François Jullien
- La originalidad del proyecto de François Jullien es que China se convierte, en su obra, en un rodeo para volver a la filosofía.6 Su intención es salir del pensamiento occidental para poder mejor interrogarlo de manera radical, es decir, llegar hasta la raíz: sus presupuestos, sus pilares, a veces impensados.7
La obra de François Jullien toma como punto de partida la separación entre el pensamiento europeo y el pensamiento chino así como el diálogo entre las dos culturas, en ámbitos como la moral en (Dialogue sur la morale), las lógicas de los sentidos (Le Détour et l'accès), el arte (Éloge de la fadeur, Le Nu impossible), la estrategia (Traité de l'efficacité), la creación poética, las relaciones entre maestros y discípulos. El proyecto de Jullien no es solo el de restituir el contenido doctrinal de los tratados de la China clásica sino el de comprender el procedimiento intelectual específico que los anima.8
- SOBRE UNA SEGUNDA VIDA
https://www.elcuencodeplata.com.ar/libro/349/una-segunda-vida/
- Des-coincidencia | Una segunda vida27 Mar 2022
Reseñas de “Una segunda vida” y “Des-coincidencia”, de François Jullien: ruptura suave La Voz del Interior | Javier Mattio
- “Una segunda vida” y “Des-coincidencia” continúan el proyecto de François Jullien de orientalizar las dogmas del pensamiento occidental.
- En varias decenas de libros, François Jullien (Francia, 1951) ha acercado pensamiento occidental y oriental disolviendo la drasticidad de la razón con pliegues, desvíos y difuminaciones de lápiz claro.
Sinólogo y académico destacado de su país, Jullien supone un contrapunto al fenómeno Byung Chul-Han: allí donde el filósofo surcoreano instalado en Berlín hace de la síntesis zen un camuflado efectismo que dicta lo que todos quieren escuchar, Jullien –europeo lanzado al estudio simbiótico de China– desactiva la sentencia fulminante con meditaciones de sentido abierto.
Su método obedece a un destilado, al despliegue de un friso tenue que sin embargo propone un entramado de temáticas ambicioso.
El arte, la ética, el amor, el psicoanálisis o la religión han sido abordados por el intelectual en un abanico de superposiciones del que viene dando cuenta de manera ininterrumpida El Cuenco de Plata –con traducciones de Silvio Mattoni–. Una segunda vida y Des-coincidencia constituyen las últimas entregas de ese rompecabezas en armado, ambos ilustrativos de la lógica inmanente que cultiva Jullien.
- Una segunda vida busca establecer una diferencia o alteridad vital -un despertar a la existencia- que no se entregue a la facilidad conceptual del corte. Esa “segunda vida” –en la que finalmente se elige cómo vivir– viene dada por un decantar de la conciencia emergido del propio seno de la vida acumulada hasta entonces.
El sujeto reformado se arroja así a una libertad exterior que lo saca de la clausura del yo y le permite retomar su vida con una mayor radicalidad (“se propone comenzar mejor, intentar y arriesgar mejor, de manera más decidida”, escribe Jullien). Lejos de acceder a una sabiduría o verdad de cuño tradicional, se promueve un estado lúcido y alerta capaz de mantener a raya adherencias y comodidades por medio del desengaño.
Des-coincidencia: de dónde vienen el arte y la existencia ahonda en la matriz procesual equiparando la “segunda vida” al paso del clasicismo a la modernidad. Si esa etapa histórica es vista usualmente como una ruptura, un barajar y dar de nuevo ejemplificado en las obras artísticas de Picasso o Mallarmé, Jullien recurre a la noción de descoincidencia (una disidencia interna antes que un abismo) para repensarla.
El corolario es un continuum sin inicios ni dualidades, un devenir negativo de resonancia ética. La modernidad sitúa al juego por sobre todo fundamento a la vez que promociona un progreso múltiple y no lineal: el ser deja paso al vivir.
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Todo lo que hay que atreverse a soltar para vivir de verdad: lecciones del filósofo François Jullien Infobae | Luciano Luterau
- Dado que Jullien es más bien un filósofo, pensé que yo corría con ventaja –como psicoanalista– para juzgar su “propuesta”. Me derrotó. No solo porque me demostró que es un gran lector de Freud, sino porque tiene una sensibilidad preciosa para entender lo que se espera de un tratamiento psicoanalítico. Es lo que él llama “una transformación silenciosa”:
- “Llamo transformación silenciosa a una transformación que se produce sin ruido y, por lo tanto, de la que no se habla. Silenciosa en dos sentidos: actúa sin hacer escándalo y no se piensa en hablar de ello. Su imperceptibilidad no es la de ser invisible, porque se produce ostensiblemente, ante nuestros ojos, pero no se advierte.”
- La vida hace su trabajo sin que nos demos cuenta cómo y al cabo de un proceso algo cambió y ya no somos los mismos.
- Así es que en la máxima distancia se revela una proximidad.
- Una ética de la vida
- En los tramos finales de esta cita, recogí varias veces la referencia al riesgo. Porque para Jullien vivir implica asumir un riesgo, pero sin heroísmo. En este punto, su pensamiento es muy cercano al de Anne Dufourmantelle –sobre cuyos libros ya escribí una recensión hace un tiempo para esta misma plataforma.
- El riesgo no supone nada extraordinario, sino advenir en un nuevo comienzo, en el aquí y ahora, que redefine nuestras posibilidades.
- Por esta vía llegamos a una nueva estación en la ética que propone Jullien, con el libro titulado Una segunda vida (2017) y que a mí me recuerda otra canción célebre, la de Alberto Córtez, que dice: “A partir de mañana comenzaré a vivir la mitad de mi vida”. También me recuerda la intervención que una vez me contó una amiga, cuando ella lloraba por una tristeza y su psicoanalista le dijo: “Tarde o temprano se empieza a vivir”.
- Este ensayo gira en torno a la necesidad de lo segundo, de lo que sobreviene a partir de un proceso de madurez, luego de que se desarrollara internamente, de manera imperceptible y latente. Leamos:
“Esta ‘segunda vida’ proviene de la inmanencia misma de la vida, porque sordamente [¡lejos del ruido!] ha madurado una decisión […] para separarse un poco de sí mismo [¡des-coincidir!], por una gestación lenta, mutaciones mínimas, apartamientos apenas perceptibles o que parecen anecdóticos.”