Incluyo aquí el texto de Calvo Me resulta genial la apelación a una razón cordial, me recuerda lo de SilviaZweifel sobre economía amable.

Ver texto: Zamagni-CIRIEC-Calvo.pdf

Para Bruni y Zamagni (2007), esta despreocupación por la relacionalidad tiene mucho que ver con un orden social actual. Este se ha estructurado en base a dos principios regulativos básicos, la eficiencia y la equidad, que, procurados principalmente por los mecanismos del «intercambio de equivalentes» y de la «solidaridad», son garantizados a través de instituciones como el mercado y el Estado. Esto es, el mercado, garantizando una actividad de intercambio de equivalentes orientada por el principio de eficiencia, permite que se genere de forma inintencionada riqueza para la sociedad, mientras que el Estado, garantizando una acción solidaria orientada desde el principio de equidad, logra que se corrijan las posibles deficiencias en la distribución de esta riqueza «inintencionada» generada por la actividad del mercado. La principal función del mercado, por consiguiente, es lograr los mayores beneficios posibles, mientras que la del Estado es redistribuir la riqueza para evitar que existan excluidos dentro de la sociedad (Bruni y Zamagni, 2007: 21).

Ahora bien, el problema es que ambos principios son necesarios pero no suficientes para solucionar todos los problemas actuales. Aspectos fundamentales como la generación de confianza o de libertad positiva que permite a las personas llevar a cabo aquello que tienen buenas razones para valorar, los proyectos de vida de cuya satisfacción depende su autorrealización, no pueden lograrse sin otro principio, el de la reciprocidad, el cual no puede ser generado ni por el mercado ni por el Estado, sino solo por la sociedad civil.

La reciprocidad, como muestra la propuesta transitiva de Zamagni (2006, 2007, 2009), posibilita a) el establecimiento de acciones de cooperación entre agentes económicos que permite pensar en óptimos beneficios para los implicados; b) cohesionar el espacio gracias a la potenciación de las relaciones de calidad no basadas únicamente en los resultados, sino en el valor intrínseco que constituye para los agentes la relación misma, y c) generar los bienes privados y los bienes relacionales que permitan a las personas llevar a cabo sus proyectos de vida y autorrealizarse

Así, de esta idea se desprende que el problema actual del desarrollo económico y social responde a una cuestión no tanto de falta de recursos como de escasez de relacionalidad interpersonal. Por tanto, según Zamagni (2007) la solución de los problemas actuales pasa por crear un orden social que esté a la altura de las exigencias de la nueva sociedad postindustrial, y eso requiere de la coexistencia en igualdad de condiciones de tres principios básicos —eficiencia, equidad y reciprocidad— que producen tres tipos de bienes distintos e insustituibles para la sociedad y para la economía de mercado —bienes privados, bienes de justicia y bienes relacionales—. La generación, en mayor o menor medida, de los dos primeros tipos de bienes está garantizada por importantes instituciones como el mercado y el Estado. Sin embargo, el tercer tipo requiere de la sociedad civil, de que esta pueda disponer de un espacio suficiente para poder generarlo y potenciarlo en igualdad de condiciones. De esta manera, la idea que subyace en la economía civil contemporánea es, principalmente, la de un camino intermedio entre el «solo mercado» de los liberales y «solo Estado» de los comunitaristas. Esto es, la sustitución del solo por el no solo, puesto que la complementación y el reforzamiento entre eficiencia, equidad y reciprocidad —entre mercado, Estado y sociedad civil— es para Bruni y Zamagni condición necesaria para alcanzar una economía más humana, civil y civilizadora que ayude a fortalecer el vínculo social y genere, de este modo, la confianza generalizada necesaria para el correcto funcionamiento de las tres esferas (Bruni y Zamagni, 2007: 22).

Por consiguiente, una economía relacional, civil y civilizadora es una propuesta económica que entiende «la experiencia de la dimensión social humana como una realidad unitaria», por lo que la amistad o la reciprocidad no pueden quedar al margen, al igual que las relaciones económicas de mercado, tanto de beneficio mutuo como de asistencia mutua(Bruni, 2008: 42).


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MercedesJones

EnciclopediaRelacionalDinamica: EconomiaCivilDesdeUnaEticaDeLaRazonCordial (última edición 2018-04-02 11:38:31 efectuada por MercedesJones)