El cuidado se presenta, así, como una formidable fuente de recursos invisibles no incorporados al análisis económico micro ni macro, que también debe verse como un coste para los hogares y para las personas sobre quienes recae, mayoritariamente mujeres. Más allá de su dimensión científica, la autora plantea el reconocimiento social del cuidado, un trabajo no remunerado que no se distribuye por libre acuerdo, por un pacto social e intergeneracional explícito, sino que es el resultado de fuerzas coercitivas históricas que lo han asignado a las mujeres. La autora nos presenta el cuidado como una monumental fuente de recursos invisibles no incorporados a las narrativas económicas (sic) Aparece así, una nueva clase social: el cuidatoriado, que comparte con el antiguo proletariado características fundamentales: subordinación, ausencia de protección social, altísimo riesgo de pobreza, invisibilidad y marginación. Duran, M. Ángeles (2018) La Riqueza invisible del cuidado.Valencia. U.Valencia.

Campesinado, proletariado y cuidatoriado: similitudes y diferencias

Pero ¿qué es el cuidatoriado? Barajando alternativas

Tabla. Alternativas teóricas para delimitar el cuidatoriado

El cuidatoriado podría ser…

Pros y contras

Integrados, o no, productores y receptores del cuidado

Integrados, o no, cuidadores no remunerados y remunerados

Pros: ambos por separado son homogéneos. Conjuntamente tienen interés para estudiar relaciones internas y con otros grupos (como las Administraciones Públicas)

Contras: intereses, a veces, contrapuestos

Integrados o no, quien cuida como actividad principal y quien cuida como actividad secundaria

Contras: cuidadores a tiempo completo no remunerados baja proporción sobre total cuidadores no remunerados, poca fuerza numérica —ciclo de cuidados es largo, pero con pocas horas diarias

Quienes sientan pertenencia al grupo social, o no

Pros: cuando existe consciencia puede surgir la acción social

Contras: la pertenencia no es automática, necesita experiencias cognitivas y afectivas.

Un grupo incluido en la estructura de clases

Pros: las clases son ordinales, puede favorecer la creación de protagonista-antagonista

Contras: dificultad para ubicarlo en la estructura de clases, puede pertenecer a varios grupos o a ninguno

Fuente: Elaboración propia a partir de Durán (2018)

Como se observa en la tabla cualquiera de las alternativas puede ser válida. Sin embargo, descartaría dos opciones: la integración de productores y receptores del cuidado y la necesidad de la consciencia subjetiva de pertenencia al grupo social. La primera porque puede diluir, como bien indica Durán, el poder transformador del colectivo al equiparar a quien cuida y a quien recibe el cuidado. Un fragmento de La balada del café triste de Carson McCullers indica que, aunque el amor es una experiencia compartida, no es lo mismo ser amante que amado. Por analogía, en nuestro caso, aunque el cuidado es una experiencia compartida, no es lo mismo cuidar que ser cuidado. Por otro lado, con relación a la segunda alternativa, considero que no sentirse parte de una clase social no te exime de pertenecer a ella, pues la clase social se articula en base a una realidad material y, sea de mayor o menor agrado a nivel personal, la pertenencia a la misma no se puede decidir individualmente. Por eso, no considero apropiado formar teóricamente el cuidatoriado solo por las personas que se autoidentifiquen con el grupo, pues podría restar fuerza y generar tensiones con cuidadores que no se sientan parte de este por diversas razones. De las alternativas propuestas por Durán, sería partidario de entender como cuidatoriado a aquellas personas que se dediquen al cuidado, sea remunerado o no. El grupo sería bastante numeroso y, además, las demandas deberían dirigirse en primer lugar hacia las Administraciones Públicas para que mejoren las condiciones tanto de unos como de otros, aunque pudiesen existir ciertas discrepancias y tensiones entre remunerados y no remunerados.

Concluyendo

La contribución de María Ángeles Durán dando nombre —por tanto, vida— al conjunto de las personas que cuidan es valiente e innovador. Sin duda, se debe a su —doy fe— increíble capacidad para analizar los problemas sociales complejos desde una mirada viva, inquieta, amplia, dinámica, crítica y variada. Conseguir que el cuidatoriado tenga consciencia de sí mismo, que se construya como un agente social de cambio, con el fin de mejorar la vida de quien cuida y de quien es cuidado —implícita o explícitamente—, es de gran importancia. Si consideramos que los cuidados deben estar en el centro de la vida y de la economía, como seres interdependientes que somos, cuidar los cuidados es un imperativo de primer nivel. Y, en este aspecto Durán es, con todas sus aportaciones académicas y divulgativas, una gran cuidadora.


¿QUÉ ES EL CUIDATORIADO? Durán: "El cuidatoriado es la clase social emergente, formada por mujeres y con muy pocos derechos"

EL PREMIO

Para ella, “esto significa que se rompe la tentación de perpetuar dentro de un mismo estilo y yo creo que aunque soy una académica convencional, en el sentido de que me he movido siempre dentro de la universidad, también es cierto que traigo un perfil bastante distinto muy orientado a lo que sucede en la vida cotidiana y con muchísima implicación en movimientos sociales en España y fuera de España y eso es novedoso, por eso me alegro de que mis colegas lo hayan reconocido con el mayor premio de que dispone la profesión”.

Conviene recordar que María Ángeles Durán es la primera mujer en recibir éste galardón desde su creación en el año 2002. Durante la entrega del premio, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, elogió su labor que ha "arrojado luz sobre las zonas oscuras por las que ha transitado la vida de muchas mujeres sin reconocimiento".

JUBILACIONES

María Ángeles Durán: “La jubilación es una opción y no una obligación"ANTONIO CASTILLEJO MARTES 19 DE FEBRERO DE 2019 https://www.65ymas.com/personas-mayores/maria-angeles-duran-premio-naional-de-sociologia_181_102.html

Sin embargo, aunque la galardonada reconoce que “quien quiera acogerse a ese derecho puede hacerlo perfectamente, es importante continuar manteniéndose activo, incluso dedicándose a cuidar de sus familias”, también recuerda que hay gente que sufre el síndrome del abuelo secuestrado y sufre injustamente porque “los abuelos también tienen espalda y tienen su propia vida y derecho a irse al cine y a bailar y a pasear y a discutir o a lo que quieran y para muchos abuelos los nietos son una fuente enorme de alegría y una forma de estar conectados con el mundo, pero también hay casos en los que es un abuso y está claro que los abuelos deben estar protegidos contra ese abuso, para poder decir que no, que de ellos no se abusa ni para eso ni para nada”.

Por otra parte, como socióloga, Durán piensa que los retos que debe afrontar nuestra sociedad en poco tiempo serán “una revolución que jamás ha tenido precedente porque tenemos que cambiar de arriba a abajo, el lenguaje, la ética, la estética, por supuesto todas las leyes, la base económica, el diseño de las ciudades, las calles, la tecnología aplicada a los instrumentos como por ejemplo para que la letra de las instrucciones sea más grande o para que los tiempos de frenada se adecúen a que la gente caminará más lentamente. Va a tener que cambiarse absolutamente todo, la idea del amor, de cuales van a ser las relaciones amorosas entre las personas mayores … todo va a cambiar. Es imprescindible que se cambie y lo imprescindible hay que hacerlo posible, de lo contrario sería el suicidio de una sociedad que no sea capaz de mirarse al espejo y reconocerse como es”.

A sus 76 años esta mujer continúa teniendo metas profesionales y también quiere hacer más cosas que aún no sabe hacer. “Voy a seguir trabajando en la frontera que hay entre la economía y la sociología y creo que está por hacer una enorme contribución al campo económico de la sociología, la integración de los recursos no monetarizados que consumen y producen las personas que están fuera del mercado laboral por edad.

Los mayores, ahora mismo parece que son sujetos económicos que solamente consumen y no es así, los mayores son enormes productores de servicios y la sociedad, sobre todo de cara al futuro, hay que interpretarla desde todos los marcos y por supuesto, también desde el marco macroeconómico. Esa es mi meta profesional y a eso me estoy dedicando. Pero además hay tres cosas que hago muy mal y me encantaría aprender a hacerlas bien: cocinar, bailar y cantar en un coro. Eso sí, lo que hago bastante bien es cuidar de un precioso jardín que tengo en Extremadura y siempre que puedo, mi jardín está hecho una preciosidad, pequeñito, pero muy bonito. Pero a cocinar, bailar y cantar en un coro tengo que aprender”, concluye María Ángeles Durán.