Marcelo Percia
- Marcelo Percia es un psicólogo, ensayista, docente universitario y psicoanalista argentino. Es profesor regular de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires. Invitado en otras universidades nacionales y extranjeras. Investiga tratamientos de las psicosis fuera de los manicomios.
https://www.revistaadynata.com/post/darse-a-la-lectura---marcelo-percia
- Aprendemos cómo amanecer cada vez y cómo partir.
- Revista Adynata
- 7 jul 2024
- No entregarse a la crueldad / Marcelo Percia
- Devastaciones incuban crueldades.
https://www.revistaadynata.com/post/no-entregarse-a-la-crueldad---marcelo-percia
- MARCELO
https://www.revistaadynata.com/post/darse-a-la-lectura---marcelo-percia
- 24. Dice Borges (1979) en una entrevista: “Creo que la frase ‘lectura obligatoria’ es un contrasentido; la lectura no debe ser obligatoria. ¿Hablamos de placer obligatorio? El placer no es obligatorio, el placer es algo buscado. ¿Hablamos de felicidad obligatoria? La felicidad también la buscamos. Yo he sido profesor de literatura inglesa durante veinte años en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y siempre les aconsejé a mis estudiantes: si un libro les aburre, déjenlo; no lo lean porque es famoso, no lo lean porque es moderno, no lo lean porque es antiguo. Si un libro es tedioso para ustedes, déjenlo; aunque ese libro sea el ‘Paraíso Perdido’ —para mí no es tedioso— o ‘el Quijote’ —que para mí tampoco es tedioso—. Pero si hay un libro tedioso para ustedes, no lo lean; ese libro no ha sido escrito para ustedes. La lectura debe ser una de las formas de la felicidad…”.
- Borges no concibe la lectura como imposición, sino como felicidad. Profesa una lectura hedonista: leer sólo por placer. La lectura como ensueño deseado.
- 25.No se trata de volver a repetir que la obligación mata al deseo. Deseos también pueden responder a obligaciones secretas. Se trata de decir que más allá de todas las obligaciones, por momentos se abre paso la dicha de leer. Y que eso puede ocurrir o no en las aulas. ¿Alcanza con sacar esa denominación de los programas? ¿Sustituirla por lecturas imprescindibles, lecturas urgentes, lecturas sugeridas, lecturas recomendadas, lecturas acompañantes, lecturas para salvar el mundo, lecturas con miedo, lecturas con rabia?
- 26. Cada vez que Borges se refirió a sus clases, insistía en que no enseñó literatura inglesa, sino en que trasmitió el amor por esa literatura. “O mejor dicho, ya que la literatura es virtualmente infinita, el amor a ciertos libros, a ciertas páginas, quizá a ciertos versos”. Sostenía que para dar a conocer una cosa bella antes se necesitaba haberla sentido.