Longevidad Belleza



El Programa para una sociedad longeva se fundamenta en la necesidad de propiciar, apoyar e implementar estudios, investigaciones, descubrimientos científicos, avances tecnológicos, que contribuyan a definir la longevidad como una etapa vital saludable y gratificante, tanto para las personas, como para la sociedad a la que éstas pertenecen. De este modo, ser longevo se convierte en un horizonte prometedor y pleno de posibilidades, auténtico motor de crecimiento y factor continuo de mejora en nuestra relación y cultura social.

La longevidad nunca debe ser solo equivalente a retiro y, menos aún, a inacción, a ausencia de participación, a carencia de utilidad o productividad –entendida ésta, no sólo desde el punto de vista económico–, sino que ha de contemplarse como el momento privilegiado de la vida en el que lo ya aprendido se convierte en un verdadero capital individual y social, transferible al conjunto de la comunidad. Y en la base de nuevos y continuos aprendizajes.

Ser longevos es una forma de ser y de estar en un mundo felizmente integrado por personas que valoran y aprecian su bagaje existencial como un valioso patrimonio, pero que, al mismo tiempo, siguen movidas por proyectos, por la imprescindible vitalidad de la ilusión, por ideas de renovación. En suma, por la legítima aspiración a una vida mejor para sí mismos y para los demás.

Solo así las relaciones sociales se ampliarán y enriquecerán. Solo así la alcanzada prolongación de la vida no será únicamente el efecto de un comportamiento orgánico o biológico, sino el horizonte en el que individuos y sociedades puedan caminar conjuntamente, donde la experiencia alcance su valor irremplazable y el futuro sea la aspiración que siga energizando nuestra vida.

El Programa para una sociedad longeva supone un verdadero reto social y cultural. La puesta en marcha de un proceso de transformación en el que la duración de la vida se acompase con la extensión de la calidad de la misma. Un proceso posible, oportuno y de justicia. Un proceso que no admite demoras.

Formando parte de las acciones que se llevan a cabo en pos de estos objetivos se convocó la 3ª edición del Concurso de Fotografía que tenía como lema: “Vidas longevas: la vitalidad constante”.

En esta edición han participado 510 fotógrafos, procedentes de 46 países, que han presentado un total de 1.881.

La evaluación y selección de las obras ganadoras ha sido llevada a cabo por un jurado de reconocido prestigio, compuesto por José Antonio Díaz, Julio Galeote, Beatriz Martínez, Ana Palacios, Jorge Salgado y José Luis Amores, que han querido hacer constar, sobre esta 3ª edición, lo siguiente:

"El jurado de esta edición quiere destacar la gran participación y muy especialmente el elevado nivel fotográfico que ha experimentado el concurso en esta convocatoria.

Todos los miembros del jurado han coincido en la complicación que les ha supuesto seleccionar, no solo los finalistas, si no también y más específicamente los premiados, por la gran calidad de todos los trabajos presentados y en todas las categorías del concurso.

Queremos felicitar a todas las personas que han participado y animarlos a continuar ofreciendo a sus fotografías la maravillosa posibilidad de poder ser vistas, comentadas y disfrutadas por todos".

Esta actividad, como se ha indicado, forma parte del Programa para una sociedad longeva, está enmarcada en el Programa INTERREG V-A, España-Portugal, POCTEP, 2014-2020, del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).

Ganadores

A continuación, se indican las fotografías y los autores ganadores de los premios asignados a cada categoría, así como un texto explicativo facilitado por el Jurado del concurso:

Gran Premio CENIE

Título: Vitamina D

Autor: Winston Van Hughes Gomis (España)



Belleza, naturaleza y artificio. Las utopías del cuerpo post-natural

http://bibliotecadigital.iue.edu.co/jspui/bitstream/20.500.12717/193/1/iue_rep_pre_psi_botero_2018_belleza_corporal.pdf


BELLEZA DE LO EFÍMERO



edad y que resulta ser un mecanismo complejo. A través de la evasión se reafirma la importancia de la edad cronológica. Sin embargo, también conduce a vivir de acuerdo a la edad sentida o a la atribuida siempre que esté por debajo de la edad cronológica.


OTRA DE L´OREAL


apariencia. La identidad de las mujeres debe apoyarse en la premisa de la belleza, de modo que las mujeres se mantendrán siempre vulnerables a la aprobación ajena, dejando expuesto a la intemperie ese órgano vital tan sensible que es el amor propio (Wolf, 1991:18). Las mujeres no creen ser bellas hasta que logran el sello de aprobación oficial que poseen los hombres en nuestra cultura (Wolf, 1991: 120). Para considerar a una mujer bella, es fundamental la hiperdelgadez y la juventud. La dictadura del cuerpo es la exigencia llevada al extremo. Las mujeres son evaluadas con estereotipos rígidos difíciles que, independientemente de su modo de vida, resultan difíciles o imposibles de cumplir. Como afirma Marcela Lagarde: “Cualquier mujer en cualquier situación es evaluada por su belleza convertida en requisito mínimo para ser amada, para acceder a espacios y oportunidades, para ascender de posición, estatus y prestigio, para incidir y tener escucha y credibilidad, para tener poder e incluso, para ser feliz” (Lagarde, 2000: 108). La belleza es un supuesto moral de género que añade valor personal

androcéntrica se acompaña del juvenalismo, es decir, de la exigencia permanente de que las mujeres sean eternamente jóvenes o lo parezcan: “La sociedad patriarcal elige a las jóvenes y descarga mecanismos de exclusión para quienes no lo son. Hoy es una virtud femenina ser siempre joven y es un deber ser exigido a las adultas y a las viejas” (Lagarde, 2000: 112).

Congreso Internacional de Ciencias Antropológicas y Etnologías. C. de México, 4 de agosto