- Marina Arias
- Empresas B: Desafío CAMBIAR LAS MENTES DE LAS PERSONAS
- Las empresas como agentes de cambio
- Existen en Argentina ¿hace más de 12 años?
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- ¿Qué son las nuevas economías?
- Marina Arias: las 3 claves de la nueva economía
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- Sistema B Argentina impulsa un cambio de paradigma en el mundo empresarial, promoviendo modelos de negocio que equilibran rentabilidad e impacto positivo en la sociedad y el ambiente.
- Entrevista por Desirée Jaimovich - 26 de marzo de 2025
- Sistema B Argentina es una organización que forma parte de un movimiento global que impulsa una nueva economía. Según Marina Arias, Licenciada en Comunicación Social y Directora Ejecutiva de la organización, este enfoque busca priorizar a las personas y al planeta en las decisiones económicas, desafiando la concepción tradicional de rentabilidad. «Pensar que el dinero puede estar en función de algo más» es el eje central de esta transformación, señala.
- Poner en el mismo lugar a lo social, lo económico y lo ambiental. People, profit, planet.
- El propósito de Sistema B es generar un cambio de paradigma en la manera en que las empresas operan y generan impacto. La organización considera que las empresas son actores clave en esta transición hacia una economía más equitativa y sostenible.
- La certificación B y su impacto
- Uno de los ejes fundamentales de su trabajo es la certificación B, un sello que avala la gestión empresarial bajo un modelo de triple impacto: económico, social y ambiental. No obstante, Arias aclara que la certificación no es el único propósito del movimiento: «Nosotros lo que impulsamos es el cambio de paradigma. Ese cambio principalmente tiene que ver con un cambio de mentalidad, con pensarnos de otra manera». En este sentido, la certificación funciona como una herramienta para demostrar que es posible gestionar empresas con altos estándares en estos tres aspectos.
- Para obtener la certificación B, las empresas deben atravesar una evaluación de impacto B, una herramienta gratuita y adaptable según la industria y el tamaño de la empresa. Arias destaca que esta evaluación se distingue del análisis financiero tradicional al considerar cinco dimensiones clave: trabajadores, medio ambiente, gobernanza, comunidad y clientes. «La evaluación de impacto B tiene unos 200 puntos. Una empresa promedio argentina tiene alrededor de 40 puntos. Para certificarse, debe superar los 80 puntos, lo que implica altos estándares de gestión», explica.
- El proceso de certificación es supervisado por B Lab, un socio global de Sistema B, y es el mismo en todos los países. Actualmente, más de 9.500 empresas en el mundo cuentan con esta certificación, lo que demuestra el crecimiento del movimiento y su impacto global.
- El rol de Sistema B en la transformación empresarial
- Arias también aclara que Sistema B no es una consultora que brinda asesoramiento personalizado a empresas para mejorar su impacto, sino que su rol es más amplio. «Nosotros no acompañamos de esa forma. Lo que hacemos es impulsar a las empresas en esa transformación y brindar herramientas», subraya.
- Uno de los aspectos clave de esta transformación es la adopción de modelos de negocio de impacto, que van más allá de la responsabilidad social empresaria (RSE). Para Arias, esto implica repensar la razón de ser de las empresas: «Pensar la empresa desde la solución. Tener un propósito más allá de la rentabilidad». En consecuencia, a medida que la empresa crece, también lo hace el impacto positivo que genera.
- Ejemplos de impacto: el caso de Grupo Mitre
Como ejemplo del impacto de la certificación B, menciona el caso de Grupo Mitre, una empresa de demoliciones en Argentina que ya tenía incorporado el reciclaje en su modelo de negocio. Al conocer Sistema B, descubrieron que muchas de sus prácticas estaban alineadas con el movimiento, pero la evaluación de impacto B les permitió estructurar mejor sus procesos y asegurar la sostenibilidad de sus acciones. «Lo que trae la evaluación es mucho proceso. ¿Cómo demostrás lo que hacés? ¿Cómo asegurás que más allá de tu voluntad eso sea intrínseco a la empresa?», reflexiona Arias.
- La certificación también los llevó a cuestionarse otras dimensiones de su impacto, como la inclusión de mujeres en un sector tradicionalmente masculinizado como la construcción. «En una obra, ¿tenés mujeres? Habitualmente no nos preguntamos eso», menciona. Grupo Mitre decidió incorporar mujeres en sus equipos de trabajo, lo que inicialmente generó resistencia y desafíos operativos, como la necesidad de adaptar la infraestructura de las obras. Con el tiempo, lograron avances significativos y hoy cuentan con la primera maquinista mujer en Latinoamérica, lo que les ha valido reconocimiento y premios en el sector.
- Un cambio de paradigma irreversible
- En un contexto global donde algunos discursos parecen retroceder en temas de diversidad, inclusión y sostenibilidad, Arias sostiene que el cambio de paradigma es irreversible para quienes han desarrollado una nueva conciencia sobre estos temas. «Cuando uno entiende las cosas de otra forma y tiene otra mirada profundamente, es algo que no se puede frenar». Aunque reconoce que algunas organizaciones han dado marcha atrás en sus compromisos con la diversidad y la equidad, considera que esto evidencia que el discurso previo no estaba completamente consolidado.
- Desde su perspectiva, el impacto positivo de las empresas no solo es una cuestión ética, sino también estratégica. En un mundo donde los consumidores y las nuevas generaciones valoran cada vez más el compromiso con el bienestar social y ambiental, las empresas que incorporan estos principios pueden diferenciarse y generar valor sostenible en el tiempo. «La evaluación de impacto B y nuestra propuesta tienen más que ver con este cambio cultural, una especie de despertador de que podemos hacer las cosas de otra manera», concluye Arias.
- En definitiva, el movimiento B busca demostrar que es posible un modelo de negocio donde la rentabilidad y el impacto positivo vayan de la mano. A través de la certificación B, la capacitación y el acompañamiento a empresas, Sistema B Argentina continúa impulsando una transformación que, aunque enfrenta desafíos, parece estar consolidándose como una nueva forma de entender el éxito empresarial.
- Marina Arias: “Mar del Plata es la región que más ha crecido en los últimos años con el Sistema B”
- mayo 21, 2025
- La directora ejecutiva de Sistema B en Argentina, Marina Arias, destacó la potencia de la ciudad desde dicho paradigma de negocios. Qué implica el “triple impacto” y qué supone para una empresa obtener la certificación.
- Por Thom Lahitte
- En el año 2006, tres amigos universitarios fundaron “B Lab” con una premisa: había una forma mejor de hacer negocios para los trabajadores, las comunidades y el planeta. La iniciativa se extendió a todos los continentes donde compañías de distintas rubros se iniciaron en una nuevo paradigma empresarial.
- En 2012, bajo la denominación de “Sistema B”, dicha mirada arribó a América Latina. Marina Arias, directora ejecutiva de la entidad en Argentina, dialogó con Bacap en torno a este paradigma de negocios que encuentra en Mar del Plata un punto de interés y crecimiento.
- -¿A qué llaman el “triple impacto”?
- -Gestionar desde el triple impacto es tener en cuenta desde la empresa no solo las ganancias, el rendimiento económico, sino que sus decisiones también involucren al mismo nivel de importancia lo social y lo ambiental. Entonces, a la hora de tomar decisiones, poner a las personas y el planeta en el centro de la escena. Eso seguramente nos haga tomar caminos diferentes a las que tomaría hoy la economía tradicional.
- -En ese sentido, ¿cualquier rubro o cualquier empresa podría obtener la certificación? ¿qué ocurre por ejemplo con una minera?
- -A ver, hay empresas que no pueden ser B como la venta de armas o la pornografía. El resto de las empresas pueden ser. Ahora los requisitos no son los mismos de acuerdo al impacto que tienen. No es lo mismo una empresa de servicios de dos personas que una minera El impacto que genera es tan alto que la certificación se pone durísima. Entonces, lo puede hacer sí, pero tiene que ser una maravilla. No existe. Hoy no existe. Hay un montón de requisitos que debe tener una empresa. Es más, una empresa que trabaja para una minera, un proveedor, también tiene que tener cuestiones mínimas para certificar.
- -Más allá del sello, ¿ser empresa “B” otorga acceso a créditos o otro tipo de beneficios? ¿Qué otro elemento suma la certificación?
- -Primero que nada, la certificación B es un sello que permite corroborar que lo que dice lo hace. Entonces ya lo pone en un lugar diferencial respecto al resto de las empresas. Eso hace que sea parte de una comunidad de hoy casi 10.000 empresas en el mundo y una comunidad de triple impacto de empresas comprometidas, es decir, tienen networking global.
- Por otra parte, están preparadas para la recepción de talento. Hoy cada vez más las personas eligen más donde desplegarlo. Lo mismo pasa con los clientes, cada vez tenemos consumidores que entienden más de qué estamos hablando y empiezan a elegir cuál es su consumo. Luego hay una situación vinculada a las leyes. Por ejemplo, para exportar a Europa, se requieren distintos tipos de certificaciones y la B empieza a ser una de ellas. También tenemos casos como el de Mendoza, que por ordenanza establece compras públicas de impacto, es decir, son priorizadas. Además existen bancos y mercados para los que el sello B opera como un diferencial para el acceso a financiamiento.
- -Hablaste de leyes. ¿En qué estado se encuentra la legislación que impulsan desde Sistema B?
- -Es una ley que tiene casi la misma edad del movimiento. En el 2015 tuvo media sanción y después cayó porque no se volvió a tratar en el Senado. Para la Argentina es un ropaje jurídico a la ley de sociedades, o sea, una S.A. BIC, que es la denominación de beneficio de interés colectivo e implica reconocer a una empresa de triple impacto. Hoy una empresa solo puede ser, por ley, un agente de lucro. De esta forma nosotros podemos reconocer a cualquier empresa que sea BIC, S.A BIC, S.R.L-BIC y potenciarla. Porque no es lo mismo una empresa que contamina que una que no contamina. No es lo mismo una empresa que da trabajo a una empresa que desarrolla personas. No tiene ningún beneficio asociado, solamente es un reconocimiento. Pero sería algo maravilloso porque en vez de estar hablando de 250 empresas B que tienen un sello privado, etc., podríamos estar hablando de miles de empresas en la Argentina potenciando un ecosistema de impacto que va en beneficio del bien común, personas y planeta.
- -La primera certificación en Mar del Plata ocurrió hace poco más de diez años, ¿cómo ve a la ciudad y qué análisis hace de ese período?
- -Mar del Plata es la región que más ha crecido en los últimos años. Yo creo que tiene muchos condimentos, creo que tiene muchas empresas y mucho potencial. Están muy vinculados al mar y eso les da una conciencia diferente tal vez en entender lo que estamos proponiendo. Hay muchas empresas familiares y eso también tiene un ADN diferente en cómo surge para darle de comer al que tiene al lado, con impacto en su comunidad. La verdad que es muy bueno como viene creciendo Mar del Plata en ese sentido y nosotros estamos para potenciarlo y ayudarlo Por eso queremos trabajar fuerte acá.
- Marina Arias en la presentación de Cook Master, una empresa B que brindará servicios en el penal de Batán.
- Mar del Plata, presente y futuro
- El 11 y 13 de junio habrá un encuentro iberoamericano del movimiento B en Mendoza. En materia regional, además de la provincia anfitriona, habrá una delegación marplatense, lo que marca el lugar que ocupa dentro del paradigma por su presente pero también el futuro.
- En noviembre del 2024, la ciudad fue sede del “Día B”, un evento que reunió a cientos de referentes para promover una nueva economía. En la actualidad en Mar del Plata existen 5 Empresas B Certificadas: Lucenza, Kalmar, Lulea, CEDEAC, y Sarasanegro.
- Marina Arias: "Somos activistas porque impulsamos un cambio veloz"
- 28 de abril 2025
- Arias señaló que hay 256 empresas B en Argentina y 9.700 en el mundo: "No esperamos que todas las empresas sean B: las B son un faro. Queremos que marquen la ruta, que demuestren que es así y que es posible".
- "Las industrias con las que trabajamos son super variadas. Tenemos de todo tipo, de todos los tamaños, lideradas de distintas formas. Eso habla de la convicción de las personas. Luego va a ser una ola; va a ser la norma, pero quienes apuntalaron el movimiento desde el 2012 tienen mucha convicción", reflexionó.
- En esa tónica, manifestó: "Hay mucha convicción del empresariado de pensar el negocio como algo que aporte a la sociedad; es repensarnos, pensarnos diferente. Tiene que ver con una evolución de la sociedad".
- Repasando los inicios de Sistema B, recordó que sus fundadores estaban muy preocupados por los servicios ecosistémicos y su degradación, que ya eran empresarios y trataban de ver cómo revertir eso: "Desde sus empresas, buscaban soluciones desde el mercado".
- "El Estado y la sociedad civil no somos suficientes para traccionar el cambio, y menos cuando el mercado nos está jugando en contra. Qué importante es que las empresas se sientan parte de la sociedad de la que forman parte. Si son parte, todos colaboramos sobre el bien común. Hay que transformar esa mentalidad. Después está el poder del mercado como traccionador del cambio rápido", lanzó.
- Para Arias, todo lo que ocurre tiene que ver con una evolución de la sociedad: "Hasta acá lo hicimos así y no funcionó. Tenemos los pioneros demostrando que es posible. Tenés una empresa muy chiquita que arranca con los reciclables y tenés a Natura traccionando y haciendo regeneración en el Amazonas".
- "La evaluación de impacto B es libre y gratuita y está en la página de Sistemas B. Esta es una herramienta diferente, que sobre todo nos hace pensar distinto", sostuvo Arias durante su intervención. El proceso, dijo, es "super arduo" pero es un proceso de transformación: "Eso es lo que valoran las empresas, el proceso de transformación que tuvieron para llegar a los objetivos".
- Arias agregó: "Somos activistas porque impulsamos un cambio veloz. No tenemos tanto tiempo". Por otra parte, evaluó que el gran valor en este momento "tiene que ver con poder entendernos de una manera diferente y tener una hoja de ruta de mejora".
- "Estamos en un momento de convicción"
- Por último, Arias reflexionó: "Estamos en un momento de convicción; es un momento donde se están bajando del green washing y los empresarios que están convencidos de que este es el camino y es el futuro van para adelante. Hay que encontrar las narrativas posibles".
- "No vamos a estar todos de acuerdo en todo, pero definitivamente vamos a estar de acuerdo en algunas cosas". "Es un momento de nuevos acuerdos", cerró.