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 Zygmunt Bauman. 2009. Múltiples culturas, una sola humanidad, Buenos Aires. Katz Editores.
+ "Si perdemos la esperanza será el fin, pero Dios nos libre de perder la esperanza"
 * "Muchas culturas: ésa es la realidad. Una sola humanidad es un destino, un propósito. Existe un tercer elemento entre la multiplicidad de culturas y la humanidad única: la frontera. Estamos obsesionados por las fronteras, a causa de la desesperanza de nuestras esperanzas, de nuestros intentos desesperados de dar con soluciones locales para problemas globales. Tales soluciones no existen. En nuestro mundo cada vez más globalizado hay política local sin poder, y poder global sin política. Sufrimos la incertidumbre, los miedos y las pesadillas que emanan de procesos sobre los que carecemos de control, de los que sólo tenemos un conocimiento muy parcial y que somos demasiado débiles para dominar."


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Sobre este último punto, la sociología debe adoptar, según Bauman, un razonamiento que se ajuste a las narrativas y a la historia de los sujetos, con el fin de comprender y promover los encuentros con el “otro”. Tiene también como tarea desplazar las naturalizaciones sociales, es decir, los elementos que conforman el sentido común. En palabras de Bauman, “la sociología es una actividad crítica, en la medida en que lleva a cabo una continua deconstrucción derridiana de la percepción de la realidad social (...)” (Bauman, 2014: 41).  * Sobre este último punto, la sociología debe adoptar, según Bauman, un razonamiento que se ajuste a las narrativas y a la historia de los sujetos, con el fin de comprender y promover los encuentros con el “otro”. Tiene también como tarea desplazar las naturalizaciones sociales, es decir, los elementos que conforman el sentido común. En palabras de Bauman, “la sociología es una actividad crítica, en la medida en que lleva a cabo una continua deconstrucción derridiana de la percepción de la realidad social (...)” (Bauman, 2014: 41).
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Una vez que los seres humanos, además de ser los objetos de nuestro estudio, se convierten también en parte de nuestro diálogo, que es un diálogo pensado para servir a sus necesidades y responder a sus dilemas, los sociólogos pierden el lujo del que disfrutan las ciencias de lo no humano: el privilegio de ignorar cualquier opinión que tengan sus objetos de estudio, ejerciendo una plena, indivisible e inalienable soberanía profesional, a la hora de crear sentido y a la hora de decidir lo que es verdad y lo que no lo es (Bauman, 2014: 119).  * Una vez que los seres humanos, además de ser los objetos de nuestro estudio, se convierten también en parte de nuestro diálogo, que es un diálogo pensado para servir a sus necesidades y responder a sus dilemas, los sociólogos pierden el lujo del que disfrutan las ciencias de lo no humano: el privilegio de ignorar cualquier opinión que tengan sus objetos de estudio, ejerciendo una plena, indivisible e inalienable soberanía profesional, a la hora de crear sentido y a la hora de decidir lo que es verdad y lo que no lo es (Bauman, 2014: 119).
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Siguiendo esta misma línea, el autor aboga por la entrega de información para que cada sujeto observe su posición en la sociedad y dimensione las estructuras sociales que la moldean. A este respecto, podríamos hacer un paralelo con la propuesta del sociólogo francés Pierre Bourdieu (Bourdieu, 2006) respecto al socioanálisis, esa fórmula por la que analizamos nuestros “códigos genéticos sociales” con el fin de conocer nuestro posicionamiento y formación dentro del espacio social.  * Siguiendo esta misma línea, el autor aboga por la entrega de información para que cada sujeto observe su posición en la sociedad y dimensione las estructuras sociales que la moldean. A este respecto, podríamos hacer un paralelo con la propuesta del sociólogo francés Pierre Bourdieu (Bourdieu, 2006) respecto al socioanálisis, esa fórmula por la que analizamos nuestros “códigos genéticos sociales” con el fin de conocer nuestro posicionamiento y formación dentro del espacio social.
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En términos generales, ¿Para qué sirve realmente un sociólogo? es un libro que permite entrever los engranajes que articulan el pensamiento de Bauman, y así comprender mejor sus reflexiones teórico-metodológicas; es también un libro que explicita los fundamentos de la sociología y sus implicaciones para el debate sobre la intervención en la sociedad y la construcción de la misma. En el texto se puede apreciar también trasversalmente el cuestionamiento del autor a los investigadores que apelan a una supuesta neutralidad de la sociología en el análisis de lo social, invocando el axioma epistemológico de la neutralidad axiológica.  * En términos generales, ¿Para qué sirve realmente un sociólogo? es un libro que permite entrever los engranajes que articulan el pensamiento de Bauman, y así comprender mejor sus reflexiones teórico-metodológicas; es también un libro que explicita los fundamentos de la sociología y sus implicaciones para el debate sobre la intervención en la sociedad y la construcción de la misma. En el texto se puede apreciar también trasversalmente el cuestionamiento del autor a los investigadores que apelan a una supuesta neutralidad de la sociología en el análisis de lo social, invocando el axioma epistemológico de la neutralidad axiológica.
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Por todo lo expuesto, podemos afirmar que el presente texto permite un acceso a lo más íntimo del pensamiento de Bauman, y un recorrido grosso modo de sus planteamientos y de su posición como investigador comprometido con lo social, de donde derivan esa agudeza y responsabilidad (política) del que tendrían que hacer gala todos los científicos sociales.  * Por todo lo expuesto, podemos afirmar que el presente texto permite un acceso a lo más íntimo del pensamiento de Bauman, y un recorrido grosso modo de sus planteamientos y de su posición como investigador comprometido con lo social, de donde derivan esa agudeza y responsabilidad (política) del que tendrían que hacer gala todos los científicos sociales.
  • Zygmunt Bauman. 2009. Múltiples culturas, una sola humanidad, Buenos Aires. Katz Editores.

+ "Si perdemos la esperanza será el fin, pero Dios nos libre de perder la esperanza"

  • "Muchas culturas: ésa es la realidad. Una sola humanidad es un destino, un propósito. Existe un tercer elemento entre la multiplicidad de culturas y la humanidad única: la frontera. Estamos obsesionados por las fronteras, a causa de la desesperanza de nuestras esperanzas, de nuestros intentos desesperados de dar con soluciones locales para problemas globales. Tales soluciones no existen. En nuestro mundo cada vez más globalizado hay política local sin poder, y poder global sin política. Sufrimos la incertidumbre, los miedos y las pesadillas que emanan de procesos sobre los que carecemos de control, de los que sólo tenemos un conocimiento muy parcial y que somos demasiado débiles para dominar."
  • Bauman, Zygmunt. 2014. ¿Para qué sirve realmente...? un sociólogo. España: Paidós, 160p. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2007-81102017000200133

  • Desde lo personal me intriga saber ¿Por qué seguiste sociología? Pero, además junto con Zygmunt Bauman te pregunto hoy ¿Qué puede conseguir la sociología?
  • COMENTARIOS DE FELIPE SANTELICE *(*Sociólogo, Universidad de La Frontera (Chile). Maestro en Estudios Políticos y Sociales por la Universidad Nacional Autónoma de México. Sus áreas de interés son las siguientes: epistemología, sociología de la cultura y la educación.
  • El último capítulo del libro se titula: ¿Qué puede conseguir la sociología? Este apartado se propone dialogar sobre el malestar social, que en un primer momento se concentró en las condiciones de existencia del proletariado, y que ahora pasa a reflejar las del precariado. Se trata de una guía para la construcción de lo público y una reorientación del poder y de lo político, entendiendo este último como “(...) la habilidad de decidir qué cosas han de hacerse y cuáles no” (Bauman, 2014: 146) para enfrentar dicho malestar.
  • En el primer capítulo titulado ¿Qué es la sociología?, Bauman aborda tres cuestiones: 1) el estatuto epistemológico de la sociología y los “códigos genéticos” que le dan identidad y diferenciación frente a otras ciencias, como las nomológicas, con las que muchas veces ha tratado de compararse y a las que ha tratado de imitar; esto se echa de ver en la pretensión de generar grados de similitud con las “ciencias duras” apropiándose de modelos de análisis propios de las mismas. 2) la necesidad de generar y potenciar el conocimiento de la sociedad a través de la imaginación sociológica, como ya proponía en su tiempo el sociólogo estadounidense Wright Mills; 3) el problema de la relación que se debe establecer frente al “otro”, a ese “otro” desconocido y múltiple.
  • Sobre este último punto, la sociología debe adoptar, según Bauman, un razonamiento que se ajuste a las narrativas y a la historia de los sujetos, con el fin de comprender y promover los encuentros con el “otro”. Tiene también como tarea desplazar las naturalizaciones sociales, es decir, los elementos que conforman el sentido común. En palabras de Bauman, “la sociología es una actividad crítica, en la medida en que lleva a cabo una continua deconstrucción derridiana de la percepción de la realidad social (...)” (Bauman, 2014: 41).
  • En el segundo capítulo, ¿Por qué ser sociólogo?, Bauman aporta su experiencia personal sobre el desarrollo de su propio programa de investigación. Según el autor, sus inicios se sitúan en la discusión de los trabajos de Karl Marx y E. P. Thompson respecto a la clase obrera y su papel como precursora de la emancipación; pero luego se fue conformando en su obra la idea de que la política se rige por la dinámica procedimental del voto, más que por un interés real de acción social. De modo específico, Bauman pone de manifiesto que la política -bajo el supuesto de ordenar las demandas y de apoyar la acción de los individuos para su desarrollo en sociedad-, ha sido secuestrada por la lógica del voto, en lugar de orientarse por la comprensión y la gestión de la realidad. Por eso, aunque en la esfera política se tiene un conocimiento relativo de los mecanismos que dificultan el desenvolvimiento de los sujetos, no por ello se toman las medidas o acciones necesarias para neutralizarlos.
  • Para profundizar lo expuesto, el autor encabeza su tercer capítulo con la pregunta: ¿Cómo hacer sociología? Uniendo cabos respecto al conocimiento de las experiencias de los sujetos, Bauman propone explorar las instancias y canales de decisión, de los que los agentes sociales disponen, para concertar nuevos caminos de acción y de razonamiento, con el fin de enfrentar los diversos malestares que los aquejan. No se trata de asignar a la sociología un papel de mesianismo o guía, sino simplemente de una propuesta o disposición a denunciar el cómo funcionan las cosas; de cuestionar el orden establecido y de promover un autoconocimiento y la responsabilidad por parte del sujeto. En sus propias palabras:
  • Una vez que los seres humanos, además de ser los objetos de nuestro estudio, se convierten también en parte de nuestro diálogo, que es un diálogo pensado para servir a sus necesidades y responder a sus dilemas, los sociólogos pierden el lujo del que disfrutan las ciencias de lo no humano: el privilegio de ignorar cualquier opinión que tengan sus objetos de estudio, ejerciendo una plena, indivisible e inalienable soberanía profesional, a la hora de crear sentido y a la hora de decidir lo que es verdad y lo que no lo es (Bauman, 2014: 119).
  • El último capítulo del libro se titula: ¿Qué puede conseguir la sociología? Este apartado se propone dialogar sobre el malestar social, que en un primer momento se concentró en las condiciones de existencia del proletariado, y que ahora pasa a reflejar las del precariado. Se trata de una guía para la construcción de lo público y una reorientación del poder y de lo político, entendiendo este último como “(...) la habilidad de decidir qué cosas han de hacerse y cuáles no” (Bauman, 2014: 146) para enfrentar dicho malestar.
  • Siguiendo esta misma línea, el autor aboga por la entrega de información para que cada sujeto observe su posición en la sociedad y dimensione las estructuras sociales que la moldean. A este respecto, podríamos hacer un paralelo con la propuesta del sociólogo francés Pierre Bourdieu (Bourdieu, 2006) respecto al socioanálisis, esa fórmula por la que analizamos nuestros “códigos genéticos sociales” con el fin de conocer nuestro posicionamiento y formación dentro del espacio social.
  • En términos generales, ¿Para qué sirve realmente un sociólogo? es un libro que permite entrever los engranajes que articulan el pensamiento de Bauman, y así comprender mejor sus reflexiones teórico-metodológicas; es también un libro que explicita los fundamentos de la sociología y sus implicaciones para el debate sobre la intervención en la sociedad y la construcción de la misma. En el texto se puede apreciar también trasversalmente el cuestionamiento del autor a los investigadores que apelan a una supuesta neutralidad de la sociología en el análisis de lo social, invocando el axioma epistemológico de la neutralidad axiológica.
  • Por todo lo expuesto, podemos afirmar que el presente texto permite un acceso a lo más íntimo del pensamiento de Bauman, y un recorrido grosso modo de sus planteamientos y de su posición como investigador comprometido con lo social, de donde derivan esa agudeza y responsabilidad (política) del que tendrían que hacer gala todos los científicos sociales.

EnciclopediaRelacionalDinamica: ZygmuntBauman (última edición 2024-01-12 18:44:30 efectuada por MercedesJones)