, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) manifestó tener en regla 7.637, y en la Inspección General de Justicia –donde se registran las fundaciones y las asociaciones civiles– manifestó que hay sólo unas 10.000 con personería vigente3


MercedesJones

EnciclopediaRelacionalDinamica: LaSociedadCivil (última edición 2021-12-06 15:13:53 efectuada por MercedesJones)