Margaret Mead
- Para reflexionar: Un fémur roto y la civilización.«Hace muchos años, un estudiante le preguntó a la antropóloga Margaret Mead lo que ella consideraba ser la primera señal de civilización en una cultura.
- El alumno esperaba que Mead hablara sobre anzuelos, ollas de arcilla o piedras de afilar. Pero no. Mead dijo que la primera señal de civilización en una cultura antigua era un fémur (hueso del muslo) roto y cicatrizado.
- Mead explicó que en el reino animal, si te rompés la pierna, morís. No podes correr del peligro, ir al río para beber agua o cazar comida. Sos carne fresca para los depredadores. Ningún animal sobrevive a una pierna rota por tiempo suficiente para que el hueso se cure.
- Un fémur roto que cicatrizó es evidencia de que alguien tuvo tiempo para quedarse con el que cayó, trató la herida, llevó a la persona a un lugar seguro y cuidó de ella hasta que se recuperó.
- «Ayudar a alguien durante la dificultad es donde comienza la civilización» dijo Mead.
- (Del muro de Diana Marina Gamarnik que a su vez lo tomó de Sheila O Adan) Nota de la redacción: El egoismo que ha desarrollado como un modo de vida gran parte de la población nos aleja del concepto de civilización. Para salvarnos como sociedad debemos volver a los orígenes y recuperar el valor del entramado social, de la solidaridad, por encima del individualismo.
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- La teoría del género de Margaret Mead- Mead viajó para conocer tribus remotas en las que los roles de género no se parecen a los nuestros.
- El género: lo masculino y lo femenino, la mujer y el hombre. Tradicionalmente, ambos sexos han sido diferenciados y se ha considerado que tienen diferentes características y roles. La mujer pasiva, obediente y cariñosa que cría y cuida a los niños y su hogar. El hombre duro, dominante y agresivo, cuyo cometido es trabajar y proveer a la familia de sustento.
- Estos roles han sido a lo largo de la historia tenidos por ciertos y naturales, y han supuesto la crítica y repulsión hacia aquellas personas que se desviaban de ello. Incluso hoy en día no es infrecuente oír como crítica que alguien es poco masculino/femenina. Pero los roles de género no son algo natural sino una construcción social, que en diferentes culturas pueden no ser compartida. Al conocimiento de este hecho, que ha permitido con el tiempo la igualdad de género, ha contribuido en gran medida la teoría del género de Margaret Mead.