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Invitacion a Explorar El Encanto De La Longevidad

SENIOR WORLD CAFÉ

Secretos para una longevidad excepcional

¿Cómo les va? Gracias Adriana, gracias Viviana, gracias a las empresas y personas que hicieron posible esta oportunidad y gracias a todos ustedes.

Estoy muy contenta. Los encuentros de Senior World Café están dirigidos fundamentalmente, pero no exclusivamente, a personas 50+ deseosas de proyectar su futuro con bienestar, aprovechando al máximo sus propios recursos.

Hablar del futuro en relación con el bienestar y la longevidad me hizo acordar de la primera vez que me dijeron señora, o cuando por primera vez me dieron el asiento en el subte (vivo en Buenos Aires) recuerdo que me quedé sorprendida, tuve una sensación extraña que me costó asimilar.

Ha pasado tiempo desde esas experiencias pero sigo aprendiendo de esta cuestión de cómo nos vemos nosotros y cómo nos ven las demás personas.

En ese momento no me di cuenta de que parte de la sorpresa que sentí y, quizás algo de incomodidad, tenía que ver con que de alguna manera yo era edadista. No me quería ver incluida en el grupo de las personas mayores porque, como todo el mundo sabe, no es bueno ser viejo y, además, viejos son los otros. Esto que acabo de decir es una discriminación llamada viejismo.El edadismo es la discriminación general por la edad, se discrimina a todo las edades. Te discrimino porque sos chico, o joven o viejo.

El tema de asumir la edad que uno tiene es una tarea bastante peculiar. Lo curioso es que cuando era chica era muy alta, representaba más edad y –para poder salir con mis primas más grandes, me agregaba 3. 4 años, tranquila. Y recuerdo que mi tío Juan Carlos, se enteró y me llamó para conversar. Me dijo una frase que acuño hasta el día de hoy “cada edad tiene su encanto, cada edad tiene su atractivo, hay que saber descubrirlo”

Y con el tiempo y casi sin darme cuenta comencé, a practicar aquello que me dijo mi tío Juan Carlos. Y creo que el tema de hoy podría subtitularse “Invitación a explorar el encanto de la longevidad”

• ¿De qué hablamos cuando decimos una longevidad excepcional?

Cuando hablamos de longevidad hacemos referencia a la duración de la vida. Todos los seres, todas las especies viven durante un tiempo determinado. Un flamenco vive 40 años, un colibrí 7 años, un ratón dos; un elefante, 60, o las tortugas de Galápagos, viven alrededor de 200 y el tiburón de Groenlandia puede cumplir 400 años. De aquellos individuos que llegan a edades nucho más avanzadas que el promedio de vida de la especie, decimos que muestran una longevidad excepcional.

Pero, pensemos ¿Cómo es en la especie humana esto de la longevidad excepcional?

Según los registros científicos la persona más longeva hasta el momento fue la francesa Jeanne Calment que vivió 122 años.

Kane Tanaka vivía en Japón tenía 119 años, y murió la semana pasada el martes 19 de abril.

Ahora la francesa Lucile Randon, de 118 años de edad, es la más anciana del mundo.

Yo he leído mucho sobre Jeanne Calment y por supuesto, yo era una fan total de Kane Tanaka. Les comentaré algunas características porque nos van dando pistas sobre los secretos de la longevidad. En el caso de Jeanne Calmente, por ejemplo, destaco su optimismo y su sentido del humor. Cuando en su cumpleaños número 118 un periodista le preguntó ¿cómo se imaginaba el futuro? Ella le contestó con una sola palabra: CORTO.

En el caso de Kane Tanaka, una periodista le preguntó cuál había sido el momento más feliz de su vida y Kane Tanaka respondió: AHORA Tenía mucho interés por las matemáticas, disciplina que estudió en forma autodidacta hasta sus últimos días. Todo lo escribía en forma manuscrita y era muy meticulosa con su caligrafía. En julio del año 2021, aceptó participar en el relevo de la antorcha de los Juegos Olímpicos de Tokio, pero finalmente lograron disuadirla para evitar el posible contagio del Covid-19.

Estos datos muestran algunas de las características de las personas que desarrollan vidas longevas. Primero: están conformes con su vida, EL MOMENTO MÁS FELIZ ES AHORA viven el presente y lo disfrutan – no están ancladas en el pasado- KANE, hacia algo que la apasionaba ESTUDIO MATEMÁTICAS PRACTICAMENTE HASTA EL ÚLTIMO MOMENTO DE SU VIDA es decir se mantenía curiosa e interesada por seguir aprendiendo ACEPTÓ LLEVAR LA ANTORCHA OLÍMPICA porque seguía en contacto con la gente, conservaba lo que a su juicio era lo más bonito,,” el contacto con los demás.“ estaba en relación con su entorno, con los afectos y con la vida.

ZONAS AZULES Cuando se trata de la longevidad extraordinaria, se cita a menudo a las “zonas azules”, regiones donde viven las personas más longevas del planeta. Hay 4 zonas azules certificadas por la ciencia: Cerdeña (Italia), Grecia, Costa Rica y Japón, allí en la Isla de Okinawa hay un gran número de centenarios y súpercentenarios.

Y vale la pena que les diga una palabra que nos da OTRA clave sobre los secretos de la longevidad. Esta palabra es IKIGAI

Ikigai es un vocablo japonés que nace Okinawa (Japón) y que –según varios estudios científicos- está directamente asociado con la longevidad positiva.

IKIGAI es aquello que hace que la vida valga la pena de ser vivida. Une cuatro aspectos que en Occidente percibimos de manera separada. el ikigai es la intersección de 4 áreas: El IKIGAI está en el centro y une

• lo que nos gusta hacer, PASIÓN
• las habilidades que tenemos, VOCACIÓN
• aquello por lo que nos pagan, PROFESIÓN
• lo que el mundo necesita, MISIÓN

Es decir, que en nuestro ikigai, se une la pasión, la vocación, la profesión y nuestra misión, es lo que nos hace despertar cada mañana con energía. Se asocia con el entusiasmo, la curiosidad y el amor por la vida. "Ikigai: el proceso de permitir que las posibilidades de cada persona florezcan", y se habla del Ikigai como el arte de envejecer siempre joven. También se lo asocia con la felicidad de las personas por estar siempre ocupadas.

LOS VÍNCULOS Los estudiosos encontraron que, además de que las personas sentían esa felicidad por estar siempre ocupadas buscando cumplir con su propósito en la vida había otro elemento fundamental y era que estas personas – más allá de si tenían o no familia- todas contaban con fuertes vínculos de amistad, con relaciones de cercanía y con participación en la comunidad.

La diferencia con nuestra experiencia occidental es que ellos llegan hasta el final de sus días experimentando la vida plenamente. Muchas de las enfermedades que son comunes entre nosotros cuando vamos envejeciendo resultan bastante raras entre los okinawenses.

Son personas campeonas en el arte de vivir mucho tiempo, y son maestras en tener ganas de vivir.

Querría llamar la atención sobre un hecho muy significativo y es que en el momento en que yo hablaba con mi tío la gente se moría muy joven y muy pocas personas llegaban a altas edades de la vida con buena salud, como está ocurriendo ahora. Ahora, lo increíble es que se agregaron entre 30 a 40 años a la vida de la humanidad, no necesitamos ir a las zonas azules para ver personas súpercentenaris, porque las vidas de 100 años ya están acá en Argentina, estamos viviendo, aquello que se llama la revolución de la longevidad y muy probable la mayoría de nosotros seamos longevos. Según la Universidad Católica Argentina las personas mayores –aún aquellas que cobran la jubilación mínima- se sienten satisfechas con su vida. Y la empresa de investigación Voices que trabaja en 60 países, descubrió que en Argentina también se cumple la curva de la felicidad, la U de la felicidad nos muestra que contra lo que suponemos a medida que se aumentan los años las personas son más felices.

Claramente que se hayan agregado tantos años a la vida nos marca un desafío a cada persona -y como comunidad- tenemos que aprender a gestionar esta NEO-LONGEVIDAD para que sea POSITIVA. Tenemos que abrazar el cambio, el crecimiento y el seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida

Son retos que nos interpelan, exigen considerar aspiraciones, intereses, deseos y necesidades de mayores y de jóvenes. Esta no es una competencia de personas mayores contra personas jóvenes, es una oportunidad de aprender a gestionar la diversidad generacional, están viviendo 4, 5 y hasta 6 generaciones de una misma familia. Es nuestra oportunidad de diseñar una sociedad amigable para todas las edades.

La Universidad de Stanford dice que estamos cartografiando el nuevo mapa de la vida, y hay 5 claves que organizaciones como Ashoka y nosotras desde Senior World Café estamos promoviendo:

• • BIENESTAR a lo largo de la vida
• • APRENDIZAJE a lo largo de la vida
• • SEGURIDAD ECONÓMICA a lo largo de la vida
• • CONTRIBUCIÓN a lo largo de la vida
• • AUTODEFINICIÓN a lo largo de la vida, la búsqueda de nuestro IKIGAI, de nuestro propósito, de lo que nos trae felicidad para lo cual es necesario cambiar la manera en la que nos definimos porque como les conté con mi experiencia en el subte- el peor tipo de edadismo, es el "edadismo auto-infligido" porque no somos conscientes de él.

Ayer y hoy comenzamos a explorar y cartografiar el nuevo mapa de la vida. CARTOGRAFIAR nuestro PROPIO MAPA de la vida, DESCUBRIR NUESTRO IKIGAI es algo del presente, sin importar la edad que tengamos y es algo del futuro. Porque, al futuro lo estamos construyendo hoy.

A continuación vamos a conocer otras claves para, como decía mi tío, explorar el encanto de nuestra edad y aspirar a la longevidad positiva. Las primeras claves, recuerden, nos la dieron JEANNE CALMENT y KANE TANAKA disfrutar de este momento y comenzar a mapear nuestras el territorio de nuestras vidad con buen humor y alegría. Muchas gracias!!!

FRENTE AL ENCANTO DE LA LONGEVIDAD ENCONTRAMOS EL COMPLOT MATUSALEN 16.06.2023

• EL COMPLOT DE MATUSALEN ¡QUE NO TE FRENE EL MIEDO A ENVEJECER!
• ¡Únete a la guerra de las generaciones! T Frank Schirrmacher-Editorial Nomos S.A., en el mes de febrero de 2005, Bogotá, Colombia.
• A pesar de que nuestra sociedad envejece a un ritmo desenfrenado, ésta deja sin nada a los que se hacen mayores: sin confianza, sin trabajo, sin biografía...
• Para que la sociedad tenga una oportunidad de rejuvenecer, no sólo hacer falta una nueva imagen de la juventud, sino también un cambio radical en la idea que se tiene de la propia vejez. Es necesario implantar nuevas imágenes, tanto en el arte como en la vida y en la ciencia.
• Sobre la base de los más recientes estudios científicos, este libro pretende involucrarnos en un complot contra el terror biológico y social que provoca el miedo a envejecer, porque sólo así los jóvenes tendrán alguna oportunidad en el futuro.(y las personas mayores tenemos el desafío de resolver este dilema en el presente)

DESARROLLO DE IDEAS

• La guerra de las generaciones^ asunto suyo, así que súmese y siéntase reconfortado: pertenece al gru­po de gente destinada en las próximas décadas a insti­gar una verdadera revolución. Suena dramático, y lo es. En realidad, nuestra situa­ción se ha vuelto insostenible. Todavía tenemos firmes anclajes en el día a día, nos decimos que la cosa tampo­co puede ser tan grave. El presentador del telediario lee las noticias y sale del estudio sin inmutarse. Los redac­tores escriben artículos y columnas. En la calle, los jóve­nes son civilizados y sociables. Las madres empujan los carritos de sus bebés. No se oyen ataques; el frente de esta guerra todavía está lejos. Sin embargo, en el horizonte del futuro asoma ya una de las luchas contra la vejez más enconadas de la histo­ria.
• Se aproxima hacia nosotros, los que ahora tenemos veinte, treinta o sesenta años, aquellos que cuando la guerra empiece seremos los viejos. Esta sociedad les arre­bata todo a los que envejecen: la confianza en sí mismos, 9el puesto de trabajo, la biografía.
• Las decisiones que tomamos a lo largo de nuestras vidas se basan en esque­mas y datos del siglo pasado. Si nos relacionáramos con el entorno como lo hacemos con nuestras vidas, segui­ríamos viajando en diligencia. Es hora de actuar. Nos queda muy poco tiempo antes de empezar a sufrir la estigmatización. Y cuando llegue el momento tendríamos que haber reciclado la prehis­tórica idea que tenemos ahora sobre la vejez y haberla adaptado al futuro.
• Se trata sin duda de una revolución equiparable a los grandes movimientos de liberación del pasado. Por ahora vamos acumulando masa crítica. Cuando dentro de cinco o diez años llegue el momento del cam­bio, aparecerá como por arte de magia una sociedad nue­va en el horizonte de cada uno de nosotros. La gente sue­le comentar lo rápido que se hace uno viejo. Uno abre los ojos incrédulo, como si no le hubieran estado avi­sando desde hace años y, de repente, ya es viejo. Lo mis­mo le va a pasar a nuestra sociedad.
• La inexorable lógica del calendario nos revela que la amenaza avanza con cada cumpleaños, pero seguimos actuando como si el tiem­po que discurre no fuera con nosotros. Algo parecido nos ocurre con respecto al tráfico des­de que somos niños. Vemos que sólo siguen en circula­ ción los últimos modelos de coche, y es precisamente esto lo que nos prueba que el tiempo está pasando. El seiscientos, el dos caballos o el escarabajo son como las cifras de un calendario. A nosotros nos pasa lo contrario: son cada vez más las personas que viven a la vez, y el tiem­po parece haberse detenido.
• Muchos de nosotros coin­cidimos en el mundo con nuestros padres, abuelos e incluso bisabuelos. Por primera vez se plantea una situa­ción que la evolución no había previsto, algo que debería haber evitado por medio de todos sus mortales trucos: la existencia de un grupo incapaz de seguir reprodu­ciéndose, que ha alcanzado su objetivo biológico hace mucho tiempo, que ya no puede ser reparado y al que la naturaleza ha declarado como prescindible. Y este gru­po precisamente es el mayoritario dentro de una socie­dad. Por primera vez en la historia de la humanidad, ha­brá más viejos que niños1.
• Unase a la marcha con toda confianza, pues usted está situado en el lado de estos viejos. Todos tenemos la gran tarea de nuestras vidas por delante. Quizás para entonces seamos más débiles que ahora, pero seremos mayoría. Se trata de nuestro espíritu, sin sentimentalismos. Se trata de nuestra autoestima y de nuestra seguridad, y por ende de la estabilidad de la sociedad en la que nos to­cará vivir. Y además de nuestro propio interés, está el de las generaciones venideras.
• La discriminación de la ve­jez y de los viejos provocará importantes perjuicios eco­nómicos e intelectuales en todo el mundo. En el año 2050, sólo en China habrá más personas mayores de se­senta y cinco años de las que hay ahora en todo el mun­do2. Ante tal aumento de la cifra de viejos, la que triun­fe será la sociedad cuyas convicciones religiosas o culturales permitan aprovechar de manera creativa la vejez. Por paradójico que pueda resultar, envejecer en el seno de una sociedad que envejece nos convierte a la vez en instigadores y víctimas de una nueva globalización. En algunos países, a los an­cianos se les priva de su casa, de sus propiedades e inclu­so de su comida. En otras sociedades, como la nuestra, se les arrebata la autoestima y las ganas de vivir. No será suficiente con revolucionar (evolucionar) todas nuestras ex­periencias, valores y conocimientos. Lo que considera­mos correcto y bueno, lo que denominamos experien­cia, lo que nos ha hecho grandes y fuertes, todo queda aplastado por el proceso de envejecimiento, que nos hace iguales a todos sin distinción. Pues ¿qué importancia tiene el éxito, la belleza, la experiencia o la riqueza del pasado cuando llega la vejez? Cada uno se esfuerce por poder vivir el máximo tiempo posible en este mundo. Esto por una parte.
• Por otro lado está la creciente necesidad de aprender a envejecer.
• En los próximos treinta años debemos apren­der a envejecer de una manera completamente diferente, pues de lo contrario todos y cada uno de sus miembros sufrirá un castigo económico, social e intelectual. Se tra­ta de la liberación de ese ser oprimido e infeliz que re­pudiamos y que hoy todavía no existe. Se trata de nues­tro futuro yo*.

• Nosotros calculamos a la baja nuestra es­peranza de vida, como si los últimos decenios de nuestras vidas fueran a transcurrir ocultos por la niebla. Cual­quiera que sepa leer entiende que el problema de nues­tro futuro como europeos y como alemanes equivale al que se nos plantea como individuos: el problema de la esperanza de vida intelectual. No obstante, como si empezara a flotar en el aire una sospecha generalizada, antes de que nadie nos pregunte, nos apresuramos a ase­gurar que no queremos llegar a ser tan viejos. Pero por una vez, sin que sirva de precedente, vamos a pedirle que sea usted total y absolutamente egoísta. Olví­dese por un momento de la retórica al uso que reflejan lugares comunes como «yo no quiero llegar a ser tan vie­jo» o similares, un monólogo interior de autodestrucción sobre cuyas causas profundas volveremos más adelante, y traduzca al lenguaje cotidiano lo que percibe a diario sobre envejecimiento, edad, jubilación o demografía. La traducción sería la siguiente: su propio envejecimiento, no el envejecimiento abstracto de los institutos de esta­dística oficiales, se considera una catástrofe natural. Los errores de cálculo de la política son tan desas­trosos para la planificación económica del individuo como para el futuro de todos3.aunque siga habiendo abuelos, habrá muchos menos nietos.

• Ver más en: EconomiaPlateadaVariasPresentaciones (En Argentina viven 15.491 personas que tienen 100 años o más.son las súpercentenarias.

Esta situación muestra una revolución demográfica sin precedentes que se produce en todo el mundo y tiene consecuencias importantes en el aquí y ahora de nuestras vidas, empresas, familias y comunidades. Ahora, según el informe de salud financiera publicado en Europa en 2020, cuando se le pregunta a las personas hasta que edad creen que van a vivir, sin importar mucho si la persona que responde tiene 18 o 65 años, la respuesta es bastante pareja y se encuentra entre 86, 87 años. Es decir, que no nos imaginamos viviendo hasta los 100 años. file:///C:/Users/Dell/AppData/Local/Microsoft/Windows/INetCache/IE/N1H9ET66/Informe_salud%20financiera-nuestras%20decisiones%20y%20el%20futuro[1].pdf )

• El sociólogo Peter Schimany dibuja una «nueva relación histórica de escasez», que se manifestará en la falta de parientes en general y en la desaparición de los nietos en particular. El papel de abuelo, que permitía a muchas personas mayores justificar su utilidad social, no podrá seguir desempeñándose, pues muchos abuelos se re­ partirán pocos nietos4.
• LA ONU Estamos hablando de una sociedad que muy poco tiene que ver ya con la actual. Se­guirá teniendo las mismas autopistas y ferrocarriles, pero su infraestructura moral, la relación entre las genera­ciones, se habrá transformado por completo.
• La estadística no puede concebir su revolucionaria fuerza explosiva, pues, como sabemos, la estadística no tiene alma. Llama viejo al que se jubila.

• Todas las culturas han co­nocido la juventud, pues todas las personas han sido jó­venes, pero son las menos las que han conocido la vejez. En la historia de la cultura y la evolución de nuestra so­ciedad, la vejez es algo bastante reciente: ha sido siempre una improbabilidad en la vida y la experiencia de una mi­noría. Las investigaciones en este campo no tienen ni si­quiera cincuenta años. Apenas hay representantes en ese sector. «Los ancianos de hoy en día —escribe el biólo­go Tom Kirkwood—, constituyen la silenciosa avanzadi­lla de una revolución de la longevidad, que provocará un cambio radical de la estructura social y que alterará nues­tro concepto de la vida y de la muerte»18. La vanguardia está en camino, y nosotros somos el ejér­cito que le va a la zaga. Muchas personas aún no se han dado cuenta de que las civilizaciones occidentales estamos convocadas a una gran misión.

• Al mismo tiempo, las generaciones más jóvenes, los que tendrán entre treinta y cincuenta años, estarán infectados ya por el miedo a envejecer.

• La guerra psicológica destruye la autoestima al arreba­tar a los que envejecen la confianza en su aspecto, en sus cinco sentidos y sobre todo en su juicio. El hijo de Sófo­cles se presentó ante el juez para solicitar la incapacitáción de su padre, de noventa años de edad, alegando que ya no estaba en plena posesión de sus facultades mentales. Con­fiaba, como tantos otros que hacen lo mismo con sus pa­dres, en poder entrar así en posesión del patrimonio fa­miliar. Para dar prueba de su capacidad intelectual, Sófocles recitó de memoria una de sus tragedias, y la solicitud del hijo fue rechazada44. En la guerra de las palabras y de las imágenes, ya procedan de Aristófanes o de L’Oreal, se tra­ta de infundir inseguridad a las personas que envejecen.
• El New York Times muestra su asombro en un co­ mentario sobre la undécima edición del Merriam Webster. Evidentemente, un diccionario es un referente del cam­ bio social, porque constituye una especie de recurso ma­ terial básico de nuestro pensamiento. Lo más llamativo no es que en este diccionario bási­ co de los estadounidenses se hayan incluido diez mil nue­ vas entradas en los últimos cuatro años, sino que por pri­ mera vez las entradas referidas a salud y medicina superen a las referencias sobre tecnología e informática y, además, que el cuarenta por ciento de los términos médicos estén relacionados con el envejecimiento. En una entrevista con el New York Times, eljefe de la edi­ torial dio la única explicación sensata sobre este cambio: la generación del baby boomhabía comenzado a ocuparse de su propio envejecimiento, y además del envejecimien­ to de sus padres. Y este guardián del vocabulario en Esta­ dos Unidos añadió: «Esta generación lo ha alterado todo en el curso de su existencia. Ahora asistiremos al último y mejor ejemplo del cambio: la vejez de la generación del baby boom. Si piensa que no había quien les aguantara cuan­ do eran adolescentes, y que de jóvenes eran insoporta­ bles, espere a ver cómo serán de viejos. Exigirán un cier­ to nivel de asistencia sanitaria y atención, al menos el que tuvieron sus padres, aunque éstos eran muchos menos. La generación del baby boom obligará a la sociedad a ocu­ parse de la asistencia sanitaria y de la gerontología, quie­ ra o no quiera»52.
• ESTO ES OTRO TEMA, PERO INTERESANTE: ¿Qué ocurrirá?; ¿cambiará la diplomacia internacional?; ¿llegará un día en que los chinos, por po­ner un ejemplo, exigirán de los estadounidenses que re­formen su sistema de salud, de igual manera que éstos exi­gen hoy a los chinos que modifiquen su política de derechos humanos?»47.
• En Florida, uno de los estados de mayor media de edad de Estados Unidos, los hombres y las mujeres que viven solos están ensayando nuevas formas de adopción; in­vierten en la formación de huérfanos para asegurarse su lealtad én el futuro.
• «Puede que aún no se haya dado cuenta—dice el economista Peter Peterson—, pero la enorme concentración de ancianos en Florida (el die­ cinueve por ciento de la población) representa el mo­ delo del futuro de la humanidad.

• Contra los vetustos miedos históricos que puede pro­vocar esta situación, sólo es válido algo que suele prece­der a todas las revoluciones: un complot.

• (CONSPIRAR- RESPIRAR JUNTOS)
  • La conspiración debe dirigirse contra ese peculiar autorrechazo provocado por la denigración de la vejez. Nues­ tra sociedad no tendrá oportunidad de sobrevivir mientras sus futuras mayorías sean tildadas de molestas, decrépi­ tas y desmemoriadas; en suma, de enviadas de la muerte. La catástrofe que se nos avecina si no combatimos la ra­ cista discriminación a los ancianos no afectará a todos.
• El odio a la vejez es un sentimiento primitivo, un poder que nos domina como los tiranos absolutistas do­ minaron en su día a nuestros antepasados. No se trata de un fenómeno moderno ni de una nue­ va fase de una cierta «corrección política» geriátrica. Com­ batir el rechazo a la vej ez no incluye oponerse a la vani­ dad de los que deciden el significado de juventud y no soportan la idea de hacerse viejos. Si no logramos rede­ finir el concepto de envejecimiento, como uno de los lo­ gros más singulares a los que está llamado el ser huma­ no actual, nos veremos abocados a una civilización de la 69 eutanasia.
• Por culpa de los estereotipos sobre la vejez difundidos a través de multitud de canales diferentes, esta sociedad mantiene frente a los ancianos la misma actitud que en su día mantenía la contaminante sociedad industrial frente al medio ambiente. Hace más de treinta años, ante la perspectiva de su autodestrucción, la humanidad tuvo que aprender una lección: hubo de to­mar en consideración las advertencias del Club de Roma, se replanteó su relación con el medio ambiente y, por mu­cho que le costara, lo hizo de manera tan eficaz que mar­có a toda una generación. Logró despertar la sensibilidad por la naturaleza y sus tesoros, su escasez y su singulari­dad. Hemos aprendido a respetar los valiosos recursos de la naturaleza, y ahora debemos aprender a respetar el re­curso más valioso de las personas: sus vidas.

BOLSA COMERCIO ¿Cómo les va? Gracias Adriana, gracias Viviana, gracias a las empresas y personas que hicieron posible esta oportunidad y gracias a todos ustedes.

Estoy muy contenta. Los encuentros de Senior World Café están dirigidos fundamentalmente, pero no exclusivamente, a personas 50+ deseosas de proyectar su futuro con bienestar, aprovechando al máximo sus propios recursos.

Hablar del futuro en relación con el bienestar y la longevidad me hizo acordar de la primera vez que me dijeron señora, o cuando por primera vez me dieron el asiento en el subte (vivo en Buenos Aires) recuerdo que me quedé sorprendida, tuve una sensación extraña que me costó asimilar.

Ha pasado tiempo desde esas experiencias pero sigo aprendiendo de esta cuestión de cómo nos vemos nosotros y cómo nos ven las demás personas.

En ese momento no me di cuenta de que parte de la sorpresa que sentí y, quizás algo de incomodidad, tenía que ver con que de alguna manera yo era edadista. No me quería ver incluida en el grupo de las personas mayores porque, como todo el mundo sabe, no es bueno ser viejo y, además, viejos son los otros. Esto que acabo de decir es una discriminación llamada viejismo.El edadismo es la discriminación general por la edad, se discrimina a todo las edades. Te discrimino porque sos chico, o joven o viejo.

El tema de asumir la edad que uno tiene es una tarea bastante peculiar. Lo curioso es que cuando era chica era muy alta, representaba más edad y –para poder salir con mis primas más grandes, me agregaba 3. 4 años, tranquila. Y recuerdo que mi tío Juan Carlos, se enteró y me llamó para conversar. Me dijo una frase que acuño hasta el día de hoy “cada edad tiene su encanto, cada edad tiene su atractivo, hay que saber descubrirlo”

Y con el tiempo y casi sin darme cuenta comencé, a practicar aquello que me dijo mi tío Juan Carlos. Y creo que el tema de hoy podría subtitularse “Invitación a explorar el encanto de la longevidad”

¿De qué hablamos cuando decimos una longevidad excepcional?

Cuando hablamos de longevidad hacemos referencia a la duración de la vida. Todos los seres, todas las especies viven durante un tiempo determinado. Un flamenco vive 40 años, un colibrí 7 años, un ratón dos; un elefante, 60, o las tortugas de Galápagos, viven alrededor de 200 y el tiburón de Groenlandia puede cumplir 400 años. De aquellos individuos que llegan a edades nucho más avanzadas que el promedio de vida de la especie, decimos que muestran una longevidad excepcional.

Pero, pensemos ¿Cómo es en la especie humana esto de la longevidad excepcional?

Según los registros científicos la persona más longeva hasta el momento fue la francesa Jeanne Calment que vivió 122 años.

Kane Tanaka vivía en Japón tenía 119 años, y murió la semana pasada el martes 19 de abril.

Ahora la francesa Lucile Randon, de 118 años de edad, es la más anciana del mundo.

Yo he leído mucho sobre Jeanne Calment y por supuesto, yo era una fan total de Kane Tanaka. Les comentaré algunas características porque nos van dando pistas sobre los secretos de la longevidad. En el caso de Jeanne Calmente, por ejemplo, destaco su optimismo y su sentido del humor. Cuando en su cumpleaños número 118 un periodista le preguntó ¿cómo se imaginaba el futuro? Ella le contestó con una sola palabra: CORTO.

En el caso de Kane Tanaka, una periodista le preguntó cuál había sido el momento más feliz de su vida y Kane Tanaka respondió: AHORA Tenía mucho interés por las matemáticas, disciplina que estudió en forma autodidacta hasta sus últimos días. Todo lo escribía en forma manuscrita y era muy meticulosa con su caligrafía. En julio del año 2021, aceptó participar en el relevo de la antorcha de los Juegos Olímpicos de Tokio, pero finalmente lograron disuadirla para evitar el posible contagio del Covid-19.

Estos datos muestran algunas de las características de las personas que desarrollan vidas longevas. Primero: están conformes con su vida, EL MOMENTO MÁS FELIZ ES AHORA viven el presente y lo disfrutan – no están ancladas en el pasado- KANE, hacia algo que la apasionaba ESTUDIO MATEMÁTICAS PRACTICAMENTE HASTA EL ÚLTIMO MOMENTO DE SU VIDA es decir se mantenía curiosa e interesada por seguir aprendiendo ACEPTÓ LLEVAR LA ANTORCHA OLÍMPICA porque seguía en contacto con la gente, conservaba lo que a su juicio era lo más bonito,,” el contacto con los demás.“ estaba en relación con su entorno, con los afectos y con la vida.

ZONAS AZULES Cuando se trata de la longevidad extraordinaria, se cita a menudo a las “zonas azules”, regiones donde viven las personas más longevas del planeta. Hay 4 zonas azules certificadas por la ciencia: Cerdeña (Italia), Grecia, Costa Rica y Japón, allí en la Isla de Okinawa hay un gran número de centenarios y súpercentenarios.

Y vale la pena que les diga una palabra que nos da OTRA clave sobre los secretos de la longevidad. Esta palabra es IKIGAI

Ikigai es un vocablo japonés que nace Okinawa (Japón) y que –según varios estudios científicos- está directamente asociado con la longevidad positiva.

IKIGAI es aquello que hace que la vida valga la pena de ser vivida. Une cuatro aspectos que en Occidente percibimos de manera separada. el ikigai es la intersección de 4 áreas: El IKIGAI está en el centro y une

lo que nos gusta hacer, PASIÓN las habilidades que tenemos, VOCACIÓN aquello por lo que nos pagan, PROFESIÓN lo que el mundo necesita, MISIÓN Es decir, que en nuestro ikigai, se une la pasión, la vocación, la profesión y nuestra misión, es lo que nos hace despertar cada mañana con energía. Se asocia con el entusiasmo, la curiosidad y el amor por la vida. "Ikigai: el proceso de permitir que las posibilidades de cada persona florezcan", y se habla del Ikigai como el arte de envejecer siempre joven. También se lo asocia con la felicidad de las personas por estar siempre ocupadas.

LOS VÍNCULOS Los estudiosos encontraron que, además de que las personas sentían esa felicidad por estar siempre ocupadas buscando cumplir con su propósito en la vida había otro elemento fundamental y era que estas personas – más allá de si tenían o no familia- todas contaban con fuertes vínculos de amistad, con relaciones de cercanía y con participación en la comunidad.

La diferencia con nuestra experiencia occidental es que ellos llegan hasta el final de sus días experimentando la vida plenamente. Muchas de las enfermedades que son comunes entre nosotros cuando vamos envejeciendo resultan bastante raras entre los okinawenses.

Son personas campeonas en el arte de vivir mucho tiempo, y son maestras en tener ganas de vivir.

Querría llamar la atención sobre un hecho muy significativo y es que en el momento en que yo hablaba con mi tío la gente se moría muy joven y muy pocas personas llegaban a altas edades de la vida con buena salud, como está ocurriendo ahora. Ahora, lo increíble es que se agregaron entre 30 a 40 años a la vida de la humanidad, no necesitamos ir a las zonas azules para ver personas súpercentenaris, porque las vidas de 100 años ya están acá en Argentina, estamos viviendo, aquello que se llama la revolución de la longevidad y muy probable la mayoría de nosotros seamos longevos. Según la Universidad Católica Argentina las personas mayores –aún aquellas que cobran la jubilación mínima- se sienten satisfechas con su vida. Y la empresa de investigación Voices que trabaja en 60 países, descubrió que en Argentina también se cumple la curva de la felicidad, la U de la felicidad nos muestra que contra lo que suponemos a medida que se aumentan los años las personas son más felices.

Claramente que se hayan agregado tantos años a la vida nos marca un desafío a cada persona -y como comunidad- tenemos que aprender a gestionar esta NEO-LONGEVIDAD para que sea POSITIVA. Tenemos que abrazar el cambio, el crecimiento y el seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida

Son retos que nos interpelan, exigen considerar aspiraciones, intereses, deseos y necesidades de mayores y de jóvenes. Esta no es una competencia de personas mayores contra personas jóvenes, es una oportunidad de aprender a gestionar la diversidad generacional, están viviendo 4, 5 y hasta 6 generaciones de una misma familia. Es nuestra oportunidad de diseñar una sociedad amigable para todas las edades.

La Universidad de Stanford dice que estamos cartografiando el nuevo mapa de la vida, y hay 5 claves que organizaciones como Ashoka y nosotras desde Senior World Café estamos promoviendo:

• BIENESTAR a lo largo de la vida • APRENDIZAJE a lo largo de la vida • SEGURIDAD ECONÓMICA a lo largo de la vida • CONTRIBUCIÓN a lo largo de la vida • AUTODEFINICIÓN a lo largo de la vida, la búsqueda de nuestro IKIGAI, de nuestro propósito, de lo que nos trae felicidad para lo cual es necesario cambiar la manera en la que nos definimos porque como les conté con mi experiencia en el subte- el peor tipo de edadismo, es el "edadismo auto-infligido" porque no somos conscientes de él. Ayer y hoy comenzamos a explorar y cartografiar el nuevo mapa de la vida. CARTOGRAFIAR nuestro PROPIO MAPA de la vida, DESCUBRIR NUESTRO IKIGAI es algo del presente, sin importar la edad que tengamos y es algo del futuro. Porque, al futuro lo estamos construyendo hoy.

A continuación vamos a conocer otras claves para, como decía mi tío, explorar el encanto de nuestra edad y aspirar a la longevidad positiva. Las primeras claves, recuerden, nos la dieron JEANNE CALMENT y KANE TANAKA disfrutar de este momento y comenzar a mapear nuestras el territorio de nuestras vidad con buen humor y alegría. Muchas gracias!!!

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