François Jullien


La obra de François Jullien toma como punto de partida la separación entre el pensamiento europeo y el pensamiento chino así como el diálogo entre las dos culturas, en ámbitos como la moral en (Dialogue sur la morale), las lógicas de los sentidos (Le Détour et l'accès), el arte (Éloge de la fadeur, Le Nu impossible), la estrategia (Traité de l'efficacité), la creación poética, las relaciones entre maestros y discípulos. El proyecto de Jullien no es solo el de restituir el contenido doctrinal de los tratados de la China clásica sino el de comprender el procedimiento intelectual específico que los anima.8​


Reseñas de “Una segunda vida” y “Des-coincidencia”, de François Jullien: ruptura suave La Voz del Interior | Javier Mattio

Sinólogo y académico destacado de su país, Jullien supone un contrapunto al fenómeno Byung Chul-Han: allí donde el filósofo surcoreano instalado en Berlín hace de la síntesis zen un camuflado efectismo que dicta lo que todos quieren escuchar, Jullien –europeo lanzado al estudio simbiótico de China– desactiva la sentencia fulminante con meditaciones de sentido abierto.

Su método obedece a un destilado, al despliegue de un friso tenue que sin embargo propone un entramado de temáticas ambicioso.

El arte, la ética, el amor, el psicoanálisis o la religión han sido abordados por el intelectual en un abanico de superposiciones del que viene dando cuenta de manera ininterrumpida El Cuenco de Plata –con traducciones de Silvio Mattoni–. Una segunda vida y Des-coincidencia constituyen las últimas entregas de ese rompecabezas en armado, ambos ilustrativos de la lógica inmanente que cultiva Jullien.

El sujeto reformado se arroja así a una libertad exterior que lo saca de la clausura del yo y le permite retomar su vida con una mayor radicalidad (“se propone comenzar mejor, intentar y arriesgar mejor, de manera más decidida”, escribe Jullien). Lejos de acceder a una sabiduría o verdad de cuño tradicional, se promueve un estado lúcido y alerta capaz de mantener a raya adherencias y comodidades por medio del desengaño.

Des-coincidencia: de dónde vienen el arte y la existencia ahonda en la matriz procesual equiparando la “segunda vida” al paso del clasicismo a la modernidad. Si esa etapa histórica es vista usualmente como una ruptura, un barajar y dar de nuevo ejemplificado en las obras artísticas de Picasso o Mallarmé, Jullien recurre a la noción de descoincidencia (una disidencia interna antes que un abismo) para repensarla.

El corolario es un continuum sin inicios ni dualidades, un devenir negativo de resonancia ética. La modernidad sitúa al juego por sobre todo fundamento a la vez que promociona un progreso múltiple y no lineal: el ser deja paso al vivir.


Todo lo que hay que atreverse a soltar para vivir de verdad: lecciones del filósofo François Jullien Infobae | Luciano Luterau

“Esta ‘segunda vida’ proviene de la inmanencia misma de la vida, porque sordamente [¡lejos del ruido!] ha madurado una decisión […] para separarse un poco de sí mismo [¡des-coincidir!], por una gestación lenta, mutaciones mínimas, apartamientos apenas perceptibles o que parecen anecdóticos.”

EnciclopediaRelacionalDinamica: FrançoisJullien (última edición 2024-07-07 14:48:39 efectuada por MercedesJones)