Octavio Paz


Sexo, erotismo y amor son aspectos del mismo fenómeno, manifestaciones de lo que llamamos vida. La esencia de la existencia humana es la sexualidad que alimenta la llama doble: el amor y el erotismo.

Dia de publicación: 2007-05-27

El erotismo, nuestra ración de paraíso en la tierra:

Octavio Paz

Del amor, el erotismo y la sexualidad: Octavio Paz

� Sexo, erotismo y amor son aspectos del mismo fenómeno, manifestaciones de lo que llamamos vida. La esencia de la existencia humana es la sexualidad que alimenta la llama doble: el amor y el erotismo.

� El más antiguo de los tres, el más amplio y básico es el sexo, la fuente primordial; en tanto, el erotismo y el amor son formas derivadas del instinto sexual: cristalizaciones, sublimaciones y perversiones que transforman la sexualidad.

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La Llama doble, uno de los últimos ensayos de Octavio Paz, condensa la teoría del amor y más precisamente la teoría del erotismo del poeta mexicano; una especie de resumen de su trayectoria de vida, pensamiento y escritura.

� Donde traza ese sutil límite entre los tres dominios de la vida humana: la sexualidad, el erotismo y el amor.

� Mientras la sexualidad es lo mismo para hombres y animales; dice, el erotismo emerge exclusivo del ser humano; representa su sexualidad transfigurada por la imaginación, la voluntad y el deseo.

� En el cortejo animal las ceremonias son las mismas desde el principio, una aterradora y prodigiosa monotonía que en el mundo del hombre se vuelve aterradora y prodigiosa variedad.

� El erotismo es la poesía de la sexualidad humana, es invención y variación incesante. Se manifiesta en una infinita variedad de formas en todas las épocas y todas las tierras. Aleja la monotonía de la sexualidad animal al trascenderla y transformarla.

� Lo erótico es la comprensión no intelectual sino sensible de la sexualidad; el saber de los sentidos que sin perder sus poderes, se convierten en servidores de la imaginación y nos hacen oír lo inaudito y ver lo imperceptible.

� Al trascender la sexualidad animal, hombres y mujeres inventan el erotismo, ceremonia, representación, sexualidad transfigurada, metáfora, poesía que niega la función reproductiva y se convierte en deseo sin fin.

� En esta filosofía del amor, el premio Nóbel de literatura 1990, habla de la imaginación como el personaje invisible y siempre activo en todo encuentro erótico; encuentro que se conduce indefectiblemente por la fantasía que provoca el deseo.

����������� Siendo el erotismo es en sí mismo deseo, es claro que cambia con los climas y las geografías, las sociedades y la historia, los individuos y los temperamentos; también con las ocasiones, el azar y la inspiración del momento.

� Es este un ensayo de historia de la sexualidad y reflexión de la moral, el autor descubre que en culturas tan distintas como las que se rigen por la religión budista y cristiana, existe una relación indisoluble entre la sexualidad y lo sagrado. Así, el erotismo encarna tanto en el solitario religioso como en el libertino, y en ambos casos se niega la reproducción y se busca la liberación personal.

����������� A la imagen de la llama recurre el poeta para considerar que la sexualidad es la llama, parte sutil del fuego que se eleva y levanta en figura piramidal; que sostiene a su vez dos llamas en su interior, una roja, la del erotismo y otra azul, la del amor.

����������� Las metáforas del poeta mexicano en esta obra de 1994 se suceden incesantemente y también recurre a la imagen de la planta para describir la esencia humana; donde la raíz es el sexo; el tallo el erotismo y la flor, el amor; mientras el fruto sigue siendo el misterio de la existencia.

El poeta, filósofo e historiador considera la sexualidad como el pivote del amor y el erotismo. Los que también encuentran su diferencian; mientras el amor se concentra en una persona determinada, única, que acapara toda la atención y entusiasmo; el erotismo es libre elección que no se sustenta en la fidelidad.

El ser humano, que es nostálgico, busca el amor en respuesta a su soledad, busca la comunión y comunicación con la “otredad”. La carencia del amor es carencia del “otro”, su plenitud, la reunión.

A través de este trabajo, logrado a partir de apuntes y reflexiones de de toda la vida del ex embajador de México en la India, se describe la esencia de la existencia humana, donde la sexualidad es el punto principal junto con sus derivaciones culturales y sociales: el amor y el erotismo.

En La Llama Doble el autor de El Laberinto de la Soledad se pregunta y responde al cuestionamiento de ¿qué provecho obtenemos cuando alcanzamos el amor y experimentamos en erotismo?�

Nos sentimos felices, expone, y como los hombres aspiran a la felicidad y la quieren para siempre, durante toda su vida buscan la realización de la sexualidad con la sublimación que da el amor y el erotismo.

Octavio Paz; La llama doble: amor y erotismo.

Ed. Seix Barral, México, 1993; 223 pp.


El erotismo de acuerdo a Octavio Paz está vinculado con la poesía:

La relación entre erotismo y poesía es tal que puede decirse, sin afectación, que el primero es una poética corporal y que la segunda, es una erótica verbal.(…) La imagen poética es abrazo de realidades opuestas y la rima es cópula de sonidos; la poesía erotiza al lenguaje y al mundo porque ella misma, en su modo de operación, es ya erotismo. Y del mismo modo: el erotismo es una metáfora de la sexualidad animal. (La llama doble p.10).

El erotismo es exclusivamente humano, según bien señala Paz; el erotismo implica uso extensivo de la imaginación, y por ende variación; el sexo en cambio es repetición y no es exclusivo del ser humano: “El agente que mueve lo mismo al acto erótico que al poético es la imaginación. Es la potencia que transfigura al sexo en ceremonia y rito, al lenguaje en ritmo y metáfora”. (ob. cit. p.10)

El erotismo es una necesidad existencial como lo es la ficción (sea ésta en forma de poesía o no). La imaginación es talismán y refugio que permite crear el erotismo y la ficción para “protegernos” de la soledad destructiva.

Octavio Paz afirma que la sexualidad, el erotismo y el amor son tres caras de una misma realidad donde el sexo es la fuente primordial. De estas tres expresiones de la vida, el sexo funciona como”el centro y el pivote de esta geometría pasional” (ob. cit. p. 13)

Paz describe el erotismo como un fenómeno dialéctico también; capaz de brindarnos vida tanto como muerte. Eros está acompañado de Tanatos; nos ofrece la creación y la destrucción:

Sometidos a la perenne descarga eléctrica del sexo, los hombres han inventado un pararrayos: el erotismo. Invención equívoca, como todas las que hemos ideado, el erotismo es dador de vida y de muerte (…) El erotismo defiende a la sociedad de los asaltos de la sexualidad pero asimismo, niega a la función reproductiva. Es el caprichoso servidor de la vida y de la muerte. (Paz, ob. cit. p. 17)

El erotismo implica “sed de otredad”. A lo largo de la historia las grandes religiones han creado, según apunta Paz: “ritos y liturgias en las que la carne y el sexo son caminos hacia la divinidad (…) Y lo sobrenatural es la radical y suprema otredad”. (Paz, ob. cit. p.20).

En el poema “Palpar”, del poemario Salamandra, Paz grafica en imágenes su discurso sobre el erotismo:

Palpar

Mis manos abren las cortinas de tu ser te visten con otra desnudez descubren los cuerpos de tu cuerpo. Mis manos inventan otro cuerpo a tu cuerpo.

El erotismo es esa búsqueda desesperada y urgente de la “otredad” y el vehículo que posibilita la búsqueda es la imaginación: “Mis manos inventan otro…”

El erotismo sale al encuentro del ser: “Mis manos abren las cortinas de tu ser”, “te visten con otra desnudez”. El erotismo no sólo es búsqueda, es también hallazgo: “descubren los cuerpos de tu cuerpo”.

En el poema: “Maithuna”, del poemario: Hacia el Comienzo, Paz escribe un hermoso verso:

Anoche en tu cama éramos tres: tú yo la luna

La símbología de la luna es dual; representa la vida y la muerte, como el erotismo

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EnciclopediaRelacionalDinamica: OctavioPaz (última edición 2023-03-23 19:50:41 efectuada por MercedesJones)