Licenciado en Economía de la Universidad de Buenos Aires, magíster en Demografía Social de la Universidad Nacional de Luján y Ph.D. en Demografía de la Universidad de California en Berkeley (Estados Unidos).

Se desempeña como investigador afiliado del Centro de Estudios de Desarrollo Humano de la Universidad San Andres. Entre 2002 y 2020 trabajó en el Banco Mundial en distintos roles, incluyendo el de especialista líder en Protección Social para América Latina y Líder de Programa en los temas de Desarrollo Humano, cubriendo a Argentina, Paraguay y Uruguay. Ha trabajado en temas de desarrollo humano, protección social y pensiones en varios países de América Latina, a nivel regional, y en países de Europa Central. Anteriormente fue Jefe de Estudios de la Superintendencia de AFJP en Argentina y responsable de la Unidad de Análisis e Investigación y luego vicepresidente de NACION AFJP, así como asesor en temas previsionales del Ministro de Economía y del Secretario de Seguridad Social en Argentina, y consultor de organismos internacionales y gobiernos en América Latina, Europa y Asia.

Es autor de numerosos estudios sobre mortalidad adulta, envejecimiento y seguridad social, presentados en congresos y publicados como documentos de trabajo, en revistas y libros en varios idiomas. Entre sus más recientes publicaciones, se cuentan los libros: “When we are sixty four: Opportunities and Challenges for public policies in a population aging context: the case of Latin America”; “Justo a Tiempo: Envejecimiento, cambio tecnológico, habilidades y regulaciones laborales en el Uruguay que viene”; “Cambio Demográfico y Desafíos Económicos y Sociales en el Uruguay del siglo XXI”; “Más allá de las Pensiones Contributivas”; y “Los Años no Vienen Solos”. Ha sido docente en la Universidad de California en Berkeley, la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Nacional de Córdoba, la Universidad Nacional de Luján, la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, la Universidad Torcuato di Tella y la New York University.

Adicionalmente, se desempeña como coordinador académico del Grupo de Trabajo sobre Inclusión Social de la Fundación RAP y es miembro del Consejo Consultivo del Centro de Evaluación de Políticas basadas en la Evidencia de la UTDT, del Consejo Asesor sobre Pobreza Estructural en Argentina de CIPPEC-CEDLAS y del Comité Académico Honorario del Observatorio de Seguridad Social del CINVE, en Uruguay.


PROGRAMA DE RADIO 02.12.2024 (No estuve)


Developing an effective skills-training program for adult workers is a serious challenge because it requires not only adequate funding but also a strategic vision, implementation capacity, and a network of quality providers. As part of its effort to reskill the elderly, Chile has removed the maximum age limits to become eligible for the training and skills-development programs operated by the National Training and Employment Service. Traditionally, formal education systems at all levels were designed to foster the skills required to carry out tasks in the industrial era, in which workers’ labor future was clearly outlined. Presently, it represents neither how people join the labor market nor how they wish or need to work as they age. As mentioned, combining work activities with training and skills upgrading is essential. Working people, however, are often unable to devote their time to training activities. In fact, continuous training programs, whether subsidized or provided directly by the public sector, assume that beneficiaries should stop working to participate, which is an unnecessary obstacle to lifelong learning. These public policy strategies would alleviate the effect of aging on the reduction of the labor force in the medium term, but not in the long term, when labor force participation will decrease anyway. It is essential to create incentives to make the most of the first demographic dividend before the shrinking of the labor force. That means encouraging savings and investment in human and physical capital to reach the second dividend period with bolstered productivity— as the next chapter discusses.


De manera particular, este dividendo puede sentar las bases para incrementar el ahorro para el retiro, ya que existe un número mayor de trabajadores generando ingresos, ahorrando e invirtiendo en una economía más dinámica. El dividendo demográfico, o el período durante el cual un país disfruta de una población de adultos en edad de trabajar relativamente grande en comparación con la totalidad de su población, ofrece una ventana atractiva para acelerar el crecimiento económico y mejorar el desarrollo del capital humano.

EnciclopediaRelacionalDinamica: RafaelRofman (última edición 2024-12-02 19:24:41 efectuada por MercedesJones)