Pablo Touzón
- Pablo Touzón
- Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Ha cursado estudios internacionales en la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT). Es editor de Panamá Revista.
LA COLUMNA VERTEBRAL-HISTORIAS DE TRABAJADORES- PERIODISMO A LA GORRA
- El politólogo Pablo Touzón pasó por LCV para analizar en profundidad los resultados de las PASO, su impacto en el panorama político antes de las elecciones de octubre y el fenómeno Milei.
- Hay que diferenciar al Milei personaje y la crítica que se expresa al sistema tal cómo está en Argentina. Las coaliciones venían sin funcionar. Solamente administrando y gestionando la crisis como en un juego de frontón donde te toca a vos, le toca al otro, te toca a vos y así, pero sin terminar de resolver ningún problema por los que fueron votados, era casi cantado que iba a venir un castigo de algún lado. Yo creo que se jugó demasiado sobre el borde y el resultado fue que finalmente se terminó polarizando contra todos.
El modelo que propone Milei es el modelo que no quiere. No está para nada claro cómo sería un modelo de gobernabilidad. Si uno lo compara con casos como el de Bolsonaro o Trump, ambos tenían estructuras atrás que sostenían al outsider, en este caso eso no es así.
Creo que en las pasos el 30% de los argentinos usaron la herramienta Milei para castigar y que eso puede no parar en la elección general. Ya adelantándome al futuro, supongamos que Milei es presidente, lo que vimos hasta ahora en las experiencias de ese estilo, y por eso me refería a Trump u Bolsonaro, es que fueron gobiernos de un solo mandato con mucho caos de gobernabilidad y que se fueron después. Augurás un caos de gobernabilidad, ¿le queda energía a la Argentina para afrontar cuatro años de caos de gobernabilidad?
Hay como si fuera un juego de racionalidades, si yo digo Alberto es racional, Macri es racional y alguien que votó a Milei podría decir yo no como con esa racionalidad, como diciendo qué es más loco, el sistema este o este hombre que todos saben que está medio loco pero que esa misma locura es la clave que puede hacer que algo cambie.
LCV: Esto es una suerte de que se vayan todos, pero sin tiros y muertos.
Hay algo de eso. Creo que en las pasos el 30% de los argentinos usaron la herramienta Milei para castigar y que eso puede no parar en la elección general.
- Pablo Touzon y Federico Zapata: El "fracking social argentino" y el "pimpinelismo de Estado" del FdT
Coeditores de Panamá y responsables de la consultora Escenarios, su análisis de las últimas PASO acuñó dos conceptos esenciales para comprender la situación actual. Touzon escribió con Martín Rodríguez los libros La grieta desnuda y ¿Qué hacemos con Menem?, y Zapata lideró el desarrollo de estrategias de comunicación, reputación, gestión de intereses, vinculación gubernamental, crisis e issues management en empresas nacionales e internacionales.
23-10-2021 DIARIO PERFIL-ENTREVISTA CON JORGE FONTEVECCHIA https://www.perfil.com/noticias/periodismopuro/pablo-touzon-y-federico-zapata-el-fracking-social-argentino-y-el-pimpinelismo-de-estado-del-fdt-por-jorge-fontevecchia.phtml
- Hablamos de un fracking social. Más que preguntar por quién vas a votar, nos interesaba preguntar qué pensás del Estado, de los empresarios, de los sindicatos, de la economía política. Después la elección lo ratificó, pero los resultados nos hablaban de un desplazamiento de cosmovisión hacia un lugar un poco más lejos de lo que nosotros tenemos acostumbrado a pensar. La política es una superestructura que se genera sobre esa sociedad. Si la sociedad cambia, es poco probable que la política no lo haga.
- Sobre Milei hay quienes dicen que ya hubo candidatos que descollaron en una elección de medio turno y luego se diluyeron. Seguramente tendrá tres diputados. ¿Llegó para quedarse o es algo epocal?
- Z: De acuerdo con la historia, son fenómenos muy útiles en la construcción de agenda, pero menos útiles en cuanto a resolución. El argentino es bastante conservador en cómo termina procesando las crisis. Me cuesta no hacer un paralelismo con Luis Zamora en 2001. También creó agenda o contribuyó a sistematizar la agenda de esa crisis. Sacó 12% en la Ciudad de Buenos Aires.
- En el artículo “Un país sin fortalezas” hablaban de pimpinelismo de Estado. ¿Se fagocitarán mutuamente?
- T: Lo del pimpinelismo implica que Alberto y Cristina no se pueden separar. Funcionan de esa manera. A veces parece que Alberto Fernández fuera como un boxeador que se tira encima del otro para que no le peguen. Se abraza fuerte a su antagonista
- Dijiste que la vice-presidenta Cristina Kirchner es, hoy, casi una necesidad sistémica para la política del gobierno. ¿Cuál es ahora el rol de Cristina Kirchner dentro del sistema peronista actual frente a las elecciones?
- Afirmaste que lo central es fundamentalmente un proceso de modernización cognitivo conceptual de la elite política para dejar de pensar en términos anacrónicos y que miran al futuro con el espejo retrovisor.¿Cuáles serían esas maneras nuevas de mirar la Argentina?
- Patricia Bullrich anunció que Horacio Rodríguez Larreta será su jefe de Gabinete si llega a la Presidencia
La candidata de Juntos por el Cambio confirmó la incorporación de quien fuera su rival en la interna opositora. Con este anuncio y Melconian en Economía busca fortalecer su propuesta electoral y evitar perder los votos de las PASO
- En caso de que efectivamente Bullrich llegue a la primera magistratura, se trataría de la primera vez que en Argentina dos rivales en unas primarias terminan integrando el mismo equipo de gobierno, una práctica que es habitual en otras democracias del mundo, como en los Estados Unidos.
- Patricia Bullrich convocó a Fernán Quirós para que forme parte del Ministerio de Salud
La incorporación de Horacio Rodrigues Larreta como Jefe de Gabinete y a Fernán Quirós como Ministro de Salud del gobierno de Patricia Bulrich, ¿?puede favorecer a sumar los votos de las personas indecisas?
LIBRO LA GRIETA DESNUDA
- “El macrismo pudo destruir sin construir, derrumbar sin montar su propio edificio. No destruyó todo, se replegó también sobre el esqueleto de políticas sociales heredadas que garantizaron un ‘piso mínimo’ de gobernanza, pero ‘lo suyo’ nunca llegó. Así, lo que aún promete y cumple es el mandato de hacer ‘anti kirchnerismo’, oposición de la oposición. Hay que superar la grieta, pero, mientras tanto, viva la grieta. La grieta desnuda. Como forma de vida. Como política oficial de la indignación. ¿La manta corta de la grieta? Algo que sirve para ganar elecciones pero no para gobernar (bien).”
La grieta desnuda explora el fondo de olla de una Argentina tan subejecutada como saturada de interpretaciones. Es un libro sobre la época, sus puntos ciegos y sus crujidos. Y sobre las obsesiones de los autores: el macrismo y la Historia con mayúscula, el Estado y la clase media, la desigualdad y la crisis, Cristina y el peronismo
Pablo Touzón Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Ha cursado estudios internacionales en la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT). Es editor de Panamá Revista. Twitter @Pablotouzon se present como: Politólogo. Panamá Revista Línea Fundadora. Mono de Metal. Soldado de De Gaulle
LIBRO: LA GRIETA DESNUDA “El macrismo pudo destruir sin construir, derrumbar sin montar su propio edificio. No destruyó todo, se replegó también sobre el esqueleto de políticas sociales heredadas que garantizaron un ‘piso mínimo’ de gobernanza, pero ‘lo suyo’ nunca llegó. Así, lo que aún promete y cumple es el mandato de hacer ‘anti kirchnerismo’, oposición de la oposición. Hay que superar la grieta, pero, mientras tanto, viva la grieta. La grieta desnuda. Como forma de vida. Como política oficial de la indignación. ¿La manta corta de la grieta? Algo que sirve para ganar elecciones pero no para gobernar (bien).” La grieta desnuda explora el fondo de olla de una Argentina tan subejecutada como saturada de interpretaciones. Es un libro sobre la época, sus puntos ciegos y sus crujidos. Y sobre las obsesiones de los autores: el macrismo y la Historia con mayúscula, el Estado y la clase media, la desigualdad y la crisis, Cristina y el peronismo… Para escribir este libro, Martín Rodríguez y Pablo Touzon apelaron a sus mejores armas –la mirada sagaz sobre la coyuntura, la buena prosa y el diálogo entre amigos– haciendo honor a una de las más clásicas tradiciones nacionales: el ensayo para pensar la Argentina. Ahí donde la política tapa el fracaso de una economía, ahí donde la economía tapa el fracaso de una sociedad, La grieta desnuda intenta descifrar un tiempo social dominado por un gobierno que supo ganar elecciones pero que no loa hacer época. Autores: RODRÍGUEZ, MARTÍN Y TOUZON, PABLO
¿Qué hacemos con Menem?”, una charla sobre los años 90 y el legado de una figura política incómoda Martín Rodríguez, Pablo Touzon y Camila Perochena conversaron con Hinde Pomeraniec sobre todas las lecturas posibles de la era del ex presidente, desde los tiempos de la convertibilidad hasta la actualidad 13 May, 2022 05:47 p.m. AR La noche del miércoles pasado reunió en la mesa de Leamos Infobae a los analistas políticos Martín Rodríguez y Pablo Touzon, editores de la revista Panamá y coordinadores del libro ¿Qué hacemos con Menem?, publicado por Siglo XXI, en un debate acerca de los años noventa y sus lecturas desde hoy. A ellos se les sumó la joven historiadora Camila Perochena, una de las figuras intelectuales que participan del libro, en una charla moderada por la periodista Hinde Pomeraniec, quien abrió la discusión a partir de la pregunta que plantea el título del libro. “Nace con una pregunta generacional, porque la mayoría de nosotros éramos adolescentes en los noventa, así que nos dijimos: después del kirchnerismo y después del macrismo, ¿es lo mismo hablar de Menem hoy? Lo primero que nos propusimos fue descancelarlo”, explicó Touzon sobre el origen de este trabajo colectivo.
14 de agosto 2023 Pablo Touzon & Federico Zapata EL CAOS ES UNA ESCALERA EL ESTALLIDO La Argentina que conocíamos hasta el domingo ha llegado a su fin. Como un largo proceso subterráneo descomponiéndose en las profundidades de la vida social, la elección de Milei sella el punto final del orden político que organizó al país desde 2009: el bicoalicionismo. Milei fue el mejor “ladrillo” que encontró la sociedad para romper ese poliédrico complejo de ventanas que amurallaba una idea tan ponderada por los politólogos que terminó por agotar a la sociedad. Efectivamente, las disfuncionalidades económicas y políticas de ese sistema de polarización, hicieron que los argentinos de a pie, sin marco teórico, se autogestionen su propio sistema de polaridad: la casta. La sociedad contra la política. Para esa tarea, nada mejor que un “loco”, alguien con la osadía para romper el orden cómodo de la política “racional”. Un jocker para estas pampas, que como en el film, ayer le susurró al oído de la conciencia popular: “la locura es como la gravedad, basta con un pequeño empujón”. La elección de Milei fue contundente, incluso allí donde los estudios de opinión pública presagiaban menor competitividad: los conurbanos de las grandes urbes. Milei le caminó la sociología electoral, por igual, al macrismo (“para enterrar al kirchnerismo vote al mileisismo”) como al peronismo (“para representar a los desclasados vote contra el Estado”). La ola libertaria barrió todo el territorio nacional: ganó toda la Patagonia, se impuso en la pujante demografía electoral de la región Centro y Cuyo (Córdoba, Santa Fe, Mendoza, San Luis y San Juan), y también en provincias que el peronismo creía amuralladas: Tucumán, la Rioja, Catamarca y Salta. El peronismo hizo, a nivel nacional, la peor elección de su historia (27,27%) y Juntos sufrió una derrota tan contundente como la de 2019: perdió en sus principales zonas de influencia tradicional (Ejemplo: Córdoba) y no logró vencer a Kicillof en la Provincia de Buenos Aires. ¿Qué expresa la victoria de Milei? En primer lugar, la primera minoría de la sociedad entiende que, para fundar una economía en el desierto argentino, se necesitará “dinamitar” los fundamentos del orden político que conocemos. Argentina transita una nueva década perdida, la segunda en 40 años de democracia, y los resultados sociales y económicos, salvo para los que se contentan con estadísticas conformistas, son alarmantes. Una economía que en términos reales no crece hace más de 10 años y una política que, como única respuesta, sólo encuentra cepos y atajos para no reformar. Para esta nueva minoría en conformación, el peronismo ya no expresa la idea de movilidad, sino más bien la defensa de intereses corporativos que buscan conservar un status quo que sólo beneficia a unos pocos: políticos, empresarios protegidos y el sector de trabajadores formales que aún logra empatarle a la inflación. En otros términos, se trata de un diagnóstico radical, que ha corrido todo el mapa político de lugar: entre los votos de Javier Milei (“dinamitar el sistema”) y los de Patricia Bullrich (“cambios profundos sin consenso”), se está gestando una nueva mayoría social silenciosa, que entiende que ha llegado la hora de resetear la Argentina que nació en 2003: la suma de los votantes de ambos dirigentes (excluyendo los de Horacio Rodríguez Larreta), totalizan un 47,02%. Para esta nueva mayoría en conformación, no hay compromiso posible con el sistema de poder político y económico expresado en el pan-kirchnerismo: parafraseando a Patricia Bullrich, es todo o es nada. O como rezaban los cánticos en el búnker libertario: que se vayan todos. " las disfuncionalidades económicas y políticas de ese sistema de polarización, hicieron que los argentinos de a pie, sin marco teórico, se autogestionen su propio sistema de polaridad: la casta. La sociedad contra la política." Compartir: ¿Cuál es el incentivo fundamental que guiará a Milei de acá a la elección de Octubre? Profundizar su radicalidad. Esa radicalidad, posiblemente empuje a la economía a la realización de una suerte de profecía autocumplida, pero el costo de ese deterioro lo seguirá pagando el núcleo político de la época que se está terminando: el kirchnerismo. En una escena memorable de Juego de Tronos, el personaje apodado Little finger afirma que el “reino” es una historia que decidimos contarnos una y otra vez hasta que nos olvidamos de que es una mentira. Su contraparte en la conversación, Lord Varys, le responde que cuando abandonamos la mentira, sobreviene un foso que aguarda para engullirnos a todos. Little finger le retruca: el caos no es un foso, es una escalera. Ante un sistema que bloquea sistemáticamente cualquier esfuerzo de transformación, ese caos puede ser de repente una opción racional. O, en todo caso, una buena parte de la ciudadanía puede sentir en carne y bolsillo propio que esa supuesta “racionalidad” está armada contra ellos: “Macri era racional, Alberto Fernández era racional, ¿dónde me deja a mi tu racionalidad?”
EL VIEJO ORDEN La larga crisis croniquizada que se abre en 2008 no tuvo ninguna resolución constituyente. En fuga permanente hacia adelante, la crisis que se administra, pero nunca se resuelve, fue generando un proceso sostenido de desafección. En esta elección, votaron por primera vez los jóvenes nacidos entre 2007 y 2008. Han crecido en una sociedad que, desde 2011, no ha generado empleo privado formal, no ha crecido ni se ha desarrollado económicamente y que nunca ha tenido una inflación menor al 20% anual. Han presenciado, en la narración de sus padres, el fin de la Argentina del espacio público (la crisis de la escuela, del hospital, la privatización forzosa de la calle como consecuencia de la inseguridad y el debilitamiento comunitario del barrio como territorio de socialización) y del sueño aspiracional laico de la Argentina peronista: el trabajo formal y el ascenso social por la vía de la propiedad (casa y auto) y la realización familiar (vacaciones y profesionalización exitosa). "En esta elección, votaron por primera vez los jóvenes nacidos entre 2007 y 2008. Han crecido en una sociedad que, desde 2011, no ha generado empleo privado formal, no ha crecido ni se ha desarrollado económicamente y que nunca ha tenido una inflación menor al 20% anual" Compartir: Estamos transitando un 2001 por otros medios. Quizás las redes sociales y las políticas de contención funcionan como el amortiguador que ha evitado que el orden estalle afuera (en la calle), pero el rio siempre encuentra su cauce: la sociedad ha utilizado las PASO, esa creación de nuestra dirigencia nacional, para hacerlo. ¿Existía una salida alternativa a esta puerta que se ha abierto? Como sugerimos en un texto escrito a principios de este año, la posibilidad de reconectar la política con la sociedad, desde el punto de vista del sistema, implicaba reformular las coaliciones existentes, para que las nuevas emergentes, pudieran traducir de manera más cabal, los clivajes realmente existentes en la sociedad. Creando nitidez en la oferta electoral en lugar de confusión y fragmentación. En concreto, ese ejercicio teórico, suponía que, un sector de Juntos (liderado por Mauricio Macri y Patricia Bullrich) pudiese fusionarse con Javier Milei, dejando disponible al radicalismo y al larretismo, para junto con sectores federales del peronismo y pedazos del Frente de Todos, fundar una fuerza de centro, que amortiguara el impacto electoral potencial que tendría para el kirchnerismo gobernar en crisis y en el final de una época. Si bien se trataba sólo de un ejercicio, fue mutilado por los “apóstoles” de la unidad juntista. Veían en esa hipótesis una “intromisión” que, de producirse, sería funcional al kirchnerismo, dividiendo la oposición. El conformismo y el conservadurismo no es sólo kirchnerista. ¿Qué harán Unión por la Patria y Juntos en esta coyuntura crítica -este cachetazo- que les toca afrontar? El Gobierno hoy es Massa. Pero como una tragedia griega, también será su candidato en octubre. Esto genera tensiones contradictorias entre sus dos funciones: administrar responsablemente una crisis, pero sin resolverla y vender electoralmente esa imposibilidad. ¿Por qué imposibilidad? Porque el timing no permite una salida reformista, pero además porque la coalición frentetodista está armada para evitar cualquier dispositivo reformista (ejemplo, reformas estructurales y un plan de estabilización). "El Gobierno hoy es Massa. Pero como una tragedia griega, también será su candidato en octubre. Esto genera tensiones contradictorias entre sus dos funciones: administrar responsablemente una crisis, pero sin resolverla y vender electoralmente esa imposibilidad" Compartir: Y este es el segundo problema de Massa: debe ofertar en octubre, una suerte de “Frente de Todos 2”, con las listas llenas de cristinistas duros que anticipan una resistencia a cualquier intento de reforma, incluso de un eventual gobierno de Massa. Es difícil que una amplia mayoría de la sociedad, no vislumbre que lo que propone hoy el oficialismo es una nueva frustración. En otros términos, la oferta electoral anticipa una nueva interna a cielo abierto pero recrudecida: Massa (que no es Alberto) en el ejecutivo y la Cámpora bajo las órdenes de CFK en las Cámaras. ¿El país está en condiciones de quedar rehén nuevamente de un dispositivo lleno de toxicidad política? Es “demasiado complejo” antes de empezar. La diagonal que intentará el oficialismo, es buscar polarizar en un eventual ballotage contra Patricia Bullrich o Javier Milei. Es decir, procurará montar una inmensa campaña del “miedo”, defensiva, desanclada de cualquier atisbo de “futuro” o “esperanza”, para de ese modo, cimentar una suerte de mayoría anti-trumpista o anti-derecha en las actuales condiciones de Argentina, y con ese bloque-enfoque, tratar de entrar a un ballotage. El ejercicio es difícil. Es cierto que, desde el punto de vista conceptual, hubiese sido un ejercicio inocuo contra un rival como Horacio Rodríguez Larreta, que hubiese cabalgado con comodidad por la sociología electoral del centro, sin los costos de ser oficialista y gestionar una gestión económica en crisis. Con Bullrich y Milei, al menos desde lo conceptual, el ensayo es posible. Pero ¿Es viable para Massa trasladar la inestabilidad económica pos-PASO a la oposición? ¿Tiene margen demográfico para reconstruir una minoría competitiva en el medio de una crisis económica que se profundiza rumbo a octubre? ¿Puede expresar una resistencia democrática de centro con una parte de su coalición volcada a una suerte de alt-left pos-kirchnerista? Pero fundamentalmente, la elección demuestra que “la derecha” es un miedo del sistema político (del kirchnerismo), no de la sociedad. La sociedad ha construido su propia racionalidad política, y para bien o para mal, está completamente alejada de la racionalidad de la élite argentina.
Los problemas no son menos complejos para Juntos, posiblemente el gran derrotado de esta elección. El interrogante central es de naturaleza estratégica: ¿qué hará Patricia Bullrich? ¿Buscará radicalizarse hasta octubre para de esa manera neutralizar a Milei? ¿Es posible ese movimiento no siendo la front runner de la elección? ¿Retendría con esa estrategia los votos de HRL? Alternativamente, ¿Tiene las condiciones políticas y sociales para buscar plantarse en el centro de la contienda electoral? Quizás la alternativa más productiva que tenga Bullrich sea la de evitar caer en los simplismos (ir al centro) e instalar su propio clivaje: orden versus caos. El Caos ya tiene candidato, el Orden ninguno. Ella versus Milei. "Quizás la alternativa más productiva que tenga Bullrich sea la de evitar caer en los simplismos (ir al centro) e instalar su propio clivaje: orden versus caos. El Caos ya tiene candidato, el Orden ninguno. Ella versus Milei." Compartir: Ese juego tiene una complicación: la Provincia de Buenos Aires. Allí, la gran performance de Milei, paradójicamente, abre la posibilidad de que el kirchnerismo tardío retenga la provincia. ¿Esa puede ser la llave para lograr un sistema de cooperación entre libertarios y juntistas? ¿Podrían, por ejemplo, consensuar un solo candidato a gobernador? ¿En caso de ser posible, podría ese esquema repetirse en los candidatos a intendente? Visto desde este lunes, parece difícil. La política no lideró la reformulación del sistema político y la sociedad se la impuso. Sea como sea el resultado final de octubre, la mutación del sistema presagia la necesidad de un exceso de liderazgo político. A mayor liderazgo, mayor orden y estabilidad en la transición de un nuevo sistema político, y posiblemente, mayor capacidad para consensuar e instrumentar las reformas económicas postergadas. A menor liderazgo y mayor faccionalismo político, mayor descomposición política, territorial, económica y social. En otros términos, está por verse si 2023 es el final de una larga crisis (nuestra segunda década perdida) o una posta más en este espiral de decadencia de la Argentina que supimos conocer.
Pablo Touzon: “Usaron la herramienta Milei para castigar”
El politólogo Pablo Touzón pasó por LCV para analizar en profundidad los resultados de las PASO, su impacto en el panorama político antes de las elecciones de octubre y el fenómeno Milei.
Hay que diferenciar al Milei personaje y la crítica que se expresa al sistema tal cómo está en Argentina. Las coaliciones venían sin funcionar. Solamente administrando y gestionando la crisis como en un juego de frontón donde te toca a vos, le toca al otro, te toca a vos y así, pero sin terminar de resolver ningún problema por los que fueron votados, era casi cantado que iba a venir un castigo de algún lado. Yo creo que se jugó demasiado sobre el borde y el resultado fue que finalmente se terminó polarizando contra todos. El modelo que propone Milei es el modelo que no quiere. No está para nada claro cómo sería un modelo de gobernabilidad. Si uno lo compara con casos como el de Bolsonaro o Trump, ambos tenían estructuras atrás que sostenían al outsider, en este caso eso no es así. Ya adelantándome al futuro, supongamos que Milei es presidente, lo que vimos hasta ahora en las experiencias de ese estilo, y por eso me refería a Trump u Bolsonaro, es que fueron gobiernos de un solo mandato con mucho caos de gobernabilidad y que se fueron después. Hay como si fuera un juego de racionalidades, si yo digo Alberto es racional, Macri es racional y alguien que votó a Milei podría decir yo no como con esa racionalidad, como diciendo qué es más loco, el sistema este o este hombre que todos saben que está medio loco pero que esa misma locura es la clave que puede hacer que algo cambie. LCV: Esto es una suerte de que se vayan todos, pero sin tiros y muertos. Hay algo de eso. Creo que el 30% de los argentinos usaron la herramienta Milei para castigar y que eso puede no parar en la elección general.